René Caro, uno de los sobrevivientes del centro clandestino La Perla, relató que en ese campo de concentración “sabíamos que nos iban a matar por pensar distinto”, al declarar en el marco del juicio que se sigue por crímenes de lesa humanidad cometidos allí. Caro, que en ese momento era secretario adjunto del Sindicato del Caucho, fue secuestrado el 25 de marzo de 1976, en su domicilio junto a su compañera, Amanda Assadourian, y otros dos dirigentes sindicales. Recordó que los cuatro fueron secuestrados, y él junto con su compañera fueron introducidos en un camión para trasladarlos a La Perla. Y precisó que en el camino “una voz estridente nos decía que íbamos a morir, que ya tenían listo el pozo, y estando en La Perla me dijeron que era un señor (Luis Alberto) Quijano”, que en aquellos tiempos “imponía miedo con sus actitudes y sus palabras”. Recordó que cuando llegó a La Perla “nos pusieron un número a Amanda y a mí (el 78) y a partir de ese momento nos llamaban por el número”. Caro puntualizó que en La Perla “lo normal era que nadie tenía condena y nadie tenía capacidad para decirnos que alguien había cometido algún delito”.
Fuente:Pagina12
04.04.2013
Un nuevo testimonio sobre los horrores del cautiverio en el CCD La Perla
"Nadie tenía condena y nadie tenía capacidad para decirnos que alguien había cometido algún delito"
Gendarme Quijano. Le decían Ángel. Acaso fuera Lucifer.
Córdoba.- Un sobreviviente de La Perla, René Caro, que era entonces secretario adjunto del Sindicato de Obreros del Caucho, relato su secuestro y cautiverio, Su via crucis comenzó en la madrugada del 25 de marzo de 1976, cuando se encontraba en su domicilio junto a su compañera, Amanda Assadourian y los dirigentes sindicales Máximo Cánchez, secretario adjunto del Smata y Luis Mario Finger, también del Caucho. Los cuatro fueron secuestrados y él, al igual que su compañera, fueron introducidos en un camión en el que ambos fueron trasladados a La Perla. Y precisó que en el camino "una voz estridente nos decía que íbamos a morir, que ya tenían listo el pozo. Y que ya estando en La Perla les quedó claro que era un tal "Angel" (el gendarme Luis Alberto Quijano, uno de los imputados) quien "imponía miedo con sus actitudes y sus palabras".
Un nuevo testimonio sobre los horrores del cautiverio en el CCD La Perla
"Nadie tenía condena y nadie tenía capacidad para decirnos que alguien había cometido algún delito"
Gendarme Quijano. Le decían Ángel. Acaso fuera Lucifer.
Córdoba.- Un sobreviviente de La Perla, René Caro, que era entonces secretario adjunto del Sindicato de Obreros del Caucho, relato su secuestro y cautiverio, Su via crucis comenzó en la madrugada del 25 de marzo de 1976, cuando se encontraba en su domicilio junto a su compañera, Amanda Assadourian y los dirigentes sindicales Máximo Cánchez, secretario adjunto del Smata y Luis Mario Finger, también del Caucho. Los cuatro fueron secuestrados y él, al igual que su compañera, fueron introducidos en un camión en el que ambos fueron trasladados a La Perla. Y precisó que en el camino "una voz estridente nos decía que íbamos a morir, que ya tenían listo el pozo. Y que ya estando en La Perla les quedó claro que era un tal "Angel" (el gendarme Luis Alberto Quijano, uno de los imputados) quien "imponía miedo con sus actitudes y sus palabras".
Recordó que cuando llegó a La Perla "nos pusieron un número a Amanda y a mí (el 78) y a partir de ese momento nos llamaban por el número". Caro puntualizó que en La Perla "lo normal era que nadie tenía condena y nadie tenía capacidad para decirnos que alguien había cometido algún delito".
En otro momento de su relato se refirió a los "traslados", en los que "llevaban gente para matarlos, venía un camión y se llevaba a alguno de los compañeros; había terror porque a alguno le tocaran el hombro porque se iba para siempre. Lo peor que le puede pasar a uno era estar sentados en tiempo muerto y saber que nos iban a matar".
Caro, quien era militante de la rama sindical del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), identificó al represor Héctor Pedro Vergez, "aunque para mí era Gastón Vargas, el capitán Vargas, que cuando llegué a La Perla fue el primero que habló conmigo".
Recordó que en una oportunidad fue al centro clandestino el represor Luciano Benjamín Menéndez, para pasar revista y si bien "no lo podíamos ver" porque estaban vendados, lo supo porque "en cuatro días nos hacen limpiar todo. Estábamos muy asustados".
Agregó que en otro momento lo llevan a una oficina "donde estaba Texas (alias de Elpidio Tejeda, represor fallecido), que era "sumamente violento, me golpeaba y me dijo que eran del Comando Libertadores de América (CLA, versión local de la Triple A). Texas era un hombre preparado para castigar".
Caro indicó que en una oportunidad "nos tiraron en una colchoneta y ahí había una chica embarazada y a los dos o tres días le hacen un traslado y a los 15 minutos escuchamos el tableteo de las ametralladoras", en relación a los fusilamientos.
Más adelante relató que en los primeros días del mes de junio de 1976 lo trasladan a un cuartel militar en Buenos Aires que no pudo identificar, y después de 6 días fue llevado a lo que identificó como el Pozo de Banfield.
Relató en ese centro clandestino estuvo durante un mes y posteriormente, a fines de julio, antes de liberarlo en la Capital Federal, Vergez le dice que a Amanda "la habían matado, algo que yo ya sabía".
Fuente:Telam
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