16 de agosto de 2013

LOS JUZGA UN TRIBUNAL LOS CONDENAMOS TODOS.

EL REPRESOR ALBERTO PELLIZA PIDIO SER SEPARADO DEL JUICIO POR MOTIVOS DE SALUD
Todas las respuestas del gran simulador
Uno de los once represores imputados de privación ilegal de la libertad, torturas y homicidios agravados contra decenas de víctimas argumentó un ACV de 1982 para ser separado del proceso. Los jueces lo interrogaron, y ordenaron una pericia.
Por Sonia Tessa

Los jueces interrogaron a Pelliza, que continuará en juicio hasta que se realice una pericia médica.Imagen: Andrés Macera
Alberto Pelliza contestó con monosílabos, aseguró que no recuerda su apellido y ni siquiera cómo se lee. El presidente del Tribunal Oral Federal número 1, Roberto López Arango, lo confrontó: "Cuando le dije Pelliza, usted me prestó atención, o sea que reconoce su apellido", le dijo en un momento del largo interrogatorio que le hizo junto a las dos vocales del TOF, Lilia Carnero y Noemí Berros. "Da la impresión de que usted comprende lo que pasa", agregó López Arango más tarde. Pelliza es uno de los doce imputados en la causa conocida como Guerrieri II que comenzó el viernes pasado en el Tribunal Oral Federal Número 1. Como el resto, está acusado de privación ilegal de la libertad, torturas y homicidios agravados contra decenas de víctimas. Ayer solicitó --a través de su defensora oficial, María Jimena Sendra-- ser separado del juicio oral y público por razones de salud, a raíz de un Accidente Cerebro Vascular sufrido en 1982 que le provoca "un retardo para responder a órdenes sencillas e imposibilidad de responder a órdenes complejas, así como la dificultad de recordar ciertos hechos". El argumento es utilizado repetidamente en estos procesos. En algunos casos, como el del represor Javier De La Torre, se comprobó la simulación.

El imputado sólo presentó el certificado de un médico particular, y por eso tanto el fiscal Gonzalo Stara como las querellas se opusieron al apartamiento, hasta que se realice un peritaje con intervención de las partes. "Con el certificado presentado por el imputado, se actualiza el estado de salud de 2008. ¿Recién ahora se ven en la necesidad de hacerlo? Parece que no demandaba tanta urgencia como aquí se pretende", argumentó el abogado querellante Alvaro Baella; mientras el fiscal Gonzalo Stara agregó: "Es llamativo que dicho padecimiento no haya sido tratado durante todos estos años. Pelliza sólo realizó una consulta con un oftalmólogo y algunas con un dentista en ese lapso". La representante de otra querella, Gabriela Durruty, consideró: "Hasta tanto no se realice al menos una pericial con posibilidad de control, entendemos que debe ser rechazado el pedido".


Los jueces que están a cargo del debate --los tres vienen de Paraná-- decidieron hacer pasar a Pelliza, que sigue la audiencia por televisión, en una sala contigua. El interrogatorio fue jugoso. El hombre entró acompañado de su esposa --la defensora dijo que "no puede estar solo en situaciones de stress"-- y caminó balanceándose hasta la silla. Allí, dijo no recordar ni siquiera su nombre, que leyó del documento de identidad. Con frases entrecortadas e inaudibles, le preguntaba a la mujer --sentada en un costado-- cuestiones básicas. "Usted dijo que no podía leer pero recién leyó su documento", observó Berros.


--¿Qué hace todo el día? --preguntó Carnero.

--Riego plantas --contestó el imputado, con la voz más baja que pudo.

--¿Ayuda a su esposa con los quehaceres del hogar? --insistió la jueza.

--En lo que puedo sí.

--¿Qué puede? --repreguntó López Arango.

--En lo que me dice...

--¿Lava los platos? --insistió el presidente del Tribunal.

--Sí.

--¿Barre?

--No.

--¿Mira televisión? --inquirió Berros.

--Muy poco.

--¿Qué ve en televisión? ¿Qué le gusta ver? --quiso saber la magistrada.

--No sé. Lo que usted está diciendo, cuando yo pueda salir de ahí, no voy a acordarme --insistió el imputado, en un súbito rapto de lucidez que le permitió articular una frase para insistir en que sus respuestas no tenían validez.

La otra pregunta de los jueces fue si reconocía a los otros imputados. "Tendrían que presentármelos", respondió Pelliza. Cuando le pidieron que los observara, el hombre no dudó: se dio vuelta y miró a los once imputados, no tuvo confusión alguna sobre el lugar que ocupaban en la sala de audiencias sus compañeros del grupo de tareas que dependía del Batallón de Inteligencia 121 del Ejército.


Con una rapidez inusual en los juicios por crímenes de lesa humanidad que se realizaron hasta ahora en Rosario, el Tribunal resolvió mantener a Pelliza en el debate hasta tanto se haga la pericia médica que permita develar si está en condiciones de someterse a juicio. Más tarde, se completó la ronda de indagatorias. Juan Daniel Amelong --que es abogado-- solicitó ejercer su defensa técnica a la par del defensor oficial Silvio Galarza Azzoni, que tiene asignado. Los mismos jueces, en Paraná, se lo permitieron en otro proceso. El represor --condenado a prisión perpetua en la primera parte de este juicio-- también solicitó contar con una notebook. Todos sus antiguos compañeros se sumaron a la solicitud. También Ariel López hizo un pedido: no estar presente en el juicio porque debe cuidar a su hijo discapacitado. Por la misma razón había solicitado prisión domiciliaria, que fue otorgada por López Arango y Carnero, pero revocada en julio pasado por la Cámara de Casación Penal. Mañana, el TOF informará las resoluciones de todos los pedidos, y la semana próxima comenzarán a declarar los testigos.

Fuente:Rosario12

Juicio Guerrieri II 
Una actuación poco convincente
15/08/2013
Por Luciano Couso


El tribunal que juzga a los doce represores de la causa Guerrieri II puso en evidencia en la audiencia de este jueves la coartada del acusado Alberto Pelliza para ser separado del juicio por razones de salud. El ex PCI intentó demostrar que habita en el olvido, pero tropezó con un par de zancadillas de los jueces.

Pelliza ―dijo el juez Roberto López Arango, presidente del Tribunal Oral Federal 1 de Rosario.

Alberto Enrique Pelliza, ex Personal Civil de Inteligencia durante la última dictadura levantó la mirada y la dirigió al juez.

Tome asiento, Pelliza― continuó el juez, y obtuvo una obediente respuesta del imputado por crímenes de lesa humanidad.


Cuando le preguntó cómo se llamaba, Pelliza dijo que no sabía y sacó del bolsillo trasero de su pantalón su documento de identidad. Hizo como que leía y dijo que no sabía su nombre, ni recordaba su edad ni ningún otro dato filiatorio.


Entones López Arango le recordó que unos minutos antes lo había llamado por su apellido y él había respondido. A partir de ahí, la coartada de Pelliza comenzó a deteriorarse.


Su defensora oficial había pedido al tribunal que fuera separado del juicio y que no participara de las audiencias en función de que sufrió un ACV (accidente cerebro-vascular), hecho ocurrido en 1982.


El fiscal Gonzalo Stara planteó que según el legajo del ex PCI desde “2008 a la fecha” sólo recurrió a los servicios médicos del “oftalmólogo y el odontólogo”, por lo que rechazó la pretensión de la defensa.


Finalmente, el tribunal resolvió que decidirá en la audiencia de este viernes si Pelliza sigue o no en el juicio, del mismo modo que dará respuesta a otro imputado, Juan Daniel Amelong, quien solicitó su “autodefensa” (es abogado) y que le suministren una notebook.


Los doce acusados en el juicio tuvieron la posibilidad de declarar ante el TOF 1. Luego de que las partes expusieran las cuestiones preliminares el tribunal inició la etapa de las declaraciones otorgándoles a los doce la posibilidad de ejercer su defensa material.


En el juicio están acusados Pascual Guerrieri; Amelong; Alberto Fariña; Walter Pagano; Eduardo Costanzo; Marino González; Ariel Porra; Pelliza; Ariel López; Andrés Cabrera; Carlos Sfulcini y Joaquín Guerrera.

Se les imputan homicidios (en 14 casos), privaciones ilegítimas de la libertad, aplicación de tormentos y asociación ilícita.

Todos cumplieron funciones en el Batallón de Inteligencia 121 de Rosario durante los años 1977 y 1978 y se les imputan los delitos de los que fueron víctimas 27 personas que en su mayoría pasaron en ese período por alguno de los cinco centros clandestinos de detención que funcionaron bajo la órbita de esa dependencia del Ejército.


Algunos de los imputados optaron por abstenerse a declarar, otros expresaron su presunta inocencia y negaron responsabilidad en los hechos que se les achacan y dos, Amelong y Oscar Pascual Guerrieri, hicieron uso de ese derecho constitucional.


Guerrieri alabó a los integrantes del TOF1 de Rosario, los jueces entrerrianos López Arango, Lilia Carnero y Noemí Berros que lo condenaron el año pasado en otra causa en la localidad de Paraná, por considerar que fue un “juicio justo” al igual “que el proceso”.


La jueza Carnero le respondió que si consideraba justo el proceso era porque acepta los hechos por los que fue condenado, y le pidió que si quería colaborar dijera “a los querellantes y a la sociedad dónde están los desaparecidos”.


Luego Amelong, que también es abogado, volvió a pedir al tribunal “ejercer la autodefensa” en el juicio y que se le suministrara una notebook, solicitud que el TOF1 postergó para la audiencia de este viernes.


Por último, el imputado Ariel López (ex PCI) pidió al TOF1 permanecer en su domicilio durante el debate porque, dijo, no tiene quien atienda a su hijo de 41 años que sufre Síndrome de Down y diabetes.

Tras establecer un cuarto intermedio, los jueces señalaron que mañana responderán las distintas peticiones formuladas este jueves.
Fuente:RedaccionRosario


15.08.2013
La audiencia pasó a cuarto intermedio y se resolverá sobre otros pedidos
Guerrieri II: Comenzó el juicio oral y se denegó a dos acusados el pedido de ser separados

Doce son los imputados en la nueva "megacausa" rosarina 
Los doce acusados en el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en la causa “Guerrieri II” tuvieron hoy la posibilidad de declarar ante el Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) de Rosario y dos de ellos solicitaron ser apartados del debate oral por razones de salud, petición que fue denegada por los jueces. El juicio esta tarde pasó a un cuarto intermedio hasta mañana, cuando resolverá esas solicitudes de los imputados y los pedidos de otros tres de poder contar con una computadora durante el debate.

Rosario.- En la audiencia iniciada esta mañana a las 10 en los tribunales federales de Rosario las partes expusieron las cuestiones preliminares y luego el TOF1 inició la etapa de las declaraciones otorgándoles a los doce imputados la posibilidad de ejercer su defensa material.

En el juicio están acusados Pascual Guerrieri; Daniel Amelong; Alberto Fariña; Walter Pagano; Eduardo Costanzo; Marino González; Ariel Porra; Alberto Pelliza; Ariel López; Andrés Cabrera; Carlos Sfulcini y Joaquín Guerrera.

Se les imputan homicidios (en 14 casos), privaciones ilegítimas de la libertad, aplicación de tormentos y asociación ilícita, según la elevación a juicio de la Fiscalía.

Todos cumplieron funciones en el Batallón de Inteligencia 121 de Rosario durante los años 1977 y 1978 y se les imputan los delitos de los que fueron víctimas 27 personas, que en su mayoría pasaron en ese período por alguno de los cinco centros clandestinos de detención que funcionaron bajo la órbita de esa dependencia del Ejército.

En la audiencia de hoy, algunos de los imputados optaron por abstenerse de declarar, otros expresaron su presunta inocencia y negaron responsabilidad en los hechos que se les achacan y dos, los militares retirados Juan Daniel Amelong y Oscar Pascual Guerrieri, hicieron uso de ese derecho constitucional.

El teniente coronel(R) Guerrieri alabó a los integrantes del TOF1 de Rosario, los jueces entrerrianos Roberto López Arango, Lilia Carnero y Noemí Berros que lo condenaron el año pasado en otra causa en la localidad de Paraná, por considerar que fue un "juicio justo" al igual "que el proceso".

La jueza Carnero le respondió que si consideraba justo el proceso era porque acepta los hechos por los que fue condenado, y le pidió que si quería colaborar dijera "a los querellantes y a la sociedad dónde están los desaparecidos".

Luego el teniente coronel (R) Amelong, que también es abogado, volvió a pedir al tribunal "ejercer la autodefensa" en el juicio y que se le suministrara una notebook, solicitud que el TOF1 postergó para la audiencia de mañana.

La defensa del ex Personal Civil de Inteligencia (PCI) Alberto Pelliza pidió su "separación del proceso" y que no participe de las audiencias por un ACV que sufrió en 1982, que le impedirían formar parte del juicio.

El fiscal Gonzalo Stara rechazó el pedido al aducir que "de 2008 a la fecha" las únicas visitas sanitarias que realizó el imputado fueron "al oftalmólogo y al odontólogo", según consta en su legajo. Las querellas particulares también rechazaron el planteo y solicitaron una pericia de una junta médica oficial y de parte para determinar el estado de salud del acusado, cuestión que el tribunal resolverá mañana.

Por último, el imputado Ariel López (ex PCI) pidió al TOF1 permanecer en su domicilio durante el debate porque, dijo, no tiene quién atienda a su hijo de 41 años con Síndrome de Down y diabetes.

Tras establecer un cuarto intermedio, los jueces señalaron que mañana responderán las distintas peticiones formuladas hoy.
Fuente:Telam 

No hay comentarios: