gustavo marangoni, presidente del banco de la provincia de buenos aires
"Hay que gravar la renta sin castigar al pequeño ahorrista"
Hombre cercano a Daniel Scioli, Marangoni analizó la coyuntura, elogió el diálogo social y defendió la intervención estatal en los mercados.
Por: Leandro Renou
–En su último discurso en Tecnópolis, la presidenta Cristina Fernández lanzó una nueva convocatoria al diálogo entre empresarios, gobierno y gremios. Y entre esos sectores está el financiero bancario, ¿cómo lo percibió?
–Me parece una buena iniciativa. Siempre que desde el Poder Ejecutivo se convoque a los protagonistas, sobre todo en lo que refiere a los rubros del trabajo, la producción, y el sector financiero privado para ver cómo seguir fortaleciendo el crecimiento, es algo virtuoso. Es importante plantear cuáles son los horizontes para los próximos años, y más allá de una coyuntura electoral, es bueno que se contribuya a lo que tienen que ser las bases de un consenso social amplio, de políticas que sigan teniendo a estos protagonistas en el centro.
–¿Es, además, una especie de reafirmación del rol de conducción de la presidenta luego de unas legislativas que se jugaron casi como una presidencial?
–A mí me parece que la presidenta ejerce la conducción más allá de los resultados de una primaria. Está claro que, por la legitimidad de origen y de ejercicio que tiene Cristina es ella quien tiene la responsabilidad de conducir los destinos de la República y lo lleva adelante con firmeza y con convicción. Y en este caso, esta propuesta me parece que va en la dirección de pensar la Argentina de mediano y largo plazo dentro de lo que, mayoritariamente, el pueblo argentino ha elegido en sucesivas oportunidades. Me refiero a respetar todo lo que es el mercado interno, un modelo de protección de la industria local, de las fuentes de trabajo, de un vínculo con el mundo pero a partir también del ejercicio pleno de los derechos soberanos. Tanto en el ámbito de la soberanía monetaria como en el de la soberanía económica y financiera.
–Ya que lo menciona, ¿cómo encuentra esta coyuntura política y económica al sector financiero argentino?
–El sector financiero en la Argentina es sólido, pero es pequeño todavía. Es decir, representa cerca de 16 puntos del producto bruto, por lo cual tiene que crecer y expandirse. Porque la manera de sostener el crecimiento implica necesariamente la expansión del crédito, y hay que continuar bancarizando a los sectores de la población que no están bancarizados, sobre todo a los sectores del trabajo y los más vulnerables, porque en el siglo XXI también bancarizar es incluir socialmente. Por ejemplo, hoy tenés que la población argentina está bancarizada en un 50%, pero si lo analizás por segmentos, naturalmente los más altos están muy bancarizados y los más bajos todavía no tanto. Y cuando alguien se bancariza, tiene acceso, ingresa a la economía formal, empieza a familiarizarse con ciertos procesos que lo elevan en su condición de ciudadano pleno. Por todo esto creo que el sistema financiero tiene que seguir esforzándose para apalancar positivamente la producción y el trabajo. Como en el caso de los préstamos a la producción, donde la banca pública ya tiene tradición de prestar a plazos y tasas preferenciales, pero a lo mejor el sector privado no tiene tan incorporada esa dinámica. Por eso es importante que el Estado haga punta, regule y ponga metas, que al principio podían parecer ambiciosas, pero luego de su cumplimiento terminaron siendo realistas.
–Lo que dice es cierto, pero es llamativo cómo luego de varios años de gobierno del kirchnerismo, donde los bancos han sido grandes ganadores entre los sectores de la economía, algunas entidades continúen centrándose en préstamos de consumo, y no se pueda mejorar ese status…
–Tiene que pasar lo mismo que con los créditos a la producción, con la exigencia de destinar el 5% de sus depósitos a este rubro. Me parece que la clave para que esto mejore es esa, que el Estado sugiera y regule tendiendo hacia determinados objetivos. Y usted mencionaba algo que refleja una parte de la realidad, ya que quizás hay algunos que se recuestan solamente en la parte más rentable y cómoda del negocio, pero un banco tiene que desarrollar todas las aristas. De allí la importancia de poner en valor la banca pública. Por ejemplo, hay lugares del país donde el sector privado bancario no se involucra porque no lo considera rentable, donde sólo el Banco Provincia y el Nación tienen sucursales. Pero cuando esto sucede, tiene que aparecer el Estado con un esquema que vaya induciendo a modificar estas prácticas, sino primaría la comodidad de algunos. El mercado necesita de un Estado regulador, porque no podés dejar liberado a la decisión o al interés de los actores particulares la consecución de determinadas metas. Obviamente, esto se da a través de una política que tenga como norte el bien común. Hay que mirar el tema de las comisiones, de las tasas de interés, de los préstamos a las familias, cosas que hacen a la protección de los derechos del consumidor.
–¿La nueva Ley del Mercado de Capitales colaborará en hacer aportes a todo esto que usted menciona? Es un proyecto que ha suscitado alguna crítica del sector financiero y de los núcleos más concentrados de la economía…
–Sí, yo creo que, en realidad, a lo que nosotros nos tenemos que acostumbrar no es a mirar un título y reaccionar, sino a analizar los temas y las cuestiones y ver el articulado y estudiar con más profundidad. Porque sino establecemos las cuestiones tipo River-Boca, que creo es un ejemplo remanido pero muy útil. Yo, en lugar de decir que estoy a favor o en contra de algo, primero lo analizo. Lo mismo pasa con el tema de gravar la renta financiera. A mí a veces me dicen: “¿Vos estás de acuerdo o no con gravar la renta?” Y yo digo que, conceptualmente y a priori, uno está de acuerdo, pero por supuesto que después hay que saber de qué se habla. Hoy hay por lo menos cuatro proyectos en danza que hay que analizar. Uno puede decir que, en principio, hay que gravar la renta financiera sin castigar al pequeño ahorrista. Por eso es una discusión que hay que dar sobre los plazos fijos, para acordar a partir de qué cantidad gravás la renta financiera. Si lo haces con montos muy pequeños, probablemente castigues al ahorrista; si lo haces por certificado o por titular, lo lógico sería por titular, porque por certificado alguien puede parcializar muchos plazos fijos y evadir el impuesto. Son discusiones que hay que dar con mucha madurez, para aplicar una estructura con mucha equidad, que es a lo que tiene que aspirar cualquier gobierno o Estado. Tiene que haber una base de impuesto justa, donde los que pueden más paguen más. Pero repito, el plazo fijo de los pequeños ahorristas no debería estar involucrado. Eso es importante, porque no podés castigar a esa familia, y a la vez no podés desalentar la bancarización ingresante. Tenés que premiar al que ahorra en pesos y en los bancos, para desalentar a aquel que quiera tener conductas más especulativas.
–¿Estuvieron analizando los proyectos en danza?
–Sí, claro. Nos parece que todos tienen cosas interesantes, particularmente, el de Carlos Heller muestra una mirada integral. El de Massa no tengo en claro cuál es la letra del proyecto, pero los otros sí los estamos estudiando y pensamos que les podemos realizar algunos aportes. Pero esto siempre lo tratamos de consensuar con nuestros colegas en ABAPPRA (la cámara que agrupa a los bancos públicos), y la idea es ver cómo se puede colaborar en el tema de la renta e influir positivamente. Pero el debate tiene que darse en el Congreso de la Nación, porque es claro que el debate en la sociedad ya está dado. Y también es sano este escenario actual, donde parece haber un consenso claro de lo que hay que hacer con el tema. Antes aparecían los miedos, los estigmas y los cucos, pero ahora hay sectores que uno sospechaba que podrían oponerse y que sin embargo apoyaron.
–Volviendo al plano político, la provincia de Buenos Aires ha sido el eje de las campañas y de la elección primaria, como mayor distrito del país. ¿Qué conclusiones saca de lo que ocurrió en las urnas y de lo que va a venir?
–Creo que lo importante es ver que la provincia, con su gobernador Daniel Scioli a la cabeza, articula con el Gobierno Nacional en este camino que tiene la Argentina desde hace diez años, y me parece que eso es muy bueno. Y lo que ha habido el domingo pasado es un primer test, que en realidad es importante, pero el desafío es en octubre, y nosotros estamos confiados en que a medida en que la gente lo va conociendo a Martín (Insaurralde), lo acompaña y lo vota. Acá no hay misterio, hay que trabajar, hay que recorrer, hay que militar. Y además de poner en valor lo hecho estos años, hay que convocar a partir de las propuestas del presente y hacia el futuro. El principal activo que tiene este proyecto es su capacidad de hacer y de concretar. Todos sabemos que, en la política en general, hablar es más sencillo que realizar. Por eso cuando vos te encontrás con gente que ha realizado, le tenés que abrir un crédito especial, porque cuando te diga lo que va a hacer en el futuro tenés más herramientas de confiabilidad para poder creerle. Vienen dos meses en los que es muy bueno proponerle a la ciudadanía un debate más profundo acerca de lo que realmente se quiere para el futuro de la Argentina y cómo se quiere. Porque, en realidad, la política se juega verdaderamente en los medios y no sólo en los fines. En los fines todos van a decir cosas más o menos parecidas: queremos una sociedad más justa, que haya más trabajo. El tema es cómo lograrlo y con quién.
–¿Cree que por esto la presidenta manifestó que no puede prometer en dos meses nada que no pueda cumplir?
–Es que con eso ella está tomando una posición de mucha responsabilidad y sinceridad. Acá no se trata de que cuando llega una elección uno prometa cualquier cosa, desentendiéndose después de si tiene los medios para lograrlo o no. Porque eso sería una estafa al contrato que se establece entre electores y elegidos frente a una elección. Ya hemos conocido candidatos que dijeron que los voten, que tenían un plan, y después no había ni plan ni proyectos de leyes ni nada. Sería muy bueno que estos dos meses fueran para profundizar. Yo creo que las campañas de "la bondad es buena y la maldad es mala" no sirven. Son una estafa, y detrás de un cualunquismo discursivo lo que se termina ocultando es la falta de propuesta y de una mirada más profunda y de relieve.
Liderazgo
Crédito productivo
En los primeros siete meses del año el Bapro otorgó cerca de un millón de créditos generales, por un monto de $ 20.300 millones. Esta cifra representa un 60% más que lo otorgado en el mismo período de 2012. El 75% fue a sectores productivos y pymes.
Scioli y su compromiso
–Mucho se ha hablado de que, en los últimos meses, Scioli ha tenido una posición mucho más fuerte jugándosela con el kirchnerismo…
–(Interrumpe) Hace diez años que Daniel se juega contundentemente por esto y creo que, a lo mejor, lo que se pudo observar en las últimas semanas es que, como lo afirmamos siempre, cuando las papas queman, Daniel está presente. Y en realidad, está presente siempre, pero Daniel es consecuente, no es obsecuente. Y ha dado todas las pruebas, por eso Néstor (Kirchner) lo eligió cinco veces; por eso estuvo en el 2009, y por eso está ahora cargándose la campaña al hombro y recorriendo la provincia acompañando a (Martín) Insaurralde. Daniel siempre estuvo comprometido con esta idea, y quienes podían dudar no lo conocen bien, pero él es genuino en su respaldo.
Fuente:TiempoArgentino
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