14 de agosto de 2013

BAHÍA BLANCA: RESUMENES DE AUDIENCIAS POR DELITOS DE LESA HUMANIDAD-DÍAS 12 Y 13.

RESUMENES DE AUDIENCIAS POR DELITOS DE LESA HUMANIDAD EN BAHIA BLANCA.
Sepan disculpar los errores, ortográficos, semánticos y/o gramaticales, el objetivo es solo de difusión de la información, lo mejor que podamos, no somos especialistas y mucho menos periodistas, es solo un registro propio compartido y socializado, para difundir en esta búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia.

 “ La Memoria se Construye a través del Conocimiento”
 
Todo el contenido es para compartir sin restricción, si se hace, solo pedimos que informen que proviene de H.I.J.O.S Bahía Blanca.
 
              
             
30.000 Compañeros Detenidos -Desaparecidos Presentes!
H.I.J.O.S. Bahía Blanca.
(Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio)



Audiencias Dias 12 y 13 de Agosto del 2013-08-12
LUNES 12 DE AGOSTO 2013: 15 Hs.
El tribunal informa que se suspendió la teleconferencia que estaba prevista desde Caracas, Venezuela con el testigo Oscar Berlato.
Primer Testigo
Norma Gorriarán :
Era religiosa de la Compañía de María del Colegio La Imaculada. Participaba en una Iglesia en una comunidad marginada de Bahía Blanca que era Villa Nocito, que Msñor Germiniano Esorto  la convirtió en Escuela. Estudió en el Instituto Juan XXIII, es profesora de Matematicas, el cura Santeccia fue su profesor de Teología.Trabaja en esa escuela al principio de los años 70, y en el año 74 comienzan a tener dificultades, hasta que el 21 de marzo de 1975 se produce un atentado en donde matan al Cura Carlos Dorñac en la residencia de los salesianos. Relata que así como existían grupos como ellos, que optaban por la opción por los pobres, había otros grupos reaccionarios. La UNS y los lugares como Villa Nocito “fueron los 2 campos privilegiados de jóvenes que creíamos que el cambio social estaba a la vuelta de la esquina… la ingenuidad fue casi un suicidio”. Ella tenía un puesto en un centro de educación de adultos en la Provincia de Bs As, y la idea era reformar la currícula. El segundo atentado se produce el 27 de Abril de 1976, 3 días antes que atentaran sobre el cura Zamorano, en Sanchez Elías. Los años 75 y 76, no trabajó, permaneció inactiva, vivía en la calle, en Bs As, que era una forma de mantenerse oculta. En la escuela vivía una familia chilena, que su casa se le había caído literalmente, ya que era de cartón, y cuando la fueron a buscar, al hombre, de apellido, Saavedra, lo torturaron ferozmente, para que diga dónde estaba ella. Había sangre por todos lados y la mujer que llegó al lugar, pensó que habían matado una gallina, y entró y vio al hombre todo ensangrentado y con los oídos reventados. Se vá a Bs As, y reside en el bajo Flores, dice no haber tenido compromiso político, sino social y en los archivos de la Dipba, la relacionan con Gorriarán Merlo y con el primo de Camilo Cienfuegos que era de apellido Gorriarán, las dos relaciones son disparatadas. Dice haber estado presente cuando secuestran a los sacerdotes Yorio y Jalics, cuya participación en el hecho se vió involucrado el CuraBergoglio, hoy Papa, y con quien dice haber tenido muchas peleas en esa época con él.
Luego dice haber tenido una etapa de amnesia, olvidándose de caras y de hasta personas amadas. Entre los compañeros que recuerda están Daniel Bombara, que lo vió crecer desde la adolescencia hasta su muerte, a Carlos Rivera, con quien compartía espacios en el Instituto Juan XXIII y dice ni saber que actividad o a que agrupación pertenecía Rivera, que era un muchacho alto, de bigotes, de bajo perfil, pero que el grueso de los jóvenes simpatizábamos con la Juventud Peronista. Recuerda un episodio donde el Padre Franchela, quiso ponerle a un Aula el Nombre de La Nueva Provincia, y se produjo una manifestación de protesta de los jóvenes, con pancartas, y recuerda en esa oportunidad haber estado con Rivera y con Bombara volanteando, que era un aula del 4º piso al cual finalmente se le puso ese nombre igual. Supo tiempo después que el cuerpo de Rivera fue tirado en un falso enfrentamiento cerca de Nocito, y eso le llamó la atención, no sabe si fue casualidad o adrede. Dice que generalmente no se preguntaba mucho sobre la vida o las actividades de los compañeros, como una forma de protegerse y de preservar a los compañeros.También relata que recuerda a Coca Pablo, trabajadora Social de Río Colorado y que le produce mucha angustia que no se sepa nada y no se haya recuperado su cuerpo.
Le preguntan si recuerda a Mercedes Orlando, y cuenta que Orlando era la Vicedirectora de la Escuela de Villa Nocito, donde ella era la Directora. El 21 de Marzo la secuestran a Mercedes Orlando y a ella le llega el rumor que la secuestran para canjearla con ella, eso le produce mucha angustia y mucho dolor. Era, dice, una excelentísima trabajadora social. Se sabía que la triple A operaba en Bahía Blanca y cree que los que la fueron a buscar eran de la Triple A. El Religioso Néstor Navarro era el representante Legal de la escuela, era una excelente persona y la escuela contaba con mucho acompañamiento de su parte. “El padre Navarro acompañó a Patricia Gastaldi y a su esposo Horacio Russin, que fueron secuestrados y Horacio continúa desaparecido. Navarro es padrino de su Hijo Matías”. Dice que nunca pudo volver a Villa Nocito, porque la sacude el miedo aún hoy; el juez le pregunta miedo por qué? Y ella contesta ”Yo sentí la muerte ahí, sentí que me querían matar”. Recuerda que Carlos Riveratrabajaba en el seminario, era preceptor y que el rector del Seminario puede que haya sido Rómulo García, aunque no lo puede aseverar. El 27 de Abril pasaron Ametrallando la escuela, y luego en una homilía, Monseñor Mayerhace alusión que la buscaban a ella, “con fines visibles” y se decía que fue la Triple A. En Febrero de 1977 se fue a Colombia.
Segundo Testigo
Vilma Vera:
Es Hija de Manuel Vera y Blanca Ruiz. Tenía 12 años cuando el 3 de noviembre de 1976 a las 9 de la noche, ella estaba en su casa jugando con su hermano, y golpean bruscamente la puerta y cuando abren, “se llena la casa de hombres, fue un caos” el hermano era muy chico y lo tienen contra la pared con una ametralladora en la espalda, a su abuela de 80 años también le pegan, al padre lo llevan a la cocina y se siente como le pegan, ella gritaba mucho, y “me agarró uno y me dijo que me iba a hacer callar”, la llevó a su habitación, la puso contra el placard y le puso un revolver en la boca, que recuerda que era plateado “me lo puso en el paladar, yo le decía que no me haga nada, que tenía 12 años…”, “Me insultaba y me decía puta”. Desordenaron y tiraron todo lo que había y se llevaron a su padre. Antes de irse, les dijeron que contaran antes de salir y cuando sintió el ruido de autos salió corriendo. Relata que cuando se hizo el operativo, a los vecinos que se asomaban, los hicieron entrar a punta de revólver.
Recuerda que estaban todos de civil. El padre había sido cesanteado en el ferrocarril, era delegado y estaba en el Partido Comunista. El padre es de nacionalidad española y  la madre hizo trámites por él en la embajada de ese país.
“Yo he vivido con miedo siempre, el miedo no lo perdí nunca.” En la escuela, la maestra y la directora le prohibieron hablar del tema, que no dijeran ni una palabra. Dice que el episodio le marcó la adolescencia, hubo un antes y un después, adelantó su adolescencia el hecho. “Yo veo un hombre con bigotes y me he llegado a descomponer” en referencia aque quien la apuntó con un arma, tenía bigotes. “Siempre tuve pesadillas”. Dice que su familia estuvo mucho tiempo en silencio y el miedo no lo perdía por que no se podía hablar, Le dan miedo los golpes, los ruidos y ha tenido que hacer terapia. “Soy una persona muy aprensiva”
“Le doy gracias a la lucha de los Organismos de DDHH, y a las Madres de Plaza de Mayo y al Presidente Néstor Kirchner que por ellos estos juicios se pueden llevar a cabo”.
Tercer Testigo
Rodolfo Oscar Maisonave:
Tenía 33 años, trabajaba en Sancor, militaba en centros de estudiantes hasta el año 1969. También tenía actividad gremial y pertenecía al Peronismo de Base. El 6 de Julio de 1977 fue secuestrado junto a su esposa (Ana María Germani) y a su hija de Un año y 5 meses. Cuando llega de trabajar, ya estaban dentro de la casa, en Irigoyen al 1400, los tapan con una manta y los llevan a lo que después comprobó que era La Escuelita. El trayecto dura unos pocos minutos y cuando llegan lo separan de su esposa y su hija. En una habitación lo atan de pies y manos y comienzan a golpearlo y a usar picana eléctrica. Recuerda 2 Alias, “Tío” y “Pelado” de los torturadores. Le pegaban golpes en el torax y en un momento siente que alguien le apoya un estetoscopio y les dice “Sigan, no hay problema”. Estuvo ahí hasta el 12 o 13 de Julio. En una salida al baño, por debajo de la venda, alcanzó a ver una construcción antigua, con galerías exteriores, baldosas negras y blancas y Beige u ocre. Lo llevan por un lugar que no sabe si era en forma de L o de U , y en una pata de la L, había un lugar de estadía de guardia. Su mujer estaba aparentemente en una habitación contigua con la niña. Escuchaba la voz de su hija andar por ese lugar, y al día siguiente la dejan abandonada en la casa del suegro, en un pasillo. Su pequeña hija estuvo en el CCD desde esa noche hasta la madrugada del día siguiente, 4 o 5 de la mañana. En una oportunidad lo llevan afuera, el guardia se tapa la cara con una rejilla, y había un lavamano, un espejito, para que se afeite y luego lo devuelven a la habitación. Por los ruidos del lugar pudo comprobar que había una ruta cerca y también un ferrocarril. Lo sacan en un vehículo junto a otra persona, y los llevan al Batallón, recién ahí comprueba q la otra persona es su mujer. Cree que recorrió un camino de tierra interno para llegar. Los recibe un Coronel o Tte Cnel, que se presentó como Jefe del Batallón. Se llamaba Delpino o Delpiano. Allí los ubican en una celda grande, enrejada en la parte delantera. La comida que recibía ahí era la misma que en el lugar de Detención Clandestino, les daban papa con cáscara en ambos lugares. Una persona que se presentó como Psiquiatra, le preguntó si no quería hablar con él y “le dije que quizá en otra circunstancia”, cree que lo quería interrogar. Otro también se presentó para decirle que iba a ser su abogado defensor, que era Mayor,  en una parodia de juicio que le realizarían, y que iba a tratar de hacer lo que pudiera, porque era de la intendencia y tenía que cumplir esa función obligatoria. El juicio duró dos sesiones, en una presentaron los casos y la otra les leyeron las sentencias. Le imputaban Asociación Ilícita, tenencia de armas y explosivos. Había más de 20 personas, algunas civiles, allí es condenado a 25 años de reclusión perpetua. “El auditor era Burlando, el que actuaba de defensa Delpiano, o algo así y el Presidente del Tribunal Vadallar” (o algo parecido) “Me pareció una teatralización, una puesta en escena para un público reducido que supongo sería ese de civil”. Ese mismo día los llevan a Villa Floresta, ahí supo de la detención de Julio Ruiz, Ruben Ruiz, Pablo Bohoslavsky y también un señor del gremio de canillitas. El pabellón estaba a cargo del llamado Mono Nuñez que hacía notar que sabía de dónde veníamos. El 22 de Agosto lo trasladan a Espora, con una gran cantidad de personal militar, a los golpes los suben al avión y los encadenan con la cabeza puesta entre las rodillas. A lo largo de todo el vuelo, los golpean, los insultan. Los bajan en Trelew y les hacen hacer una doble fila “¿Saben que se festeja el 22 de Agosto acá?”… y en la fila les pegan golpes, patadas, insultos, etc. De ahí va a la cárcel de Rawson hasta el año 1983 que lo trasladan a Devoto y a la ex esposa a Ezeiza. Ya estaba por asumir Alfonsín. Ahí por primera vez vuelve a ver a su esposa. Lo trasladan a Caseros, a la base militar de Morón y de ahí a Bahía Blanca. Se revisa la causa a través del Juez Suter y el 13 o 14 de Julio de 19894 salen en libertad.
En el año 78, se presentan en la cárcel, el secretario del Juez Madueño que era Hugo Sierra, fue porque apelaron ese fallo del tribunal de acá. Relata a Sierra la tortura, el secuestro, todo lo que padeció y eso después no aparece en la declaración firmada, “porque yo firmaba eso o cualquier cosa similar”. La indagatoria de Sierra se basaba en el escrito del Tribunal Militar, “no obtuve ninguna respuesta ante mi declaratoria de tortura”.
Hicieron gestiones por ellos ante Monseñor Ogñenovich, y según su hermana, ese podría ser el motivo por el que no están desaparecidos.
“Fueron años de amenazas permanentes, bajo esa presión de vivir bajo el miedo y al terror, en esos años previos al mundial de futbol, hubo traslados, después se dijo que eran como rehenes, por si ocurría algo durante el futbol.”
MARTES 13 DE AGOSTO 2013
Los secretarios informan que las dos videoconferencias que se iban a realizar, no se harán por problemas de salud.
Primer testigo
Graciela Noemí Bolo:
En la fecha de los hechos vivía en Fitz Roy 137 2º piso dto F. Ella era estudiante de Cnel Dorrego y estudiaba en la ciudad. Vivía con dos estudiantes más que compartían dpto. Esa noche escucharon una explosión muy fuerte y abrió la puerta y de las escaleras bajaba una persona joven, vestida de jean, con un arma muy grande. Enseguida se escucharon mas explosiones y tiros, y en la desesperación vió la ventana y la quiso abrir para saltar, sus compañeras la agarraron y no se lo permitieron, luego ella reflexionó que si lo hubiera hecho seguramente la mataban, ya que había efectivos apostados por todos los techos aledaños  y estaba el edificio rodeado. En el medio del terror vivido, les golpean la puerta y le dicen “abran ejército argentino”, la mayor de las chicas abrió y entró un hombre de civil que estaba lastimado en una pierna, les pidió vendas y como no tenían se puso un trapo en la herida. Les dijo que no salgan y que no les abran a nadie. El olor a pólvora había impregnado todo el edificio de manera impresionante, era como una niebla. “Estábamos aterradas, les pedimos a unos vecinos que nos abrieran la puerta que queríamos estar con alguien, nos calmaron y nos dieron medicación”. Antes de eso salieron al balcón y “había algo como carne con sangre y el padre nos dijo no pises eso que eran sesos…”. A eso de las 4 de la mañana se asoma al balcón y puede ver un camión, y que sacan en una camilla a un hombre con el pelo algo largo, todo ensangrentado, lo tiran en la caja y lo terminan de subir a patadas, y una mujer que tenía como las piernas cortadas y el vientre muy prominente y también la terminan de subir a patadas. Luego les tocan el portero y les dicen que bajen. Había vidrios rotos por todos lados y los soldados con la culata de las armas terminan de romper el vidrio del frente del edificio. Les dijeron que iban a entrar a los departamentos a revisar y como ellas estaban muy mal, les dijeron que se iban. Ella estaba tan mal que iba caminando en ese momento y se chocó una columna que le lastimó el tabique nasal y hasta el día de hoy tiene la marca. Al otro día alguien que recuerda como Tte Zabala, les revisa el departamento, placares, colchones, repisas, escribían algo y se fueron. Dice que en el departamento donde ocurrieron las cosas, vivía una persona mayor y que luego supo que era la abuela del muchacho que mataron y que a él solo lo había visto 2 o 3 veces. También recuerda que el día del operativo cuando bajan, ven que había como 30 camiones y muchísimos efectivos, la cuadra estaba cercada, estaban en los techos, por todos lados. Aparte del Nombre Zabala, recuerda el Alias de “Pato” como a alguien que llamaban y le quedó grabada la voz de una mujer desesperada que en el momento del tiroteo gritaba “No tiren, no tiren HDP, no tiren mas”. Unos días después fueron a ver el departamento que tirotearon y relata que estaba íntegramente quemado, que las paredes estaban negras, el calefón salido de la pared, agujeros en la pared, que se veía para el otro lado, y todos los agujeros eran adentro del departamento, no había marcas en los pasillos ni paredes exteriores.
En ese departamento de la Calle Fitz Roy 137, ya quedó comprobado el juicio anterior en Bahía Blanca, que fueron asesinados los jóvenes Daniel Hidalgo y su pareja Olga Souto Castillo, embarazada. Eran los únicos dos habitantes de ese lugar, por el cual el “ejército Argentino” realizó tamaño despliegue de efectivos y de armas.
Segundo Testigo
Marta Mabel Bravo:
La testigo vivía en Huanguelén, y el día de la detención la busca un policía de su pueblo a su casa, diciendo que la iba a pasar a buscar, “Vino el ejército, con sus aparatosos camiones y me llevan a la comisaría” Era como si tuviesen sitiada la ciudad, estaban alojados en el pueblo. Luego la llevan al Batallón de Pigué. Después la traen para Bahía Blanca directamente al Batallón 181, y ahí permanece hasta 1 o 2 días antes de las fiestas. (Era invierno cuando la llevan, por lo que se presume que estuvo secuestrada en ese lugar unos 3 meses). Cuando preguntaba porque estaba ahí, le decían que por averiguación de antecedentes. En la Habitación donde estuvo, primero dice haber estado sola bastante tiempo, después compartió con la señora de Gini, y luego que ella se vá con una chica llamada Cecilia, que era madre de mellizos. La vendaban para sacarla a interrogar y escuchaba que había más personas, pero no las vió. Caminaban hacia arriba, a otro piso en una habitación de camas de hierro. Le Preguntaban sobre su familia, sobre Raúl Ferreri y otros más. “Yo me imaginé que me tenían de rehén, por mi propia familia” Cree que la llevaron de rehén hasta encontrar a sus hermanos. Un día la llaman y le dicen que llame a su familia que se iba a ir. La van a buscar su mamá y su hermano.
Ella no entró vendada al Batallón, por lo que describe la entrada que era de material y dice había como si fuera un guardaganado y a la derecha toda una fila de Eucaliptus. En el lugar era frecuentada por un sacerdote, un capellán del ejército, “era lo mismo que los otros personajes con uniforme”. “Yo estaba en mi propia cárcel, y cerraba todo y trababa las puertas con las otras camas”. También recuerda que una noche se escuchaban muchas voces, que había mucha gente que parecían jóvenes y deberían estar en los pasillos, en el piso, porque ahí no había camas ni nada. Otras veces recuerda que la sacaban al patio y disparaban tiros. Cuenta como un militar que tenía rango “por las estrellitas” llamado Pitauer o Patauer les daba clase de judaísmo y les decía que los judíos tenían un plan.
Al finalizar, el Juez le pregunta si quiere agregar algo mas, y dice que ella “Como mujer tengo vergüenza…. Ese señor del ejército me manoseó, el de alto rango, el de las medallitas..” y también relata que por las noches había otro que la quería venir a buscar, por eso trababa todas las puertas.
El militar de Rango que la testigo se refiere es el Tte Cnel Argentino Tauber.
Tercer Testigo
Eduardo Omar Ferreri.
Vivía también en Huanguelén tenía 20 años, era estudiante de Agrimensura y es hermano menor de Raul Ferreridesaparecido en Bahía Blanca. Lo buscan en su domicilio, las fuerzas policiales y dicen que tienen orden de aprenderlo. Lo tienen en la ciudad un par de días y luego lo trasladan a la ciudad de Pigue, Lo encierran en un calabozo junto a más gente y le toman declaración sistemáticamente todos los días, preguntándole datos del Hermano. “Por suerte no podía informarles demasiado, porque estudiábamos en diferentes lugares, nos veíamos para las fiestas y por eso no registraba bien su domicilio, ni sus amigos, me decían que esas declaraciones no les servían, que lo piense bien y después volviera” Dice no haber sido golpeado él puntualmente, pero sí sabe de otros que estaban con él y fueron muy golpeados. El no tenía militancia, pero su hermano sí. Habla de un plan de terror implantado y de lo difícil de sobrevivir. No recuerda en que momento lo sueltan, su madre estaba muy mal de salud, había quedado viuda hacía unos meses, y un día lo llaman y le dicen “Vaya y cuide a su madre” y lo sueltan.
Recibieron una carta de su hermano que estaba en Neuquén, intuíamos que quería pasar a Chile y esa fue la última noticia que tuvieron. El pueblo de Huanguelén, de unos 5000 habitantes, estaba posesionado por los militares, tomaron posesión del mismo.
“Hubo chicos que fueron chupados y luego liberados y contaron cosas humanamente inaceptables, cosas horrorosas, chicos como Gon que contaba cosas terribles, que como un ser humano puede tener tanta bajeza como para querer aplastar a otro” “ y decía en su relato, tu hermano estuvo ahí conmigo, muchos días boca abajo con los ojos tapados, matrtirizados con la picana eléctrica… Seguro lo pasaban todos eso” Gon también le contó que su hermano le decía que no iba a soportar la cantidad de descarga eléctrica, que le daban todos los días, creían que tenía problemas del corazón, tenía mucha taquicardia y decía que no iba a resistir.
“No termina ahí todo eso, cuánto efecto negativo tiene en la vida propia, no fue fácil resistir la correspondencia abierta, sentirse con una presión tan grande que uno no se puede desarrollar, caminar cercados por barreras invisibles…” “Tratar de mantener una estructura familiar lo más firme posible, con una madre viuda, ser el hermano mas chico, es difícil de explicar el terror que teníamos por cualquier cosa. Estábamos condicionados para avanzar.” “El pueblo era chico y caben todos los dichos de una comunidad pequeña, fue muy duro, nos costó más que a otros, cuando te sentís señalado, tu hermano desapareció por que algo tenía que ver, por algo será”.
Las Audiencias continúan la próxima semana el MARTES 20 DESDE LAS 9 HS Y EL MIERCOLES 21, TAMBIEN DESDE LAS 9 HS.
Los Docentes que deseen llevar a sus Alumnos al Juicio deben mandar un mail con la lista de todos los q asistirán, Alumnos y docentes, con nombre completo y DNI a milagros.franco@pjn.gov.ar
Envío:Agnddhh
Publicado el por efemedelacalle“Escuchaba la voz de mi hija en La Escuelita”
Rodolfo Maisonave militó en centros estudiantiles hasta fines de los sesenta, tuvo militancia gremial y partidaria en el Peronismo de Base. El 6 de julio de 1977 fue secuestrado junto a su esposa Ana María Germani y su hija de un año y cinco meses. Lo estaban esperando en su casa de Yrigoyen 1400 y al llegar lo metieron en un vehículo junto a su familia, los taparon con una manta y los llevaron al centro clandestino de detención La Escuelita.

Declaró el lunes ante el tribunal oral bahiense en el juicio por crímenes de lesa humanidad que se desarrolla contra siete represores del V Cuerpo de Ejército de Bahía Blanca.

En el campo de concentración, alejado de su mujer e hija, fue torturado por el Tío y Pelado. Lo interrogaron sobre otros militantes como Achares -con quien trabajaba en Sancor donde habían organizado la seccional del gremio-, Fernando Jara que ocasionalmente se había desempeñado en la misma empresa o Pablo Fornasari y Juan Carlos Castillo, dirigentes montoneros fusilados en la masacre de calle Catriel a quienes no conocía.

Describió la construcción antigua, los pisos, los ruidos, el pozo, otra construcción más pequeña. Las mismas características que relataron decenas de personas y ratificó el relevamiento arqueológico y arquitectónico de profesionales de la asociación Memoria Abierta.

“A mi hija mientras me torturaban la escuchaba andar en otra habitación contigua, escuchaba su voz y después la dejan abandonada en el pasillo de la casa de mis ex suegros, que era una entrada de calle, dos departamentos y al fondo la casa. Mi suegro solía levantarse más de una vez en la noche, escucha ruidos como que anda alguien y abre la puerta y comprueba que era la nena”, contó.
Farsa judicial
Jueces y sobrevivientes recorrienron el camino interno entre el La Escuelita y el Batallón durante el primer juicio.
Jueces y sobrevivientes recorrieron el camino interno entre el La Escuelita y el Batallón durante el primer juicio.
El 12 o 13 de julio lo trasladan al Batallón de Comunicaciones 181 tapados con una manta en el asiento trasero de un vehículo con otra persona que luego comprobaría era su mujer. Supone que fue por un camino interno porque no parecían asfaltados y fue un viaje de pocos minutos. Un teniente coronel o coronel se presentó en un retén como jefe del Batallón y “dijo que no sabía de dónde veníamos ni quién nos había traído aunque seguramente vio a las personas y creo que se llamaba Del Pino o De Piano”.

Separado de su compañera lo encerraron en una celda grande enrejada por delante y notó cuando le trajeron la comida que “el recipiente era similar a la apariencia del tacho con el que la llevaban a ese lugar de torturas”.

Un mayor del Ejército se le presentó un día y le dijo que iba a ser su abogado defensor ante el tribunal militar. “Me dijo que era de intendencia, que no entendía de esto, que tenía que cumplir una función como obligatoria, que iba a tratar de hacer lo que pueda”.

El tribunal era un puñado de milicos sentados en un estrado “con gorras puestas hasta casi los ojos, no era fácil distinguir uno de otros”, un escritorio a la izquierda con un instructor del V Cuerpo de apellido Burlando. Delante del estrado, Maisonave y su esposa. Detrás: “quizás más de veinte personas, algunos vestidos de civil”. Como pruebas mostraron publicaciones, revistas, rollos de cable, armas y otros elementos que él había visto en un noticiero cuando detuvieron a René Bustos. Los condenaron a 25 años de reclusión perpetua.

“Me pareció una puesta en escena, una teatralización, me dio esa impresión. Como para un público reducido. Estaban ahí presentes, supongo que era esa gente de civil. El defensor que nos tocó intentó plantear que no estaban probadas algunas cosas, entre ellas la asociación ilícita porque eran dos personas, creo que también dijo algo de no estar probada la tenencia de explosivos, era como que no estaba previsto que lo tomaran en cuenta”, explicó Maisonave al fiscal.
Secretario terrorista
El juez Madueño y su secretario Sierra.
El juez Madueño y su secretario Sierra.
Fue a parar al pabellón seis de la unidad penitenciaria de Villa Floresta bajo las órdenes del Mono Nuñez, eslabón en la tortura entre La Escuelita y la prisión.

“El 22 de agosto nos trasladan hasta la base Comandante Espora. Ante los hangares había una cantidad de personal militar con sobretodos, gorras. De los pelos y a los golpes nos suben a un avión y nos encadenan con la cabeza entre las rodillas. A lo largo del vuelo nos van golpeando, gritando y todo ese tipo de situaciones de castigo”.

Bajaron en la base aeronaval Zar de Trelew. “Acá festejamos el 22 de agosto”, decían los represores en doble fila listos para golpear a los militantes. En Rawson el testigo estuvo hasta 1983 cuando pasó a Villa Devoto. Su ex esposa estaba en Ezeiza. Pudo visitarla recién durante el gobierno de Alfonsín.

En 1978 se presentó en el penal Hugo Sierra, secretario del juez federal genocida Guillermo Madueño, y Maisonave mientras era llevado a verlo no sabía “si era el fin de la vida o golpes o torturas o lo que fuere”.

Por una apelación a la condena del tribunal militar sus captores decidieron hacer un blanqueo mediante la justicia federal. “Le dije (a Sierra) que habíamos estado secuestrados, que nos habían torturado. Eso no aparece en la declaración firmada porque en ese tiempo bajo esas circunstancias yo firmaba eso y cualquier cosa similar. Yo hasta ese momento nunca había visto nada de lo que eran los expedientes del tribunal militar, pero es evidente que la indagatoria del secretario de Madueño se basaba en el escrito de ese tribunal por eso figuraba detalladamente armas, municiones, ubicación”.

La causa fue finalmente estudiada en función de nueva legislación que anulaba los tribunales militares para civiles. “Se revisa la del juzgado federal a través del juez Sutter y el 13 o 14 de junio del ’84 salimos libres”, terminó.

Publicado el por efemedelacalle“Nunca perdí el miedo”
“El 3 de noviembre de 1976 a las nueve de la noche estábamos en mi casa y golpearon bruscamente la puerta. Estábamos jugando con mi hermano cuando mamá abrió porque dijeron que era la policía”, dijo ayer ante el tribunal oral que juzga a siete represores del V Cuerpo de Ejército Vilma Vera. Los milicos habían dispersado antes a los vecinos de Saavedra 2118 a punta de revólver.

Vilma tenía 12 años y recordó que su casa se llenó de hombres armados que gritaban violentamente. “Desde ese momento fue como un caos, todos gritaban, empezaron a separarnos. Tengo la imagen de mi papá y mi hermano en una pared, mi hermano era chiquito y lo tenían con una ametralladora en la espalda. Estaba mi abuelo de ochenta años y le pegaban”.

“Me agarró un tipo de estos que tenía mi estatura y me llevaron a mi habitación y me puso contra el placar. Me insultaba y me decía ‘puta’, le decía que tenía once años, que no me hiciera nada. 

Me puso adentro de la boca un revólver plateado, me lo puso en el paladar”, relató tropezando con la angustia.

Los golpes continuaron mientras el militar la arrastraba de los pelos con el revólver en la cabeza. Dieron vuelta la habitación. “Nos dijeron que contáramos no sé hasta cuánto, pero cuando escuché autos que arrancaron salí corriendo a la vereda, fui la primera y vi cómo se iban un montón de autos”.


Se llevaron a Manuel que había sido cesanteado en el ferrocarril -donde era delegado de sus compañeros- y militaba en el Partido Comunista. Vilma quedó en casa de una vecina mientras su mamá comenzó la búsqueda ante militares, funcionarios judiciales y ante la representación diplomática española teniendo en cuenta que el secuestrado era de esa nacionalidad.

Vilma comentó que en la escuela, luego de los días de cautiverio de su padre en La Escuelita, ” la maestra y la directora nos prohibieron hablar del tema, nos dijeron que no dijéramos una sola palabra” y que “tenía miedo de ver a mi papá porque pensé que iba a estar lastimado. Recuerdo que entré y estaba en la cama y lo abracé mucho”.

Consultada por la abogada querellante María del Mar Martín sobre los efectos que tuvo este episodio del terrorismo de Estado sobre su persona, Vilma afirmó que “en mi adolescencia me marcó mucho, hubo un antes y un después de eso. La noche que fueron jugaba con mi hermano y después fue como que se terminaron los juegos. Empezó una parte adelantada de la adolescencia”. Insistió en la permanencia del miedo, “siempre con pesadillas que me persiguieron toda mi vida” y en referencia al represor que la violentó durante el operativo aseguró: “Veo un hombre con bigote y llego a descomponerme”.

Finalmente destacó que “estos juicios van a traer paz” a quienes tienen temor y que son posibles “gracias a la lucha por los derechos humanos, las Madres de Plaza de Mayo y al presidente Kirchner”.
Foto: Archivo FM De la Calle.
Fuente:JuicioVCuerpoEjercitoBB

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