Un anticipo de las condiciones que se impodrán con el Stand-By
Lo que le espera a la Argentina con el FMI
El Fondo Monetario Internacional publicó esta mañana un documento que da la pauta de las exigencias que fijará a cambio del préstamo que negocia el Gobierno.
Por Tomás Lukin
magen: AFP
Por Tomás Lukin
Un nuevo documento del Fondo Monetario Internacional ofrece un anticipo para las condicionalidades asociadas al préstamo stand-by que busca Argentina. El cuarteto de recomendaciones ofrecidas por el FMI esta mañana es conocido en el país: reducción del déficit fiscal, mayor apertura comercial, liberalización financiera y profundización de las reformas estructurales. El “Panorama Económico Regional para Las Américas” del Fondo fue publicado hoy cuando el titular del Palacio de Hacienda, Nicolás Dujovne, arribó a Buenos Aires desde Washington. Las negociaciones con el organismo multilateral que encabeza Christine Lagarde para lograr un crédito serán retomadas la semana próxima.
Desde el FMI abrieron el paraguas para enfatizar que “el informe fue cerrado a principio de marzo” y “no refleja los últimos acontecimientos en Argentina”. De hecho, el documento advierte la “vulnerabilidad de los países que dependen del financiamiento externo cuantioso, como Argentina, a los cambios en la actitud de los inversores extranjeros”. Pero, más allá del regocijo premonitorio, el panorama regional omite señalar el respaldo ofrecido por el organismo multilateral al modelo económico y las reformas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri desde 2015. Entre los pilares de ese proceso que fueron celebrados por el Fondo se destaca el proceso de liberalización cambiaria y financiera que agudizó la vulnerabilidad externa del país.
El documento del FMI sostiene que si bien Argentina “salió de la recesión” deberá encarar una serie de ajustes y reformas:
-Esfuerzo fiscal importante y sostenido. “La pregunta fundamental sigue girando en torno a cuál ha de ser la magnitud del ajuste que los países aun deben realizar en el futuro”, reconoce el fondo al precisar que Argentina figura en el grupo que tiene la “necesidad de un esfuerzo fiscal importante y sostenido”. En marzo cuando todavía no se había gatillado el tembladeral financiero el FMI pensaba que esa “continua reducción del déficit fiscal primario (mediante una mayor reducción del gasto primario corriente)” permitiría controlar la inflación. bajar las tasas de interés y reducir la vulnerabilidad externa.
-Reformas estructurales. “Para lograr un crecimiento más vigoroso, sostenible e inclusivo, se precisará un mayor avance del programa de reformas estructurales para eliminar las distorsiones y los cuellos de botella pendientes”, sostiene el informe del Fondo. Las reformas sugeridas por el staff del organismo en diciembre que son rescatadas en este documento incluyen la apertura de la economía al comercio internacional, el desarrollo de los mercados de capitales y las regulaciones del mercado de trabajo.
-Liberalización financiera y del comercio. “Los niveles de apertura comercial en ALC son bajos si se los compara con los de otras regiones, y el problema es más pronunciado en algunas de las principales economías de la región, en particular Argentina y Brasil”, sostiene el Panorama Económico Regional.
11 de mayo de 2018
La titular del FMI le dedicó 40 minutos al ministro de Hacienda, que fue a pedir un acuerdo
Dujovne empezó a recibir instrucciones de Lagarde
Christine Lagarde y David Malpass, subsecretario de Asuntos Internacionales de Estados Unidos, manifestaron su apoyo a un entendimiento con Argentina. El Gobierno lo busca de manera urgente para tratar de frenar la hemorragia de divisas.
Por Tomás Lukin
Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda, encabezó la delegación argentina que anoche partió de regreso a Buenos Aires.
Imagen: AFP
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El cortejo inicial con el Fondo Monetario Internacional concluyó ayer pero las negociaciones para solicitar el préstamo recién comienzan. “El FMI nos ayudará a preservar lo que hemos logrado”, afirmó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en medio del tembladeral financiero que llevó al Gobierno a pedir de urgencia el auxilio del organismo multilateral. La directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, recibió a la delegación argentina durante 40 minutos. Al término del encuentro, los funcionarios encararon el regreso a Buenos Aires, pero la semana próxima volverán a Washington. “El ministro Dujovne y yo nos reunimos para analizar cómo el FMI puede ayudar a las autoridades en el fortalecimiento de la economía argentina a la luz de la renovada y significativa volatilidad de los mercados financieros”, expresó la mandamás del Fondo al elogiar la política económica del gobierno de Mauricio Macri. La única queja de la abogada francesa fue al comenzar la conversación al advertir que la reunión estaba “corta de mujeres”. El proceso de negociaciones para los tradicionales créditos stand-by puede extenderse durante seis semanas en las que las partes acuerdan las condicionalidades y reformas que implementará el país para acceder a los desembolsos.
“Este acuerdo nos ayudará a preservar todo lo que hemos logrado en los primeros años de gobierno, avances que hemos obtenido con mucho esfuerzo de todos los argentinos”, consideró Dujovne. Desde el Palacio de Hacienda evitaron precisar el monto del préstamo que solicita el país. Los parámetros establecidos por el FMI habilitan a la Argentina a acceder a créditos stand-by por hasta 27.000 millones de dólares en tres años. El organismo prevé alternativas para eludir sus propios límites aunque las condiciones económicas argentinas, a priori, no alcanzan para habilitar esa excepción. Por eso, mientras avanzan las negociaciones con el Fondo, el gobierno explora alternativas para habilitar líneas de provisión de liquidez complementarias.
“Recalqué mi firme apoyo a las reformas de Argentina hasta la fecha y expresé la disposición del Fondo para seguir ayudando al gobierno”, expresó Lagarde al finalizar la reunión. Durante el encuentro con los representantes del Ministerio de Hacienda y el Banco Central, la abogada francesa estuvo acompañaba por una nutrida comitiva del FMI. Entre ellos estaba David Lipton, que ocupa el segundo lugar en el organigrama del Fondo, pero tiene un rol todavía más relevante: representa a Estados Unidos. El respaldo del gobierno de Donald Trump junto con el visto bueno de las autoridades chinas es necesario para inclinar la votación en el Fondo. Con ese objetivo Dujovne visitó por la mañana al Departamento del Tesoro para reunirse con el subsecretario de Asuntos Internacionales, David Malpass. Durante ese encuentro las autoridades estadounidense informaron que el funcionario “reiteró su sólido apoyo hacia el programa de reformas orientadas al comercio implementadas por el gobierno de Macri con el fin de promover el crecimiento impulsado por el sector privado” y “vio con beneplácito el diálogo entre Argentina y el FMI en relación al programa propuesto por Argentina”. El Gobierno celebró el respaldo contundente.
Stand-by
“Nos hemos comprometido a no hablar de cifras o modalidades”, sostuvo Dujovne. El monto máximo previsto para un acuerdo stand-by asciende a 4,35 veces la cuota del país en el FMI durante un plazo de tres años. En el caso argentino la cifra asciende hasta los 19.700 millones de dólares. Pero los funcionarios del Palacio de Hacienda pretenden evitar un acuerdo tradicional. “Hemos pedido que se considere para Argentina un acuerdo stand-by de alto acceso. Este instrumento tiene la flexibilidad necesaria para cumplir el objetivo que estamos buscando”, consideró el titular del Palacio de Hacienda. Esa línea fue lanzada en medio de la crisis financiera internacional en un intento del FMI por lavar su imagen y mostrarse menos estricto con los países en problemas. De acuerdo al organismo, esos créditos son precautorios y se otorgan a países que “no tienen intención de utilizar los montos aprobados, pero conservan la opción si llegaran a necesitarlo”.
El esquema de “alto acceso” fue creado para habilitar créditos por un monto global equivalente a 6 veces la cuota de los miembros (cerca de 27.000 millones de dólares en el caso argentino). Como yapa ofrece mayores desembolsos iniciales y menor frecuencia en las supervisiones pero la “flexibilidad” se agota ahí. Las condicionalidades fiscales, monetarias, cambiarias, previsionales y laborales son las habituales. Costa Rica, El Salvador y Guatemala fueron los únicos países que accedieron a pequeños “stand-by de alto acceso” durante el estallido de la crisis financiera internacional. Un equipo del FMI evaluó en 2010 que la escasa demanda para esos créditos respondía a la persistencia de un “estigma” asociado a los préstamos stand-by. “Un elemento central parece ser el estigma. Pueden existir un grupo de países con buenas políticas que no son lo suficientemente sólidas para acceder a una Línea de Crédito Flexible, para quienes el estigma de acceder a un acuerdo stand-by puede ser demasiado alto como para recurrir al Fondo”, expresa el documento firmado por el staff del organismo.
Todos los créditos stand-by solicitados por Argentina desde 1958 contemplaron combinaciones de las habituales condicionalidades previstas por el FMI: recorte del gasto público, ajuste monetario, desregulación financiera y cambiaria, apertura comercial, flexibilización laboral y reformas de los sistemas de la seguridad social. Desde el organismo multilateral respaldan los cambios impulsados por Macri aunque en cada documento sobre el país elaborado a lo largo de los últimos dos años señalaron la necesidad de profundizar el ajuste fiscal, avanzar en la reforma laboral y modificar el sistema de la seguridad social. Existen matices pero por primera vez en quince años, la Casa Rosada y el Fondo comparten la visión sobre los objetivos y herramientas que debe asumir la política económica.
Fuente:Pagina12
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