11 de agosto de 2013

LLEGÓ EL DÍA-HAY QUE ELEGIR.

SE REALIZAN HOY LAS PRIMARIAS ABIERTAS SIMULTANEAS Y OBLIGATORIAS (PASO) PARA LA ELECCION DE SENADORES Y DIPUTADOS
Lo que vendrá
Qué se define hoy, qué queda para octubre. Qué hay en juego. Las bancas en el Congreso, el impacto posible de los totales nacionales. Protagonistas que están en las listas y otros que juegan. Pantallazo sobre varias provincias. Las ambiciones y divisiones de las vertientes de la oposición. El mapa nacional. Otra jornada con voto popular.
Por Mario Wainfeld

Martín Insaurralde, Francisco de Narváez, Sergio Massa, Daniel Filmus, Gabriela Michetti y Elisa Carrió.
Más de 30.500.000 argentinos están en condiciones de votar hoy. Se pronunciarán en 24 distritos, sin que haya candidaturas nacionales. O sea, habrá otras tantas competencias diferentes. La sumatoria total será, de cualquier modo, un dato político de gran relevancia. Por segunda vez se realizan las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), prerrequisito forzoso para la elección de senadores y diputados prevista para el 27 de octubre.

En todas las provincias habrá listas de diputados, pues cada una renueva la mitad de su plantel. Los senadores se cambian en su totalidad (dos por mayoría y uno por minoría) en ocho: Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. El régimen federal determina que todas las provincias tengan la misma cantidad de representantes.

En la Cámara baja, la gravitación es muy diferente, en proporción (no estricta pero cercana) a la cantidad de habitantes.

Tres provincias aplican mecanismos similares a las PASO para sus legislativos locales: Buenos Aires, Santa Fe y San Luis. Es factible que sus cómputos demoren más que la media.

Los electores encontrarán, pues, una sola clase de boletas en la mayoría de las provincias, con una oferta vasta de alternativas partidarias.

La decisión coincidente (mas no pactada) de muchos contendientes ha sido presentar listas únicas, sin valerse del mecanismo de las Primarias. Eso limita la importancia y el atractivo de las PASO. De cualquier modo, hay internas en casi todas las provincias, acaso las más potentes conciernen al radicalismo. En Córdoba y Río Negro es una primaria partidaria estricta. La UCR también es parte integrante de la Unen porteña, un salpicón de partidos y referentes, cuyo espectro ideológico es difícil de sintetizar y hasta de narrar.

Para quienes disputen internas, el veredicto de hoy causa consecuencias definitivas: quedarse con toda la lista, resignarse a entrar como minoría... o game over. Claro que nadie se llevará ni media banca esta noche, por más apoyos que congregue.

Las PASO también son eliminatorias para las fuerzas que no consigan el piso legal del 1,5 por ciento de los votos válidamente emitidos en el distrito.

Para los demás, el conjunto más vasto, la de hoy es una instancia preliminar que servirá para medir fuerzas y flaquezas. Un reto a develar en los análisis (y a emprender por los participantes) es cuánto quedarán fijadas las preferencias que se cuenten hoy. En 2011 las PASO cristalizaron el escenario. El precedente único interesa pero las condiciones son distintas. Es factible que en 2013 haya más desplazamientos, crecimientos o repliegues en la elección definitiva. Por cierto, cada provincia es un mundo particular, detalle que conviene subrayar.

Toda proyección se refiere al veredicto de octubre, lo que se señala una vez pero vale para todo este artículo. Lo que se dirima este domingo es una base, no se sabe cuán rígida o mutable.
- - -
El Congreso que viene: La elección de medio término será relevante en varios aspectos. Los dos más gravitantes en la mirada del cronista son la composición del Congreso nacional y los posicionamientos de partidos o referentes para las presidenciales de 2015. La reforma constitucional, con re-re incluida no está en juego, a su ver por ser inalcanzables las mayorías legislativas que podrían viabilizarla.

Vamos por partes, entonces.

Conservar las mayorías apretadas y trabajosas que consiguió en las dos Cámaras desde 2011 sería un logro crucial para el FpV. El kirchnerismo sustenta su continuidad record en la aprobación popular a la gestión pública: conservar el timón de la gobernabilidad institucional le valdría de mucho. Dispondría de herramientas básicas para gobernar, mantener su legitimidad de ejercicio. Lo apuntalaría para llegar del mejor modo a manejar su propia transición para el recambio presidencial.

La tarea es ardua, ni está garantizada ni parece imposible. En Diputados el kirchnerismo compite contra su peor elección legislativa, la de 2009. En senadores el cuadro luce más difícil (son menos provincias en las que les fue bien en 2007), aunque su mayoría actual es más desahogada que en Diputados.

Para el abanico opositor la necesidad bascula entre conservar bancas o ascender un cachito (UCR y PRO), conseguir un bloque poderoso (Sergio Massa), mejorar desde un piso bajo (socialismo) o llegar después de años de ausencia (el Frente de Izquierda y los Trabajadores).
- - -
Para subir al escenario: Toda elección es un plebiscito sobre el gobierno nacional. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo leyó así y se colocó como centro de la campaña. No solo admitió lo evidente, el debate sobre su liderazgo, el único de magnitud nacional. Le puso el cuerpo a la competencia, en parte para compensar el bajo conocimiento público de varios de sus candidatos pero no solo por eso. Los líderes del kirchnerismo siempre se alinearon en la primera fila en las votaciones de medio término, es su ley. Cristina misma fue candidata contra la senadora Hilda “Chiche” Duhalde en 2005, Néstor Kirchner se expuso en 2009 contra el diputado Francisco de Narváez. Jamás resignaron el centro del ring, ni siquiera ahora, aunque el apellido no encabece lista alguna.

Cotejar el resultado de hoy con el de dos años atrás será un rebusque opositor. Cualquier interpretación es lícita, en el terreno de la libertad de expresión. Como análisis político, resulta muy forzado. Los presidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa lograron su mejor cosecha de votos cuando el pueblo los colocó en la Casa Rosada. El caso de Néstor Kirchner rompe la regla porque fue anómala la adelantada compulsa de 2003, que salió muy pareja entre cinco candidatos. Ningún mandatario superó el 50 por ciento de los votos en “medio término”, ni le pasó cerca.

La referencia de 2009, más adecuada, es magra ambición para el oficialismo: repetirla le dejaría un piso muy bajo. Intérpretes de variados palos coinciden que un 35 por ciento de los votos en el plano nacional, consistentes con una suma parecida en la provincia de Buenos Aires, podría ser un resultado aceptable a diez años de vigencia. El guarismo podría permitir el quórum propio o rondarlo. Y resaltaría las diferencias con el acumulado de cualquier partido o referente opositor. Si el FpV superara la valla del 35 por ciento empezaría a tener un resultado muy bueno. A medida que bajara, la performance sería más gris.
- - -
Gobernadores en vigilia: Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Néstor Kirchner: los presidentes electos a partir de 1989 ascendieron desde sendas gobernaciones. También lo hicieron los interinos Adolfo Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde. Muchos de sus competidores más cercanos (Eduardo Angeloz, José Octavio Bordón, por ejemplo) muestran similar currículum. Cristina Kirchner hace excepción, por motivos patentes. Los ejecutivos provinciales son, en el sistema político actual, una cantera de presidenciables o primeras figuras.

Algunos intérpretes ven a los “gobernas” de capa caída, cediendo espacio a los intendentes. Por ahí, pecan de unitarismo, extrapolando demasiado la competencia bonaerense. Scioli, Macri, De la Sota siguen siendo posibles presidenciables aunque no jueguen personalmente ahora. Binner y Cobos sí lo hacen. Otro “ex”, el santafesino peronista Jorge Obeid, volvió al redil del FpV y pretende un segundo puesto con buenas chances.

Insaurralde y Massa cuentan con sus ligas de intendentes, cierto es. Los alcaldes conurbanos metieron mucha baza en las listas provinciales del FpV. Fue una excepción, resonante por su porte, en el armado del FpV. Los gobernadores de otros territorios concertaron con la Casa Rosada, garantizando lealtades sólidas, dejando un espacio a kirchneristas puros y duros pero también colocando candidatos de su propio “palo”.
Los gobernadores siguen en gateras y en carrera, muchos de ellos “medirán” sus terruños y mantendrán expectativas.
- - -
Un bosquejo del mapa: Se vota de 8 a 18. El escrutinio comenzará a develarse a las 21. Hasta entonces hay veda para la difusión de bocas de urna, que podrá ser burlada en las redes sociales, no alcanzadas por la respectiva regulación.

Cuando se conozcan resultados certeros, las miradas se desplazarán a distintos ámbitos. Todos los concernidos pasarán de la tensión al festejo, a las explicaciones, a disimular la decepción, según los casos.
El FpV se congregará en un solo espacio, porque es una fuerza nacional. Y la Presidenta será el centro de atención porque su liderazgo es indisputable.

La UCR podrá ensayar algo similar sin un líder o referente nacional consagrado.

Las restantes vertientes opositoras se expresarán diseminadas.

Esa geografía trasunta el mapa político. Los competidores acaso calculen un total opositor, podrán hasta mentarlo. Pero no actuarán en consecuencia porque seguirán porfiando entre ellos por el favor popular. Sin agotar la lista es inverosímil suponer que Macri y Carrió se abracen o que lo hagan De la Sota y Aguad. Ni Massa y Stolbizer. Las polémicas de la Unen indicaron el nivel de empatía real, aun dentro de una coalición recién formada.

Nadie sabrá qué futuro demarcan las PASO, todos retomarán la competencia mañana mismo.
- - -
Treinta años ya: Las elecciones generales de octubre coincidirán casi matemáticamente con los treinta años de la recuperación democrática. Un lapso incomparable en la dura historia argentina. El cronista, cuyos hijos nacieron entre la dictadura y los albores de esta etapa y son adultos criados en democracia, cree que es más necesario que válido celebrar lo transcurrido. Las rutinas acostumbran y hasta pueden aburrir, es impropio olvidar que son gozosas siempre. Máxime si se las compara con un pasado no tan remoto.
Una jornada en la que se patentiza la soberanía popular es una fiesta, más allá de los resultados, que aunque no definitivos serán esbozo del porvenir. De eso se hablará mañana.

LA OPOSICION RENUEVA 80 DIPUTADOS CONTRA 47 DEL OFICIALISMO
Doble de riesgo
La perspectiva es que el oficialismo aumente su representación en la Cámara baja. Los opositores ponen en juego las bancas que consiguieron en 2009 y para retenerlas deberían repetir la elección de aquel año, que fue la mejor que hicieron desde que el kirchnerismo llegó al poder. El escenario para los oficialistas en el Senado se presenta más complejo.
Por Miguel Jorquera

Imagen: Guadalupe Lombardo
Sólo los candidatos de los espacios políticos que logren superar en las primarias de hoy el piso del 1,5 por ciento del padrón en cada distrito que exige la Ley Electoral podrán aspirar a reemplazar en octubre a los diputados electos en 2009. Entonces la oposición realizó su mejor elección legislativa a lo largo de toda la década de gobiernos kirchneristas, por lo que ahora los nuevos reagrupamientos y alianzas opositoras arriesgarán casi el doble de bancas que el oficialismo y sus aliados (80 y 47, respectivamente). En cambio, los senadores que terminan su mandato en representación de 8 de los 24 distritos electorales del país llegaron a la Cámara alta junto con la elección de 2007 que consagró presidenta a Cristina Fernández de Kirchner con un importante respaldo legislativo que pondrá en juego en octubre: en el Senado debe renovar 11 bancas propias y otras 4 de aliados, frente a 9 de la oposición. De todas maneras, según la mayoría de los sondeos previos que le asignan una elección complicada en los principales distritos electorales, el kirchnerismo mantendría su mayoría y quórum propio en el Congreso, podría aumentar su representación en la Cámara baja y perdería un puñado de bancas en el Senado.

Unos 30,5 millones de electores estarán habilitados hoy en todo el país –un 5,9 por ciento más que en 2011– para dirimir en esta segunda experiencia de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) quiénes serán los candidatos de las distintas fuerzas políticas y frentes electorales que disputarán en las elecciones generales del 27 de octubre. Ese día será la votación definitiva para renovar la mitad de la Cámara de Diputados (127 de las 257 bancas) y un tercio del Senado (24 de las 72 bancas).

Diputados

Los cuatro principales distritos electorales del país concentrarán la atención en la elección de diputados, debido a la cantidad de bancas que se eligen en cada una de ellos. En la cima del podio está la provincia de Buenos Aires, que con 11,3 millones de electores (el 37 por ciento del padrón nacional) renueva 35 diputados nacionales. Aquí también, los distintos frentes y alianzas opositoras ponen en juego más bancas propias (23) que el kirchnerismo (12).

El Frente para la Victoria bonaerense renueva 11 bancas propias, incluidas las de dos díscolos que ahora serían reemplazados por legisladores más fieles, además de la banca que dejó vacante su aliado Martín Sabbatella (Nuevo Encuentro) cuando asumió al frente de la Afsca. Con los datos que le asignan las encuestas previas, el kirchnerismo podría mantener y aumentar sus diputados si alcanza los guarismos de los sondeos y los repite en octubre. En cambio, el peronismo anti K es el que más arriesga con 11 diputados propios, aunque esta vez dividido en dos listas diferentes: la del massismo y el frente entre Francisco de Narváez y Hugo Moyano. A ellos habría que sumarle las tres únicas bancas del PRO bonaerense, que ahora irán por su reelección en la boleta del intendente de Tigre, Sergio Massa. En tanto, la alianza no peronista del Frente Progresista debe renovar 8 (4 la UCR; 2 el GEN y 2 la CC). El centroizquierda Podemos sólo 1.

Algo similar sucede en los otros tres grandes con lugares en el podio: la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Los porteños renuevan 13 bancas de diputados nacionales, de las cuales solo una corresponde al kirchnerismo (la del aliado Carlos Heller, de Nuevo Encuentro) por lo que una buena elección le permitiría aumentar su representación por la ciudad. Las otras 12 pertenecen a distintas fuerzas: 5 al oficialista porteño PRO; 3 a Proyecto Sur; 2 a la CC; 1 la UCR y 1 UP.

Santafesinos y cordobeses eligen 9 diputados nacionales cada uno. En Santa Fe, 3 le corresponden al kirchnerismo y 6 a la oposición. Mientras que en Córdoba 8 son opositores y solo 1 responde al kirchnerismo. En ambas provincias el oficialismo nacional podría ampliar su representación en el Congreso Nacional aún perdiendo las elecciones locales, como presagian los sondeos, que lo ubican entre el segundo y el tercer lugar en intención de votos.

Un escalón más abajo en la cantidad de electores se ubican Mendoza y Entre Ríos, donde en ambos casos se eligen cinco diputados nacionales. Aquí se repite el mismo esquema anterior, donde la oposición que realizó una muy buena elección en 2009 arriesga más que lo que le vaticinan ahora las encuestas. En Mendoza, como hace cuatro años, la UCR vuelve a liderar la intención de voto. En esa provincia, en la que volvió al gobierno en 2011, el kirchnerismo podría sumar, aun desde un segundo lugar, algún diputado más al único que renueva. De los otros cuatro, dos son de la UCR, y las otras bancas se reparten entre el PDP y el peronismo disidente. Los entrerrianos, en cambio, le darían ahora el triunfo al Frente para la Victoria, que renueva una sola banca contra cuatro de distintas fuerzas opositoras.

La situación se invierte en Chaco y Tucumán que eligen cada una 4 diputados nacionales. En ambas provincias, el oficialista FpV aspira a repetir y aumentar la elección legislativa de 2009: en Tucumán tiene 3 de las 4 bancas y en el Chaco reparte por mitades la representación parlamentaria nacional con la oposición.

Las provincias de Catamarca, Corrientes. Jujuy, La Pampa, Misiones, Neuquén, Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz y Santiago del Estero eligen tres diputados nacionales cada una, con diferentes situaciones.

El oficialista Frente Cívico Santiagueño, que adhiere al kirchnerismo, buscará conservar los tres diputados propios frente a la oposición que al menos intentará arrancarle una banca. Lo mismo intentará el kirchnerismo en Jujuy, La Pampa, Misiones y San Juan, donde tiene dos de las tres bancas. Mientras que en Catamarca, Corrientes y Salta, el kirchnerismo tiene posibilidades de revertir la ecuación, que hasta ahora es de dos bancas opositoras y una K. En Neuquén, el kirchnerismo tratará de conseguir al menos una banca de las tres; allí dos de ellas están ahora en manos del aliado provincial Movimiento Popular Neuquino y una de la UCR. Algo parecido intentará en su ex bastión santacruceño, donde la única banca que el kirchnerismo ostentaba de las tres que elige la provincia quedó en manos de la esposa del ahora gobernador opositor Daniel Peralta. En San Luis, intentará arrebatarle al menos uno de los tres diputados que ahora responden a los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá.

Las restantes provincias, las menos pobladas, eligen apenas dos diputados nacionales cada una. En Chubut el kirchnerismo tendrá que hacer un gran esfuerzo para mantener las dos bancas actuales. En Formosa, Río Negro y Tierra del Fuego se repartirían en partes iguales entre oficialismo y oposición. En cambio, en La Rioja, el oficialismo recuperaría al menos una de las dos bancas, porque la que lo representaba quedó en manos de Jorge Yoma ahora enrolado definitivamente en la oposición.

Senado

En la Cámara alta, la situación del oficialismo es más compleja y el kirchnerismo tiene que intentar repetir una de sus mejores elecciones nacionales para mantener su condición de mayoría. Al menos en la previa, no tendría dificultades para retener las bancas por Entre Ríos y Chaco, donde el kirchnerismo gobierna y los sondeos le son auspiciosos para conservar los dos senadores por la mayoría, mientras que la UCR seguiría con la de la primera minoría. En Río Negro la situación es similar, pero la elección aparece como más pareja.

En Salta y Santiago del Estero el kirchnerismo podría dar vuelta la actual situación y quedarse con las dos bancas por la mayoría que ahora están en manos del peronismo opositor en Salta y del radicalismo santiagueño.

Mucho más difícil es el panorama en Tierra del Fuego y la Ciudad de Buenos Aires. Los actuales tres senadores fueguinos son aliados del oficialismo nacional: dos responden a Nuevo Encuentro y el restante a Unidad Fueguina. En octubre el FpV irá por la mayoría para retener al menos dos senadores; en el peor de los casos apenas conservaría uno. En la Capital Federal, el kirchnerismo tiene una banca propia y la de un aliado circunstancial como el ex CC Samuel Cabanchik. Las encuestas para las PASO muestran al PRO ganador entre el electorado porteño. Por eso el kirchnerismo buscará en octubre preservar al menos la banca de Daniel Filmus. Según los sondeos lo lograría, aunque la gran duda es si el ganador de la interna de Unen podrá mantener cohesionada a esa alianza y si los electores que no voten a quien gane la primaria se mantendrán fieles a esa coalición como para disputarle al kirchnerismo la senaduría por la primera minoría.

Sólo en tres provincias
Sólo tres provincias adhirieron a las PASO para dirimir las candidaturas para la renovación de sus propias Legislaturas. Buenos Aires resolverá así quienes competirán en octubre por las 46 bancas de diputados provinciales y 23 del Senado, además del recambio por mitades de los Concejos Deliberantes de sus 134 municipios. San Luis también elegirá este domingo los aspirantes a 22 cargos de diputados y 4 al Senado, y Chaco a los que disputarán en octubre las 16 bancas de su Legislatura unicameral.

LAS EXPECTATIVAS PARA LA ELECCION
Dudas y certezas
Por Raúl Kollmann

Los encuestadores esperan un domingo tranquilo, esencialmente porque no hay muchas diferencias entre ellos. Todos coinciden en que el Frente para la Victoria será la fuerza con más votos a nivel nacional, que en el distrito más difícil de pronosticar, la provincia de Buenos Aires, el resultado es abierto y nadie quedará pagando si gana Sergio Massa por dos o tres puntos o si gana, también por poca diferencia, Martín Insaurralde; que en la Capital Federal se impondrá la candidata del PRO, Gabriela Michetti, segundo será Daniel Filmus y habrá que ver qué sucede con el corte de boleta en Unen. Y parecen claras las victorias de Juan Schiaretti en Córdoba, Hermes Binner en Santa Fe y Julio Cobos en Mendoza, aunque la diferencia con el FpV se estuvo achicando mucho. Parece haber pocas incógnitas para el kirchnerismo y sus aliados en el resto del país, salvo en Santa Cruz, donde lo que era el FpV va ahora dividido. El radicalismo debería ser segunda fuerza en los demás distritos, salvo en los que hay fuerzas provinciales de envergadura.

Uno de los problemas centrales de los especialistas será evaluar un resultado nacional de la elección. Se trata de comicios que se miden por distrito, porque los diputados y senadores se eligen por distrito. Sin embargo, para la mayoría, cualquier elección deja una mirada sobre lo nacional y, en ese terreno, aunque es obvio que el oficialismo será la fuerza con más votos, tendrá su importancia saber a qué porcentaje llega. En cualquier caso, parece cantado que conseguirá más votos que en 2009, porque el FpV triplicará sus votos en Capital, los duplicará en Santa Fe y mejorará en casi todas las provincias salvo Santa Cruz. Los consultores sostienen hace rato que el kirchnerismo tiene un núcleo duro que sobrepasa el 30 por ciento de los votos.

Será un domingo duro para los dos o tres consultores que harán bocas de urna en Buenos Aires. En el Tigre, Vicente López, San Fernando, la ventaja es para Massa, mientras que en el conurbano sur el que saca diferencia es Insaurralde. En el interior las cosas están diversificadas.

Massa no cuenta hoy con las ventajas que conseguía al principio de la campaña. Una incógnita es el porcentaje y la ubicación de Margarita Stolbizer y Francisco de Narváez. Ambos vienen bajando en cuentagotas porque se fue estableciendo una polarización entre Massa e Insaurralde. Si ranquean bajo, se consolidarán las chances del intendente de Tigre. Si los candidatos del Frente Progresista y Unión por la Libertad se mantienen por encima del diez por ciento, crecerán las posibilidades de Insaurralde.

En la Capital Federal los pronósticos apuntan a una victoria del PRO, aunque hay encuestadores que no descuentan una sorpresa porque la oposición a la Casa Rosada se divide entre el PRO y Unen. Todos los encuestadores coinciden en que será muy difícil evaluar la propia interna de Unen, porque puede haber cortes de boleta en una alta proporción. En la interna por la candidatura a diputados, Elisa Carrió corre con una amplia ventaja, pero respecto de las boletas de senadores hay una marcada paridad en los sondeos.

En Santa Fe Binner sacaría amplia diferencia. Pero las miradas están puestas en el segundo lugar. Jorge Obeid, del FpV, aparece sacándole ventaja a Miguel Torres Del Sel, pero la distancia no es muy grande.

En Córdoba Schiaretti, el candidato de José Manuel de la Sota, se impondría con comodidad, seguido por el radical Oscar Aguad. El tercer lugar parece el más peleado, entre la candidata del FpV, Carolina Scotto, y el ex árbitro, del PRO, Héctor Baldassi. En Mendoza Cobos figura primero, pero el FpV haría una gran elección y hasta podría competir en pie de igualdad en el número de diputados.

Las PASO serán un parámetro para las generales. Los consultores estarán en la puerta de los colegios para tener un resultado a boca de urna y también para preguntar, por ejemplo, las razones del voto. El objetivo es sacar conclusiones para la campaña que empieza mañana.

QUE PUEDE ESPERARSE DE LAS ELECCIONES DE HOY Y SU PROYECCION FUTURA
Términos medios
Desde 1983 las elecciones legislativas de medio término anticipan el resultado de las presidenciales siguientes. El cómputo nacional tuvo más incidencia que el bonaerense: Kirchner, Massa y Scioli fueron derrotados en 2009 y CFK reelecta dos años después. Otra constante es la incidencia de la situación económica, por lo que el oficialismo espera mejorar su desempeño de cuatro años atrás. El destape ideológico de Massa y su inquietante programa. Cómo decidir el voto.
Por Horacio Verbitsky

Las elecciones de hoy serán las primeras Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias para unos comicios legislativos de medio término. Sin embargo, no habrá en ellas términos medios. Aunque sean legislativas y provinciales, se votará a favor o en contra del gobierno nacional, cuya victoria está asegurada por la completa dispersión de sus oponentes, que pueden obtener buenos resultados en varios distritos importantes, pero en cada uno con boletas diferentes: el PRO macrista en la Ciudad Autónoma, el Frente Renovador en la provincia de Buenos Aires, el Frente Cívico Radical-Socialista en Santa Fe, el Peornismo Opositor en Córdoba. En cambio el Frente para la Victoria compite en todo el país, con la misma sigla que utiliza desde 2003 y con una conducción indiscutida. Los opositores más empedernidos reconocen que ese Frente obtendrá no menos del 35 por ciento de los sufragios que se emitan en todo el país. Los oficialistas estiran ese cálculo hasta el 40 por ciento. Unos creen y los otros temen que ése será un techo impenetrable, en el recuento de hoy pero también en el de las elecciones generales de octubre, en las que el resto se reagruparía contra el gobierno. La fragmentación del voto antikirchnerista es la que otorga especial importancia a las elecciones en la provincia de Buenos Aires, por su descomunal padrón que contiene a casi cuatro de cada diez electores nacionales y porque allí la contienda se da entre fracciones peronistas, es decir con proyección futura. Hay dos análisis posibles para esta situación, uno de tipo histórico electoral y otro político. La cuestión fundamental es determinar qué valor predictivo tiene una elección de medio término respecto de las presidenciales siguientes.

Tipos de elecciones

Para este análisis descartamos aquellos años en los que al mismo tiempo se eligieron presidente y gobernadores, ya que el electorado se expresa entonces de una manera distinta, con otro grado de polarización, pero incluimos los comicios de 1987 y 1991, únicos de la serie en que la elección bonaerense coincidió con la de gobernador. En las elecciones intermedias de 1985, 1987, 1991, 1993, 1997, 2005 y 2009 el ganador obtuvo una cantidad inferior de votos que en las presidenciales anteriores, con la única excepción del anómalo 2003, donde la segunda vuelta no se realizó por la deserción de Carlos Menem. Raúl Alfonsín inició su mandato de seis años con una aprobación superior a la mitad del electorado en 1983, que se redujo en las legislativas de 1985 al 43,2 por ciento. Pero mayor fue la declinación justicialista, que dividido en tres listas quedó diez puntos por debajo. Esto le bastó al radicalismo para vencer en veinte distritos, una cosecha significativa que en buena medida se debió a la ilusión de control inflacionario con el Plan Austral, que en sus primeros meses de aplicación permitió bajar el IPC a poco más del 2 por ciento mensual. Pero en las elecciones legislativas de 1987, el radicalismo fue batido por 41,5 a 37,2 por ciento, en castigo por la ley de obediencia debida, los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional que certificaron el fracaso del gobierno para librarse del dogal de la deuda externa y la alta conflictividad sindical. Dos años después, ya con hiperinflación, saqueos, reiterados conatos de golpe militar, la reaparición de una guerrilla sin rumbo y con medio país a oscuras, Menem venció sin dificultad al candidato de la UCR. El Plan de Convertibilidad, implementado meses antes de las elecciones legislativas de 1991, le permitió a Menem retener la primera minoría, con el 40 por ciento de los votos contra el 29 por ciento del alicaído radicalismo. Los resultados fueron muy similares dos años después, con 42,5 a 30,2 por ciento, y abrieron la puerta para la reforma constitucional en la que Menem negoció con Alfonsín la posibilidad de ser reelecto a cambio de un tercer senador por cada provincia, que debía insuflar alguna apariencia de vida a la UCR. Elegido por segunda vez en 1995, Menem perdió 43,3 a 36,3 por ciento con la flamante Alianza en las legislativas de 1997. Esa diferencia preanunció la caída justicialista en las presidenciales de 1999, en las que Fernando de la Rúa y Carlos Alvarez superaron por diez puntos a Eduardo Duhalde y Ramón Ortega, los padrinos políticos de Sergio Massa. De la Rúa sólo enfrentó una elección de medio término, en octubre de 2001: apenas consiguió el 23,1 por ciento de los votos, contra 37,4 del Justicialismo. Pese a que intentó ignorarlo insistiendo en que él no había sido candidato, ese resultado abrió un agujero negro que en apenas dos meses se tragó a su gobierno. El ex senador Eduardo Duhalde estuvo unos meses en forma interina a cargo del Poder Ejecutivo durante y, como salida a la pavorosa crisis de fin de siglo, apoyó para las elecciones presidenciales de 2003 la candidatura de Néstor Kirchner, quien dijo que llegó al cargo con menos votos que desocupados había en aquel momento. Duhalde creyó que podría controlarlo y Kirchner frustró esa posibilidad en las elecciones de medio término de 2005: el Frente para la Victoria obtuvo el 45 por ciento en Senadores, contra una dispersión aún mayor que la actual, en la que ni la UCR, el Peornismo Opositor, el PRO ni el ARI pasaron del 7,5 por ciento. Estas cifras se repetirían con ligeras variantes en las presidenciales de 2007: Cristina duplicó el número de votos de la segunda candidata, Elisa Carrió, quien no obstante dijo que el nuevo gobierno nacía con una legitimidad segmentada, porque no se había impuesto en las grandes ciudades de clase media. Más fresco está el recuerdo de las legislativas de 2009, donde el Frente para la Victoria superó al Acuerdo Cívico y Social por 31,3 a 29,5 por ciento. Como síntesis de esta reseña: cada vez que un gobierno perdió las elecciones de medio término fue desplazado en la renovación presidencial siguiente: el radicalismo en 1989 y 2001, el justicialismo en 1999. Del mismo modo, todo partido en el gobierno que se impuso en las elecciones de medio término consiguió la victoria dos años después: Menem en 1995, el kirchnerismo en 2007 y 2011.

Un capítulo aparte merece la provincia de Buenos Aires, donde el repaso histórico también arroja conclusiones llamativas. En las elecciones legislativas de 1987, el Justicialismo superó a la UCR por 45,1 a 37,5 por ciento y dos años después la desalojó de la presidencia. En 1993 volvió a ganarle, por 48,2 a 25,9 por ciento en Diputados, preludio de la reelección de Menem en la siguiente elección. En 1997 la Alianza venció al Justicialismo por 48,3 a 41,4 por ciento en Diputados y en 1999 lo sucedió en la presidencia. En 2001 los Diputados justicialistas bonaerenses superaron a los radicales por 37,4 a 15,3 por ciento y dos años después tres fórmulas justicialistas a la presidencia superaron el 60 por ciento de los votos. En 2005 la lista de Diputados del Frente para la Victoria venció a la del Frente Justicialista por 45,1 a 17,2 por ciento. La mayor repercusión se produjo en la elección de senadores, donde Cristina Fernández de Kirchner superó a Hilda González de Duhalde por 45,8 a 20,4 por ciento. Esto decretó la defunción del padre de la derrota y abrió el camino a la elección presidencial de CFK en 2007. En 2009, en cambio, la lista de diputados encabezada por el propio Néstor Kirchner, a quien secundaron Daniel Scioli y Sergio Massa, quien aún no había descubierto que Kirchner era un monstruo, fue superada por el Peornismo Opositor de Francisco De Narváez por 34,7 a 32,2 por ciento. Esto sugiere que no obstante su peso específico, lo que ocurre en la provincia de Buenos Aires tiene menor valor predictivo que los resultados nacionales. Esto sólo podría variar si Massa venciera al Frente para la Victoria por una diferencia contundente. La historia de tres décadas de democracia muestra el comportamiento de reloj de arena del justicialismo, donde son comunes los deslizamientos de una posición a otra hasta la reconstrucción del todo en el polo opuesto. El bloque legislativo que logre este año Massa no perturba al Frente para la Victoria, que retendrá e incluso aumentará su mayoría en la Cámara de Diputados y mantendrá con alguna ligera variación en más o en menos la que tiene en el Senado. El riesgo está en el trasvasamiento hacia un eventual nuevo liderazgo justicialista, como apuesta la mayoría de los disgustados por la marcha del proceso político y económico que comenzó en 2003. A eso apuntan las operaciones tendientes a desalentar la continuidad en carrera de Francisco De Narváez y ningunear las chances del Frente Progresista de Stolbizer y Alfonsín. Hasta ahora no hay indicios de que eso pueda ocurrir. CFK eligió un candidato anodino, sobre el que proyectó su propia figura y los logros de la década y con eso le bastó para emparejar a la figurita difícil del album del establishment.

Economía y política

Estas observaciones serían incompletas sin una referencia a las condiciones económicas y políticas en las que cada vez se emitió el voto. Los éxitos pasajeros del Plan Austral y de la Convertibilidad fueron fundamentales para las primeras victorias legislativas de Alfonsín y Menem, así como la prolongada recesión de fin de siglo contribuyó al fracaso presidencial de Duhalde y a la derrota legislativa de la Alianza. La vigorosa recuperación posterior se reflejó en las elecciones ganadas por el Frente para la Victoria, y el comienzo de la crisis internacional en su primera derrota. Con pasmosa sinceridad, el senador radical Ernesto Sanz manifestó este año el deseo de que la economía no repuntara hasta el momento de las elecciones. Como explica el mejor racionalizador del kirchnerismo, el sociólogo Artemio López, el descenso del desempleo al 7,2 por ciento, el aumento de jubilaciones y pensiones en un 31,8 por ciento (con 7,3 millones de beneficiarios directos) y del Salario Mínimo, Vital y Móvil en 25,2 por ciento; los incrementos salariales en más de dos mil convenciones colectivas paritarias en un promedio del 24,2 por ciento; la actualización de la Asignación Universal por Hijo del 35,3 por ciento (que impacta sobre 3,6 millones de menores de 18 años residentes en 1,8 millones de hogares donde conviven 7,2 millones de personas en total), dan un marco muy distinto al de 2009. Entonces no existía la AUH, el desempleo era un punto porcentual más alto que ahora y el PIB cayó un 3 por ciento. En el momento de las elecciones de octubre, el crecimiento anualizado rondará el 7 por ciento, condición más afín a la de 2005. El cínico senador italiano Giulio Andreotti parafraseaba una sentencia emblemática de Lord Acton y decía que el poder desgasta... a quien no lo tiene. Del mismo modo, el desgaste del kirchnerismo no pasa por ahora de una expresión de deseos de quienes sueñan con asistir al fin del ciclo iniciado en 2003: políticos de la oposición, grandes empresarios de distintas ramas, medios de comunicación, eclesiásticos deseosos de cumplir con la consigna papal de echarse a las calles para hacer lío (que tuvo una magra respuesta en el minicaceroleo del jueves). El candidato de esos sectores es Massa, quien los visitó en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP), una organización de lobby muy próxima a las embajadas de Estados Unidos y Gran Bretaña. Ante una nutrida asistencia de hombres de negocios, no expuso proyectos como diputado sino un programa presidencial: seguridad jurídica para las empresas privadas, desideologización y desregulación, reformulación de alianzas internacionales, generación de confianza para atraer inversiones, superación de fricciones con “el campo”, mejora de la competitividad industrial tocando el tipo de cambio; mirar al futuro y no al pasado, volver a endeudarse en el mercado financiero; permitir que los bancos vuelvan a intervenir en el sistema jubilatorio, como proveedores de seguros de retiro complementarios; establecer una política de metas de inflación, lo cual implica ajuste sobre salarios y gasto público; luchar contra la corrupción, replantear la política energética y garantizar la independencia de la Justicia. Sin perdonar un solo lugar común, Massa hizo honor en ese discurso a la abigarrada transversalidad de todas las derechas que expresa su lista de candidatos. Esa política ya se aplicó, con resultados tremendos, pero antes de ganar Menem sólo hablaba del salariazo y la revolución productiva.



Redes de ilegalidad
Por Horacio Verbitsky

Cualquiera sea la interpretación que se prefiera sobre el robo de una caja fuerte en el domicilio del intendente Sergio Massa, lo cierto es que una vez más se descubre a personal de las fuerzas encargadas de brindar seguridad dentro de las redes de ilegalidad que la vulneran. Desde ese punto de vista, poco importa si el suboficial de Prefectura Alcides Díaz Gorgonio fue enviado por alguien que quería perjudicar a Massa, formó parte de una maniobra política del candidato o se aprovechó de la confianza de su conocido para saquearle la casa en busca de dinero o de información para extorsionarlo. Más allá de las recriminaciones cruzadas entre Massa, su esposa Malena Galmarini, el gobernador Daniel Scioli y el Secretario de Seguridad Sergio Berni, es ostensible que la política de depuración que había iniciado la ex ministra Nilda Garré debe ser profundizada, porque sin atacar este problema endémico la seguridad no pasará de ser un discurso demagógico y se seguirán proponiendo incrementos de penas que sólo brindan la ilusión de estar protegidos. El episodio también puso en evidencia una anomalía que por generalizada pasa inadvertida, y es el uso de una fuerza federal de seguridad para la custodia de un barrio privado cuyos habitantes pueden pagarla, en el caso de Isla del Sol a razón de 73.000 pesos mensuales (unos 10.000 dólares promediando los distintos tipos de cambio). El denominado “servicio de policía adicional” fue establecido en 1971 por el dictador Alejandro Lanusse mediante el decreto llamado ley 19.013. Sólo sería prestado por personal subalterno de franco y tendría una duración máxima de cuatro horas. Por cada servicio el cliente depositaría en una cuenta de Prefectura el equivalente a un día de remuneración de un cabo 1 con antigüedad de ocho años y suplementos por zona alejada, de los cuales la Prefectura descontaría el 10 por ciento para conservación y reposición de equipos y armamento. Es decir que se pagaría el doble, como las horas extra. En 1984 el servicio fue reglamentado por disposición de la propia Prefectura Naval. Se estableció entonces que en defensa del “prestigio institucional” los jefes fiscalizarían la tarea, que debe realizarse de uniforme y con el arma reglamentaria. El máximo que podía realizar un suboficial era de dos servicios seguidos, es decir ocho horas. Sin embargo, al declarar en el sumario interno realizado luego del robo, el jefe de la Prefectura de Tigre, Prefecto Principal Roberto Andrés Gaira, dijo que el horario nocturno era de doce horas. El trascendido sobre la decisión de que Prefectura deje de prestar ese servicio en el barrio Isla del Sol no tuvo confirmación oficial. Hasta el momento, son custodiados por prefectos otros catorce barrios privados de Tigre (Jai, Complejo Náutico, Riverside, Barrio Campo Hacoaj, Albanueva, San Juan y Caletas Nordelta); San Fernando (Rincón del Arca, Marina del Norte, Marina Canestrari, Marina del Sol, Los Sauces), y San Isidro (Boating Club de Beccar). Si la dotación fuera como en Isla del Sol de tres hombres por barrio cerrado, se llegaría a 45 suboficiales, un número llamativo de personal franco de servicio cada día.

Algo personal
Por Horacio Verbitsky

A la hora de decidir el voto, un instrumento útil y divertido es el juego Elegilegi.org. Fue realizado por el ingeniero en software Santiago Coffey, sobre datos de 32 proyectos de ley que la Cámara de Diputados votó desde 2006 hasta 2013, compilados por Andy Tow. Entre esas leyes figuran las de retenciones móviles a las exportaciones cerealeras, represión del terrorismo, mercado de capitales, matrimonio igualitario, identidad de género, reforma judicial, riesgos del trabajo, transferencia de fondos del Banco Ciudad al Nación, medios audiovisuales, protección de glaciares y de bosques nativos, seguridad bancaria, presupuesto, estatización de YPF y del sistema jubilatorio, voto joven, primarias abiertas, blanqueo de capitales, tierras, transferencia del subte a la Capital, carta orgánica del Banco Central, per saltum, trabajadores domésticos, expropiación de Ciccone, Papel Prensa, 82 por ciento para jubilados, memorando de entendimiento con Irán, trata de personas. Una vez que el participante ha elegido en cada caso si hubiera votado a favor o en contra, o se hubiera abstenido o ausentado del recinto, el programa le indica qué porcentaje de coincidencias tiene con las votaciones reales de cada legislador. Hice la prueba y encontré que mis mayores acuerdos son con el Frente para la Victoria. En el 91 por ciento de los casos hubiera votado como lo hicieron las autoridades de ese bloque, Agustín Rossi y Juliana Di Tullio, con un mínimo del 58 por ciento de coincidencias con el diputado sanjuanino Juan Carlos Gioja. Este piso de conformidad con el oficialismo supera al máximo de consenso que tuve con la Unión Cívica Radical (sólo en el 42 por ciento de los casos votaría como lo hizo el presidente de su bloque, Ricardo Gil Lavedra, 35 por ciento como su emblemático Ricardo Alfonsín y su primera candidata Margarita Stolbizer, con un bajón hasta el 22 por ciento respecto de Oscar Aguad) y con la Coalición Cívica Libertadora (Elsa Quiroz, 58 por ciento, que cae al mínimo del 7 por ciento con Elisa Carrió). Hubiera hecho lo mismo que mis viejos amigos Víctor de Gennaro en el 50 por ciento de los casos, Claudio Lozano, el 41 por ciento y Pino Solanas, el 35 por ciento. Sólo asentí al voto del macrismo entre el 8 por ciento (Gabriela Michetti) y el 19 por ciento de las veces (Federico Pinedo), muy similar al 17 por ciento de la indefinible Norma Morandini, quien hace dos años fue candidata a vicepresidente del socialdemócrata Hermes Binner. Por debajo de ese modesto nivel figura mi avenimiento con los votos del Peornismo Opositor (5 por ciento de entendimiento con Carlos Brown y Graciela Ocaña, 12 por ciento con Ramón Puerta, 19 por ciento con Francisco De Narváez). Es difícil ubicar en este cuadro al Frente Renovador de Sergio Massa, ya que sus principales dirigentes sólo ocuparon cargos ejecutivos municipales, y en este ejercicio sólo cuentan los votos en la Cámara de Diputados. El abanico de concordia y disidencia es tan dispar como ese heterogéneo espacio político: va del 58 por ciento de acuerdos con el ex lilito Adrián Pérez al 5 por ciento con el petrolero Alberto Roberti, pasando por el 48 por ciento con Felipe Solá, el 36 por ciento con Christian Gribaudo, el 33 por ciento con José Luis Barrionuevo de Camaño, Juan José Alvarez y Jorge Sarghini, el 27 por ciento con Soledad Martínez, y el 19 por ciento con Gladys González y Graciela Camaño de Barrionuevo. Gracias al jueguito de Tow y Coffey es evidente que entre esos tipos y yo hay algo personal.

CUATRO POLITOLOGOS ANALIZAN LOS EFECTOS DE LAS PRIMARIAS ABIERTAS, SIMULTANEAS Y OBLIGATORIAS
La primera vez en elecciones legislativas
Por Sebastian Abrevaya

Los efectos de las primarias. Similitudes y diferencias con la ley de lemas. La posible comparación (o no) con la elección de 2011 y la expectativa de lo que puede ofrecer el sistema para 2015.

Por segunda vez, los ciudadanos argentinos votarán hoy bajo el sistema de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. Pero a diferencia de 2011, cuando se utilizaron las PASO para elegir los candidatos a presidente, en esta ocasión se tratará de una elección de postulantes a cargos legislativos: diputados nacionales y senadores nacionales en ocho provincias. Página/12 consultó a cuatro politólogos para analizar el impacto y las consecuencias de la iniciativa impulsada por el Poder Ejecutivo en 2009, como parte de la denominada reforma política. Ernesto Calvo, profesor de la Universidad de Maryland (Estados Unidos); Marcelo Leiras, director de la carrera de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés; Luis Tonelli, director de la carrera de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires, y María Esperanza Casullo, doctora en Ciencia Política y profesora de la Universidad Nacional de Río Negro dialogaron con este diario sobre las implicancias de esta elección, sus características y su proyección de cara a 2015.

“Las elecciones intermedias son siempre muy diferentes de las elecciones nacionales simultáneas en las cuales hay candidatos presidenciales”, asegura Calvo, advirtiendo de arranque sobre la dificultad de comparar la votación de 2011 con la de hoy. El profesor de la Universidad de Maryland explica que desde el ’83 hasta la fecha se ha repetido el mismo ciclo: al no haber “arrastre” de la figura presidencial, el voto de los principales partidos disminuye y aumenta el de las terceras fuerzas. Con este análisis, es esperable que el Frente para la Victoria disminuya su caudal de votos respecto del 54 por ciento obtenido en la última elección.

Calvo sostiene que el efecto de las primarias “es muy similar al que tenían las leyes de lemas en las diez provincias que los implementaron a mediados de los ’90”: limitar la fragmentación política y permitir la distribución de recursos institucionales entre sus miembros. Pero a diferencia de lo que podría pensarse en primera instancia, Calvo señala que a largo plazo la oferta electoral debería aumentar “consistentemente” en las PASO para luego sí bajar en la elección general.

Para María Esperanza Casullo, las PASO como sistema de reglas pueden “ayudar” a reconstituir el atomizado sistema de partidos, pero “por sí solo no alcanza”. “Hay otros factores a tener en cuenta como los liderazgos, las relaciones entre las fuerzas partidarias y la sociedad. El sistema de normas institucionales, ayuda, genera incentivos, da forma a las preferencias de los electores, pero en Argentina lo que está en cuestión no son las reglas legales”, concluye una de las fundadoras del blog Artepolítica.

En cambio, Tonelli aporta una mirada negativa sobre las PASO y señala que las primarias “siguen sin ser comprendidas en su existencia por la mayoría del electorado y, también, por los politólogos”. “Al hecho extraño de tratarse de primarias completamente abiertas (participan los no afiliados), pero simultáneas y obligatorias se les suma que, a nivel nacional, salvo en la Ciudad de Buenos Aires, ninguna fuerza política las ha usado como tales. Y esto no se debe sólo a que se tiene poca información, sino a que no proveen incentivos para que sean usadas como primarias, especialmente en las presidenciales, o en legislativas que se presentan como pre-presidenciales”, sostiene el director de la Carrera de Ciencia Política de la UBA.
Sin embargo, Leiras contradice esa visión y sostiene que existe competencia interna en los partidos en 21 provincias y que la imagen que presenta la ciudad y la provincia de Buenos Aires es “un reflejo muy pobre de lo que ocurre en el resto del país”. “En varios distritos el peronismo provincial (o los distintos peronismos en los casos en que va dividido) así como la UCR o las coaliciones que integra dirimen sus candidaturas a diputado nacional a través de las PASO. Y aun en la Ciudad de Buenos Aires, una de las principales coaliciones tendrá competencia tanto para las candidaturas de diputados como para las de senadores.

Entonces, yo diría que luego de un período de adaptación y aprendizaje, el mecanismo parece estar funcionando en la mayoría de los distritos y, en muchos casos, para dirimir las candidaturas de las principales fuerzas políticas.”

–Distintos actores de lo que podría denominarse el “pan-radicalismo” (la UCR, el Partido Socialista y la Coalición Cívica) manifestaron su intención de definir la candidatura presidencial en las primarias en 2015, algo similar a lo que sucederá hoy en el frente Unen de Capital Federal. Sin embargo, los líderes nacionales del peronismo no adelantaron hasta ahora una tendencia similar. ¿Podría el peronismo utilizar las PASO en las próximas presidenciales?
E. C.: –En el peronismo esto sólo puede cambiar si deja de haber un liderazgo dominante. Cuando existe un liderazgo fuerte, las PASO disciplinan en las categorías de arriba (como presidente y vice) y distribuyen abajo (legisladores locales). Cuando no existe un liderazgo fuerte, las PASO coordinan tanto en las categorías de arriba como abajo. En el 2015 el gran interrogante va a ser el nivel de control que el FpV va a tener sobre el pan-peronismo a nivel nacional. Si el Gobierno está suficientemente débil, entonces el pan-peronismo puede competir por adentro. En caso contrario, las PASO van a seguir sirviendo como un mecanismo de disciplinamiento del pan-peronismo por arriba y coordinación por abajo.

M. L.: –Es difícil que la candidatura presidencial peronista se dirima en las PASO en 2015. El motivo es que los precandidatos presidenciales competitivos pueden apostar a salir en primer y segundo lugar en la general y disputarse la presidencia en una segunda vuelta, antes que quedarse fuera de la cancha en una primaria. Sin embargo, hay que subrayar que el PJ, en todas sus variantes, ha recurrido a las PASO en 2013 en un número importante de provincias. Según mi cuenta, aunque no queda del todo claro porque no siempre compiten bajo el mismo nombre, van a las PASO en once provincias.

M. E. C.: –Los que están haciendo un uso más orgánico son los pan-radicales y no los peronistas, en parte porque la utilizan más como una ley de lemas que una disputa interna. Hay una disputa por el liderazgo, no con la idea de interna, sino de ganar una primera ronda. Estamos entrando en una coyuntura histórica muy novedosa por muchas razones. La gran incógnita de este proceso es si por fuera del FpV, con una boleta que no se identifica como peronista, como diputado nacional, Sergio Massa puede constituirse como una alternativa presidencial competitiva frente a otros dirigentes que pueden competir por adentro, como los gobernadores Daniel Scioli, Jorge Capitanich, Sergio Urribarri, entre otros.


Una reflexión aparte merece el denominado “voto útil”, agitado por varios precandidatos de la provincia de Buenos Aires. Sobre este tema, Tonelli advierte que “el voto útil es un invento vernáculo para hacer presión psicológica sobre el votante, ya que todo voto es útil si permite expresar una preferencia, aunque sea de identidad”. Según Tonelli, las PASO han servido como filtro electoral para los pequeños partidos y, de alguna manera, para proporcionar información a quienes hacen uso del voto estratégico (‘voto a quien le puede ganar a quien menos quiero que gane’)”.

En una línea similar y tomando la experiencia de las primarias de Estados Unidos, Calvo anticipa que a medida que los votantes ganen más información aumentarán los casos de “voto estratégico”, donde por ejemplo los votantes de un partido que no tiene listas en competencia participan en las primarias de otros partidos. Así, los resultados de las primarias y las generales podrían ir agrandando sus diferencias.
Más allá de los análisis teóricos, a partir de las 9 de la noche de hoy comenzará a darse la lucha política por imponer el sentido del resultado electoral, que también influirá en la elección de octubre.

HOY DEBUTAN EN EL CUARTO OSCURO LOS JOVENES DE 16 Y 17 AÑOS
Con las expectativas de la primera vez
Varios adolescentes que tienen decidido ir a votar hablaron con Página/12. Entusiasmados con participar en las elecciones, dijeron que sienten ampliados sus derechos y destacaron la responsabilidad que implica elegir. También valoraron que el voto a su edad sea optativo.
Un total de 592.344 chicos de16 y 17 años, el dos por ciento del padrón, están habilitados para votar hoy.Imagen: Marisela Mengochea
Para algunos de ellos significará un acto de responsabilidad cívica, de conciencia ciudadana. Para otros, representará la ampliación de sus derechos. Hay quienes creen que será, sencillamente, una emoción, la posiblidad de sentirse parte de un todo. Y hay, también, quienes afirman que será una manera de participar en los destinos colectivos. Lo cierto es que para todos ellos –adolescentes de entre 16 y 17 años– el voto joven será su debut en las urnas. Por primera vez, jóvenes de esas edades podrán participar de una elección nacional. Consultados por Página/12, los debutantes cuentan sus sensaciones ante la oportunidad del sufragio.

“Poder votar es muy importante para todos nosotros, los jóvenes. Creo que es una responsabilidad muy grande ya que nos da la posibilidad de utilizar una herramienta para elegir a nuestros representantes”, dice Candelaria Benedetti, quien tiene 17 años y estudia en la escuela Nº 7 María Claudia Falcone, en el barrio porteño de Caballito. “Nos hace sentir que nos están escuchando, que nos dan bola”, explica la joven. En cuanto a las cuestiones que más le interesan y preocupan, Candelaria no duda: “La educación pública es uno de los temas que los que finalmente sean elegidos deberían tratar. Por lo menos acá en Capital, y en mi colegio en particular, la educación está cada día peor, no hay casi diálogo con el Gobierno de la Ciudad”.

Para Nicolás Torn, un estudiante de 4º año del Colegio Nacional de Buenos Aires, de 16 años, el voto joven “es una ampliación de derechos fundamental”. “Nos permite elegir a todos los que antes no podíamos hacerlo pero que igual nos preocupábamos por las cosas que pasaban en el país.” Para derribar argumentos que se plantearon en contra del voto a los 16, Nicolás remarca el carácter optativo del voto: “Cada uno puede elegir votar o no. No es obligatorio. Por eso si uno cree que está realmente capacitado para votar, va y vota, y si no, no lo hace. Que sea optativo me parece genial. Encima, si somos chicos ahora, como dicen algunos, ¿por qué no lo seguiríamos siendo a los 18?”.

Según la Cámara Nacional Electoral, un total de 592.344 chicos entre 16 y 17 años –el dos por ciento del padrón– están habilitados para votar hoy. Es la primera oportunidad en la que los chicos y chicas de esas edades tienen la posibilidad de concurrir a las urnas tanto en la instancia de las primarias abiertas como en los comicios legislativos del 27 de octubre.

A Leila Rocío Prelat, una estudiante de 17 años que vive en el barrio de Recoleta, le tocará votar en la misma mesa que su padre. “Estoy muy emocionada con esta oportunidad. Voto a tres cuadras de mi casa y seguro iré con mi viejo y mi hermano. Creo que está bueno fomentar el debate político en los secundarios ya que la adolescencia se trata, entre otras cosas, de una formación ideológica. Si empezamos a discutir desde chicos vamos a tener un cambio menos abrupto a los 18 cuando sí tengamos que votar. Conozco gente de 18 años, amigos, conocidos, que no se formaron y no saben qué votar todavía”, sostiene Leila. Para el sanjuanino Kevin Villacorta, quien a los 17 años también emitirá hoy por primera vez su voto, esta posiblidad es un “nuevo derecho, un avance porque siempre votar es participar”. Para Kevin, que adhiere al espacio del PRO en esa provincia, “la política no es mala palabra. Es una herramienta para mejorar la calidad de vida”.

En una encuesta realizada por la agencia Moiguer en la que se indagó sobre la relación de los jóvenes con la política, los tres temas que resultaron ser los que más preocupan a los nuevos votantes son: la inseguridad/delincuencia (57 por ciento), la mala política (50 por ciento) y la educación (37 por ciento). Otro dato del relevamiento es que, de los 1200 casos, el 81 por ciento declaró que conversa de política con frecuencia.

Otro de los que se expresaron sobre el voto joven es Bruno Leichman, un estudiante de 17 años, que cursa el 5º año del Colegio Nacional de Buenos Aires. Cuando le pasaron la página del padrón electoral, Bruno dice que “se sintió incluido”. “Puse mi documento, me busqué y cuando vi mi nombre me sentí parte de mi país. Sentí que el país me estaba dando una responsabilidad y que eso iba a tener influencia en el futuro de todos”, dice Bruno. Al igual que muchos adolescentes de su edad, Bruno rescata que el voto joven sea opcional: “Si alguien no se siente lo suficientemente informado, consciente de lo que significa votar, puede no ir”. Para Camila Ziperovich, un adolescente de 17 años del barrio porteño de Caballito, votar por primera vez “se siente como una posiblidad de participar en la vida política del país y pensar que la política no es externa a uno, no es algo que pasa por afuera de uno”. Y además Camila agrega: “Tengo amigos que no van a votar porque no se sienten en condiciones, pero igual creo que nosotros como juventud tenemos una enorme capacidad para pensar críticamente”.
Informe: Nicolás Andrada.
Fuente:Pagina12


11.08.2013
escenario 
Llegó el día, hay que elegir
Las PASO funcionarán como una encuesta indubitable. Los escenarios posibles del día después.






Por: Roberto Caballero
Durante la jornada de hoy, 30 millones de argentinos en condiciones de votar van a decidir cuáles serán los candidatos que siguen en carrera para las elecciones legislativas de octubre próximo.

Las PASO funcionarán, también, como una encuesta indubitable que reflejará la verdadera tendencia de los electores, una foto nítida de las preferencias, sin el margen de error y sin el favoritismo que suele impregnar el trabajo de las consultoras privadas de cara a los comicios.

Cerca de las 21 horas, se sabrá de qué manera los argentinos, a través del sufragio universal, secreto y obligatorio, habrán ordenado definitivamente la oferta de candidatos posibles para la contienda que se viene.
Hay que advertir que las cifras de esta noche pueden o no coincidir con las que tendrán valor para la futura composición de las cámaras parlamentarias, y que serán conocidas dentro de dos meses y medio, cuando la sociedad vuelva a concurrir a las urnas.

Dicho esto, ignorar que mañana las tapas de los diarios emitirán su veredicto interpretativo basado en los resultados que se conozcan esta noche e influirán en el ánimo político general es tan cierto como los cuatro párrafos anteriores.

En un ejercicio de antelación siempre opinable, siempre hipotético, tomando como válidas las conjeturas más repetidas por los encuestadores de todos los signos, se descuenta que Clarín y La Nación, los dos diarios opositores al gobierno, aun cuando el kirchnerismo sea revalidado en las urnas, instalarán que resignó parte del 54% obtenido en 2011.

La operación de sentido va a ocultar una metodología falsa, que mezcla peras con bananas, aunque no les importe demasiado: es imposible comparar una votación de medio término, como la de hoy, con una presidencial, como la de hace dos años. Son dos escenarios completamente distintos.

La experiencia indica que los oficialismos no retienen nunca los mismos porcentajes en un caso y en el otro. 

Las legislativas, al menos haciendo una revisión histórica de lo sucedido en 30 años de ejercicio democrático, es el momento de la dispersión y no de la concentración del voto.

Repasando las candidaturas, cotejando sus valores y propuestas, pero sobre todo el comportamiento del electorado en situaciones como las descriptas –evitando, además, violar la veda electoral–, es fácil comprobar que hay candidatos a los cuales la sociedad puede elegir como diputado o como senador, pero difícilmente apoye a esos mismos candidatos para llegar a la cima del Estado o como administradores de la cosa pública.

Reforzaría la campaña del "fin de ciclo" motorizada editorialmente por los dos diarios dominantes, que el intendente Sergio Massa (Frente Renovador), el candidato al que apoyan sin recato, logre la victoria sobre el intendente Martín Insaurralde (Frente para la Victoria) en provincia de Buenos Aires, donde se concentra el 38% del voto nacional. Aunque más no sea por un voto, durante la tarde de hoy sus editores y accionistas estarán aguardando ansiosos ese momento del escrutinio para poder titular en sintonía con su realidad deseada.

Hasta el viernes, según las encuestas más serias, ninguno de ellos sacaba una ventaja considerable sobre el otro. Hay una paridad que deja el resultado posible dentro del margen de error, que siempre está dentro del 3 por ciento. Las mismas encuestadoras, sin embargo, reflejaron en los últimos días una trepada de Insaurralde –a medida que se iba haciendo conocido como el elegido por Cristina Kirchner–, y un estancamiento de Massa, que habría lanzado su candidatura creyendo que los números que le acercaban sus asesores –alrededor del 30 por ciento de las preferencias– eran su piso y no su techo electoral, como puede presumirse. El cambio de discurso en el tramo final de la campaña, acentuando su antikirchnerismo en busca de los votos de Francisco De Narváez, dejando así atrás su gaseosa propuesta inicial, confirman que el bajón lo preocupó bastante.

Seguir especulando con las cifras, cuando faltan horas para la apertura de las urnas, no tiene mucho sentido. La verdad se sabrá hoy y las dudas serán cosa del pasado. Eso sí, conviene estar advertidos: otra vez, si la paridad se vuelca hacia el lado de Insaurralde, los títulos irán por la comparación del porcentaje de 2011 para rebajarlo todo lo que se pueda. A la inversa, el eventual éxito de Massa, aunque sea ínfimo, permitirá a los diarios opositores presentar los números como una derrota flagrante, catastrófica del oficialismo, para desmoralizar el espíritu de su ardorosa tropa de acá a octubre y proyectar su figura para dentro de dos años. Lo vivirán como un triunfo propio y lo comunicarán de igual modo.

Un análisis más sereno, sin embargo, exige el concurso de otras variantes de la realidad, más allá de los bajos instintos que dominan las líneas editoriales de los medios dominantes. Lo más probable es que el Frente para la Victoria, único espacio político que se presenta con sus candidatos en todos los distritos del país, obtenga una rotunda victoria a nivel nacional. Ni el PRO ni el Frente Renovador podrán decir lo mismo. Solo la UCR o, mejor dicho, sus diversas partes, en alianzas provinciales o distritales, podrá mostrar números nacionales, como segunda fuerza, aunque lejos del oficialismo.

El kirchnerismo deberá cotejar lo que obtenga ahora con su peor elección legislativa, la de 2009, donde apenas superó el 30%, llevando a Néstor Kirchner, su líder fundacional, encabezando la boleta bonaerense, que fue superada por la oferta mediática de Francisco de Narváez. Si mantiene ese número en estas elecciones provisorias, para una fuerza que gobierna la Argentina hace una década, con el desgaste que esto implica, jugando esta vez la carta de un intendente casi desconocido, será auspicioso. De llegar a superarlo, realmente inédito.

Trasladando a octubre cualquier resultado previsible de hoy, salvo que haya un impensado desmadre electoral, el kirchnerismo retendría y hasta podrá sumar bancas en el Congreso, de mínima conservando las mayorías legislativas que responden a la presidenta Cristina Kirchner.

Esta noche, cuando se den a conocer las planillas oficiales, se podrá hacer un balance más correcto. Es muy importante saber no solamente quién gana, sino la cantidad de votos que cosecha cada apuesta opositora, pensando en cómo va a ordenarse el antikirchnerismo de cara al 2015. La dinámica de esos episodios futuros comienza a acelerarse después de las 21.

Por ahora, decir que el FPV afronta el desafío entre cauteloso y optimista, la UCR con esperanzas de revivir después de la debacle del 2001, el peronismo disidente del peronismo dividido en al menos tres espacios, de los cuales el que apoya a Massa tendría alguna chance real, la izquierda altisonante esperando nuevamente el milagro de atravesar las PASO y el PRO reconcentrado en su sueño autonomista de Capital Federal, soñando con hacer algún pie en Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, es todo lo que se puede decir sin errarle demasiado.
La última palabra la tiene el soberano.  
 
 
La muerte y la vida
Los luctuosos sucesos de Rosario motivaron un duelo generalizado, la suspensión de los cierres de campaña y la visita a la zona del desastre de la presidenta Cristina Kirchner, que regresaba en viaje desde New York, después de su intervención en la ONU, donde la Argentina ocupará durante un mes el estratégico sillón de presidencia del Comité de Seguridad.

No faltaron voces que criticaron la presencia de Cristina entre los escombros, las víctimas y los rescatistas. Son las mismas que se habrían levantado igual de airadas para atacarla si no acudía al lugar. Tampoco faltaron los marginales de la política que culparon al gobierno nacional por la mortífera explosión. La nimia protesta cacerolera del jueves, que no se suspendió pese a la congoja masiva, también se hizo por los "muertos rosarinos", entre otras consignas igual de odiadoras y desopilantes.

En medio de todo eso, los medios dominantes evitaron informar con despliegue un hecho significativo, un triunfo de la vida sobre el genocidio de toda una generación: la restitución de la identidad del nieto 109, recuperado de las garras de sus apropiadores por las Abuelas de Plaza de Mayo.

Estela de Carlotto, junto a otros nietos, informó que se trata de Pablo Athanasiu Laschan, secuestrado junto a sus padres biológicos el 15 de abril de 1976, cuando tenía sólo cinco meses y medio, hijo del matrimonio chileno integrado por Frida Laschan Mellado y Ángel Athanasiu Jara.

Mientras ambos estuvieron en Chile militaban en el MIR, y una vez en la Argentina, en el PRT-ERP. Según el comunicado de Abuelas, "Pablo fue anotado como hijo propio con fecha de nacimiento 7 de enero de 1976 por un matrimonio con estrecha vinculación al régimen cívico-militar, cuya madre falsa aún vive mientras que el hombre está detenido".

"En 1982, Abuelas radicó la denuncia por su desaparición ante el juzgado Federal 1 y en abril de este año, frente a las informaciones que indicaban que podía ser hijo de desaparecidos, y con la colaboración de la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Seguridad de la Nación, nuestra institución se acercó al joven para invitarlo a dejar su muestra genética", leyó en conferencia de prensa Estela Carlotto, y añadió: "Finalmente, Pablo fue notificado por la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) de que es hijo de Frida y Ángel (…) Ahora el caso queda en manos de la justicia para restitutirle definitivamente la identidad."

Un largo capítulo de 38 años de impunidad se cerró gracias a la lucha de Abuelas y a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. "Si me van a decir oficialista por reconocer esto, que me digan", desafío Estela.
Pero todavía falta recuperar a otros 400 nietos de manos de sus apropiadores. Es una herida lacerante, la más dolorosa comprobación de que el Terrorismo de Estado no es cosa del pasado, sino que extiende su garra siniestra sobre nuestro presente. 
 
 
Unicef banca la ley de medios
En la Universidad de Quilmes, el jueves 8 de agosto, durante las jornadas "Por una comunicación democrática de la niñez y la adolescencia", convocadas por el rector Mario Lozano, Unicef, la AFSCA y la Defensoría del Público, entre otros, pudo escucharse al representante adjunto en la Argentina de la Unicef, Ennio Cufino, decir: "La búsqueda de la comunicación democrática tiene que ver con los principios que defiende Unicef (…) La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es un avance, está plenamente alineada con lo que establece la Convención de los Derechos del Niño. Es una medida muy auspiciosa."

Además, Cufino citó los artículos 12, 13 y 17 de la Convención, que establecen los derechos comunicacionales de niñez y adolescencia: a tener voz, a buscar y dar a conocer información y opiniones, sobre todos los asuntos que les conciernen.

También mencionó otras leyes que responden a la Convención, que está incorporada a la Constitución desde la reforma de 1994 y por lo tanto está en la "cúspide" de la pirámide jurídica nacional. Mencionó también la Ley General de Educación y la Ley de Educación Sexual como normas que están también alineadas con esos preceptos. 

Por último, señaló que la promoción de "productos audiovisuales" de calidad para niñez y adolescencia es de interés de Unicef, y afirmó que es también una forma de contribuir a la calidad educativa.
Mientras los supremos de la Corte meditan sobre la constitucionalidad de la Ley de Medios de la democracia, luego de cuatro años de promulgada, los organismos internacionales rescatan su plena aplicación y vigencia. Los relatores especiales de la ONU, de la OEA y ahora Unicef, en distintas declaraciones rescatan su articulado, sus propósitos y la reconocen como una norma de avanzada, en sintonía con los lineamientos del sistema jurídico interamericano y la defensa internacional de los Derechos Humanos.
 
Sin causa
De manera seca, mediante la lectura de un acta, escribano de por medio, el abogado Sebastián Taiariol se enteró esta semana de su despido, capítulo final de un historial de acosos por su doble condición de empleado y militante kirchnerista. Fue sin causa, a los efectos de la Ley de Contrato de Trabajo, pero con motivos. Ocurre que Taiariol es el líder de la agrupación interna "T-Banco", que reclama la estatización del Banco Hipotecario, entidad a la que entró a trabajar en 2005. Actualmente el Estado Nacional posee el 65% de sus acciones, pero el grupo privado IRSA lo gerencia y administra con el porcentaje restante. 
 
A magnetto no le dio el cuero
Había 2000, quizá 3000, tal vez hayan sido más. Imposible cuantificar la marea humana que el jueves 8, a las 2 de la tarde, se movilizó para respaldar a Víctor Hugo Morales, en su fallida audiencia de mediación con el CEO de Clarín SA, Héctor Magnetto, que ahora amenaza con hacerle un juicio civil por "daños".

Fue tanta la gente reunida, en su mayoría oyentes, que la policía debió cortar el tránsito de Carlos Pellegrini, a media cuadra de Avenida Santa Fe. Allí funcionó, mientras duró el encuentro que no fue, una radio abierta organizada por FM Con Todo y COMUNA (Comunicadores de la Argentina), entidad que agrupa a periodistas y profesionales de la comunicación en apoyo de la Ley de Medios de la democracia.

Magnetto llegó 12:45 para evitar el repudio de los manifestantes. Lo hizo con tres custodios y entró raudamente al edificio de Carlos Pellegrini 1175, donde debía llevarse a cabo el encuentro. Sin embargo, se negó a enfrentar cara a cara a Víctor Hugo. Prefirió refugiarse en una sala contigua y dejar que hablaran sus abogados, que informaron al relator y a su letrado, Eduardo Barcesat, que esta audiencia era la previa a una demanda civil por "daños" con fines económicos resarcitorios.

Una pena. Víctor Hugo tenía bastantes cosas para decirle. La más importante, quizá la más reveladora: que durante 27 años Clarín lo ignoró por ser crítico del negocio del fútbol y en los últimos tres, desde que hizo público su respaldo a la Ley de Medios, le dedicó en cambio más de mil notas para agraviarlo, injuriarlo y calificarlo de todo menos de lo que es: un simple periodista. Así de transparente fue su planteo, que Magnetto no quiso escuchar.

Cuando salió a la calle, rodeado del afecto de sus seguidores y del aplauso de los empleados de todos los edificios cercanos, de los bocinazos de colectiveros y taxistas, Víctor Hugo ensayó una síntesis de lo ocurrido en la fallida mediación. Magnetto debió esperar dos horas más, lo tuvo que rescatar la policía.

La pregunta de los asistentes era una: "¿Por qué Magnetto hizo lo que hizo?" Víctor Hugo dio en el clavo: para preocupar a su familia e infundir miedo a los periodistas más jóvenes. Así actúa Magnetto. Atacando la libertad de expresión.

¿Cuánto dinero puede sacarle a Víctor Hugo? ¿Cuánto dinero es mucho para Magnetto? No es económico el asunto, ni está el honor en juego del CEO de Clarín. La demanda en ciernes tiene un objetivo menemista: la mordaza. Sabe que Víctor Hugo no se va a callar, pero el disciplinamiento es para otros comunicadores que se animen a decir lo que Magnetto no quiere escuchar. Son dos palabras: Papel Prensa.

Por eso quiso meter preso, en diciembre pasado, al autor de estas líneas, y por eso arremete judicialmente ahora contra Víctor Hugo. Para que el resto de los colegas sepan lo que no tienen que decir, lo que no tienen que cubrir, si desean evitar un reproche económico del gran CEO.

Héctor Magnetto, denunciado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en la causa "Papel Prensa", donde se investigan los presuntos delitos de lesa humanidad cometidos en el despojo de la empresa al Clan Graiver en 1977, decidió que este tema no puede ocupar ni siquiera de manera marginal la agenda pública de los medios.

Le resulta sencillo en su conglomerado extendido, fácil con los medios satélites de su grupo, más difícil con los que no controla. Pero ahora quiere provocar terror en los periodistas para que se autocensuren, para que borren de su cabeza la posibilidad de introducir en el debate ciudadano el caso que más lo fastidia porque puede llevarlo a prisión: hace tres años tiene un pedido de indagatoria junto a Ernestina Noble, su socia, y Bartolomé Mitre, el director de La Nación. Tres años y no es noticia, aunque lo tuitee la presidenta. 

Eso es poder.

La más grave amenaza a la libertad de expresión en la Argentina no proviene de un gobierno, ni de un Estado, sino de la principal compañía con tendencia monopólica que encabeza Magnetto.

Víctor Hugo es un periodista. Enfrente tiene a una corporación económica que se jactó de subir y bajar presidentes, de negociar con militares genocidas, de impedir el acceso al mercado de sus competidores menores, de manejar qué se habla, cuándo y cuánto, en nuestra sociedad; de difamar a figuras públicas, de silenciar a autores de libros y artistas y de fomentar la devaluación de la moneda cuando tuvo que licuar sus pasivos millonarios. Eso es poder.

La Asociación Empresaria Argentina (AEA) salió a sostener a Magnetto con un comunicado la noche posterior a la fallida mediación con un periodista. Eso también es poder.

Enfrente está Víctor Hugo, un periodista con trayectoria, que relató los goles que todos gritamos. Pero un periodista, al fin.

El autor de este texto se pone del lado del débil en la pelea.


No hay duda sobre quién es.

Si queremos vivir en una democracia que valga la pena, sólo podemos tenerle miedo al miedo. No a Magnetto.
Fuente:TiempoArgentino

11.08.2013se utilizará el troquel
No se sellará ni firmará el DNI y el elector se llevará una constancia de su voto
A diferencia de las elecciones anteriores, esta vez la constancia se encontrará adherida al padrón mediante un troquelado y una vez que el elector firme el padrón, el presidente de mesa firmará el troquel y lo entregará junto con el documento.
Si el elector pierde la constancia de emisión del voto pero "no figura en el registro de infractores al deber de votar, no necesitará hacer ningún trámite", pero "si aparece en el registro como infractor, pese a haber votado, podrá solicitar a la autoridad competente que verifique su firma en el padrón".

Un elector que no vote deberá concurrir dentro de los 60 días posteriores a la elección a la secretaría electoral correspondiente al distrito de su domicilio para justificar su abstención, con la documentación que acredite el motivo de la falta, se explicó en el documento, en el que se añadió que también podrá "dirigirse" a la Cámara Electoral.

La Cámara Electoral creó el “Registro de infractores al deber de votar”, en el cual deben figurar los electores mayores de 18 años y menores de 70 que no hayan emitido su voto ni justificado la omisión.

La no inclusión de una persona en dicho Registro bastará para tener por cumplida la obligación de votar a su respecto o por justificada su omisión.

La multa por no votar ni justificar la omisión será de 50 pesos cuando sea en las primarias y de 100 pesos cuando se trate de las legislativas de octubre.

"Cuando no se vote en uno solo de los actos electorales –primarias o generales- la multa será de $50. El monto de la segunda infracción será de $100 y se acumularán a los $50 de la primera infracción".

La multa podrá pagarse en cualquier sucursal del Banco de la Nación Argentina y en las demás entidades que se habiliten para el cobro con la boleta de pago generada en el sitio web de la justicia nacional electoral.

Se destaca en el documento que quienes no hayan votado en las primarias pueden hacerlo en las elecciones generales.
Fuente:Telam

Mañana, a barajar y dar de nuevo
Año 6. Edición número 273. Domingo 11 de Agosto de 2013
Por Daniel Miguez
politica@miradasalsur.com
Llegó el día en que los argentinos concurriremos por segunda vez a votar en las internas abiertas, simultáneas y obligatorias, pero es la primera vez que lo haremos para elegir sólo a quienes serán candidatos a legisladores. Por lo tanto, será difícil trazar paralelismos con las PASO de 2011, donde, además de legisladores se votaba por cargos que la población valora como mucho más decisivos para sus vidas: intendentes, gobernadores y, sobre todo, presidente de la Nación.

Los comicios del 27 de octubre se podrán comparar con los de 2009, pero los de hoy no tienen un punto de referencia anterior. Por eso todos los análisis que se hagan mañana deberían mirar hacia adelante y no hacia atrás. Si se siguiera un razonamiento bastante lineal basado en las primeras PASO, es fácil caer en la tentación de predecir que las elecciones de hoy anticiparían en gran medida lo que ocurrirá en octubre. Pero aún eso está por verse.

Por lo pronto, lo que sí se puede afirmar es que los últimos días de campaña fueron atípicos. La semana empezó con Sergio Massa teniendo que dar explicaciones por una información periodística que reveló que quince días antes habían robado en su casa de un country en Rincón de Milberg, situación que él no había hecho pública y que el fiscal había omitido volcar en el sistema informático judicial. El hecho de que Massa conociera al supuesto ladrón, que éste fuese tomado por todas las cámaras, que se llevara lo sustraído en su auto y que lo robado lo hubiera guardado en su casa, era un combo que dejaba al candidato en una posición difícil de explicar. Para su fortuna el aparato de medios opositores al Gobierno salió mancomunadamente a sembrar la sospecha de que el robo lo había pergeñado el propio oficialismo. Con raras volteretas argumentativas frente a las evidencias, lograron presentar a Massa como víctima. Fue un procedimiento similar a lo que había ocurrido en 2009 con Francisco de Narváez, cuando ante una causa judicial que tenía que afrontar, esos medios instalaron que era una maniobra del Gobierno para perjudicarlo. Con ese antecedente en la memoria, el kirchnerismo volvió a no ser precavido. En las próximas elecciones deberá estar más atento y conseguir que sus adversarios ni se resfríen, para aventar acusaciones de haber dejado alguna ventana abierta a propósito.

Otro hecho extraño en la campaña lo protagonizó el Grupo Clarín, que mostró una vez más su inmenso poder. En la entrega de los premios Martín Fierro más bochornosa de las que se tenga memoria, los ternados que tenían perfil oficialista no fueron premiados o les entregaron el premio a la tarde en un casi desierto Teatro Colón, mientras los aplaudían algunos extras contratados para ese fin. Esa entrega de premios fue grabada y luego editada con la censura correspondiente en cada caso. Mensajes a favor del Gobierno o en contra de Jorge Lanata (que sí habló en vivo), una vez editados no decían lo que habían querido decir. Y a Florencia Ibáñez, locutora de Radio Continental, le cortaron 10 segundos en los que le dedicaba la estatuilla a Víctor Hugo Morales.

Las maniobras en torno del robo en la casa de Massa o la entrega de los Martín Fierro fueron dejadas en un segundo plano por la mortal explosión en un edificio de Rosario. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, recién regresada de Nueva York, donde había presidido la asamblea del Consejo de Seguridad de la ONU –un hecho singular y casi omitido por los grandes medios–, voló a Rosario y visitó la zona afectada. Allí recibió bastantes aplausos y algunos abucheos, que los medios opositores evaluaron en cantidades inversas (“fuerte abucheo y algunos aplausos”).

Como se ve, mucha actividad mediática efectista y poca política. ¿Y los candidatos? Los de la Ciudad de Buenos Aires, terminados los debates entre los integrante del frente UNEN, trataron de ocupar algún espacio en la televisión y la radio. Lo mismo intentaron los candidatos bonaerenses Margarita Stolbizer y De Narváez, quienes se quejaron de que es inequitativa la atención que les brinda el Grupo Clarín respecto de Massa. El intendente de Tigre tuvo una actividad de campaña el miércoles pasado en la que por primera vez explicitó algunas de sus ideas más importantes, aunque sus definiciones no tuvieron impacto masivo. Fue en una reunión con los empresarios de más peso, donde se manifestó a favor del libre mercado, incluyendo enfáticamente entre los beneficiarios de esas políticas a los empresarios agropecuarios, como ya lo había hecho semanas atrás al proponer que ese sector no pague impuestos a las ganancias. “Debemos terminar con la idea de querer regular todo, de ponerle el pie en la cabeza todo el tiempo al sector privado”, sostuvo. Y en otro párrafo aseguró: “El sector que más aporta a la balanza comercial es con el que peor estamos. El campo, que es la actividad que más posibilidades de crecimiento tiene, es el que sufre más fricciones”. También propuso metas fiscales y monetarias, tan pregonadas por la ortodoxia liberal.

El momento fuerte de los candidatos iba a ser el jueves, con los actos de cierre de campaña, pero los del kirchnerismo, Martín Insaurralde, Daniel Filmus, Juliana Di Tullio y Juan Cabandié, anunciaron en conferencia de prensa que suspendían el suyo en adhesión al duelo dispuesto por la Presidenta por la tragedia de Rosario. Luego hicieron lo mismo el resto de los candidatos.

Ese jueves se vació de actos y los medios dedicaron buena parte de su agenda a destacar –en muchos casos festivamente– el insulto de Malena Galmarini de Massa al gobernador Daniel Scioli y a analizar si eso le sumaba votos a su esposo.

Lo que no dio para mucho despliegue mediático fue el nuevo caceroleo, que aunque superó en número a los oyentes y amigos de Víctor Hugo Morales que se juntaron frente a un juzgado para apoyarlo en el juicio que le inició el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, estuvo muy lejos de la convocatoria que tuvieron los anteriores. Tan lejos, que el único canal que lo trasmitió ininterrumpidamente fue TN y haciendo esfuerzos para sólo tomar planos cortos que no delataran la flaqueza de las marchas. Era previsible, teniendo tan mano las elecciones para expresarse. Algunos comunicadores atribuyeron la escasez de cacerolas en la calle a una recoleta adhesión al duelo por las víctimas de Rosario.

Llegado a este punto, habrá que abrir un paréntesis para pensar en el espacio que ganaron los grandes grupos mediáticos como actores políticos, con la distorsión democrática que esto implica. Hasta la ruptura del Grupo Clarín con el Gobierno, cuando un medio apoyaba a un candidato, le daba más despliegue, amplificaba sus acciones, minimizaba la de sus adversarios y, en definitiva, seguía las iniciativas políticas de ese dirigente. Pero desde 2008 para acá se invirtieron los roles: lo medios opositores toman las iniciativas políticas y los políticos de la oposición las adoptan como propias.

Así llegamos a este domingo, cuando los 24 distritos elegirán a los candidatos que en octubre disputarán 127 bancas de diputados y 8 de ellos, también a los 24 candidatos a senadores.

En la provincia de Buenos Aires compiten 13 listas con precandidatos a diputados, cuatro de ellas de Compromiso Federal. De esas 10 agrupaciones quizás sólo cinco superen el piso del 1,5% que los habilite a participar en las elecciones de octubre. Pero son más la cantidad de listas para diputados y senadores provinciales y muchas más aún las de concejales. Con tantas boletas, que llevan tres o cuatro categorías de cargos, según elija o no senador provincial cada sección electoral, se prevé un lento conteo de votos.

En Capital Federal, pese a que se vota sólo precandidatos a senadores y diputados (ya que la elección de legisladores locales se hará más adelante), la multiplicidad de listas es más extensa que en la provincia. Habrá 24 de 13 agrupaciones. La interna más promocionada es la de UNEN, en la que compiten cuatro listas. Pero, por ejemplo, El Movimiento dirimirá sus candidatos también entre cuatro listas (una de ellas encabezada por Juan Carlos Blumberg), y Compromiso Federal, el partido de los Rodríguez Saá, tiene seis listas.

En algunas provincias hay partidos de internismo extremo. Los radicales se harán notar en Chubut, Río Negro y San Luis, donde llevan cuatro listas en cada una, pero sobre todo en Tucumán, donde presentan siete. En Chaco, una de las provincias que también elige senadores nacionales y diputados provinciales, la principal interna será en el Frente para la Victoria, con cuatro listas.

Quienes disfrutan de la amplitud de opciones mirarán con envidia a los correntinos, donde hay tres listas kirchneristas y seis radicales; pero sobre todo a los pampeanos, donde la UCR presenta cinco listas y el PJ, afectado por el síndrome radical, esta vez los superará con nueve listas. Es decir 14 posibilidades para elegir entre dos partidos.

Estas curiosidades numéricas quedarán en anécdota mañana mismo, cuando el país despierte con los resultados electorales ya definidos. ¿Y ese país del lunes 12 de agosto será distinto al de este domingo 11? Si las encuestas no le pifiaron catastróficamente, la respuesta es no.

Se supone que el oficialismo podrá exhibir una victoria global en la sumatoria de los 24 distritos, y en la provincia de Buenos Aires habrá que ver si Massa gana y en tal caso por cuánto gana. De eso dependerá que le sea más fácil o más difícil polarizar el voto opositor el 27 de octubre. Y aun así esa eventual polarización sólo servirá a efectos de impacto político respecto del número de votos, pero lo que contará en aquella elección será la cantidad de diputados que sume, y siempre serán diputados opositores, respondan a Massa, a Stolbizer o a De Narváez.

Pero eso es irse muy lejos. Hoy sólo habrá que elegir candidatos para ese 27 de octubre. Salvo los nombres que surgirán y el valor adicional de gran encuesta nacional que tienen las PASO, nada definitivo ocurrirá hoy. Los que sigan en carrera, y de ellos tanto los que se consideren ganadores como los que no, mañana mismo tendrán que barajar y dar de nuevo.
Fuente:MiradasalSur

No hay comentarios: