Es una mujer
Abuelas de Plaza de Mayo encontró al nieto 115
Viernes 22 de agosto de 2014
A las 19 hs, el organismo que preside Estela de Carlotto anunciará que encontró al nieto 115. La mujer, que reside en Europa, es la nieta de una de las fundadoras de Abuelas. Conocé su historia.
Abuelas de Plaza de Mayo encontró al nieto 115
Viernes 22 de agosto de 2014
A las 19 hs, el organismo que preside Estela de Carlotto anunciará que encontró al nieto 115. La mujer, que reside en Europa, es la nieta de una de las fundadoras de Abuelas. Conocé su historia.
Según confirmaron a Diario Registrado, Abuelas de Plaza de Mayo anunciará a las 19 hs que encontró al nieto recuperado número 115.
Se trata de una mujer, que vive en Europa, y es la nieta de una de las fundadoras de Abuelas, Alicia Zubasnabar de De la Cuadra, quien falleciera en 2008.
La historia de 'Licha'
nacida en Corrientes, se instaló junto a su esposo en La Plata, en 1945. Durante la dictadura cívico militar fueron secuestrados-desaparecidos su esposo, un obrero de Propulsora Siderúrgica, de Ensenada, su hijo Roberto José y su hija Elena, quien se hallaba embarazada, su yerno Héctor Baratti, y su otro yerno Gustavo Ernesto Fraire, con su nieto que sí recuperó.
Luego se enteraría que, el 16 de junio de 1977 nació en cautiverio su nieta, a quien la madre llamó Ana Libertad.
La confesión de Licha: "El 1 de julio de 1977, llegó a casa un hombre joven, que dijo haber estado en la comisaría Quinta de La Plata, en el mismo cuarto que el marido de Elena. Allí me contó que Elena había tenido una nena, que le puso Ana, que pesó 3 kilos 750 gramos, que le fueron tomadas las huellas plantares".
Fuente:DiarioRegistrado
LAS ABUELAS DE PLAZA DE MAYO ANUNCIARON LA RESTITUCION DE UNA NUEVA NIETA, LA HIJA DE ELENA DE LA CUADRA Y HECTOR BARATTI
La búsqueda de la identidad no tiene límites ni fronterasPor Victoria Ginzberg
Se trata de la nieta de la primera presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Alicia Zubasnabar de De la Cuadra, que falleció en 2008. La joven, que nació en la Comisaría Quinta de La Plata, vive en Europa y se realizó el estudio de ADN voluntariamente.
Claudia Carlotto, de la Conadi; Pablo Parenti, de la Procuración, y Estela de Carlotto y Rosa Roisinblit, en la sede de las Abuelas de Plaza de Mayo.Imagen: Pablo Piovano.
La noticia de este nuevo hallazgo se produjo a menos de tres semanas del anuncio del encuentro de Ignacio Guido Montoya Carlo-tto, el nieto de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Ese hecho hizo que las consultas de personas que creen que pueden ser hijos de desaparecidos y las denuncias sobre posibles apropiaciones se multiplicaran. Pero este nuevo caso no es producto del “efecto Guido”, sino de un trabajo conjunto de distintos organismos que empezó algunos años antes.
El dato que permitió iniciar la investigación llegó en 2010 a través de un mail anónimo con no mucha información, tan solo el nombre de la joven y sus presuntos apropiadores (que no fueron difundidos para preservar la intimidad de la nieta) y algunas circunstancias que hacían presumir que se trataba de una hija de desaparecidos. Con ese material, la Conadi inició una pesquisa: algo que llamó la atención fue el nombre de la partera, que ya estaba identificada como una profesional vinculada con la trata de personas. Luego, el expediente fue a la unidad especial de la Procuración que encabeza Pablo Parenti, que profundizó y formalizó la denuncia. Luego de enterarse de que había un expediente abierto, la hija de Héctor Baratti y Elena de la Cuadra aceptó hacerse el estudio de ADN voluntariamente. Se presentó el 25 de abril de este año en el consulado del país en el que vive para sacarse sangre, su muestra viajó en valija diplomática y llegó el 8 de mayo a la Dirección de Derechos Humanos de Cancillería. El Banco Nacional de Datos Genéticos confirmó su filiación.
“No es el primer examen que se hace en el extranjero. Hace años logramos evitar el traslado al país de quienes dudan. Trabajamos con Cancillería para hacer una cadena de custodia legal y científicamente adecuada. Se han hecho muchos, también de familiares reclamantes. Este es el primer caso que da un resultado positivo, pero no es casualidad o suerte, es fruto de años de trabajo”, señaló Claudia Carlo-tto, titular de la Conadi, durante la conferencia de prensa realizada en la sede de las Abuelas.
Elena y Héctor militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y fueron secuestrados el 23 de febrero de 1977 en La Plata, cuando ella estaba embarazada de cinco meses. Ambos pasaron por el centro clandestino de detención que funcionó en la Comisaría Quinta de La Plata, donde nació su hija. Elena podría haber estado también en el Pozo de Quilmes. Sigue desaparecida. Héctor fue visto en la Comisaría Octava. Sus restos fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
Desde el secuestro de Elena hasta poco después del nacimiento de la niña, la familia De la Cuadra recibió mensajes por abajo de la puerta de la casa o al teléfono. Uno de ellos, supieron años después, se los dejó Adriana Calvo, ex detenida-desaparecida. En julio de 1977 recibieron un papelito que Alicia, mamá de Elena y luego Estela, su hermana, guardaron y mostraron en lo juicios en los que se ventiló el caso. “16/6 la señora tuvo una nena, que no saben dónde está la nenita, los padres están bien, de la Cuadra”, decía.
Estela de Carlotto contó ayer que Ana Libertad habría crecido con una familia sin vínculo directo con las Fuerzas Armadas (pero “anotar como hijo propio alguien que no lo es es un delito del que se ocupará la Justicia”) y que “estaba ansiosa por saber”. También recordó a Licha, compañera de los primeros tiempos. “Su casa fue a la primera que fui para no estar sola. Nos reuníamos allí aún en dictadura y era la casa de donde se habían llevado a su hijo, Era una especie de desafío”, aseguró.
La Iglesia
–Ustedes no tienen que odiar cuando los torturan –insistía a los secuestrados el cura Christian Von Wernich, asiduo concurrente a la Comisaría Quinta.
–¿Qué culpa tiene mi hija? –le replicó una vez Héctor Baratti, que acababa de enterarse de que su mujer, Elena de la Cuadra, había dado a luz en cautiverio.
–Los hijos deben pagar la culpa de los padres –fue la respuesta.
La escena fue relatada ante la Justicia por el sobreviviente Luis Velasco, que la presenció. Von Wernich cumple condena por su responsabilidad en delitos de lesa humanidad, pero la Iglesia nunca lo sancionó.
No fue la única intervención de funcionarios eclesiásticos en este caso. En su búsqueda, los De la Cuadra lograron contactar al obispo Mario Serra, que los mandó a ver al secretario del vicariato castrense, Emilio Graselli. A él le piden por Elena y por Roberto José, otro de sus hijos, que había sido secuestrado antes.
En una segunda reunión Graselli les dijo: “No me dijeron que Elena estaba embarazada”. También les reveló que sobre Roberto José no había nada que hacer, pero que Elena estaba bien y en los alrededores de La Plata. No quiso dar precisiones. “Va a ser peor para ella, ustedes van a empezar a dar vueltas, y eso es peor”, argumentó. También les dijo que volvieran, que si Elena pasaba a disposición del Poder Ejecutivo entonces, quizá, podía ayudarlos. Pero eso no ocurrió.
Otro contacto al que acudió la familia fue Pedro Arrupe, general de la Compañía de Jesús, que había estado en Argentina y se había ido a Japón becado por los De la Cuadra. En ese contexto, el padre de Elena les pidió a sus hijos que se habían ido a Italia que lo buscaran para pedirle por la niña. Los hermanos tuvieron una audiencia en Roma y Arrupe les dijo que iba a conectarse con el provincial de los jesuitas, Jorge Bergoglio.
“Mis hermanos le comentan el resultado del encuentro a mi padre, pasa el tiempo y mi padre intenta ver a Bergoglio, hasta que finalmente es recibido”, contó Estela de la Cuadra al declarar en el juicio por el plan sistemático de apropiación de niños durante la última dictadura. “Acá –dijo Estela– tengo la notita. Bergoglio le dio una carta a mi padre en la que le dice, claramente, al obispo auxiliar de La Plata que interceda y se ocupe del caso.”
Con esa carta, Mario Picchi –el arzobispo de La Plata– recibió al padre de Elena. “Voy a ir a ver al vicegobernador”, le dijo y en ese encuentro supo que la niña había nacido y había sido regalada. “Espere un poco”, le dijo al padre de Estela. “En diciembre, con el cambio de jefatura, va a subir alguien que fue alumno mío y no me va a negar una gauchada.” Lo hizo, pero el resultado fue el mismo: que la tenía “un matrimonio bien” y que no había “vuelta atrás”.
Por este caso Bergoglio declaró por escrito como testigo. Mencionó la entrevista con el padre de Elena y Estela, pero dijo que no se acordaba si le habían dicho que la hija que buscaban estaba embarazada. Elogió la tarea de las Abuelas pero aseguró no haber sabido de la apropiación de niños hasta el Juicio a las Juntas.
Durante la conferencia de prensa realizada ayer, Página/12 preguntó si esperaban que la Iglesia colaborara en resolver otros casos de hijos de desaparecidos. Carlo-tto señaló que después de la entrevista que tuvo con Bergoglio luego de que se convirtiera en Papa se habían abierto algunos canales de diálogo. “Hay disposición”, afirmó. Otros colaboradores de la institución contaron que recientemente recibieron actas de bautismo que pidieron en casos que se están investigando.
Tal vez sea por esas pesquisas, tal vez por alguno de los tantos que a partir del “efecto Guido” quisieron sacarse la duda. Lo cierto es que Estela de Carlotto cerró la conferencia entusiasmada: “Hasta el próximo nieto”, saludó.
Momento de movilización
Claudia Carlotto, titular de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, contó que a partir del encuentro de Ignacio Guido Montoya Carlotto –nieto de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y también su sobrino– los llamados al organismo que encabeza se multiplicaron. Dijo que había una “híper demanda” y reveló que tuvo una reunión con el ministro de Justicia, Julio Alak, con el objetivo de reforzar el trabajo de esa dependencia. “No podemos absorber la demanda y no queremos que nadie tenga que esperar o se arrepienta de haberse presentado. Esperamos que esto se sostenga”, dijo ayer. Pablo Parenti, de la Unidad Especializada en casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado de la Procuración, señaló que también en ese organismo, que no suele ser receptor de denuncias, se presentaron personas interesadas en aportar información, incluso desde el exterior. “Es un momento de movilización por este tema. Ojalá venga otro hallazgo”, agregó.
La comisaría
Ana Libertad es la nieta 115 recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo. Es la hija la hija de Héctor Carlos Baratti y Elena De la Cuadra y nieta de Alicia Zubasnabar de De la Cuadra, una de las fundadoras del organismo y la primera presidenta. Este año, a pedido de la Justicia Federal, Ana se hizo el análisis de sangre y el Banco Nacional de Datos Genéticos pudo confirmar quienes eran sus padres. Así lo informó esta tarde la titular de Abuelas, Estela de Carlotto. Los padres de Ana Libertad, como la llamó su mamá, fueron detenidos en la Comisaría Quinta de La Plata. Elena parió allí y luego fue llevada al centro clandestino de detención Pozo de Quilmes.
“Se trata de la nieta de Alicia, una de las fundadoras de la Asociación que lamentablemente falleció”, dijo Estela al abrir la conferencia de prensa convocada en la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y subrayó:
"Licha De la Cuadra buscó a su nieta hasta el día de su muerte. Toda la familia la ha buscado mucho y esta chica se va a encontrar con una familia muy linda".
Elena, que estaba embarazada de cinco meses, fue secuestrada junto a su pareja, Héctor. Por testimonios de sobrevivientes, se pudo saber que, el 16 de junio de 1977, dio a luz en cautiverio y que llamó a su hija Ana Libertad.
En 2010, Abuelas y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) recibieron una denuncia con información sobre una joven que podría ser hija de desaparecidos. Luego de una investigación documental, el 26 de febrero de 2013, el caso fue remitido por la Conadi a la Unidad Especializada en Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado, de la Procuración General de la Nación, que encabeza Pablo Parenti.
Esta Unidad, creada en 2012 a instancias de Abuelas, realizó una investigación preliminar que en agosto de 2013 fue enviada a un juzgado federal, solicitando la extracción de sangre. Desde el tribunal citaron a Ana y ella se hizo la extracción de sangre, que realizó el consulado argentino del país donde vive.
La extracción se hizo el 25 de abril pasado y la muestra llegó el 8 de mayo a la Argentina. Fue recibida por la Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería. Este organismo la remitió al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) para efectivizar el estudio.
El Banco informó ayer al juzgado que la joven es hija de Héctor Baratti y Elena De la Cuadra. Se preservan los datos de la causa y del juzgado para evitar que trascienda información que podría dañar la privacidad de esta víctima de apropiación.
“Destacamos que este es el primer caso investigado por la Unidad especializada en apropiación que finaliza con la restitución de identidad de una de nuestras nietas. Además, evidencia la coordinación de distintos organismos del Estado que trabajaron mancomunadamente para la resolución de este delito de lesa humanidad”, dijo Carlotto.
Según anticipó la titular de Abuelas, los apropiadores son civiles y anotaron a la chica como hija propia. Ese tema está siendo investigado por el juzgado federal.
“Es inmensa la felicidad que nos produce comunicar la restitución de otra nieta a tan pocos días de la última. Agradecemos a todos aquellos que se hacen eco de esta noticia y reiteramos la importancia que significa para el proceso de restitución, el trabajo responsable de los medios, respetando la intimidad de las víctimas y los datos sensibles para que las investigaciones judiciales lleguen a buen puerto. Elena y Héctor llamaron a su hija Ana Libertad. Hoy ella logró adquirir ese bien tan preciado que sus padres le desearon con su nombre: bienvenida Ana a tu libertad”, señaló Abuelas en un comunicado.
Esta nueva restitución se produce a 17 días de la restitución de identidad de Ignacio Guido Montoya Carlotto, hijo de Laura Carlotto y Walmir Montoya y nieto de la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto. Ignacio Guido se había acercado a Abuelas en junio de este año. “Con inmensa alegría, Abuelas informa la restitución “Quiero decir gracias a todos, gracias a Dios, gracias a la vida. Porque lo que yo quería era no morirme sin abrazarlo y pronto lo voy a poder abrazar”, expresó Estela en aquel momento. "Que alegría recibir la noticia del hallazgo del nieto 115!", tuiteó Ignacio Guido esta tarde.
“La foto de Messi provocó una catarata de llamados. Quién te dice que en 15 días no tenemos otra conferencia de prensa”, se entusiasmaba Abel Madariaga, secretario de Abuelas, que hace tres años recuperó a su hijo, Francisco, que es un calco delgado y tatuado de Abel.
22-8-2014
Nieto restituido
La restitución de la nieta 115
“Licha”, la primera presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo
Se murió hace ocho años pero su tarea fue fundamental para que otras mujeres y hombres pudieran abrazar a los hijos de sus hijos que nacidos en cautiverio. En la casa platense de Alicia Zubasnabar de De la Cuadra se fundó Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos, el primer nombre de la entidad. Dio pelea hasta unos días antes de cumplir 93 años.
Alicia Zubasnabar de De la Cuadra, a la que todos llamaban Licha, no va a poder abrazar a su nieta. Se murió hace ocho años pero su tarea fue fundamental para que otras mujeres y hombres pudieran abrazar a los hijos de sus hijos nacidos en cautiverio. Licha fue la primera presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, la organización que comenzó nacer al mismo tiempo que los militares daban rienda suelta al plan sistemático de apropiación de bebés y dio pelea hasta unos días antes de cumplir 93 años.
No hay una fecha exacta pero las Abuelas recuerdan que un día María Isabel Chorobik de Mariani, a los que todos llamaban Chicha, quien también buscaba a su nieta, golpeó la puerta de la casa de Licha, en La Plata. Fue una mañana de diciembre de 1977. Chicha llegó y supo que había otras mujeres como ella. Había al menos tres o cuatro niños desaparecidos. Ahí empezaron a pensar que, tal vez no los encontraban porque los mismos que se habían llevado a sus hijos e hijas no se los querían dar. Otra de las mujeres que llegó fue Estela Barnes de Carlotto.
En esa casa, en un sillón de pana verde, se fundó Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos. Fue el resultado de una necesidad: cuando iban a preguntar solas no les daban ninguna respuesta pero cuando iban en grupo lograban sortear algunas barreras. Tiempo después se convirtieron en Abuelas de Plaza de Mayo.
A esa misma casa habían llegado Licha, su marido Roberto Luis De la Cuadra y sus cinco hijos: Estela, Soledad, Luis Eduardo, Roberto José y Elena. Habían llegado en 1959 desde Sauce, un pueblo al sur de Corrientes, donde Licha había nacido, había conocido a Roberto y había empezado a criar a su familia. Los De la Cuadra eran de una familia con campos en Corrientes y buena relación con la Iglesia. Incluso habían donado campos para la curia pero el matrimonio había llegado a La Plata porque quería criar a sus hijos allí.
Para mediados de los setenta, todos los chicos De la Cuadra tenían una activa participación política. Era lo que ocurría con otros jóvenes platenses, porteños o cordobeses o rionegrinos. Participaba de la vida política de su país, tenían proyectos de cambio.
Poco más de un año antes de ese diciembre de 1977 en el que Chicha llegó a ver a Licha, varios hombres armados, con la cara tapada con medias y ropa de fajina irrumpieron en su casa. Buscaban a Roberto José, que era obrero en YPF. Lo encontraron y se lo llevaron a punta de pistola. En febrero de 1977 la secuestraron a Elena, con un embarazo de cinco meses, y a su compañero Héctor Carlos Baratti. Y en diciembre detuvieron a Gustavo Freire, esposo de Estela.
Alguien hizo una llamada a la casa de Licha en junio y avisó que Elena había tenido una hija a la que llamó Ana Libertad. Ese aviso aceitó más la voluntad de Licha y redobló los esfuerzos: pensó en las relaciones familiares con la Iglesia católica y llegó al despacho de monseñor Emilio Graselli. Lo que Licha no imaginaba era la estrecha relación que unía a la conducción de la curia y a buena parte de sus integrantes con la dictadura.
No imaginaba, por ejemplo, que dentro de la Comisaría Quinta de La Plata, donde funcionó un centro clandestino de detención, el cura Christian von Wernich le dijo a Héctor, el padre de Ana Libertad, que no le daría la nieta a sus abuelos porque “la iban a criar igual que a sus hijos”.
Cuando se llevaron a Elena y a Héctor la familia de la Cuadra ya sabía qué hacer. Para entonces sus hijos eran intensamente buscados por las fuerzas de la represión. Elena y Héctor militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), el 23 de febrero de 1977, poco después de la noche, los secuestraron junto a otras personas con las que estaban reunidos en un consultorio odontológico de La Plata. Cinco meses antes, el 2 de septiembre de 1976, una patota había secuestrado a Roberto José, el hermano de Elena.
Como ellos militaban en el el PCML y participaba del movimiento obrero en la región. A Roberto José se lo llevaron de la casa de sus padres, Licha y Roberto de la Cuadra. En el ‘77, también cayó Gustavo Fraire, esposo de Estela, otra de las hermanas de la Cuadra que entonces se vio obligada a partir al exilio. Y también el concuñado de Estela, Juan Raúl Bourg y a la esposa de éste, Alicia Rodríguez de Sáenz.
Dos días después del secuestro de Elena, sus padres presentaron un habeas corpus por ellos. Y contactaron a un obispo que los mandó a ver al vicario castrense Emilio Graselli. En 2011, cuando Estela de la Cuadra declaró en el juicio por el plan sistemático de robos de bebés ante Tribunal Oral Federal Nº 6 llevó una valija con apuntes de esa búsqueda. Estaba el hábeas corpus y, de puño y letra los apuntes que Roberto de la Cuadra tomó de la reunión con Graselli.
“Dice que Elenita estaba bien, que estaba en los alrededores de La Plata”, leyó Estela ante los jueces y aclaró que el vicario castrense les aconsejó dejar la búsqueda. También les dijo que volvieran, que si Elena pasaba a disposición del Poder Ejecutivo entonces, quizá, podía ayudarlos.
La valija que llevó Estela al juicio demuestra que no lo hicieron, no dejaron de buscar a sus hijos, ni a su nieta. En el archivo de la familia de la Cuadra está cada anónimo que recibieron con noticias de Elena, de su esposo Héctor y de la bebe que nació en cautiverio y llamaron Ana Libertad. También los datos de su historia que pasaron de boca en boca entre los detenidos desaparecidos que compartieron cautiverio con ellos en la comisaría Quinta de La Plata, un centro que funcionó bajo el mando del entonces coronel Ramón Camps, y de la Dirección General de Investigaciones a cargo de Miguel Etchecolatz.
En agosto de 1977, Luis Velasco, uno de estos sobrevivientes se contactó con la familia de Elena. Les contó que había estado con Héctor en la comisaría, y que “él estaba obsesionado porque si alguno salía con vida le avisara a los abuelos del nacimiento de Ana Libertad”. Por el testimonio de otros liberados, entre ellos Adriana Calvo, la familia de la Cuadra pudo saber que la nena estuvo unos días con su madre en esa comisaría, después la pesaron y la arrancaron de sus brazos.
En 2012, en el juicio por Circuito Camps ante Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, Osvaldo Lovazzano, otro sobreviviente, contó que sin bien no conoció ni a Héctor, ni a Elena, cuando lo liberaron una mujer que continúa desaparecida le rogó que se comunicara con los “de la Cuadra, acordate de la calle, del cordón, (l)e decía”. Al tiempo venció el miedo y se acercó hasta la Plaza San Martín frente a la gobernación, donde Licha y otras Madres hacían la ronda. A los 92 años, Licha falleció sin haber encontrado a su nieta, pero sus tías y primos la siguieron buscando.
Elena dio a luz a Ana Libertad el 16 de junio de 1977 en un calabozo de la Comisaría 5ª de La Plata. Nunca más se supo de ella. En diciembre de 2009, el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó el cuerpo de Carlos Baratti: había sido enterrado como NN en el cementerio de General Lavalle. Su cuerpo había sido arrojado al mar en un vuelo de la muerte.
Fuente:Infojus
La joven vive en Europa y aceptó voluntariamente hacerse los estudios de ADN. Se llegó a ella a partir de una denuncia anónima realizada en 2010. Intervino la Unidad Fiscal para casos de Apropiación, a partir de la Conadi.
El eco de la restitución de Guido Montoya Carlotto aún resuena en el primer piso de la sede de Abuelas de Plaza de Mayo. Apenas 17 días atrás, Estela de Carlotto comunicaba la aparición de su nieto, del hijo de Laura, lo que conmovió a la sociedad. Ayer, la presidenta de la asociación de Derechos Humanos informó con la misma “inmensa felicidad” una nueva restitución, la 115º, la de Ana Libertad, hija de Héctor Carlos Baratti y de Elena De la Cuadra. Se trata de la nieta de Alicia ‘Licha’ Zubasnabar de De la Cuadra, una de las fundadoras de Abuelas y primera presidenta de la asociación, quien falleció en junio de 2008 sin poder abrazarla. La lucha de Alicia no fue en vano.
Ana Libertad nació en cautiverio el 16 de junio de 1977 en la comisaría 5ta de La Plata. Fue arrancada de los brazos de su madre por el terrorismo de estado y entregada a un matrimonio “civil”. Su apropiador falleció. Actualmente, Ana tiene 37, está casada y reside en Europa. Luego de la filtración del nombre de crianza del último nieto apropiado, que brindó la jueza que instruye la causa, Abuelas decidió no brindar ningún dato sobre el país en el que vive la nueva nieta restituida y resguardar a la nieta recuperada. “No hace mucho que vive allí”, deslizó Carlotto ante la consulta de los periodistas.
Ana, quien se enteró el jueves de la noticia, estaba anotada como hija biológica del matrimonio que la apropió. Cuando se enteró del proceso judicial que estaba en ciernes y que quien figura como su hermana se había realizado un examen de ADN, voluntariamente decidió realizarse un estudio genético.
“Ella estaba ansiosa por conocer su identidad”, contó la presidenta de Abuelas. “Repercutió en el país en que vive el encuentro de Guido. Y también la alentó a preguntar por su propia identidad, cosa que fue rápidamente respondida, felizmente”, explicó Estela. Y comparó con el proceso que transitó su nieto hasta reencontrarse con su verdadera identidad: “En este caso también hubo una voluntad propia de buscar y querer encontrar (una respuesta). Eso facilita mucho lo que resta: el encuentro con su historia”.
Ana ya dio los primeros pasos en ese sentido: ya se contactó con sus tías Estela y Soledad De la Cuadra, dos de las hijas de Licha. “Hay disposición de conocerse. Se va a poner muy contenta cuando vea qué clase de familia biológica tiene”, destacó Carlotto.
EL CASO. Ana Libertad comenzó acercarse sin saberlo a su verdadera identidad en el 2010 cuando las Abuelas y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) recibieron un mail anónimo con una denuncia concreta sobre la posibilidad de que la joven pudiera ser hija de desaparecidos. El 26 de febrero del año pasado, tras una investigación documental, el caso fue remitido por la Conadi a la Unidad Fiscal Especializada en Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado. Se trata del primer caso investigado por esta dependencia que finaliza con la restitución de identidad de una nieta (ver aparte). “Esta Unidad realizó una investigación preliminar que en agosto de 2013 fue enviada a un juzgado federal, solicitando la extracción de sangre de la joven. Al enterarse de la existencia de una causa judicial, la joven llamó a Abuelas para realizarse voluntariamente el análisis genético”, relató Carlotto en la conferencia de prensa.
Un dato central que permitió profundizar la pesquisa fue el nombre de la partera que figura acreditando el falso parto de la bebé apropiada. “Se trata de una partera a la que tenemos en nuestra base de datos vinculada con el tráfico y la sustracción de chicos de la dictadura”, explicó Claudia Carlotto, titular de la Conadi, quien aprovechó la ocasión para destacar que es crucial la colaboración de la sociedad para resolver las apropiaciones. “Hasta el dato más chiquito puede servir”, dijo.
“Como Ana se encontraba en el exterior, la extracción se produjo el 25 de abril de este año a través del Consulado del país en el que reside. La muestra llegó el 8 de mayo a la Argentina y fue recibida por la Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería. Este organismo la remitió al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) para efectivizar el estudio”, narró Estela. El proceso se cumplió con todos los recaudos del caso: “Se realizó una cadena de custodia adecuada legal y científicamente correcta a través de una valija diplomática, con una certificación en el consulado para poder realizar examen de ADN en el extranjero. No es la primera extracción que se hace en el exterior. Hoy parece una novedad porque es el primer caso en el que da positivo”, señaló Claudia Carlotto.
LOS PADRES. Ana Libertad es hija de Elena De la Cuadra y Héctor Baratti. Ambos militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y fueron secuestrados por la Policía Bonaerense el 23 de febrero de 1977, en La Plata. Estuvieron detenidos juntos en la Comisaría 5ta., donde nació Ana Libertad el 16 de junio de 1977. Se presume que Héctor pasó a la Comisaría 8va. de la misma ciudad bonaerense. Elena, posiblemente, haya estado “chupada” en el centro clandestino de detención conocido como el “Pozo de Quilmes”. Ella continúa desaparecida. Los restos de Héctor fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
LA BÚSQUEDA. Ana tiene una gran familia que sufrió de manera radical la represión de la dictadura genocida (ver página 6) y la está esperando. “Una de sus tías trabajó mucho con Abuelas junto a Alicia de La Cuadra”, indicó ayer Estela Carlotto. La presidenta de Abuelas estaba haciendo alusión a Estela, una de las hijas de “Licha”. La relación de Carlotto con los De la Cuadra se remonta a los primeros años de la lucha de las abuelas. Es que en la casa de “Licha se realizaron las primeras reuniones. “Era una casa donde nos reuníamos en dictadura y con bastante riesgo: de ahí se habían llevodo a sus hijos. Era como una especie de desafío”, recordó. Estela de la Cuadra, tía de Ana Libertad, había mencionado a este periodista, cuatro años atrás, el rol de la Iglesia en la cobertura del terrorismo de estado: “Como mínimo, en el ’77, (el ex cardenal y ahora Papa, Jorge) Bergoglio estaba al tanto del caso de Ana Libertad. Mi padre le había contado todo". Estela llevó su planteo ante los jueces del tribunal que juzgaba el Plan Sistemático de robo de bebés y requirió la declaración del ex arzobispo de Buenos Aires, quien fue citado a atestiguar y negó haber tenido información sobre casos de apropiación de niños en aquella época. "En este genocidio Bergoglio tiene mucho que ver. Y en el robo de bebés también. El silencio acompaña y convalida todas y cada una de las conductas de los que individualmente repartieron bebés”, sentenció la tía de Ana Libertad en aquel momento.
Consultada por este tema en la improvisada conferencia de prensa que se realizó tras el anuncio de Ana Libertad, Estela Carlotto aseguró: “Estela denunció la complicidad de la cúpula de la Iglesia sobe estos temas”. Y aclaró: “Con la Iglesia, después de haber sido recibidas por el Papa en abril del año pasado, estamos teniendo una relación bastante fluida con gente que conoce bien el manejo de la Iglesia. Nos están dando algunas respuestas bastante positivas en tanto a la disposición de buscar en los lugres en donde posiblemente han entregado a nuestros nietos los archivos para ver dónde están”.
El mensaje de Carla Rutila Artés
Ayer, a horas de conocerse la identificación de la nieta 115, una de las primeras jóvenes que logró recuperar su identidad, Carla Rutila Artés, subió a su página de Facebook un cálido mensaje dirigido a Licha De la Cuadra, la fundadora de Abuelas que no pudo conocer a Ana Libertad.
"Mi querida Licha, misión cumplida, sólo desde ahi arriba saben como he llorado el dia de hoy. Primero por la emoción de haber sabido que por fin había aparecido. Segundo por amargura de tu ausencia, por pensar esos abrazos que te habrás llevado sin poder dárselos a su destinataria, ella y ese inmenso cariño.
Te recuerdo siempre con mucho amor, me siento feliz por tu hija, Elena, incansable luchadora. Espero poder conocerla (a Ana Libertad) pronto para contarle de ti, de la gran persona que fuiste y que nunca claudicaste en la lucha de conseguir encontrarla.
Te quiero con toda el alma abuela de mi corazón, y repito, MISION CUMPLIDA!!!
Fuente:TiempoArgentino
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, destacó que "Ana Libertad recuperó su identidad", al anunciar junto a familiares y nietos recuperados el hallazgo de la nieta 115, hija de Héctor Carlos Beratti y de Elena De la Cuadra, que es, a su vez, nieta de la primera presidenta de Abuelas, Alicia “Licha” Zubasnabar de De la Cuadra.
"Elena y Héctor llamaron a su hija Ana Libertad. Hoy ella logró adquirir ese bien tan preciado que sus padres le desearon con su nombre: bienvenida Ana a tu libertad", leyó Carlotto ante los medios y todos aquellos que fueron a presenciar la nueva buena noticia anunciada por las Abuelas.
Desde la sede de Abuelas, ubicada en Virrey Cevallos 592, Estela recordó a la abuela “Licha” como aquella que durante la dictadura puso su casa para que allí se realizaran las primeras reuniones que más tarde darían paso a la conformación de lo que hoy es Abuelas de Plaza de Mayo.
Licha falleció en junio de 2008 “sin abrazar a su nieta”, lamentó Carlotto.
Alicia de De la Cuadra tenía dos hijos desaparecidos: primero sufrió la de Roberto José y tiempo después fue detenida, embarazada de cinco meses, Elena.
Mediante la lectura del comunicado del organismo, la titular de Abuelas manifestó que “Elena y Héctor militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y fueron secuestrados por la Policía Bonaerense el 23 de febrero de 1977 en La Plata”. Ambos estuvieron detenidos en la Comisaría Quinta, donde nació su hija, a la que llamaron Ana Libertad.
La nieta de Licha hoy vive en el exterior y la causa a través de la cual se logró determinar su verdadera identidad se inició por medio de una denuncia anónima que una persona envió por mail a Abuelas.
Tras la denuncia, siguieron las investigaciones que desarrolló la Cómisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y la Unidad Especializada en Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado, de la Procuración General de la Nación.
Al enterarse de la existencia de la causa, la joven accedió voluntariamente a realizarse el análisis genético.
Desde Abuelas de Plaza de Mayo destacaron que este es el primer caso investigado por la unidad especializada en apropiación que finaliza con la restitución de identidad de una nieta.
Y resaltaron “la coordinación de distintos organismos del Estado que trabajaron mancomunadamente para la resolución de este delito de lesa humanidad”.
Abuelas también detalló que la extracción de sangre se produjo el 25 de abril de este año a través del Consulado del país en el que reside Ana Libertad y la muestra llegó el 8 de mayo a la Argentina.
La muestra de ADN fue recibida por la Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería y remitida al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) para efectivizar el estudio.
Estela precisó que “este no es el primer análisis de extracción que se hace en el exterior”, pero si la primera vez que los análisis afirman la recuperación de un nieto que se hace el examen genético fuera del país, por lo que resaltó la intervención y el trabajo que desempeña la Cancilleria argentina.
La nieta de Licha “estaba ansiosa por saber su identidad” contó Carlotto, quien detalló también que la joven ya se comunicó con sus tías, que actualmente viven en La Plata y que “están muy conmovidas”.
Finalmente, Estela pidió a los medios que realicen un “trabajo responsable” para que la investigación se siga desarrollando de la mejor manera y se despidió “hasta el próximo nieto”, mientras abuelas, nietos recuperados expresaban a coro: “detenidos desaparecidos, presentes”.
Acompañaron a Estela de Carlotto, la coordinadora de la Conadi, Claudia Carlotto; el coordinador de la Unidad especializada para casos de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado, Pablo Parenti; la titular de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Taty Almeida; los abogados del organismo, y los nietos recuperados Victoria Montenegro, Horacio Pietragalla y Pablo Gaona Miranda, entre otros.
La hija de Héctor Baratti y Elena de la Cuadra nació en el centro clandestino de detención que funcionó en la comisaría quinta de La Plata. Igual que Leonardo Fossati, otro nieto que recuperó su identidad y que estaba presente ayer en la conferencia de prensa. Fossati contó que luego del juicio por el llamado circuito Camps, en el que fueron condenados 16 policías y un civil por crímenes de lesa humanidad, las Abuelas solicitaron que esa dependencia policial que sigue activa en el centro platense se convierta en un espacio para la memoria. El pedido fue tomado por el tribunal, que recomendó al gobierno provincial esa medida. “Estamos esperando que esto suceda, así como es esencial la recuperación de la identidad y la recuperación de los restos de nuestros padres y el juicio y castigo a los culpables, creemos que también estos sitios deben dar cuenta de lo que allí sucedió”, dijo Fossati.
Fuente:Pagina12
22-8-2014
Nieto restituido
A 17 días de la restitución de Ignacio Guido Montoya Carlotto
Abuelas confirmó la identidad de la nieta 115: "Bienvenida Ana Libertad"
Nieto restituido
A 17 días de la restitución de Ignacio Guido Montoya Carlotto
Abuelas confirmó la identidad de la nieta 115: "Bienvenida Ana Libertad"
La joven es hija de Héctor Carlos Baratti y Elena De la Cuadra. Ambos fueron detenidos en la Comisaría Quinta de La Plata. Se supone que Elena fue llevada luego al centro clandestino de detención Pozo de Quilmes. Es la nieta de Alicia, una de las fundadoras de Abuelas.
Fotos Majo Malvares
“Se trata de la nieta de Alicia, una de las fundadoras de la Asociación que lamentablemente falleció”, dijo Estela al abrir la conferencia de prensa convocada en la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y subrayó:
"Licha De la Cuadra buscó a su nieta hasta el día de su muerte. Toda la familia la ha buscado mucho y esta chica se va a encontrar con una familia muy linda".
Elena, que estaba embarazada de cinco meses, fue secuestrada junto a su pareja, Héctor. Por testimonios de sobrevivientes, se pudo saber que, el 16 de junio de 1977, dio a luz en cautiverio y que llamó a su hija Ana Libertad.
En 2010, Abuelas y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) recibieron una denuncia con información sobre una joven que podría ser hija de desaparecidos. Luego de una investigación documental, el 26 de febrero de 2013, el caso fue remitido por la Conadi a la Unidad Especializada en Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado, de la Procuración General de la Nación, que encabeza Pablo Parenti.
Esta Unidad, creada en 2012 a instancias de Abuelas, realizó una investigación preliminar que en agosto de 2013 fue enviada a un juzgado federal, solicitando la extracción de sangre. Desde el tribunal citaron a Ana y ella se hizo la extracción de sangre, que realizó el consulado argentino del país donde vive.
La extracción se hizo el 25 de abril pasado y la muestra llegó el 8 de mayo a la Argentina. Fue recibida por la Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería. Este organismo la remitió al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) para efectivizar el estudio.
El Banco informó ayer al juzgado que la joven es hija de Héctor Baratti y Elena De la Cuadra. Se preservan los datos de la causa y del juzgado para evitar que trascienda información que podría dañar la privacidad de esta víctima de apropiación.
“Destacamos que este es el primer caso investigado por la Unidad especializada en apropiación que finaliza con la restitución de identidad de una de nuestras nietas. Además, evidencia la coordinación de distintos organismos del Estado que trabajaron mancomunadamente para la resolución de este delito de lesa humanidad”, dijo Carlotto.
Según anticipó la titular de Abuelas, los apropiadores son civiles y anotaron a la chica como hija propia. Ese tema está siendo investigado por el juzgado federal.
“Es inmensa la felicidad que nos produce comunicar la restitución de otra nieta a tan pocos días de la última. Agradecemos a todos aquellos que se hacen eco de esta noticia y reiteramos la importancia que significa para el proceso de restitución, el trabajo responsable de los medios, respetando la intimidad de las víctimas y los datos sensibles para que las investigaciones judiciales lleguen a buen puerto. Elena y Héctor llamaron a su hija Ana Libertad. Hoy ella logró adquirir ese bien tan preciado que sus padres le desearon con su nombre: bienvenida Ana a tu libertad”, señaló Abuelas en un comunicado.
Esta nueva restitución se produce a 17 días de la restitución de identidad de Ignacio Guido Montoya Carlotto, hijo de Laura Carlotto y Walmir Montoya y nieto de la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto. Ignacio Guido se había acercado a Abuelas en junio de este año. “Con inmensa alegría, Abuelas informa la restitución “Quiero decir gracias a todos, gracias a Dios, gracias a la vida. Porque lo que yo quería era no morirme sin abrazarlo y pronto lo voy a poder abrazar”, expresó Estela en aquel momento. "Que alegría recibir la noticia del hallazgo del nieto 115!", tuiteó Ignacio Guido esta tarde.
“La foto de Messi provocó una catarata de llamados. Quién te dice que en 15 días no tenemos otra conferencia de prensa”, se entusiasmaba Abel Madariaga, secretario de Abuelas, que hace tres años recuperó a su hijo, Francisco, que es un calco delgado y tatuado de Abel.
22-8-2014
Nieto restituido
La restitución de la nieta 115
“Licha”, la primera presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo
Se murió hace ocho años pero su tarea fue fundamental para que otras mujeres y hombres pudieran abrazar a los hijos de sus hijos que nacidos en cautiverio. En la casa platense de Alicia Zubasnabar de De la Cuadra se fundó Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos, el primer nombre de la entidad. Dio pelea hasta unos días antes de cumplir 93 años.
No hay una fecha exacta pero las Abuelas recuerdan que un día María Isabel Chorobik de Mariani, a los que todos llamaban Chicha, quien también buscaba a su nieta, golpeó la puerta de la casa de Licha, en La Plata. Fue una mañana de diciembre de 1977. Chicha llegó y supo que había otras mujeres como ella. Había al menos tres o cuatro niños desaparecidos. Ahí empezaron a pensar que, tal vez no los encontraban porque los mismos que se habían llevado a sus hijos e hijas no se los querían dar. Otra de las mujeres que llegó fue Estela Barnes de Carlotto.
En esa casa, en un sillón de pana verde, se fundó Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos. Fue el resultado de una necesidad: cuando iban a preguntar solas no les daban ninguna respuesta pero cuando iban en grupo lograban sortear algunas barreras. Tiempo después se convirtieron en Abuelas de Plaza de Mayo.
A esa misma casa habían llegado Licha, su marido Roberto Luis De la Cuadra y sus cinco hijos: Estela, Soledad, Luis Eduardo, Roberto José y Elena. Habían llegado en 1959 desde Sauce, un pueblo al sur de Corrientes, donde Licha había nacido, había conocido a Roberto y había empezado a criar a su familia. Los De la Cuadra eran de una familia con campos en Corrientes y buena relación con la Iglesia. Incluso habían donado campos para la curia pero el matrimonio había llegado a La Plata porque quería criar a sus hijos allí.
Para mediados de los setenta, todos los chicos De la Cuadra tenían una activa participación política. Era lo que ocurría con otros jóvenes platenses, porteños o cordobeses o rionegrinos. Participaba de la vida política de su país, tenían proyectos de cambio.
Poco más de un año antes de ese diciembre de 1977 en el que Chicha llegó a ver a Licha, varios hombres armados, con la cara tapada con medias y ropa de fajina irrumpieron en su casa. Buscaban a Roberto José, que era obrero en YPF. Lo encontraron y se lo llevaron a punta de pistola. En febrero de 1977 la secuestraron a Elena, con un embarazo de cinco meses, y a su compañero Héctor Carlos Baratti. Y en diciembre detuvieron a Gustavo Freire, esposo de Estela.
Alguien hizo una llamada a la casa de Licha en junio y avisó que Elena había tenido una hija a la que llamó Ana Libertad. Ese aviso aceitó más la voluntad de Licha y redobló los esfuerzos: pensó en las relaciones familiares con la Iglesia católica y llegó al despacho de monseñor Emilio Graselli. Lo que Licha no imaginaba era la estrecha relación que unía a la conducción de la curia y a buena parte de sus integrantes con la dictadura.
No imaginaba, por ejemplo, que dentro de la Comisaría Quinta de La Plata, donde funcionó un centro clandestino de detención, el cura Christian von Wernich le dijo a Héctor, el padre de Ana Libertad, que no le daría la nieta a sus abuelos porque “la iban a criar igual que a sus hijos”.
22-8-2014
Nieto restituido
Abuelas confirmó una nueva restitución de la identidad
Una búsqueda que empezó con una notita anónima
Nieto restituido
Abuelas confirmó una nueva restitución de la identidad
Una búsqueda que empezó con una notita anónima
A la abuela "Licha" le dejaron un papelito debajo de la puerta de su casa, en julio de 1977. “16/6 la señora tuvo una nena, que no saben dónde está la nenita, los padres están bien, de la Cuadra”, decía. Ese fue el primer paso de la búsqueda de su nieta. Su hija Elena dio a luz a Ana Libertad el 16 de junio de 1977 en un calabozo de la Comisaría 5ª de La Plata.
Alicia “Licha” Zubasnabar de la Cuadra y su hija Elena, madre de Ana Libertad
En julio de 1977 Alicia “Licha” Zubasnabar de la Cuadra encontró un papelito debajo de la puerta del departamento donde vivía en La Plata. “16/6 la señora tuvo una nena, que no saben dónde está la nenita, los padres están bien, de la Cuadra”, decía el anónimo que le confirmó que su hija Elena, secuestrada con cinco meses de embarazo, había dado a luz. Y ella se convirtió en la primera presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, la institución que hoy anunció con felicidad que una joven accedió a realizarse el estudio de ADN que confirmó que es hija de Elena y Héctor Carlos Baratti.
En julio de 1977 Alicia “Licha” Zubasnabar de la Cuadra encontró un papelito debajo de la puerta del departamento donde vivía en La Plata. “16/6 la señora tuvo una nena, que no saben dónde está la nenita, los padres están bien, de la Cuadra”, decía el anónimo que le confirmó que su hija Elena, secuestrada con cinco meses de embarazo, había dado a luz. Y ella se convirtió en la primera presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, la institución que hoy anunció con felicidad que una joven accedió a realizarse el estudio de ADN que confirmó que es hija de Elena y Héctor Carlos Baratti.
Cuando se llevaron a Elena y a Héctor la familia de la Cuadra ya sabía qué hacer. Para entonces sus hijos eran intensamente buscados por las fuerzas de la represión. Elena y Héctor militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), el 23 de febrero de 1977, poco después de la noche, los secuestraron junto a otras personas con las que estaban reunidos en un consultorio odontológico de La Plata. Cinco meses antes, el 2 de septiembre de 1976, una patota había secuestrado a Roberto José, el hermano de Elena.
Como ellos militaban en el el PCML y participaba del movimiento obrero en la región. A Roberto José se lo llevaron de la casa de sus padres, Licha y Roberto de la Cuadra. En el ‘77, también cayó Gustavo Fraire, esposo de Estela, otra de las hermanas de la Cuadra que entonces se vio obligada a partir al exilio. Y también el concuñado de Estela, Juan Raúl Bourg y a la esposa de éste, Alicia Rodríguez de Sáenz.
Dos días después del secuestro de Elena, sus padres presentaron un habeas corpus por ellos. Y contactaron a un obispo que los mandó a ver al vicario castrense Emilio Graselli. En 2011, cuando Estela de la Cuadra declaró en el juicio por el plan sistemático de robos de bebés ante Tribunal Oral Federal Nº 6 llevó una valija con apuntes de esa búsqueda. Estaba el hábeas corpus y, de puño y letra los apuntes que Roberto de la Cuadra tomó de la reunión con Graselli.
“Dice que Elenita estaba bien, que estaba en los alrededores de La Plata”, leyó Estela ante los jueces y aclaró que el vicario castrense les aconsejó dejar la búsqueda. También les dijo que volvieran, que si Elena pasaba a disposición del Poder Ejecutivo entonces, quizá, podía ayudarlos.
La valija que llevó Estela al juicio demuestra que no lo hicieron, no dejaron de buscar a sus hijos, ni a su nieta. En el archivo de la familia de la Cuadra está cada anónimo que recibieron con noticias de Elena, de su esposo Héctor y de la bebe que nació en cautiverio y llamaron Ana Libertad. También los datos de su historia que pasaron de boca en boca entre los detenidos desaparecidos que compartieron cautiverio con ellos en la comisaría Quinta de La Plata, un centro que funcionó bajo el mando del entonces coronel Ramón Camps, y de la Dirección General de Investigaciones a cargo de Miguel Etchecolatz.
En agosto de 1977, Luis Velasco, uno de estos sobrevivientes se contactó con la familia de Elena. Les contó que había estado con Héctor en la comisaría, y que “él estaba obsesionado porque si alguno salía con vida le avisara a los abuelos del nacimiento de Ana Libertad”. Por el testimonio de otros liberados, entre ellos Adriana Calvo, la familia de la Cuadra pudo saber que la nena estuvo unos días con su madre en esa comisaría, después la pesaron y la arrancaron de sus brazos.
En 2012, en el juicio por Circuito Camps ante Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, Osvaldo Lovazzano, otro sobreviviente, contó que sin bien no conoció ni a Héctor, ni a Elena, cuando lo liberaron una mujer que continúa desaparecida le rogó que se comunicara con los “de la Cuadra, acordate de la calle, del cordón, (l)e decía”. Al tiempo venció el miedo y se acercó hasta la Plaza San Martín frente a la gobernación, donde Licha y otras Madres hacían la ronda. A los 92 años, Licha falleció sin haber encontrado a su nieta, pero sus tías y primos la siguieron buscando.
Elena dio a luz a Ana Libertad el 16 de junio de 1977 en un calabozo de la Comisaría 5ª de La Plata. Nunca más se supo de ella. En diciembre de 2009, el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó el cuerpo de Carlos Baratti: había sido enterrado como NN en el cementerio de General Lavalle. Su cuerpo había sido arrojado al mar en un vuelo de la muerte.
23 de Agosto de 2014
Es la hija de Elena De la Cuadra y Héctor Baratti, y nieta de Licha, la primera presidenta de la organización
Abuelas anunció la recuperación de la nieta 115, Ana LibertadLa joven vive en Europa y aceptó voluntariamente hacerse los estudios de ADN. Se llegó a ella a partir de una denuncia anónima realizada en 2010. Intervino la Unidad Fiscal para casos de Apropiación, a partir de la Conadi.
Ana Libertad nació en cautiverio el 16 de junio de 1977 en la comisaría 5ta de La Plata. Fue arrancada de los brazos de su madre por el terrorismo de estado y entregada a un matrimonio “civil”. Su apropiador falleció. Actualmente, Ana tiene 37, está casada y reside en Europa. Luego de la filtración del nombre de crianza del último nieto apropiado, que brindó la jueza que instruye la causa, Abuelas decidió no brindar ningún dato sobre el país en el que vive la nueva nieta restituida y resguardar a la nieta recuperada. “No hace mucho que vive allí”, deslizó Carlotto ante la consulta de los periodistas.
Ana, quien se enteró el jueves de la noticia, estaba anotada como hija biológica del matrimonio que la apropió. Cuando se enteró del proceso judicial que estaba en ciernes y que quien figura como su hermana se había realizado un examen de ADN, voluntariamente decidió realizarse un estudio genético.
“Ella estaba ansiosa por conocer su identidad”, contó la presidenta de Abuelas. “Repercutió en el país en que vive el encuentro de Guido. Y también la alentó a preguntar por su propia identidad, cosa que fue rápidamente respondida, felizmente”, explicó Estela. Y comparó con el proceso que transitó su nieto hasta reencontrarse con su verdadera identidad: “En este caso también hubo una voluntad propia de buscar y querer encontrar (una respuesta). Eso facilita mucho lo que resta: el encuentro con su historia”.
Ana ya dio los primeros pasos en ese sentido: ya se contactó con sus tías Estela y Soledad De la Cuadra, dos de las hijas de Licha. “Hay disposición de conocerse. Se va a poner muy contenta cuando vea qué clase de familia biológica tiene”, destacó Carlotto.
EL CASO. Ana Libertad comenzó acercarse sin saberlo a su verdadera identidad en el 2010 cuando las Abuelas y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) recibieron un mail anónimo con una denuncia concreta sobre la posibilidad de que la joven pudiera ser hija de desaparecidos. El 26 de febrero del año pasado, tras una investigación documental, el caso fue remitido por la Conadi a la Unidad Fiscal Especializada en Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado. Se trata del primer caso investigado por esta dependencia que finaliza con la restitución de identidad de una nieta (ver aparte). “Esta Unidad realizó una investigación preliminar que en agosto de 2013 fue enviada a un juzgado federal, solicitando la extracción de sangre de la joven. Al enterarse de la existencia de una causa judicial, la joven llamó a Abuelas para realizarse voluntariamente el análisis genético”, relató Carlotto en la conferencia de prensa.
Un dato central que permitió profundizar la pesquisa fue el nombre de la partera que figura acreditando el falso parto de la bebé apropiada. “Se trata de una partera a la que tenemos en nuestra base de datos vinculada con el tráfico y la sustracción de chicos de la dictadura”, explicó Claudia Carlotto, titular de la Conadi, quien aprovechó la ocasión para destacar que es crucial la colaboración de la sociedad para resolver las apropiaciones. “Hasta el dato más chiquito puede servir”, dijo.
“Como Ana se encontraba en el exterior, la extracción se produjo el 25 de abril de este año a través del Consulado del país en el que reside. La muestra llegó el 8 de mayo a la Argentina y fue recibida por la Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería. Este organismo la remitió al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) para efectivizar el estudio”, narró Estela. El proceso se cumplió con todos los recaudos del caso: “Se realizó una cadena de custodia adecuada legal y científicamente correcta a través de una valija diplomática, con una certificación en el consulado para poder realizar examen de ADN en el extranjero. No es la primera extracción que se hace en el exterior. Hoy parece una novedad porque es el primer caso en el que da positivo”, señaló Claudia Carlotto.
LOS PADRES. Ana Libertad es hija de Elena De la Cuadra y Héctor Baratti. Ambos militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y fueron secuestrados por la Policía Bonaerense el 23 de febrero de 1977, en La Plata. Estuvieron detenidos juntos en la Comisaría 5ta., donde nació Ana Libertad el 16 de junio de 1977. Se presume que Héctor pasó a la Comisaría 8va. de la misma ciudad bonaerense. Elena, posiblemente, haya estado “chupada” en el centro clandestino de detención conocido como el “Pozo de Quilmes”. Ella continúa desaparecida. Los restos de Héctor fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
LA BÚSQUEDA. Ana tiene una gran familia que sufrió de manera radical la represión de la dictadura genocida (ver página 6) y la está esperando. “Una de sus tías trabajó mucho con Abuelas junto a Alicia de La Cuadra”, indicó ayer Estela Carlotto. La presidenta de Abuelas estaba haciendo alusión a Estela, una de las hijas de “Licha”. La relación de Carlotto con los De la Cuadra se remonta a los primeros años de la lucha de las abuelas. Es que en la casa de “Licha se realizaron las primeras reuniones. “Era una casa donde nos reuníamos en dictadura y con bastante riesgo: de ahí se habían llevodo a sus hijos. Era como una especie de desafío”, recordó. Estela de la Cuadra, tía de Ana Libertad, había mencionado a este periodista, cuatro años atrás, el rol de la Iglesia en la cobertura del terrorismo de estado: “Como mínimo, en el ’77, (el ex cardenal y ahora Papa, Jorge) Bergoglio estaba al tanto del caso de Ana Libertad. Mi padre le había contado todo". Estela llevó su planteo ante los jueces del tribunal que juzgaba el Plan Sistemático de robo de bebés y requirió la declaración del ex arzobispo de Buenos Aires, quien fue citado a atestiguar y negó haber tenido información sobre casos de apropiación de niños en aquella época. "En este genocidio Bergoglio tiene mucho que ver. Y en el robo de bebés también. El silencio acompaña y convalida todas y cada una de las conductas de los que individualmente repartieron bebés”, sentenció la tía de Ana Libertad en aquel momento.
Consultada por este tema en la improvisada conferencia de prensa que se realizó tras el anuncio de Ana Libertad, Estela Carlotto aseguró: “Estela denunció la complicidad de la cúpula de la Iglesia sobe estos temas”. Y aclaró: “Con la Iglesia, después de haber sido recibidas por el Papa en abril del año pasado, estamos teniendo una relación bastante fluida con gente que conoce bien el manejo de la Iglesia. Nos están dando algunas respuestas bastante positivas en tanto a la disposición de buscar en los lugres en donde posiblemente han entregado a nuestros nietos los archivos para ver dónde están”.
El mensaje de Carla Rutila Artés
Ayer, a horas de conocerse la identificación de la nieta 115, una de las primeras jóvenes que logró recuperar su identidad, Carla Rutila Artés, subió a su página de Facebook un cálido mensaje dirigido a Licha De la Cuadra, la fundadora de Abuelas que no pudo conocer a Ana Libertad.
"Mi querida Licha, misión cumplida, sólo desde ahi arriba saben como he llorado el dia de hoy. Primero por la emoción de haber sabido que por fin había aparecido. Segundo por amargura de tu ausencia, por pensar esos abrazos que te habrás llevado sin poder dárselos a su destinataria, ella y ese inmenso cariño.
Te recuerdo siempre con mucho amor, me siento feliz por tu hija, Elena, incansable luchadora. Espero poder conocerla (a Ana Libertad) pronto para contarle de ti, de la gran persona que fuiste y que nunca claudicaste en la lucha de conseguir encontrarla.
Te quiero con toda el alma abuela de mi corazón, y repito, MISION CUMPLIDA!!!
Fuente:TiempoArgentino
22.08.2014
Derechos humanos
Estela de Carlotto: “Ana Libertad hoy recupera su identidad”
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo confirmó que fue hallada la nieta número 115, hija de Elena de la Cuadra y nieta de Alicia “Licha” Zubasnabar de De la Cuadra, una de las fundadoras de la entidad de derechos humanos.
Derechos humanos
Estela de Carlotto: “Ana Libertad hoy recupera su identidad”
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo confirmó que fue hallada la nieta número 115, hija de Elena de la Cuadra y nieta de Alicia “Licha” Zubasnabar de De la Cuadra, una de las fundadoras de la entidad de derechos humanos.
Emoción en la sede de Abuelas por la restitución de la Ana Libertad
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, destacó que "Ana Libertad recuperó su identidad", al anunciar junto a familiares y nietos recuperados el hallazgo de la nieta 115, hija de Héctor Carlos Beratti y de Elena De la Cuadra, que es, a su vez, nieta de la primera presidenta de Abuelas, Alicia “Licha” Zubasnabar de De la Cuadra.
"Elena y Héctor llamaron a su hija Ana Libertad. Hoy ella logró adquirir ese bien tan preciado que sus padres le desearon con su nombre: bienvenida Ana a tu libertad", leyó Carlotto ante los medios y todos aquellos que fueron a presenciar la nueva buena noticia anunciada por las Abuelas.
Desde la sede de Abuelas, ubicada en Virrey Cevallos 592, Estela recordó a la abuela “Licha” como aquella que durante la dictadura puso su casa para que allí se realizaran las primeras reuniones que más tarde darían paso a la conformación de lo que hoy es Abuelas de Plaza de Mayo.
Licha falleció en junio de 2008 “sin abrazar a su nieta”, lamentó Carlotto.
Alicia de De la Cuadra tenía dos hijos desaparecidos: primero sufrió la de Roberto José y tiempo después fue detenida, embarazada de cinco meses, Elena.
Mediante la lectura del comunicado del organismo, la titular de Abuelas manifestó que “Elena y Héctor militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y fueron secuestrados por la Policía Bonaerense el 23 de febrero de 1977 en La Plata”. Ambos estuvieron detenidos en la Comisaría Quinta, donde nació su hija, a la que llamaron Ana Libertad.
La nieta de Licha hoy vive en el exterior y la causa a través de la cual se logró determinar su verdadera identidad se inició por medio de una denuncia anónima que una persona envió por mail a Abuelas.
Tras la denuncia, siguieron las investigaciones que desarrolló la Cómisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y la Unidad Especializada en Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado, de la Procuración General de la Nación.
Al enterarse de la existencia de la causa, la joven accedió voluntariamente a realizarse el análisis genético.
Desde Abuelas de Plaza de Mayo destacaron que este es el primer caso investigado por la unidad especializada en apropiación que finaliza con la restitución de identidad de una nieta.
Y resaltaron “la coordinación de distintos organismos del Estado que trabajaron mancomunadamente para la resolución de este delito de lesa humanidad”.
Abuelas también detalló que la extracción de sangre se produjo el 25 de abril de este año a través del Consulado del país en el que reside Ana Libertad y la muestra llegó el 8 de mayo a la Argentina.
La muestra de ADN fue recibida por la Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería y remitida al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) para efectivizar el estudio.
Estela precisó que “este no es el primer análisis de extracción que se hace en el exterior”, pero si la primera vez que los análisis afirman la recuperación de un nieto que se hace el examen genético fuera del país, por lo que resaltó la intervención y el trabajo que desempeña la Cancilleria argentina.
La nieta de Licha “estaba ansiosa por saber su identidad” contó Carlotto, quien detalló también que la joven ya se comunicó con sus tías, que actualmente viven en La Plata y que “están muy conmovidas”.
Finalmente, Estela pidió a los medios que realicen un “trabajo responsable” para que la investigación se siga desarrollando de la mejor manera y se despidió “hasta el próximo nieto”, mientras abuelas, nietos recuperados expresaban a coro: “detenidos desaparecidos, presentes”.
Acompañaron a Estela de Carlotto, la coordinadora de la Conadi, Claudia Carlotto; el coordinador de la Unidad especializada para casos de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado, Pablo Parenti; la titular de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Taty Almeida; los abogados del organismo, y los nietos recuperados Victoria Montenegro, Horacio Pietragalla y Pablo Gaona Miranda, entre otros.
22.08.2014
una historia de esperanza
Licha, la primera presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo
una historia de esperanza
Licha, la primera presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo
Alicia Zubasnabar De la Cuadra, conocida como Licha, la abuela de la joven que hoy recuperó identidad y se convirtió en la nieta 115, fue la primera presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo a partir del año 1977, cuando Chicha Mariani, de La Plata, que estaba tratando de dar con su nieta Clara Anahí, le contó su historia y la de otras mujeres que también estaban buscando a sus nietos.
Entre esas mujeres además estaba Estela de Carlotto que buscaba a su nieto, que hace pocos días se convirtió en el 114 en recuperar su identidad y se llama Ignacio Guido Montoya Carlotto.
Licha murió en el año 2008 después de una vida en la que la búsqueda de su nieta fue un motor, pero también en la que sufrió muy de cerca el horror de la última dictadura.
Se había casado con Roberto Luis De la Cuadra en Corrientes y estaban viviendo en La Plata con sus 6 hijos, cuando en la década del '70 primero fue secuestrado su hijo Roberto José que trabajaba como obrero en YPF y más tarde fueron secuestrados su hija Elena -embarazada de 5 meses- con su marido Héctor Baratti.
En julio de 1977, el mismo año en el que su hija había sido secuestrada, Licha recibió una llamada que indicaba que había tenido una niña a la que había llamado Ana Libertad.
Ese mismo año, 1977, el esposo de su hija Estela, Gustavo Freire, también fue secuestrado.
Desde entonces, Licha siempre buscó a sus hijos, a sus yernos y a su nieta.
Había nacido en Sauce, un pueblo de Corrientes, donde al cumplir 90 años fue declarada ciudadana ilustre.
A partir de hoy y gracias a la lucha de la institución que presidió en sus inicios, su nieta Ana Libertad, se convirtió en la joven 115 en haber recuperado su identidad.
Licha murió en el año 2008 después de una vida en la que la búsqueda de su nieta fue un motor, pero también en la que sufrió muy de cerca el horror de la última dictadura.
Se había casado con Roberto Luis De la Cuadra en Corrientes y estaban viviendo en La Plata con sus 6 hijos, cuando en la década del '70 primero fue secuestrado su hijo Roberto José que trabajaba como obrero en YPF y más tarde fueron secuestrados su hija Elena -embarazada de 5 meses- con su marido Héctor Baratti.
En julio de 1977, el mismo año en el que su hija había sido secuestrada, Licha recibió una llamada que indicaba que había tenido una niña a la que había llamado Ana Libertad.
Ese mismo año, 1977, el esposo de su hija Estela, Gustavo Freire, también fue secuestrado.
Desde entonces, Licha siempre buscó a sus hijos, a sus yernos y a su nieta.
Había nacido en Sauce, un pueblo de Corrientes, donde al cumplir 90 años fue declarada ciudadana ilustre.
A partir de hoy y gracias a la lucha de la institución que presidió en sus inicios, su nieta Ana Libertad, se convirtió en la joven 115 en haber recuperado su identidad.
Fuente:Telam
Lesa HumanidadAna Libertad Baratti, nacida en 1977 en un centro clandestino de La Plata
Nieta 115: una investigación de la Unidad Especializada en casos de apropiación
22.08.2014
La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo anunció la identificación de la nieta recuperada 115. No reside en el país y se ofreció voluntariamente al examen de ADN, que se concretó en un consulado. Es la hija de Héctor Baratti y Elena De la Cuadra. La Unidad a cargo de Pablo Parenti realizó una investigación preliminar y judicializó el caso junto a los fiscales de La Plata.
El hallazgo de Ana Libertad Baratti, nacida en 1977 durante el cautiverio de su madre en un centro clandestino de La Plata y desaparecida durante los últimos 37 años, fue comunicado por el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) a la justicia federal de La Plata. La identificación se produjo en el marco de una causa iniciada en una denuncia recibida en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), que luego profundizó con una investigación preliminar la Unidad Especializada en casos de apropiación de niños y niñas durante el terrorismo de Estado de la Procuración General, que coordina Pablo Parenti.
Una vez que reunió los elementos que fortalecieron la hipótesis inicial, la Unidad Especializada judicializó el caso el año pasado junto a la Unidad Fiscal que interviene en casos de terrorismo de Estado en La Plata, a cargo de los fiscales generales Marcelo Molina y Hernán Schapiro. En esa presentación se requirió al juez la extracción de una muestra de sangre para realizar el entrecruzamiento con las muestras alojadas en el BNDG.
La joven se enteró de la existencia de la causa judicial y se comunicó con la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo para someterse voluntariamente a la medida judicial, que se concretó el 25 de abril pasado. Una de las particularidades del caso está dada en que la víctima vive en el exterior y que la muestra fue tomada en un consulado argentino y remitida luego a nuestro país a través de la Cancillería. La Dirección de Derechos Humanos de esa cartera recibió la muestra el 8 de mayo y la remitió al BNDG.
La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo destacó en un comunicado que "este es el primer caso investigado por la Unidad especializada en apropiación que finaliza con la restitución de identidad de una de nuestras nietas" y resaltó que "evidencia la coordinación de distintos organismos del Estado que trabajaron mancomunadamente para la resolución de este delito de lesa humanidad".
La Unidad Especializada en casos de apropiación fue creada por la procuradora General, Alejandra Gils Carbó, el 23 de octubre de 2012 mediante la Resolución PGN 435/2012, con el objeto de fortalecer la búsqueda de los hijos desaparecidos de víctimas del terrorismo de Estado.
"Lo que más apreciaban"
"Ana era el nombre que sus padres habían elegido. Le pusieron Ana Libertad porque libertad era lo que más apreciaban", reveló en 1999 en el juicio por la verdad de La Plata Estela De la Cuadra, tía de la joven identificada.
Ana Libertad es la hija de Héctor Carlos Baratti y de Elena De la Cuadra, quienes militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML). Ambos fueron desaparecidos, pero el cuerpo de Baratti fue identificado el 30 de noviembre de 2009 por el Equipo Argentino de Antropología Forense. Su cadáver había sido hallado a fines de 1978 junto a otros en las costas de Pinamar y Villa Gesell, y fue enterrado como NN en el cementerio de General Lavalle.
Una de las abuelas de Ana Libertad, Alicia “Licha” Zubasnabar de De la Cuadra, "Licha", fue fundadora de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y falleció en junio de 2008 mientras buscaba intensamente a su nieta. Contó entre sus principales compañías con la abuela María Isabel Chorobik de Mariani, "Chicha", con quien se conocieron en 1977 en una de tantas gestiones en un juzgado de menores de La Plata para dar con el paradero de sus nietas.
Elena De la Cuadra cursaba el quinto mes de embarazo cuando el 23 de febrero de 1977 fue secuestrada junto a su pareja en un consultorio odontológico de La Plata. Héctor trabajaba en la empresa Propulsora Siderúrgica y Elena, en un jardín de infantes.
Ambos permanecieron cautivos en diferentes centros clandestinos, entre ellos la Comisaría 5ª de La Plata, donde Elena dio a luz a su hija Ana Libertad "en una fecha aproximada al 16 de junio de 1977", según se probó judicialmente en el debate oral y público por los crímenes cometidos en el denominado "Circuito Camps", concluido en La Plata en 2012.
Durante el cautiverio, Héctor Baratti le pidió a otro secuestrado, Luis Velasco, que si alguna vez salía avisara a la familia que la niña había nacido. En el juicio al condenado capellán policial Christian Von Wernich celebrado en La Plata en 2007, Velasco relató que en una celda de la comisaría 5ta Baratti habló con aquél cura acerca de su hija.
Según Velasco, la conversación se dio durante una suerte de sermón de Von Wernich a los secuestrados: les dijo que "debían pagar por el daño que habían hecho a la patria". Baratti entonces le preguntó al sacerdote "qué culpa" tenía su hija nacida en cautiverio. El cura le contestó: "¿qué quiere? ¿Que se la demos al abuelo para que la críen terroristas como ustedes?‛ Los niños deben pagar por la culpa de sus padres".
Von Wernich fue condenado en aquel juicio a reclusión perpetua por su participación en la privación ilegal de la libertad y los tormentos a los que fueron sometidos durante su cautiverio Elena y Héctor, entre otros hechos que incluyeron, también, homicidios.
El caso de Ana Libertad formó parte del proceso judicial por el “Plan Sistemático de apropiación de niños” llevado a cabo ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 6 de la Capital Federal y por el cual fueron condenados en 2012 los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone, y el jerarca de la Armada, Rubén Franco. También, integró el objeto procesal de la causa conocida como “Circuito Camps”, en un juicio celebrado ante el TOCF Nº1 de La Plata en el que resultaron condenados por este caso el policía de la Comisaría 5ta Domingo Almeida y el ex director de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Osvaldo Etchecolatz.
En La Plata, el caso fue investigado por la Cámara Federal en el juicio abierto en 1998 por el derecho a la verdad, cuando las leyes de Punto Final y Obediencia Debida estaban vigentes. La recolección de las pruebas derivó en que el fiscal ante ese proceso, Félix Crous, formulara en 2002 la denuncia penal por este y otros hechos perpetrados en la comisaría 5ta de La Plata. El representante del Ministerio Público pidió entonces la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de impunidad y se inició así una de las causas que culminó en sentencia diez años después en el debate por el "Circuito Camps".
Fuente:Fiscales.gob.ar
Nieta 115: una investigación de la Unidad Especializada en casos de apropiación
22.08.2014
La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo anunció la identificación de la nieta recuperada 115. No reside en el país y se ofreció voluntariamente al examen de ADN, que se concretó en un consulado. Es la hija de Héctor Baratti y Elena De la Cuadra. La Unidad a cargo de Pablo Parenti realizó una investigación preliminar y judicializó el caso junto a los fiscales de La Plata.
Por:Lucas Miguel
Una vez que reunió los elementos que fortalecieron la hipótesis inicial, la Unidad Especializada judicializó el caso el año pasado junto a la Unidad Fiscal que interviene en casos de terrorismo de Estado en La Plata, a cargo de los fiscales generales Marcelo Molina y Hernán Schapiro. En esa presentación se requirió al juez la extracción de una muestra de sangre para realizar el entrecruzamiento con las muestras alojadas en el BNDG.
La joven se enteró de la existencia de la causa judicial y se comunicó con la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo para someterse voluntariamente a la medida judicial, que se concretó el 25 de abril pasado. Una de las particularidades del caso está dada en que la víctima vive en el exterior y que la muestra fue tomada en un consulado argentino y remitida luego a nuestro país a través de la Cancillería. La Dirección de Derechos Humanos de esa cartera recibió la muestra el 8 de mayo y la remitió al BNDG.
La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo destacó en un comunicado que "este es el primer caso investigado por la Unidad especializada en apropiación que finaliza con la restitución de identidad de una de nuestras nietas" y resaltó que "evidencia la coordinación de distintos organismos del Estado que trabajaron mancomunadamente para la resolución de este delito de lesa humanidad".
La Unidad Especializada en casos de apropiación fue creada por la procuradora General, Alejandra Gils Carbó, el 23 de octubre de 2012 mediante la Resolución PGN 435/2012, con el objeto de fortalecer la búsqueda de los hijos desaparecidos de víctimas del terrorismo de Estado.
"Lo que más apreciaban"
"Ana era el nombre que sus padres habían elegido. Le pusieron Ana Libertad porque libertad era lo que más apreciaban", reveló en 1999 en el juicio por la verdad de La Plata Estela De la Cuadra, tía de la joven identificada.
Ana Libertad es la hija de Héctor Carlos Baratti y de Elena De la Cuadra, quienes militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML). Ambos fueron desaparecidos, pero el cuerpo de Baratti fue identificado el 30 de noviembre de 2009 por el Equipo Argentino de Antropología Forense. Su cadáver había sido hallado a fines de 1978 junto a otros en las costas de Pinamar y Villa Gesell, y fue enterrado como NN en el cementerio de General Lavalle.
Una de las abuelas de Ana Libertad, Alicia “Licha” Zubasnabar de De la Cuadra, "Licha", fue fundadora de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y falleció en junio de 2008 mientras buscaba intensamente a su nieta. Contó entre sus principales compañías con la abuela María Isabel Chorobik de Mariani, "Chicha", con quien se conocieron en 1977 en una de tantas gestiones en un juzgado de menores de La Plata para dar con el paradero de sus nietas.
Elena De la Cuadra cursaba el quinto mes de embarazo cuando el 23 de febrero de 1977 fue secuestrada junto a su pareja en un consultorio odontológico de La Plata. Héctor trabajaba en la empresa Propulsora Siderúrgica y Elena, en un jardín de infantes.
Ambos permanecieron cautivos en diferentes centros clandestinos, entre ellos la Comisaría 5ª de La Plata, donde Elena dio a luz a su hija Ana Libertad "en una fecha aproximada al 16 de junio de 1977", según se probó judicialmente en el debate oral y público por los crímenes cometidos en el denominado "Circuito Camps", concluido en La Plata en 2012.
Durante el cautiverio, Héctor Baratti le pidió a otro secuestrado, Luis Velasco, que si alguna vez salía avisara a la familia que la niña había nacido. En el juicio al condenado capellán policial Christian Von Wernich celebrado en La Plata en 2007, Velasco relató que en una celda de la comisaría 5ta Baratti habló con aquél cura acerca de su hija.
Según Velasco, la conversación se dio durante una suerte de sermón de Von Wernich a los secuestrados: les dijo que "debían pagar por el daño que habían hecho a la patria". Baratti entonces le preguntó al sacerdote "qué culpa" tenía su hija nacida en cautiverio. El cura le contestó: "¿qué quiere? ¿Que se la demos al abuelo para que la críen terroristas como ustedes?‛ Los niños deben pagar por la culpa de sus padres".
Von Wernich fue condenado en aquel juicio a reclusión perpetua por su participación en la privación ilegal de la libertad y los tormentos a los que fueron sometidos durante su cautiverio Elena y Héctor, entre otros hechos que incluyeron, también, homicidios.
El caso de Ana Libertad formó parte del proceso judicial por el “Plan Sistemático de apropiación de niños” llevado a cabo ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 6 de la Capital Federal y por el cual fueron condenados en 2012 los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone, y el jerarca de la Armada, Rubén Franco. También, integró el objeto procesal de la causa conocida como “Circuito Camps”, en un juicio celebrado ante el TOCF Nº1 de La Plata en el que resultaron condenados por este caso el policía de la Comisaría 5ta Domingo Almeida y el ex director de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Osvaldo Etchecolatz.
En La Plata, el caso fue investigado por la Cámara Federal en el juicio abierto en 1998 por el derecho a la verdad, cuando las leyes de Punto Final y Obediencia Debida estaban vigentes. La recolección de las pruebas derivó en que el fiscal ante ese proceso, Félix Crous, formulara en 2002 la denuncia penal por este y otros hechos perpetrados en la comisaría 5ta de La Plata. El representante del Ministerio Público pidió entonces la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de impunidad y se inició así una de las causas que culminó en sentencia diez años después en el debate por el "Circuito Camps".
Fuente:Fiscales.gob.ar
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