Este lunes se conoció la noticia del fallecimiento de Celina “Queca” Kofman, histórica dirigente de Madres de Plaza de Mayo. La referente santafesina de lucha por los derechos humanos tenía 96 años y murió en su casa. De profesión docente, Kofman fue una de las importantes integrantes de la organización que se puso en marcha en la década del '70 en plena dictadura luego de que su hijo fuera secuestrado. Fue miembro desde 1978 hasta el 2000, donde tuvo la responsabilidad sobre las ex filiales de Concordia y Santa Fe. ​Gisela Romero, periodista e integrante de Hijos Paraná la entrevisto en 2015, junto con Alfredo Hoffman, y destacó a DIARIOJUNIO que “Queca” comenzó la búsqueda de su hijo desde 1975 y “se fue sin saber que fue de los restos de su hijo”.

Celina 'Keca' Koffman

Romero recordó que la idea del libro fue de la Asociación de Familiares y Amigos de Detenidos, Presos Políticos y Desaparecidos de Concordia para recuperar la historia de los 21 hombres y mujeres que estaba relacionados con Concordia que fueron asesinados en el marco del Terrorismo de Estado.
“Cuando me enteré del fallecimiento de ‘Queca’ lo primero que pensé fue cuando nos fuimos a encontrar con ella con mi compañero Alfredo para el libro, ella nos recibió con la amabilidad que la caracterizaba pero bien como te reciben las abuelas en su casa: con una torta especialmente hecha por ella para ese momento”, recordó. También los esperaba, como característica de su trayectoria docente, con algunas hojas escritas para que no se olvidaran de “absolutamente de nada de lo que ella quería que se dijera de su hijo Jorge”.
‘Queca’ Hoffman, y su esposo Marcos, vivían en Concordia pero dejaron la ciudad cuando comenzaron a buscar a su hijo Jorge Oscar Koffman, un estudiante y obrero de 23 años, padre de un niño y otro en camino, quien fue secuestrado y desaparecido por genocidas militares en Tucumán. “Vino a Santa Fe a vivir y a partir de ahí armó Madres de Santa Fe. Así como comenzó en Concordia parte del primer grupo de familiares, en Santa Fe también se unió a la lucha por Memoria, Verdad y Justicia”, dijo.
Jorge fue herido el 29 de mayo de 1975 en Manchalá, Tucumán, por lo que se refugió en casa de una familia de campesinos, y ya estando restablecido colaboró en tareas de recolección de caña. Luego lo habrían trasladado en un sulky hasta la ruta y habría alcanzado a subir a un colectivo de la empresa El Cóndor con rumbo a Córdoba. Una patrulla militar lo habría hecho prisionero en un control de rutas entre el 1ª y el 7 de junio de 1975. Sobrevivientes lo vieron en los Centros Clandestino de Detención (CCD) Cárcel de Villa Urquiza y Escuelita de Famailla. Tenía 23 años.
La búsqueda de su hijo comenzó a poco de desaparecer. Y nunca la dejó. “Hasta el último momento nunca la dejó”, dijo Romero. “Fue ella con su compañero Marcos hasta Tucumán que era donde militaba su hijo y fue desaparecido”, dijo Romero.  En ese viaje, ‘Queca’ manifestó el temple que tenía tanto en la búsqueda de su hijo como en otras causas. “Viajo a Tucumán con todo el peligro que significaba. Incluso llevándolo a Hugo que fue el hijo más chico que la acompañó hasta el último momento. Llegaron a Tucumán y empezó a investigar como había sido la desaparición”.
Lo primero que hizo fue presentar un habeas corpus mediante los abogados que trabajaban en ese momento. “Llegó hasta una cuadra antes donde estaba el centro clandestino (la célebremente triste ‘Escuelita de Famaillá’) donde supuestamente lo habían llevado a Jorge. Era hasta donde pudo llegar porque ella quería llegar hasta la puerta misma del lugar que era conocido como el centro clandestino y gritó con todas las fuerzas que le daba su garganta para que su hijo supiera que lo estaba buscando, que lo estaba acompañando, que le estaba dando fuerzas porque ya tenía conocimiento de lo que estaba pasando”, destacó.    
La integrante de Hijos destacó que ‘Keca’ además también reclamó Justicia para el caso de su hijo. Y pudo dar testimonio en el juicio que condenó a los genocidas responsables de la desaparición de Jorge. El 23 de diciembre de 2014, el tribunal oral de Tucumán dicto sentencia en la causa por los crímenes cometidos en el Penal de Villa Urquiza. “Entre esas 39 víctimas estaba la desaparición de Jorge Koffman”, señaló.
En 2017, Kofman escribió un libro donde relató su búsqueda. Romero recordó que estaba con fuerza para recorrer Santa Fe y Entre Ríos para presentarlo y estar frente al público.
La integrante de HIJOS destacó además que la mujer. si bien no tenía redes sociales, sí utilizaba correo electrónico. “Aún siendo viejita, viejita, intercambiamos correos. Por cualquier cosa que te imagines que podía pasar, cosas buenas o no tan buenas, vos le escribías un corre electronico y ella te contestaba”, dijo.
Pero se empeñó en la causa de Jorge y así fue que durante muchos años se fue vinculando con familiares, con Madres, con HIJOS. “Fue todo un movimiento muy grande”, dijo.
“Hasta el final ella estuvo consciente de que es lo que estaba pasando. Para mí era una mujer extraordinaria, compañera. Encontró la muerte en su casa sin saber que fue del destino de los restos de su hijo. Pero en ese camino de Memoria, Verdad y Justicia al menos se fue viendo a los perpetradores del asesinato de su hijo con prisión perpetua y a otros con penas menores pero juzgados y sentenciados”, señaló. No es poco tampoco: no todos los familiares pudieron ver condenados a los genocidas responsables del destino de sus seres queridos.
Fuente:DiarioJunio