El TOF aplicó las máximas penas previstas por el Código
Jujuy: Una multitud celebró el primer día de justicia, a 35 años del triste "Apagón" de Ledesma
Masivo apoyo en Jujuy a las víctimas de la última dictadura durante la lectura del veredicto.
El Tribunal Oral Federal (TOF) de Jujuy condenó hoy a los represores Rafael Braga y José Bulgheroni a prisión perpetua, y a Antonio Vargas a 25 años de cárcel, en el primer juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en Jujuy durante la última dictadura. Las penas impuestas por los jueces René Vicente Casas, Marcelo Juárez Almaraz y Daniel Morin coincidieron con las solicitadas por la fiscalía y los querellantes. Antes de leer la parte dispositiva de la sentencia, el TOF rechazó todas las nulidades presentadas por las defensas de los acusados y consideró los hechos juzgados como "delitos de lesa humanidad" y por lo tanto imprescriptibles.
Masivo apoyo en Jujuy a las víctimas de la última dictadura durante la lectura del veredicto.
El Tribunal Oral Federal (TOF) de Jujuy condenó hoy a los represores Rafael Braga y José Bulgheroni a prisión perpetua, y a Antonio Vargas a 25 años de cárcel, en el primer juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en Jujuy durante la última dictadura. Las penas impuestas por los jueces René Vicente Casas, Marcelo Juárez Almaraz y Daniel Morin coincidieron con las solicitadas por la fiscalía y los querellantes. Antes de leer la parte dispositiva de la sentencia, el TOF rechazó todas las nulidades presentadas por las defensas de los acusados y consideró los hechos juzgados como "delitos de lesa humanidad" y por lo tanto imprescriptibles.
La lectura de la condena se realizó cerca de las 18.30. Llamativamente no fue el presidente del tribunal quien leyó las condenas, sino la secretaria. Con palabras escuetas y enumerando los hechos por los cuales fueron condenados Bulgheroni, Braga y Vargas, y no especificando los hechos con nombres de las víctimas.
Después de 35 años de esperar justicia, unas 30.000 personas se agolpaban en los alrededores, hasta llegar a los vallados policiales desplegados en todos los accesos a unos 100 metros de la sala de audiencia, próxima al microcentro de la capital provincial. Miembros de la querella sintieron un “gusto amargo” ante la actitud de René Vicente Casas de no hacerse cargo del veredicto e informar él en persona las condenas.
Bulgheroni y Braga eran oficiales de inteligencia del Área 323 de represión, durante el terrorismo de estado, y Vargas se desempañaba como interventor del Servicio Penitenciario de Jujuy, convertido entonces en un centro clandestino de detención.
Los primeros fueron condenados por homicidio calificado y el tercero por privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia contra numerosas víctimas.
Braga será trasladado al penal de Marcos Paz para cumplir su pena, mientras que Vargas continuará detenido en Ezeiza, por razones de salud y Bulgheroni irá a la Unidad Penitenciaria Nº7 de la ciudad de Resistencia, Chaco.
Fuente:Telam
CONDENARON A TRES REPRESORES POR DELITOS DE LESA HUMANIDAD
En Jujuy se quebró la barrera de la impunidad
El Tribunal Oral condenó a prisión perpetua a los ex tenientes Mariano “Cara Cortada” Braga y a José Bulgheroni y a 25 años al mayor retirado Antonio Vargas, ex interventor del Servicio Penitenciario Federal de la provincia.
Por Alejandra Dandan
Los familiares de las víctimas celebraron el veredicto y esperan ahora el juicio contra el empresario Carlos Pedro Blaquier.Imagen: Télam
Los ojos rojos y añosos de Miguel Rozo se llenaron de lágrimas. “Yo me siento feliz”, dijo apenas escuchó la sentencia. Obrero mecánico de la mina El Aguilar, delegado de sección, detenido desaparecido, mudo de testimonio durante 37 años. “Se está haciendo justicia para todos los mineros de aquel momento, que sufran ellos ahora, como hemos sufrido nosotros, como han sufrido nuestras familias.” En la sala, entre los que salían de las sillas y se abrazaban se paró Rubén Andres Cari, también minero, secuestrado de 1976, secretario adjunto del Sindicato Obrero Minero de Mina El Aguilar. “Estoy emocionado, conforme con el veredicto de los jueces: realmente tarde, pero ha llegado la justicia.”Cuando los jueces del Tribunal Oral Federal de San Salvador de Jujuy terminaron la lectura de la sentencia, la sala gritó el “Como a los nazis les va a pasar” y antes de que termine el canto y antes del saludo a los 30 mil detenidos desaparecidos, alguien pronunció el nombre de Carlos Pedro Blaquier entre las cuentas que faltan. “¡Por fin en Jujuy hay justicia!”, dijo Ernesto Samán, un ex empleado de Ledesma, secuestrado dentro de la empresa, entre nuevos abrazos. “¡Vamos compañerosssss!”, lanzó en el patio donde hace apenas un año, cuando empezaba el juicio, cada quien pedía permiso para entrar. “En este momento se juntan muchas cosas: el dolor de haber perdido a tantos compañeros luchando y, bueno, que por fin en Jujuy, después de tantos años, de los que vinimos declarando desde el año ’84 por la Conadep, de la ley del punto final, la obediencia debida y, en fin, después de tantos años de espera por fin hay justicia y esperamos mucho más cuando la Justicia avance sobre Blaquier y compañía.”
La Justicia llegó a la primera etapa. Anoche terminó el primer juicio oral por crímenes de lesa humanidad en una provincia que hasta el año pasado no había tenido ningún debate oral. El Tribunal condenó a los tres represores acusados por 43 víctimas con el mismo monto de pena que habían pedido fiscales y querellas. Condenó a prisión perpetua a los ex tenientes Mariano “Cara Cortada” Braga y a José Bulgheroni, ambos operativos de inteligencia, integrantes de las patotas y encargados del diseño de traslados y secuestros de prisioneros. Le dio 25 años de prisión al mayor retirado del Ejército Antonio Vargas, quien fue interventor del Servicio Penitenciario Federal, por donde pasó buena parte de los desaparecidos y sobrevivientes jujeños. Para los tres condenados confirmó y ordenó traslados a cárcel efectiva, una decisión aplaudida como cada pena. El Tribunal lo presidió René Vicente Casas y lo integró Mario Juárez Almaraz, Daniel Morin y como jueza sustituta Fátima Ruiz López.
Las condenas
El juicio revisó cinco causas que se acumularon para el debate por 43 víctimas, seis de las cuales permanecen desaparecidas. Las causas llegaron fragmentadas con sólo tres imputados militares y una mínima representación de los 130 desaparecidos de Jujuy producto de la mala gestión judicial, con expedientes paralizados durante años. Pese a eso, las audiencias se convirtieron en una enorme ventana por donde mirar los escenarios más representativos de la represión en Jujuy. La causa “Arédez y otros”, por ejemplo, reunía a cuatro detenidos-desaparecidos delegados del sindicato de obreros y empleados de Ledesma y nucleó también el primer secuestro del médico Luis Arédez, ex intendente del pueblo de Libertador General San Martín y asesor del sindicato y la mutual de obreros del ingenio. Los testimonios de esta causa pusieron en escena las noches de apagones, los secuestros en la zona del ingenio y la responsabilidad de Blaquier, que está procesado en otro expediente. El tramo “Bazán y otros” entró en el juicio para revisar responsabilidades por el secuestro de 27 mineros de El Aguilar, capturados los primeros días de la dictadura, entre los que estaba el legendario dirigente minero Avelino Bazán.
En términos de prueba y caso, Braga llegó a juicio por el homicidio de Rolando Alvarez García, militante peronista secuestrado el 21 de agosto de 1976. Fiscalía y querellas habían pedido prisión perpetua. Braga en sus últimas palabras dijo: “Yo no secuestré, no torturé, no asesiné a Alvarez García”. El TOF lo condenó a prisión perpetua como coautor de violación de domicilio, privación ilegal de la libertad y por el homicidio doblemente agravado de Alvarez García. Bulgheroni llegó a juicio por los casos de Tumbaya, un pueblo humilde, donde cayó un grupo de militantes obreros del PC, entre ellos Rosa Santos Mamani, cuyo homicidio se sitúa dentro del RIM 20. Además se le imputaban tres víctimas de la causa Aragón, detenidas en el penal de Villa Gorriti, que funcionó con la lógica de centro clandestino. El TOF lo condenó a perpetua por privación ilegal de la libertad en 10 casos, tormentos agravados y el homicidio de Santos Mamani.
Vargas, en tanto, llegó a juicio por los 27 trabajadores de Mina El Aguilar y las 5 víctimas de la causa Arédez. Las querellas y fiscales pidieron 25 años de prisión. El TOF condenó a 25 años por privación ilegal de la libertad en los 32 casos y tormentos agravados de diez.
La sala
La sentencia se esperó durante horas adentro y afuera de la sala. Afuera las columnas de la Tupac Amaru avanzaron por las calles de la ciudad como sucedió en muchas de estas audiencias a lo largo del último año. Adentro, llegaban sobrevivientes de toda la provincia. En la puerta de entrada, Eva Arroyo, de H.I.J.O.S, colgó en un vallado las imágenes 113 desaparecidos, todos los que pudieron recuperar hasta ahora de los 130 desaparecidos de este lugar. Soledad López entró vestida de blanco. Ex presa política, estaba de fiesta: “Siempre ando de jean, que te digan mis compañeras, pero hoy vine vestida para un casamiento: siempre pensábamos que iba a llegar la justicia a otras provincias pero no iba a llegar a Jujuy, aunque me parece casi imposible estar viviendo esto”.
Entre las sillas, apiñados, alguien dijo: “Yo soy sobrino de Avelino Bazán”. Juan de la Cruz Bazán llegó con su esposa, la esposa de Avelino, las hijas, una hermana y otros ocho sobrinos directos y políticos que se esparcieron en la sala. “Lamentamos mucho que haya pasado tanto tiempo, pero esperamos ahora una sentencia justa”, dijo.
El Tribunal habló. Una secretaria leyó la sentencia. Ante cada perpetua la sala explotó. Hilda Figueroa, una secuestrada de los apagones de Ledesma, salió de la sala bañada en lágrimas arrastrando su bastón. “¡¡Tres torturadores menos, ¿sabes?!! Esos eran torturadores también del centro clandestino donde Ledesma nos ha hecho llevar, esto es maravilloso: que estén en la cárcel y con cadena perpetua. ¡¡Estoy emocionada –gritó–, es maravilloso esto!!”
Un tornado de cámaras avanzaron sobre los que estaban sentados adelante. Ricardo Arédez, el hijo de Luis Arédez dijo: “Estoy muy emocionado, no pensábamos que el Tribunal iba a comprometerse tanto por las sentencias, pero ahora vamos por más: falta el juicio para Blaquier y toda la empresa Ledesma, ese poder económico que es fuerte, pesado, importante”. Adriana Arédez, su hermana, avanzó en esa línea. “Claro que esto nos da fuerza para seguir, esto es lo que hemos esperado junto a mi familia, a todos los familiares y a los nietos de Luis Arédez y a los treinta mil, queremos a los civiles empresarios, los miembros de la Iglesia, los queremos en la cárcel como a éstos, en la cárcel común: ojo con que vayan a parar al domicilio por el dinero que tengan porque el pueblo somos nosotros, esto es una advertencia a los jueces.”
Milagro Sala afuera decía: “Y ahora vamos por Blaquier”. Inés Peña, la esposa de Pampero Alvarez García, seguía adelante, entre abrazos, agradecía. “¿No lloras?”, preguntó este diario. “No”, dijo ella. “Ya hemos llorado mucho. Esto nos da fuerza para seguir, no termina acá.”
INES PEÑA, DE MADRES DE JUJUY
“La Justicia activó la memoria”
Por Alejandra Dandan
Desde San Salvador
“Instalar este juicio ha sido fuerte para que los testigos puedan empezar a dar los nombres.” Inés Peña, de Madres de Plaza de Mayo de Jujuy, era esposa de Julio Rolando Alvarez García, Pampero, un militante peronista secuestrado y desaparecido el 21 de agosto de 1976. En esta entrevista hace un balance del juicio, que empezó atravesado por el miedo que provocaba aún hablar de la represión en un escenario de impunidad jurídica y construyó durante el “mientras tanto” la capacidad de cada quien para sostener la palabra, no sólo en las audiencias, sino al interior de las otras causas que empezaban a revisarse, como la del empresario Carlos Blaquier.–¿Cómo termina esto?
–Este es un momento crucial para los organismos de derechos humanos, los militantes y la sociedad jujeña porque no nos podemos dar el lujo de clausurar estos períodos de dictadura sin justicia. La impunidad nos hace y nos hizo mucho daño al alma como digo yo, porque me di cuenta, en los testimonios durante el trascurso de las audiencias orales, cómo cada uno de nosotros sacaba a relucir todo el horror y la ignominia que pasó durante estos años. Rescatar que se pudo hacer un juicio en un contexto de democracia y donde se dio la posibilidad a los acusados de defenderse, derecho que ha sido negado con nuestros desaparecidos y víctimas. Y esto es una etapa de inicios, de comenzar, porque es un proceso largo que va a requerir llevar a audiencia oral al resto de los 130 desaparecidos jujeños y víctimas y no solo a los militares sino a civiles y empresariales.
-–¿Qué diferencia hay con el comienzo?
–-Estábamos muy débiles, muy desorientadas, sin acompañamiento hasta estos últimos años. Ahí empezamos con las organizaciones sociales, la sociedad, digamos, empezó a escuchar nuestros reclamos y con la persistencia de las movilizaciones hemos podido ir derrotando de a poquito la impunidad que está tan enquistada en todo el ámbito del Poder Judicial. Sabemos que (el ex juez Carlos) Olivera Pastor y la Cámara Federal de Salta han puesto palos en la rueda, nos costó mucho llegar a esta etapa que creemos que es histórica y va a dar el puntapié para el resto de las causas.
Mariana, la hija de Inés y Pampero, estuvo en todas las audiencias. Cuando empezó el primer juicio oral en Jujuy decía que ella no sabía qué es lo que habían hecho con su padre.
-–¿Lograste saber más durante el juicio?
-–A nivel personal, afectivo, creo que fue muy reparador. Yo conocía la historia por palabras de otros, de leer expedientes, testimonios y escuchar las vivencias para mí fue muy fuerte. Se ha vivido aquello que ha sucedido. Y eso es algo reparador que va más allá de las condenas. Yo siento la satisfacción de la tarea cumplida, estuvimos tantos años tratando de llegar a esta instancia. La causa de mi papá tiene cantidad de vueltas, idas y venidas, increíbles. Empezó antes de las leyes de impunidad, pero los jueces la tenían de un lado al otro. Ahora miro para atrás y veo que estamos en este momento, y siento eso: que hemos hecho lo que teníamos que hacer. Y para la historia de Jujuy es muy importante.
-–El juicio estuvo atravesado por los relatos sobre la responsabilidad empresarial: ¿Qué peso tiene eso en este lugar?
Inés: –Esto es inédito porque nosotros pensábamos en el temor, pero los testigos y víctimas, ellos han ido desmenuzando todo: nombres de los cómplices, muchos de los mineros de El Aguilar dieron datos precisos, nombres y apellidos y todo con una coherencia de un relato hacia otro y eso da cuenta de cómo nuestra memoria persiste y de la necesidad de justicia. También con lo de Blaquier se ve cómo los testimonios han ido dando credibilidad a nuestras denuncias que al comienzo eran como tibias y como que nadie se animaba. El instalar este juicio ha sido fuerte para que los testigos puedan empezar a dar los nombres.
Mariana: –Las denuncias sobre la complicidad civil eran como una memoria obturada en una provincia en la que estas empresas están instalada, una memoria que ha salido expulsada y ha producido sacudones que estamos viendo. Muchos de los mineros estuvieron mudos durante 37 años. Ni a las familias les habían comentado esto. Desde que declararon han logrado articularse mínimamente. Eso tiene que ver con lo que activó la Justicia: activó la resistencia, la memoria. El proceso de Mina el Aguilar parece al revés que el de la Noche del Apagón: eso se venía denunciando y denunciando e hizo avanzar la investigación, acá el juicio activó procesos de memoria, de solidaridad y pertenencia de los mineros.
Fuente:Pagina12
Un fallo que marca el camino de la reparación en Jujuy
Prisión perpetua a Bulgheroni y Braga y 25 años para Vargas
03.05.13
La resolución del Tribunal Oral Federal fue por unanimidad, y las penas se cumplirán en cárcel común. Organismos de Ddhh celebraron la condena. El 2 de julio se conocerán los fundamentos de la histórica sentencia.
Prisión perpetua a Bulgheroni y Braga y 25 años para Vargas
Una condena histórica, ejemplar, que demuestra que en Jujuy se cometieron crímenes aberrantes durante la dictadura cívico militar.
El Tribunal Oral Federal, integrado por los jueces René Casas, Marcelo Juárez Almaraz y Daniel Morín, impuso la pena a Rafael Braga y Eduardo Bulgheroni de prisión perpetua y a Antonio Vargas 25 años de prisión, a cumplirse en cárcel común.
La resolución de la sentencia fue declarando delitos de lesa humanidad y por unanimidad del Tribunal. La sociedad jujeña, en estos nueve meses que duró este juicio, ha podido ver la crueldad del plan sistemático de exterminio, sostenido durante 37 años por los testimonios y la memoria de las víctimas
La sala estuvo colmada por dirigentes de organismos de Derechos Humanos, familiares y víctimas. Tras la lectura de las condenas, la emoción y la alegría se hizo manifiesta en la sala.
Es la condena que esperaban los organismos de Ddhh y que había pedido la Fiscalía y las querellas. Las lágrimas de satisfacción de este camino de reparación histórica por fin comenzó.
Los abrazos interminables de los sobrevivientes, los mineros que se visibilizaron en este juicio, los familiares del desaparecido Luis Aredez, Avelino Bazán y Rolando Alvarez García, celebraron la sentencia tras años de buscar justicia.
Estuvieron presentes dirigentes de organismos históricos de Ddhh de Jujuy, del interior, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, La Casa de las Madres, dirigentes sociales, sindicales, políticos, diputados provinciales y funcionarios provinciales. Estuvo presente el fiscal general de Salta, Eduardo Villalba, y Beinusz Szmukler (Asociación Americana de Juristas).
Repercusiones del fallo
El fiscal ad hoc Pablo Pelazzo destacó que “para la Fiscalía la sentencia es el resultado de años de trabajo, no solamente desde el punto de vista procesal en las causas, sino también durante el tiempo de impunidad y los años de lucha de los organismos de Ddhh reclamando para que estos juicios se lleven adelante, y que hoy tuvo resultados.
Siempre estuvimos seguros de las pruebas, de los hechos denunciados, en los testimonios de las víctimas y en ese sentido fue el pedido de la condena que se corresponde a un cúmulo probatorio en las causas”, expresó.
“Tenemos mucho impulso para seguir buscando a los compañeros desaparecidos; el duelo no se cierra con esta condena, es un camino más, queremos encontrar los cuerpos y vamos a seguir trabajando en los próximos juicios que restan por los cómplices civiles y eclesiásticos”, expresaba Dina Cardozo, sobrina de Avelino Bazán.
Inés Peña, por su parte, dijo: “se logró la condena, pero hay que seguir reclamando justicia por todos los compañeros que faltan” Antenor Ferreyra, integrante de la Apdh, expresó que “estamos satisfechos de haber hecho un modesto aporte a la reparación histórica que se merecía Jujuy. La sentencia ha sido dura y es el comienzo de memoria, verdad y justicia. Ahora hay que ir por los cómplices civiles”.
Así también Szmukler destacó que este primer juicio en Jujuy ha sido interesante porque al principio había problemas en el Tribunal, parecería que no asimilaba la naturaleza de este proceso que estaba en juego.
Es decir jueces de carrera cuando palparon los relatos de las víctimas, se produjo un cambio en ellos y por eso se logró una sentencia magnifica y unánime.
Además este proceso fue acompañado por amplios sectores de la población”.
Por último explico que “cárcel común"” no es ensañamiento, sino es el respeto del principio de igualdad que no puede actuar en beneficio de los que cometieron los mayores crímenes de la historia Argentina.
“Es sustancial y es para celebrar”.
Mariana Mamaní
Fuente:ElTribunoSalta
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