PATTI AL HORNO
El ex comisario Patti fue condenado a cadena perpetua por el secuestro, tortura y asesinato de los militantes peronistas Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereira Rossi, en los últimos días de la dictadura. El tribunal de Rosario decidió cuatro condenas y seis absoluciones
LUIS PATTI Y OTROS TRES REPRESORES FUERON CONDENADOS POR LOS ASESINATOS DE OSVALDO CAMBIASO Y EDUARDO PEREIRA ROSSI
El final de la historia oficial
Luis Patti y Juan Spataro, policías de la provincia de Buenos Aires, recibieron la pena máxima como coautores del secuestro y asesinato de los militantes peronistas, pero seis imputados, entre ellos el dictador Reynaldo Bignone, fueron absueltos.
La sentencia del Tribunal Oral Federal 2 de Rosario fue esperada por militantes de organismos de derechos humanos.
La lectura de cada veredicto condensa la expectativa no sólo de los meses de testimonios y pruebas, sino de décadas de luchas e insistencia. Gladys y Ethel Cambiaso esperaban ayer en la primera fila del público la sentencia a los responsables del secuestro y asesinato de su hermano Osvaldo, “el Viejo”. Ahí nomás estaba sentado Juan Griffo, el cuñado de Eduardo “Carlón” Pereira Rossi. El juez Jorge Venegas Echagüe leyó la decisión del Tribunal Oral Federal número 2: condenar a prisión perpetua a Oscar Guerrieri y Luis Muñoz, jefes del Destacamento de Inteligencia 121, como coautores mediatos y a Luis Patti y Juan Spataro, policías de la provincia de Buenos Aires, como autores penalmente responsables de los secuestros, torturas y asesinatos de los dos militantes montoneros. El siguiente punto fue como una puñalada en el corazón: absolvieron a los otros seis imputados. Juan Cabrera, Ariel López, Carlos Sfulcini y Walter Pagano, los cuatro Personal Civil de Inteligencia, integrantes de la llamada “Patota de Guerrieri”. Los magistrados también dejaron libres de culpa a Reynaldo Bignone, dictador y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas el 14 de mayo de 1983, y a Rodolfo Rodríguez, que era jefe de Operaciones del Comando del 2º Cuerpo de Ejército. Durante el proceso, murió otro PCI, Ariel Porra, y fue apartado de la causa por razones de salud Carlos Lucena, que era jefe del Comando de Segundo Cuerpo de Ejército.
Sólo Cabrera y López escucharon el veredicto en la sala. El resto lo hizo por videoconferencia, desde sus lugares de detención.
“Esperábamos que Bignone fuera condenado y esperábamos más condenas de los PCI”, afirmó Ethel Cambiaso tras el veredicto. “La mitad es buena, la otra mitad deja mucho que desear. Desde hace 33 años esperamos condenas y en lo que hace al meollo central estamos contentas, en lo otro falta. Como el 1 de julio van a dar los fundamentos, Nadia (Schujman) me dijo que vamos a apelar”, agregó esperanzada. La abogada de HIJOS representó a las hermanas en este proceso.
“Estoy satisfecho por un lado que se condenó a los que apretaron el gatillo, como Patti, pero me sorprende que Bignone no tenga ninguna responsabilidad política y me sorprenden las absoluciones, porque ellos no llegaron solos hasta donde fueron fusilados. Hubo una patota que actuó”, consideró Griffo. En el acto que se realiza después de cada sentencia, esta vez la sensación era agridulce.
Disidencia
La decisión del TOF 2 no fue unánime. La sentencia fue avalada por Venegas Echagüe y Beatriz Cavallero de Baravani, mientras el otro integrante del tribunal, Omar Digerónimo, hizo una disidencia parcial. Por un lado, se pronunció por condenar a Bignone a prisión perpetua como autor mediato. Y por el otro, consideró que la calificación legal de lo ocurrido entraba dentro del delito de genocidio. En cambio, sus dos colegas lo desestimaron expresamente.
En cuanto a las responsabilidades, Guerrieri y Muñoz fueron condenados por dar las órdenes (autores mediatos), mientras Patti y Spataro lo fueron por ejecutarlas. Aunque las características de lo ocurrido hacen pensar que el operativo involucró a muchas más que dos personas.
El abogado de la Secretaría de Derechos Humanos, Santiago Bereciartúa, subrayó la importancia de las condenas, pero afirmó que llamaba la atención la absolución de los PCI, ya que el tribunal condenó a Guerrieri como autor mediato pero no a los integrantes de la patota que él comandaba como ejecutores.
Cambiaso y Pereira Rossi fueron secuestrados a media mañana del sábado 14 de mayo de 1983 –una jornada que los testigos recordaron como ventosa– en el bar Magnum, de Rosario. Según profusos testimonios ofrecidos durante el juicio oral, fueron llevados a la tornería Maiorano, sobre calle Biedma, donde los torturaron. Esa misma noche sus cadáveres aparecieron en un camino rural cercano a Lima, en la provincia de Buenos Aires, donde se simuló un enfrentamiento.
Parte del plan
Desde la fiscalía que integran Adolfo Villate y Federico Reynares Solari alegaron que estos asesinatos –así como el de Raúl Yager, el 30 de abril de 1983, en Córdoba– formaron parte del plan sistemático de represión ilegal en la última etapa de la dictadura cívico-militar en Argentina: el recurso a un posible rebrote subversivo para garantizar la impunidad, por la vía de una ley de autoamnistía. Por eso, tanto las querellas como el Ministerio Público acusaron a Bignone. Su absolución causó quizás la mayor sorpresa –e indignación– de la sentencia. “Vamos a insistir en la posición de la fiscalía en cuanto a que quienes intervinieron en el secuestro, quienes llevaron adelante materialmente el secuestro y los tormentos en la ciudad de Rosario fueron los integrantes del Destacamento de Inteligencia 121 que estaban imputados en la causa y también vamos a recurrir en Casación las absoluciones de Bignone y de Rodríguez porque consideramos que en función del rol que cumplían debían tener conocimiento de lo que estaba sucediendo, porque formaba parte de la estructura jerárquica que ellos comandaban con distintos grados de responsabilidad”, lo puso en términos jurídicos Villate ante una consulta de Página/12.
Las absoluciones, de todas formas, no taparon las condenas, que tenían en esta causa un valor especial. “Festejo las cuatro perpetuas que son un logro enorme. Recordemos que dos de estos personajes (Spataro y Patti) tenían un sobreseimiento firme y que son personajes emblemáticos en la impunidad de este país, pero no puedo mentir y no expresar mi disconformidad con las absoluciones que, obviamente, vamos a apelar. Creemos que hubo mucha prueba de la participación de los otros imputados que, además, por el lugar que ocupaba en la cadena de mandos, eran responsables”, expresó Schujman.
Insistencia
Haber llegado a una condena por delitos de lesa humanidad en esta causa fue una hazaña que comenzó con el tesón de las hermanas de Cambiaso y el denodado trabajo del fiscal federal Juan Murray, cuando asumió su función en San Nicolás. La causa fue reabierta en 2005. Pieza clave de la reconstrucción de lo ocurrido con los dos militantes montoneros, Murray fue durante este debate el blanco de los ataques de los abogados defensores privados de los represores. Es que Murray desmontó la teoría del enfrentamiento, como así también el sobreseimiento que dictó en la década del 80 el juez penal de San Nicolás Juan Carlos Marchetti. El fiscal insistió con que se trataba de “cosa juzgada írrita” y lo peleo con uñas y dientes.
Por eso, el veredicto de ayer –aun con su gusto amargo– era para festejar. “Esta causa tenía algunas particularidades que técnicamente las hacía más complicadas que el promedio de las causas por terrorismo de estado, acá había una resolución que cerraba esta causa, hubo que pelear por eso, lo que insumió mucho tiempo, y además había una versión oficial que se había intentado sustentar con un sumario de prevención, una investigación policial que hubo que dar vuelta y se demostró que era falsa la versión oficial de los hechos. Se pudo demostrar que esto no fue un enfrentamiento, sino que fue un asesinato”, expresó Reynares Solari.
Si bien los PCI fueron absueltos, todos tienen condenas anteriores en las causas Guerrieri 1 y 2. Pagano recibió la pena máxima en la primera parte, en 2010, que quedó firme en 2014. Cabrera fue condenado a 25 años; Sfulcini a 20 y López a 16 en diciembre de 2013, en Guerrieri 2.
En esa línea, Schujman rescató el valor de la militancia por verdad y justicia desde hace décadas. “Así como las violaciones a los derechos humanos son como una roca arrojada al agua cuyos efectos se multiplican sobre todos nosotros, también en la construcción de la memoria por la verdad y la justicia son cientos y cientos los que participaron de esto, y que vamos a seguir dando la pelea para esas condenas”, expresó la abogada de Hijos. “Pero no puedo dejar de ver que absuelven a estas personas y Milagro Sala está detenida, Belén (la joven de Tucumán, condenada a ocho años por un aborto espontáneo) está detenida, las dos de manera ilegal. Este es el país en el que estamos viviendo, y vamos a seguir dando la pelea porque no arrancamos de cero. Hay mucho camino recorrido, y vamos a seguir solicitando nuevas imputaciones, de los cómplices civiles y judiciales que aún no fueron pedidas”.
Fuente:Pagina12
Sentencia en la causa Cambiaso-Pereira Rossi Póker de perpetuas
04/05/2016
El Tribunal Oral Federal 2 de Rosario resolvió que los restantes seis imputados del juicio, entre los que se encontraba nade menos que el último presidente de facto, Reynaldo Benito Bignone, fueran absueltos. Los fundamentos de la sentencia el 1 de julio próximo.
Los abogados querellantes y la Fiscalía adelantaron que apelarán ante la Cámara de Casación Penal las sentencias absolutorias, mientras que los familiares de las víctimas dijeron tener “un sabor agridulce” tras la lectura del fallo.
Los jueces Jorge Venegas Echagüe, Omar Digerónimo y Beatriz Baravani condenaron este miércoles a prisión perpetua a Patti y al ex policía bonaerense Amadeo Spataro como coautores materiales de los delitos de privación ilegal de la libertad, tormentos y homicidio, en todos los casos con agravantes.
A la misma pena fueron condenados el entonces jefe del Destacamento 121 de Inteligencia de Rosario, Pascual Guerrieri, y se segundo, Luis Américo Muñoz, aunque como coautores mediatos de esos delitos.
En cambio, el tribunal absolvió a Bignone y al ex jefe del Departamento III de Operaciones del Comando del II Cuerpo del Ejército, Rodolfo Rodríguez.
La misma sentencia dictó para los cuatro ex Personal Civil de Inteligencia (PCI) imputados en el proceso, Juan Andrés Cabrera, Ariel Antonio López, Walter Dionisio Salvador Pagano y Carlos Antonio Sfulcini.
En un voto en disidencia que no reunió mayoría, el juez Digerónimo también propuso condenar a Bignone a prisión perpetua, pero no contó con el aval de sus colegas del tribunal.
“Vamos a insistir en la posición de la Fiscalía de que los autores materiales de los secuestros fueron los PCI, y también que Bignone y Rodríguez por sus altos cargos debían tener conocimiento de lo que ocurría aunque con distinto grado de responsabilidad”, dijo en declaraciones a la agencia Télam el fiscal Adolfo Villate, quien llevó adelante la acusación junto a Federico Reynares Solari.
Ambos adelantaron que apelarán las absoluciones ante Casación Penal, del mismo modo que lo hizo la abogada Nadia Schujman, querellante en la causa por las hermanas de Osvaldo Cambiaso, Ethel y Gladys. “Vamos a ir a Casación y vamos a seguir acá hasta terminar de juzgar la última causa por delitos de lesa humanidad”, expresó Schujman.
Por su parte, Ethel Cambiaso dijo que al escuchar la sentencia tuvo “un sabor agridulce” tras batallar “durante 33 años con esto”.
Valoró que “Patti y Spataro, que eran los responsables directos, fueron condenados como esperábamos”, pero dijo que “nos deja muy mal” lo de Bignone y Rodríguez.
“Tenían coartadas de todo tipo, pero nunca pensé que iban a eximir así a Bignone, totalmente”, dijo Cambiaso.
Su hermano Osvaldo, alias “El Viejo”, y Eduardo “Carlón” Pereira Rossi fueron secuestrados del bar “Magnum” de Rosario el mediodía del 14 de mayo de 1983, cuando ambos militaban en el sector Intransigencia y Movilización del peronismo, con miras a las elecciones de octubre de ese año que suponían la reapertura democrática.
De acuerdo a la acusación, el secuestro fue realizado por PCI del Destacamento de Rosario, aunque los jueces absolvieron a los imputados.
Luego fueron trasladados en un camión hasta un galpón de las afueras de Rosario donde sufrieron torturas –probadas con pericias oficiales– y finalmente entregados a una patrulla bonaerense comandada por Patti.
Los cuerpos baleados y torturados de “Carlón” y “El Viejo” aparecieron dos días después en un camino rural cercano a la localidad bonaerense de Lima, y la versión oficial señaló la existencia “un enfrentamiento”.
Este miércoles, en la puerta del Tribunal Oral, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales, gremiales y políticas siguieron a través de dos pantallas y un equipo de sonido, las alternativas de lo que ocurría dentro de la sala de audiencias.
La multitud aplaudió y festejó las cuatro condenas a prisión perpetua y repudió con abucheos y silbidos las absoluciones. Al término de la lectura del veredicto, militantes de Hijos Rosario, APDH y sobrevivientes de la dictadura tomaron la palabra para “recordar a los compañeros Cambiaso y Pereiera Rossi”.
Entre los oradores, se contó José Luis Berra, quien compartió militancia con “El Viejo” y “El Carlón”. Berra, actual referente del Movimiento Evita de Rosario, renovó el “compromiso para seguir exigiendo Justicia para todos los compañeros” pero “especialmente –remarcó–, para continuar con la lucha por una patria justa, libre y soberana por la que pelearon hasta el último día de sus vidas”.
Fuente:RedaccionRosario
Lo dispuso el Tribunal Oral Federal N° 2 de Rosario. Le pena alcanza a Guerrieri, Muñoz y Spataro. El ex dictador Bignone resultó absuelto. Las imágenes del aguante frente al edificio de Oroño y de la audiencia
04 de Mayo de 2016
Militantes y familiares escucharon la lectura de la sentencia frente a los Tribunales Federales de Rosario este miércoles al mediodía. (Alan Monzón/Rosario3.com)
Un televisor y algunos parlantes para ver y escuchar la sentencia. (Alan Monzón/Rosario3.com)
Una bandera gigante colgada en el ingreso a los Tribunales Federales. (Alan Monzón/Rosario3.com)
Abrazos tras conocerse los distintos fallos de los acusados. (Alan Monzón/Rosario3.com)
El Espacio Juicio y Castigo presenció la sentencia. (Alan Monzón/Rosario3.com)
Emoción y contención entre los presentes durante la lectura de la sentencia este miércoles. (Alan Monzón/Rosario3.com)
Así se veía la sala antes de la lectura del fallo. (Alan Monzón/Rosario3.com) Así se veía la sala antes de la lectura del fallo. (Alan Monzón/Rosario3.com)
El Tribunal Oral Federal 2 de Rosario condenó este miércoles a prisión perpetua a Luis Abelardo Patti y a otros tres represores por el secuestro y asesinato de los militantes peronistas Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi en 1983, sobre el final de la última dictadura.
El fallo fue seguido por familiares de víctimas de la última dictadura cívico-militar y militantes por los derechos humanos frente al edificio de Oroño 940 (ver fotos de Rosario3.com). Por mayoría, el tribunal integrado por los jueces Omar Digerónimo, Jorge Venegas Echagüe y Beatriz Caballero de Barabani condenó también a prisión perpetua a Pascual Oscar Guerrieri, Luis Américo Muñoz y Juan Amadeo Spataro.
En el mismo veredicto, cuyo tramo dispositivo se leyó en la sala de audiencias, fueron absueltos en este juicio el dictador Reynaldo Benito Antonio Bignone y Juan Andrés Cabrera, Ariel Antonio López, Walter Dionisio Salvador Pagano, Rodolfo Jorge Rodríguez y Carlos Antonio Sfulcini, todos imputados en la causa.
El tribunal anunció además que leerá los fundamentos de la sentencia en una audiencia convocada para el 1° de julio próximo, informó Télam. Cambiaso y Pereyra Rossi, que militaban en 1983 en la línea interna del PJ “Intransigencia y Movilización”, fueron secuestrados el 14 de mayo de 1983 en el bar Magnum de Rosario por un grupo de militares y agentes civiles de inteligencia (PCI) que reportaban al II Cuerpo de Ejército, que entonces tenía asiento en esa ciudad.
De acuerdo a la acusación, los trasladaron en un camión militar hasta un galpón de las afueras de Rosario, cedido por una familia que colaboró con la represión ilegal, donde fueron sometidos a torturas. La investigación estableció que luego fueron entregados a una patrulla del Comando Radioeléctrico de Tigre al mando de Patti e integrada por dos suboficiales, uno de los cuales está muerto.
Los cuerpos baleados de “Carlón” Pereyra Rossi y “El Viejo” Cambiaso aparecieron en un camino rural cercano a la localidad bonaerense de Lima dos días después.
Fuente:Rosario3
Derechos Humanos
Hasta que todo sea como ellos lo soñaron
04/05/2016
Cuatro condenas a prisión perpetua -entre ellas para Luis Abelardo Patti – y seis absoluciones fue el fallo que dictó el Tribunal Oral N° 2 en la causa donde se investigó el secuestro y posterior asesinato de los militantes peronistas Eduardo Pereyra Rossi y Osvaldo Cambiaso, en el año 1983. Más allá de la sensación contradictoria que deja la sentencia, se destaca la importancia y el valor de haber alcanzado esta instancia judicial. Por María Cruz Ciarniello
Cuatro condenas a perpetua y seis absoluciones fue el resultado del fallo del Tribunal Oral N° 2 compuesto por los jueces Jorge Venegas Echagüe, Omar Digerónimo y Beatriz Baravani, en el marco de la causa en la que se ventilaron los delitos de lesa humanidad cometidos contra los militantes Eduardo Pereyra Rossi y Osvaldo Cambiaso.
La sentencia se leyó pasado el mediodía. A la espera de una nueva condena en el marco de lo que fue el genocidio perpetrado durante la última dictadura cívico – militar en Argentina, se encontraban militantes sociales, organismos de Derechos Humanos, el Espacio Juicio y Castigo Rosario, concejales/as de la ciudad y organizaciones sociales, gremiales y políticas. También viajaron desde Buenos Aires, ex compañeros de militancia de Intransigencia y Movilización, del que participaba el “Carlon” Eduardo Pereyra Rossi y Osvaldo Cambiaso.
El ex comisario bonaerense Luis Abelardo Patti y el ex policía Amadeo Spataro recibieron las penas de prisión perpetua, al ser encontrados coautores materiales de los delitos de privación ilegal de la libertad, tormentos y homicidio, en todos los casos con agravantes. Esta misma condena pesó para el entonces jefe del Destacamento 121 de Inteligencia de Rosario, Pascual Guerrieri, y su segundo, Luis Américo Muñoz, considerados coautores mediatos de estos mismos delitos.
La satisfacción al escuchar estos fallos explotó en aplausos y en gritos de desahogo que acompañan cada una de las sentencias en los juicios de lesa humanidad. La bronca llegó cuando el Tribunal dictó la absolución –en un fallo en disidencia- para el dictador Reynaldo Bignone, para el ex jefe del Departamento III de Operaciones del Comando del II Cuerpo del Ejército, Rodolfo Rodríguez y para los cuatro integrantes del Personal Civil de Inteligencia: Juan Andrés Cabrera, Ariel Antonio López, Walter Dionisio Salvador Pagano y Carlos Antonio Sfulcini.
La abogada de Hijos, Nadia Shujman, quien representó la querella de Ethel y Gladys Cambiaso, anticipó que las absoluciones serán apeladas ante la Cámara de Casación Penal. Pese a la satisfacción por las perpetuas a Patti y a Spataro, perdura la amarga sensación que arroja la absolución para uno de los máximos exponente del genocidio, Reynaldo Bignone.
“Estoy muy enojada con esta sentencia pero tampoco voy a permitir que nos roben la alegría porque llegar hasta acá fue muy costoso. Era impensable hace unos años, y llegamos a este momento que es un mojón en la causa. Este fallo lo vamos a apelar. Obviamente rescato las perpetuas a un personaje como Patti, Spataro, Guerrieri y Muñoz. Me parece inadmisible e inexplicable que Bignone no haya sido condenado y que Rodriguez que era el jefe de operaciones tampoco, cuando estaba todo acreditado. Tenemos el consuelo que todos están condenados en otras causas, osea que no se van a ir a sus casas en libertad”, expresó Nadia a la salida del Tribunal.
La bronca podía leerse en su mirada así como también, la satisfacción plena de haber logrado lo que parecía –tal como sostuvo – un imposible: llegar a una condena por el asesinato de los dos militantes del movimiento peronista. En este sentido, la abogada resaltó la participación de organizaciones, de militantes y abogados y fundamentalmente la del fiscal Juan Patricio Murray. “Juan fue un actor fundamental para llegar a esta instancia, para que la cosa juzgada caiga. Y la defensa lo sabe y por eso lo persigue”.
Contundente en sus declaraciones, Shujman alentó a continuar apoyando el proceso de juicio y castigo: “Que no nos roben la alegría. La calle es nuestra. Vamos a seguir hasta terminar de juzgar la última causa”.
Las querellas restantes estuvieron representadas por Santiago Bereciartúa de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y Eliana Masegosa por la Secretaría de Derechos Humanos de la pcia. de Buenos Aires. Los fiscales actuantes, con una gran labor en este juicio, fueron Adolfo Villate y Federico Reynares Solari. Cabe destacar el rol fundamental que cumplió Juan Murray para lograr la reapertura de la causa.
Norma Ríos, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, siguió cada una de las audiencias de este juicio. “Escuchar la frase del juez de que están en libertad, es un golpe al corazón y al estómago. Pero bueno, tenemos la tranquilidad de que están todos condenados por otras causas. Había muy pocos testigos y lo más concreto que se tenía eran las declaraciones de Constanzo. Fue muy complicado. Fue una bronca pero no hay que verlo con desesperanza. Vamos a seguir luchando sin tregua. Lo que es incomprensible es la libertad de Bignone porque le hace creer a los jueces que él no sabía nada. Y esto, a esta altura, es una ingenuidad que no cabe para ninguno de los jueces”, declaró en diálogo con Enredando.
También lamentó la ausencia de público durante las audiencias del juicio y la importancia de que, para la lectura de la sentencia, hayan ingresado a la sala estudiantes de Derecho, una de las tareas que emprendió la APDH. “Los juicios son fundamentalmente políticos, y es importante que la calle esté llena y las salas llenas. Eso faltó en este juicio. Hoy, si bien no había muchas pruebas en cuanto a testimonios, eran militantes muy recordados, sucedió sobre el filo del final de la dictadura. Uno venía del exilio y otro de la cárcel y demostraban que la resistencia existía. Porque esto rompe también con el discurso del terror y de que nada se podía hacer. Cambiaso y Pereyra Rossi forman parte de los ejemplos que siempre damos como símbolos de resistencia. Ellos estaban rearmando política para sacar un país que había pasado un genocidio.”
Florencia Del Negro, presidenta de Apdh Rosario destacó por su parte, la necesidad de reforzar el acompañamiento en cada uno de los juicios. “Es necesario reforzar la participación. Los juicios son ahora.”
“Es una sensación contradictoria. Porque vemos como la justicia mira para otro lado, y no condena a quienes también fueron parte de ese secuestro y ese asesinato. En la primera sentencia que estuvimos en el juicio a Feced, también tuvimos un sabor agridulce porque hubo condenas para algunos y a otros no les habían dado la suficiente cantidad de años como habíamos pedido. Pero más allá de esto, como tardamos 33 años en lograr la justicia, tenemos más tiempo por delante para seguir peleando. Lo más importante es poder luchar y concretar esa patria por la que dieron su vida, el Viejo, el Carlón y tantos otros compañeros. Ese es el mayor compromiso que podemos tener todos. No solo una condena de la justicia, sino construir la patria que ellos querían y no esta patria que estamos viviendo ahora que es solo para unos pocos” dijo José Pepe Berra, compañero de militancia de Cambiaso y Pereyra Rossi, además de ser un sobreviviente del terrorismo de Estado.
Profundamente conmovido estaba Noelio Maya quien viajó desde Buenos Aires para presenciar el fallo. “El Flaco (Eduardo Pereyra Rossi) era un tipo excelente. Era un cuadro político impresionante, era solidario, entregado a la militancia. En aquel tiempo yo tenía 24 años, y el tenía 30 y pico, y nos cuidaba mucho a nosotros que eramos de otra generación”, señaló a enREDando. Frente a los micrófonos, Noelio no pudo terminar su frase. Lo invadió la emoción y el recuerdo fresco de quien fuera su compañero. “A mí me parece que fue ayer. No nos queda otra que seguir peleando. Ahora parece que volvimos 30 años para atrás. Y todo lo que el Viejo y el Carlón nos decía está vigente, y por eso tenemos que seguir para adelante. Con el Flaco nos íbamos a cualquier hora de la madrugada, a buscar compañeros, y así íbamos organizando el espacio Intransigencia y Movilización Peronista. Nos cuidábamos mucho. Los compañeros de aquella época era gente a la cual vos le podías dar tu vida en la mano”.
Eduardo Pereyra Rossi y Osvaldo Cambiasso, “El Carlón” y “El Viejo”, como le llamaban sus compañeros de la militancia de Intransigencia y Movilización Peronista fueron secuestrados el 14 de mayo de 1983 en el bar Mágnum, ubicado en Córdoba y Ovidio Lagos, por un grupo de cinco personas. Los arrastraron fuera del bar y los subieron a una camioneta. La “patota” de secuestradores estaba conformada por miembros del Ejército Argentino pertenecientes al Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario.
Durante el tiempo que estuvieron secuestrados los golpearon y torturaron. Horas después fueron trasladados a la provincia de Buenos Aires y entregados a otra patota integrada por Luis Abelardo Patti, Juan Amadeo Spataro y Rodolfo Rodríguez, por entonces funcionarios policiales del Comando Radioeléctrico dependiente de la Unidad Regional de Tigre. Cambiaso y Pereyra Rossi fueron finalmente asesinados producto de los disparos de arma de fuego que recibieron cerca de la localidad de Lima, sobre un camino rural a dos kilómetros de la ruta Nacional 9. Todo quedó simulado como un enfrentamiento con la Policía. Durante todo este proceso judicial, tanto la Fiscalía como los abogados de la querella, intentaron demostraron que “las muertes no se dieron en un enfrentamiento armado sino que ambos fueron secuestrados, torturados y asesinados en un operativo conjunto entre el I y II Cuerpo del Ejército”.
Fuente:enREDando.org.ar
Miércoles, 04 Mayo 2016
Cuatro condenados y seis absueltos por el caso Cambiasso-Pereyra Rossi
Escrito por Javier Galarza
Cuatro condenados y seis absueltos por el caso Cambiasso-Pereyra Rossi En la tarde de hoy se dictó la sentencia a represores por los crímenes de Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi, militantes peronistas que fueron asesinados en mayo de 1983. Cuatro de los diez imputados, entre los que se encuentra el ex comisario Luis Abelardo Patti, fueron condenados a prisión perpetua, mientras que los restantes seis fueron absueltos. Se trata de los últimos crímenes de lesa humanidad ocurridos durante la dictadura cívico militar. Sensación agridulce entre familiares y agrupaciones sociales y políticas.
El Tribunal Federal Oral N° 2 condenó a prisión perpetua al ex comisario Luis Abelardo Patti y a los represores Juan Amadeo Spataro, Pascual Oscar Guerrieri y Luis Américo Muñoz por privación ilegítima de la libertad, tortura y homicidio de los militantes Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi, asesinados el 14 de mayo de 1983. En tanto, el resto de los imputados fueron absueltos: se trata del dictador Reynaldo Benito Antonio Bignone, Rodolfo Jorge Rodríguez, Walter Dionisio Salvador Pagano, Juan Andrés Cabrera, Ariel Antonio López, y Carlos Antonio Sfulcini.
El tribunal compuesto por Omar Digerónimo, Jorge Venegas Echagüe y Beatriz Caballero de Barabani dictó la sentencia alrededor de las 13:30, mientras afuera del edificio ubicado en Oroño al 900, un centenar de personas escuchaban atentamente la lectura de las sentencias a través parlantes montados para la ocasión.
El hecho convocó a organizaciones de derechos humanos (CeProDH, Espacio Juicio y Castigo, H.I.J.O.S) organizaciones políticas (Rosario para la Victoria, Patria Grande, PTS, Nuevo Encuentro, Juventud Peronista) y funcionarios públicos (Celeste Lepratti, Eduardo Toniolli, María Fernanda Gigliani, Fernando “El Chino” Rossúa) que festejaban ante cada fallo favorable.
Finalmente se anunció que los fundamentos de la sentencia se leerán en una audiencia convocada para el 1 de julio próximo.
Un mediodía agridulce
Al finalizar la lectura, tuvo lugar un pequeño acto para recordar a “El viejo” y a “Carlón”, tal como eran conocidos Cambiaso y Pereyra Rossi por sus compañeros. La tarde otoñal transcurría y la sensación de ambigüedad era notoria entre todos los presentes que habían festejado a viva voz cada sentencia, pero a su vez expresaban rostros de desazón ante cada absolución.
El primero en acercarse al micrófono fue Juan Emilio Basso de H.I.J.O.S, quien manifestó que si bien habían pedido “prisión perpetua para los diez genocidas”, las cuatro condenas de hoy “son conquistas que hay que festejar”. Además señaló que las jornadas de lucha seguirán, ya que “la patria que soñaron Carlón y El viejo aún queda pendiente”.
Inmediatamente después se hizo presente la doctora Nadia Schujman, abogada de Gladys y Ethel Cambiaso, hermanas de Osvaldo, a manifestarse acerca de lo sucedido: “Estoy muy enojada con el fallo, pero no voy a permitir que nos roben la alegría de llegar a este día, algo que era impensable hace unos años”. Además informó que van a apelar la sentencia ya que le parece “inadmisible e inexplicable” que figuras como Bignone o Rodríguez fueran absueltas. Finalmente expresó tener “el consuelo de saber que todos están condenados por otras causas, que ninguno de los que fueron absueltos se va a ir a su casa sin ninguna condena”.
Los asesinatos
Carlón y El Viejo militaban en Intransigencia y movilización, un movimiento peronista de principio de los años ochenta. El 14 de mayo de 1983 se encontraban en el bar Magnum, ubicado en Córdoba 2787, cuando un grupo paramilitar los secuestraron y los trasladaron hasta las afueras de Rosario, donde fueron torturados. Luego, fueron llevados a la Unidad Regional de Tigre, al mando de Luis Abelardo Patti e integrada por los suboficiales Juan Amadeo Spataro y Rodolfo Diéguez (quien ya falleció).
Los cuerpos fueron encontrados tres días después, el 17 de mayo, en un descampado en la localidad de Lima, partido bonaerense de Zárate. La primera versión difundida por la policía era que habían sido abatidos en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad. Sin embargo las pericias forenses demostraron lesiones múltiples devenidas de la tortura que no se condijo con la hipótesis del enfrentamiento.
Fuente:Brujula.comunicacion.com
IMÁGENES DE LA JORNADA
Fotos: Laura Elena Tasada
Fotos:J.J.Arcadio Buendia
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