15 de agosto de 2013

CÓRDOBA-MEGACAUSA LA PERLA: Madre buscó denodadamente a su hija y yerno desaparecidos, hasta que la secuestraron a ella-TESTIMONIOS DÍAS 69 Y 70.

14.08.2013
Yolanda Pafundi y su marido fueron llevados a La Perla y torturados
Madre buscó denodadamente a su hija y yerno desaparecidos, hasta que la secuestraron a ella

Columna de vigilancia en el CCD La Perla. En el predio --según testimonio-- hacían desaparecer cuerpos sepultándolos en cal viva. 
Córdoba.- Una testigo manifestó hoy que por relato de otra persona tuvo conocimiento de que "los militares quemaban cuerpos con cal viva" para hacerlos desaparecer del centro clandestino de detención de la Perla, que funcionó en Córdoba durante la última dictadura cívico militar. Amelia Yolanda Pafundi relató ante los jueces del TOF 1, durante la 69ª audiencia de la megacausa, recuerdos de su breve paso por el citado centro clandestino de Detención, cuando fue secuestrada, junto a su esposo, el 19 de setiembre de 1978.
Pafundi, quien había emprendido la incansable búsqueda de su hija embarazada Alicia Noemí Giunto y de su esposo, que se encontraban desaparecidos desde febrero de 1976, recordó que un vecino de la zona le comentó años atrás que "en unas casitas los militares quemaban cuerpos con cal viva" y de esa forma los hacían desaparecer.

De acuerdo con los datos que constan en el expediente, Pafundi fue sometida a "constantes torturas físicas y psicológicas" por parte de los miembros de lo que se denominaba la Tercera Sección o Grupo de Operaciones Especiales de Inteligencia (OP3) que, al tiempo de los hechos estaban a cargo de los imputados Oreste Valentín Padován, Carlos Alberto Díaz, Carlos Alberto Vega y Carlos Enrique Villanueva.

  
En la jornada de hoy también declararon Simón Dasensich, Alfredo Gighlione, Amelia Pafundi y Hugo Garro.
  
Luego de estos testimonios se estableció un cuarto intermedio hasta mañana a las 9.30 para seguir con la recepción de pruebas testimoniales el marco de este proceso de enjuiciamiento que comenzó el 4 de diciembre del año pasado y acumula 16 causas con  417 víctimas, de las cuales 162 son sobrevivientes que testimoniarán a los largo del debate oral y público.
  
Los delitos que se juzgan son privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados, aplicación de tormentos seguido de muerte, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, sustracción de menor de 10 años, abuso deshonesto y violación.     
Fuente:Telam


Día 69: 14-08

17:20 Cuarto intermedio hasta mañana a las 9.30

 

17:01 Testigo 21: Declara Hugo Armando Garro

Era el dueño del bar "Miracles", de donde secuestraron a Tito Yornet y Eduardo Requena el 26 de julio de 1976.
"Ese chico venia sólo, había estado tomandose un cafe toda la semana, nunca tuve ningún inconveniente", recuerda. Con ayuda de anteriores declaraciones, el Dr. Orosz recuerda que se trataba de Eduardo Requena, y que la persona que ingresó era Roberto Yornet. "Los dos llevaban el diario La Opinión bajo el brazo".
Garro se constituyó como testigo por pedido del padre de Yornet, quien a pocos días del hecho, a raíz de lo que pudo averiguar, llegó al bar sobre Av. Colón. "Esta persona vino al mostrador un día preguntandome si en ese lugar había habido algun procedimiento. cuando le dije que sí, me dijo que uno podía ser su hijo."
 

16:51 "Esperemos que esto sirva para que nunca más pase algo así"

Terminó el testimonio de Amelia Yolanda. Por el paso de los años su memoria la engaña y le cuesta volver sobre las cosas que ya declaró en instancias anteriores. No hay rastro alguno de bronca en su relato y tiene bien claro el objeto que la condujo al Tribunal. El Dr. Miguel Ceballos pidió que se cite a declarar a la hija menor de Amelia, quien ese entonces tenía 11 años y puede guardar más detalles en sus recuerdos.
 

16:30 "Quemaban los cuerpos con cal"

Amelia cuenta que la zona de La Perla le resulta familiar porque por allí muchas veces iban a pasear con la familia, hasta que un día un vecino le contó que en unas casitas los militares quemaban cuerpos con cal viva. Así entendió cómo los cuerpos jamás aparecían. 

 

16:15 La búsqueda de Alicia

Su hija Alicia Noemí Giunto y su yerno estaban desaparecidos desde tres años atrás, desde febrero de 1976. A Amelia la llevaron a la Perla por buscarla sin descanso.
- Por qué busca a su hija? preguntó el interrogador.
- Perdón, el que habla es un hombre o una mujer? Preguntó Amelia
- Hombre!
- Entonces sólo alguien que ha llevado un niño en su vientre durante nueve meses puede entenderme.
Amelia Yolanda siguió buscando a Alicia, y, después de saber que estaba esperando un bebé, continuó buscando a su nieto. 

 

16:07 Testigo 120 - Declara Amelia Yolanda Pafundi

Es una mujer de más de 80 años pero muestra gran vitalidad. Cada respuestas es con una sonrisa, con una carcajada. Una mujer alegre a pesar de las ausencias y tristezas: "Es la primera vez que me siento frente a un juez. Así que no tengo idea de como es esto. Yo voy a decir todo tal como lo viví". 

 

11:51 Cuarto intermedio hasta las 15.00

 

11:21 Compañeros de cautiverio

El testigo conoció a María de las Mercedes durante su cautiverio en un Centro de Paraná. Ella venía de Córdoba. La habían herido en septiembre de 1976 y asesinado a su marido en el mismo procedimiento. Su hijo de 18 meses quedó en Casa cuna y luego fue entregado a sus abuelos maternos. Ella estuvo en La Perla y La Ribera. Cuando Alfredo la conoció intercambiaron un par de palabras, ella esperaba poder volver a ver a su hijo. Hoy permanece desaparecido.
 

 

11:00 Testigo 119 - Declara Alfredo Jacinto Ramón Gighlione

Fue citado por el Ministerio Público Fiscal para dar cuenta del hecho del que fue víctima María de las Mercedes Fleitas.
 María de las mercedes Fleitas - Víctima en Expediente Romero

 

10:15 El libro La Perla

Simon cuenta que este año le regalaron el libro La Perla, de Ana Mariani y Alejo Gómez Jacobo y en uno de los capitulos reconoció un episodio del que fue testigo. Se trataba de un hecho en el que pudo ver dos personas jóvenes intentaban escapar de su secuestro con las manos maniatadas. Finalmente los militares daban muerte a uno mientras que la mujer era nuevamente introducida en uno de los vehículos. El episodio en el libro era contado desde la perspectiva de aquella joven que en esa tarde de junio pasó a ser desaparecida. 
Aunque nunca había hablado de esto, Simón sintió el deber de ponerse en contacto con esta mujer, de quien entonces supo el nombre. Graciela Geuna declaró la semana pasada.

 

 

10:00 Testigo 118 - Declara Simón Dasensich

Fue citado como testigo por haber presenciado el secuestro de Graciela Geuna y su marido Jorge Cazorla el 10 de Junio de 1976, mientras se desempeñaba como empleado en el Área Material Córdoba. Actualmente su nombre es conocido por su desempeño como Titular del Correo Argentino.
 

9:30 Más temprano, comenzó la audiencia de hoy

Se preve que el receso del mediodía será más largo por razones institucionales de los miembros del tribunal. Está previsto que declaren cuatro testigos, el primero, Ing. Simon Dasensich por el caso de Graciela Geuna y su compañero Jorge Cazorla.

Día 70: 15-08

11:52 Complicidad empresarial
"Zurdo Hijo de puta, si seguís jodiendo te va a pasar lo mismo que Canova, Ludueña y Mora". Así lo apretaron en la calle, después de su liberación. Ectore había iniciado una demanda contra la empresa Fíat por consecuencias físicas que adquirió en el trabajo. El descargo de los jefes fue que esas lesiones eran productos de su cautiverio. Aunqu Forneri intentó continuar con su demanda ya que estaba seguro que su problema en la columna provenía de antes, su abogado le aconsejó que dejara el reclamo para cuando volviera un gobierno democrático: "No solo te van a hacer boleta a vos sino también a mi". 

 

11:15 Testigo 123 - Declara Ectore Forneri

Trabajador de Fíat, estuvo secuestrado en Campo de La Ribera por su relación con gremialistas de SITRAM, aunque nunca le notificaron la razón objetiva de su detención.
"Mi esposa salió por la ventana, la alumbraron con una linterna y le dijeron 'Ejército Argentino! Abra la puerta!. Estaba toda la cuadra sitiada", aquello fue el 27 de octubre de 1976. "No sabía qué me iba a pasar. No me dijeron nada ni yo pregunté nada. Ni se me pasó por la cabeza, yo tenía 5 hijos".
En La Ribera conoció a un torturador a quien le decían "El Cura". También fue testigo de cómo metían a los detenidos en los camiones "como si fueran bolsas".

10:45 Testigo 122 - Declara Carlos Farina

Viene a esta causa en calidad de testigo por el hecho del cual es víctima Raúl Mateo Molina. Eran compañeros de militancia en el centro de estudiantes de arquitectura, en el Frente de Izquierda Revolucionario. Cuenta que apenas surgido el golpe el 24 de marzo lo fueron a buscar a su casa y al no encontrarlo se llevaron a su madre. Al tiempo, en el mes de octubre, fue secuestrado y golpeado en la cabeza por un tal Palito Romero. "De eso me enteré por su novia, de quien no recuerdo el apellido".
El testimonio de Carlos ayudó a reconstruir la militancia de Raúl mateo Molina, cuya vida le fue arrebatada abruptamente y con gran crueldad en uno de os lugares más infernales sobre la tierra: el Centro Clandestino La Perla.
 
Raúl Mateo Molina - Víctima del Expediente López y otros.
Fuente:DiariodelJuicio 

NUEVOS TESTIMONIOS EN EL JUICIO POR LOS DELITOS COMETIDOS EN LA PERLA
La trama que une a los represores y policías
Las relaciones de represores condenados con funcionarios y policías de Córdoba volvió a ser noticia en el juicio por delitos de lesa humanidad de esa provincia. El ex policía Luis Urquiza, quien fue secuestrado, torturado y baleado por sus compañeros durante el terrorismo de Estado, declaró en el juicio oral que el actual ministro de Seguridad, Alejo Paredes, tiene “una amplia y estrecha relación” con Carlos Yanicelli, quien fue condenado a cadena perpetua y afronta su segundo juicio. Urquiza destacó además las denuncias de amenazas del jefe de policía Ramón Frías contra el comisario Julio César Giménez, mientras investigaba la muerte de su padre en manos del Departamento de Informaciones (D2) de esa fuerza. Ayer una testigo relató su cautiverio en La Perla mientras buscaba a su hija secuestrada y afirmó haber tomado conocimiento de que “los militares quemaban cuerpos con cal viva”. El megajuicio, que abarca los casos de 417 víctimas, continuará hoy con más declaraciones testimoniales.

Urquiza ingresó a la policía en 1974 y fue constantemente hostilizado porque estudiaba al mismo tiempo en la universidad, relató. En 1976 lo destinaron al D2, donde alcanzó a hacer una veintena de guardias, hasta que un día de franco lo secuestraron, acusado de pertenecer al ERP. En el centro de detención fue torturado por tres de los imputados (Miguel Angel Gómez, Fernando Rocha y Graciela Antón) con métodos de asfixia y golpes que le produjeron la fractura de una costilla. Una noche pidió ir al baño y le respondieron con tres balazos, incluido uno en la rodilla. Tras su paso por el centro clandestino La Ribera y por la cárcel local, en julio de 1979 logró exiliarse en Dinamarca.

Urquiza volvió al país en 1993 y se encontró con sus torturadores en el gobierno de Ramón Mestre. Yanicelli era jefe de Inteligencia Criminal. Denunció a los ex D2 y comenzó a recibir amenazas. Tras una entrevista del embajador de Dinamarca con Mestre, Urquiza fue recibido por el actual diputado Oscar Aguad, entonces ministro de Asuntos Institucionales. “Aguad argumentó que no conocían el pasado de Yanicelli. Me pareció tan absurdo que un ministro, que tiene la responsabilidad de velar por la seguridad de los ciudadanos, ni siquiera se había molestado en leer el Nunca Más ni el procesamiento que había tenido Yanicelli en 1987”, confesó. Allí comenzó su segundo exilio. Urquiza recordó que el actual ministro Paredes “fue secretario de Yanicelli en 1997, cuando hice las denuncias”. “La gente que está en la cúpula policial es la misma que ha recibido instrucciones represivas durante la dictadura en la Escuela de Policía, donde no se han hecho cambios sustanciales. Está muy lejos de ser una policía de la democracia”, concluyó.
Fuente:Pagina12

Un testigo de La Perla vinculó a la actual jefatura de la Policía cordobesa con represores
Luis Urquiza, un ex policía vinculó a la dirección de la fuerza con personajes "nefastos" del Departamento de Informaciones (D2), como Carlos "Tucán" Yanicelli, y consideró que la de Córdoba "está muy lejos de ser una policía de la democracia".
14/08/2013
Urquiza, un ex policía que fue torturado en la D2, declaró este martes en el marco de la audiencia 68, del juicio que se realiza en el Tribunal Oral Federal número 1 (TOF1) de Córdoba, por la megacausa La Perla por crímenes de Lesa Humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar y que tiene como principal acusado al represor, Luciano Benjamín Menéndez.


Al iniciar su declaración, Urquiza reconoció a la totalidad de los miembros de la D2 que se encuentran sentados en el banquillo de los acusados, ya que antes de su secuestro desempeñaba tareas en esa dependencia.

"Todo empezó cuando me opuse al trato que le daban a un grupo de detenidos. Ahí empezaron a marcarnos como zurdos, o subversivos. Se decía que el `Gato´ (Miguel Ángel) Gómez era un interrogador y torturador. Después lo comprobé yo mismo".

Urquiza fue secuestrado el 12 de julio de 1976 siendo empleado de ese lugar, acusado de pertenecer a una organización política armada, y precisó que su torturador durante todo el primer día fue el `Gato´.

Fue víctima de maltrato físico y psicológico en la D2 y en Campo de La Ribera, después pasó a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y estuvo en la Unidad Penitenciaria de Barrio San Martín (UP1). Luego pasó a una cárcel en el Sur y recuperó su libertad después de que un consejo de guerra lo absolviera por falta de mérito en setiembre de 1978.

El testigo señaló que creyó que con la causa Videla que se juzgó en el año 2010, "se cerraba un capítulo” de su vida, al referirse a las amenazas que siguió recibiendo mientras se desarrollaba el proceso.

Es de señalar que el testimonio que Urquiza brindó ante el juez español Baltazar Garzón en Madrid, dio origen al libro "La Sombra Azul", de Mariano Saravia, y que luego el director Sergio Smuchler llevara al cine en el año 2012.

"Quiero aclarar -dijo el testigo-, que durante el estreno del film, alguien dejó una bala de plomo en la puerta de mi casa", al tiempo que denunció que durante todos estos años las amenazas contra su vida fueron una "constante".

Incluso hizo referencia a una que recibió en forma indirecta durante una conversación con el actual diputado nacional Oscar Aguad (UCR), durante la gobernación de su correligionario Ramón Mestre, en cuyo gabinete ocupó la cartera de Gobierno.

Otra de las testigos que declaró fue Lisa Monje, que fue secuestrada por segunda vez y alojada en el D2 en 1976, y liberada 15 días después.

Recordó que mientras estaba secuestrada, una noche la sacaron en un auto, ella iba encapuchada y escuchó cómo tiroteaban un domicilio, mientras que a ella le gatillaron en la cabeza y le dijeron que la iban a hacer "boleta," y que su muerte iba a figurar "como un enfrentamiento".

Lisa tenía 17 años cuando fue secuestrada y comenzó a sufrir los vejámenes y las torturas, al recordar que "en el baño (del D2) me violaron. Yo era virgen", al tiempo que señaló que en ese lugar escuchó los lamentos de las víctimas y la excitación de los torturadores: "Si uno no puede imaginar lo que era el infierno, aquello era el infierno".

Al finalizar su testimonio, Monje pidió leer una carta de un compañero del secundario, a quien con las torturas le arrancaron su nombre, por lo que le pedía perdón. "¿El viene a pedirme perdón?", preguntó. "Hubo todo un Estado entero organizado y sistemático para hacernos esto a tantas personas y para generar tanto dolor".

Otro de los testigos fue Carlos Cristóbal Arnau Zuñiga, quien al iniciar su declaración reconoció al imputado José Hugo Herrera, al señalar que fue quien lo interrogó y lo torturó, y del cual conocería su nombre ya en democracia, al encontrarlo como empleado de la empresa de teléfonos Telecom.
Posteriormente dio su testimonio Esther Cabral, por la desaparición de Silvia Taborda, a quien conoció de pequeña y recordó que a fines de 1975 se encontró con ella. Ya antes habían asesinado a una amiga en común y ahora su compañero había sido muerto en Tucumán.

Tiempo después, Esther debió dejar su casa de Córdoba, donde vivía junto a unas tías, y después se enteró que de esa misma casa Silvia fue secuestrada una madrugada, estaba en camisón y fue "muy maltratada". Sus tías fueron testigos del secuestro.

"Yo también estuve secuestrada, en Misiones -indicó-, ahí mientras me torturaban salvajemente frente a mi hija de 8 meses, me decían que tenía suerte de que no me hubiera agarrado el Chacal. ¿Querés que te digamos quién es el Chacal?", le preguntaron. "Es Luciano Benjamín Menéndez", le dijeron.

"Cuando uno viene a declarar -reflexionó-,  uno lo hace por todos los compañeros, especialmente en este caso por Armando y Silvia. Muchas veces ellos nos gritaban que iba a haber militares por treinta años. Por suerte no fue así y nuestra democracia va a cumplir treinta años".
Fuente:8enLinea

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