28 de noviembre de 2021

VENEZUELA.

 

A pesar de los análisis antichavistas

algunos datos de participación 

electoral que no pueden ignorarse

Resumen Latinoamericano, 27 de noviembre de 2021.

El domingo 21N en la noche el Consejo Nacional Electoral (CNE) emitió el primer boletín de las megaelecciones en las que más de 3 mil cargos estaban en disputa. El dato que desencajó a la oposición nuevamente fue que el chavismo ganara en 20 de las 23 gobernaciones, así como la principal alcaldía del país, la del Municipio Libertador en Caracas.

Lo que ha venido sucediendo desde entonces es más o menos la proyección del duelo por parte de la oposición. La etapa de negación en la que se encuentran ha hecho que incurran en el habitual «qué tal si hubiéramos hecho esto», que en este caso tiene que ver concretamente con pensar en otros resultados en caso de la oposición hubiese ido unida a la contienda electoral, algo que no parece estar en el panorama y que solo depende de los factores que adversan al gobierno.

Al estado de negación se agrega el hecho de que aún muchos se preguntan cómo es que el chavismo sigue siendo la mayor fuerza política del país. En el fondo, lo que han tratado de hacer es quitar mérito a la gran victoria de las fuerzas chavistas.

Pero también hay una doble intencionalidad en todo ese intento de imponer una narrativa. Por una parte los operadores políticos opositores buscan fungir como puntos de sutura entre la oposición fragmentada para vender la esperanza de que si se unen pueden derrotar al chavismo en un futuro y, por otra, tratan usar de los datos históricos de la participación chavista en elecciones para «demostrar» una supuesta pérdida sostenida de fuerza en el tiempo.

Eso es lo que ha venido haciendo en redes sociales el periodista y analista político Eugenio Martínez, una suerte de rector sentimental wannabe del Consejo Nacional Electoral que usa el conocimiento sobre el sistema electoral venezolano para tratar de imponer su falacia de autoridad.

Recientemente, Martínez publicó unas tablas donde expone la evolución del voto en los últimos años y hace énfasis en la participación chavista. En las gráficas muestra «La caída a partir de las regionales 2017 es evidente. Este ejercicio es más complicado con la oposición, porque puede ser un error sumar todo lo que no sea PSUV en 2021 como oposición».

Los datos ofrecidos por este analista opositor convenientemente soslayan otros eventos electorales importantes; por ejemplo, los comicios para elegir a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente, en 2017, en el que participaron 8 millones 89 mil 320 electores y electoras. Dada la importancia de esas elecciones, debido al ciclo de violencia impulsado por factores internos y externos, ¿por qué no fueron tomados en cuenta?

Que más de 8 millones de venezolanos participaran en una elecciones caracterizada por asedio a centros de votación, linchamientos, persecuciones a quienes tuvieran intensiones de votar, entre otros, no es un dato menor.

Otro dato fundamental que no toma en cuenta son las elecciones parlamentarias de 2005, recordadas porque la oposición, sabiéndose derrotada luego de desmontar la agenda golpista de los tres años anteriores y esperando (con su ausencia) quitarle legitimidad al Poder Legislativo que se instalaba a partir de ese entonces, se retiró de esa contienda. En esa oportunidad participaron 3 millones 604 mil 741 votantes de los 14 millones 272 mil 964 inscritos en el Registro Electoral, un equivalente al 25.26%.

Como se puede notar en los datos expuestos hasta ahora, hay comicios con peor ausentismo que en los últimos que se han llevado a cabo en el país, tendencia narrativa que parece estar orientada a mellar la confianza en las instituciones venezolanas por un lado y diseminar la narrativa de «fracaso chavista» en las últimas elecciones.

De todos estos datos expuestos hasta ahora cabe destacar que la marcada inclinación a la abstención está condicionada, también, por la ausencia de la oposición en las elecciones, pues al no haber contraparte la tendencia es a no participar por falta de motivación y competencia, aun cuando exista un reconocido «voto duro» por parte del chavismo.

Contraria a la tendencia del chavismo, el analista también expone la evolución del voto opositor. «2021 presenta un dilema importante: ¿Se considera solo a la MUD o a todos los partidos que estuvieron en contra del PSUV y del GPP? Se vuelve a advertir que 4 MM de electores inscritos en Vzla están fuera del país», esta advertencia tendenciosa apunta a señalar que es posible ganarle al chavismo en una futuras elecciones. Eso sí, y acá vamos de nuevo, solo en caso de que logren un consenso entre todas las oposiciones.

Si no se toma en cuenta el contexto del que venimos, que incluye un ciclo de violencia y la despolitización y desmovilización de un sector de la oposición debido a su dirigencia fragmentada, cualquier análisis sobre el número de votantes en las pasadas elecciones del domingo 21 de noviembre queda sin sustancia.

Un retrato completo de estas elecciones necesariamente implica entender que estuvieron antecedidas por un contexto de gran polarización política, así como posiciones golpistas y criminales lideradas por partidos de la derecha, organizaciones que vuelven al cause de la democracia gracias a los diálogos impulsados por el gobierno para buscar una salida a la crisis política.

A ese cuadro complejo hay que agregarle el asedio imperial que ha vivido el país en los últimos años. El bloqueo económico tiene un impacto en lo social y, por ende, también en lo electoral. Sin embargo, no se puede desestimar que participó más del 40% del registro electoral, tomando en cuenta que la participación en este tipo de elecciones suele ser bastante baja.

Sobre la hipotética unión entre todas las oposiciones de cara a unas próximas elecciones queda preguntarse si es posible o no que ocurra. Que existan distintas oposiciones al gobierno de Maduro no es un indicativo de que tengan agendas comunes. Esto se vio reflejado desde que, en 2020, ocurrió la escisión en el Poder Legislativo con la llamada «rebelión de los suplentes». Mientras unos continuaron la agenda golpista y de saqueo a la República otros siguieron siendo opositores al gobierno, pero buscaron una salida de la crisis a través del diálogo.

Desde que el CNE emitió los resultados de las megaelecciones, los operadores políticos de la oposición han tratado de imponer la narrativa de que existe la posibilidad de que la oposición logre un consenso. En todo caso, lo que buscan es proyectar, como siempre, que el chavismo está en la víspera de su derrota.

Foto de portada: Europa press

Fuente: Misión Verdad



Refuerza relaciones de cooperación

con países de la Asean

Resumen Latinoamericano, 27 de noviembre de 2021.

En el marco de la IV Jornada de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) celebrada el pasado jueves en Caracas, se acordó reforzar las relaciones de cooperación e intercambio mutuo entre los países del organismo de integración asiático y Venezuela. El Centro de Arte de PDVSA “La Estancia”, acogió la IV Jornada de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, (Asean), con la partcipación de cuatro países de la región.

La viceministra de Comercio Exterior, Capaya Rodríguez, presidió por la parte venezolana,  en el Centro de Arte de PDVSA “La Estancia”, el evento, que acogió a cuatro países (Indonesia, Malasia, Vietnam y Venezuela).

Durante la reunión, Capaya destacó la oportunidad que tiene Venezuela de trabajar con los embajadores de los Estados miembros al tiempo que aseguró que los países de la Asean están muy contentos por el trabajo que se viene realizando con el país latinoamericano en función de la cooperación y el fortalecimiento de las relaciones económicas-productivas.

“Es grandioso tener a la Asean reunida con estos países, en Venezuela, los cuales forma parte de la organización económica más grande del mundo, donde, por una parte, el imperio norteamericano quiere hacernos daño, pero por otro lado, la Asean nos está abriendo poco a poco sus puertas en la cooperación y beneficio de los países integrantes de esta Asociación, para consolidar un bloque productivo», explicó.

El evento fue propicio para presentar exposiciones culturales donde se exhibieron las tradiciones y costumbres de los países del sudeste asiático y Venezuela, además de las degustaciones gastronómicas.

Los diplomáticos y representantes de diversos ministerios destacaron la importancia de este encuentro para generar confianza y atraer inversiones sobre la base de unas relaciones de cooperación cimentadas en el respeto mutuo.

También participaron por Venezuela autoridades de los ministerios de Hábitat y Vivienda; Turismo; Economía, Finanzas y Comercio Exterior; Industrias y Producción Nacional; Hábitat y Vivienda; el Banco de Comercio Exterior (Bancoex) y el Instituto de Capacitación y Educación Socialista (Inces).

Fuente: TeleSUR



Rechazan hostilidad del Reino 

Unido sobre elecciones


Resumen Latinoamericano, 25 de noviembre de 2021.

La Cancillería de Venezuela destacó que las elecciones del domingo contaron con más de 300 observadores internacionales.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela expresó este jueves su rechazo a las declaraciones de su homólogo británico, el Foreing Office, el cual cuestionó la validez de las elecciones regionales y municipales celebradas el domingo pasado en la nación suramericana, en los cuales triunfó de manera inobjetable el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

En su nota, la Cancillería venezolana recuerda que los comicios del 21N se celebraron con la más absoluta normalidad y civismo.

Además, manifiesta que Reino Unido introdujo lo que llamó calificativos inaceptables al valorar los resultados del ejercicio democrático.

Según Caracas, las afirmaciones expuestas en el referido pronunciamiento de Londres revelan lo que califican de intencionalidad política hostil en contra del Gobierno y el pueblo venezolanos, y constituyen una intromisión inaceptable en los asuntos internos de un país soberano.

En ese sentido, Venezuela valora que la posición de Reino Unido da continuidad así a una agenda de agresión hacia el país suramericano y su institucionalidad.

De igual manera, Venezuela hizo un llamado a Reino Unido a dejar de lado el irrespeto, la injerencia y las prácticas coloniales que han caracterizado a lo que llamó su errática política exterior, a la vez que le emplazó a rectificar el equívoco contenido del referido texto.

El comunicado venezolano recuerda que la participación de los sectores políticos en las elecciones y el acompañamiento de más de 300 veedores internacionales y misiones de acompañamiento electoral, certifican la existencia de una vibrante democracia y la robustez de uno de los sistemas electorales más auditados del mundo.

Por último, la nota expresa que Venezuela, muy a pesar de las políticas de cambio de régimen impulsadas por Reino Unido, seguirá fortaleciendo la vitalidad de su democracia participativa y protagónica y le reitera a ese país, de la manera más enérgica, la solicitud de devolución inmediata del oro venezolano que se encuentra secuestrado en las bóvedas británicas.

En las elecciones del domingo, el oficialismo ganó por amplía mayoría y se llevó 18 de las 23 gobernaturas.



La gran derrota de Washington

Por Ángel Guerra Cabrera. Resumen Latinoamericano, 26 de noviembre de 2021.

El chavismo logró una contundente victoria en las mega elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre. Había en disputa 3082 puestos de elección popular, entre ellos 23 gobernaciones, 335 alcaldías, 253 diputados a Consejos Legislativos estadales y 2471 concejales municipales. para los que se presentaron 70 mil candidatos. Le otorga gran legitimidad a la cita electoral la concurrencia a las urnas de la gran mayoría de la oposición, incluida la que, hasta hace unos meses, se mantuvo atada a la desestabilización y al golpismo ordenados por el imperio y que había jurado no participar en comicios “con el chavismo en el poder”.

El hecho constituye una gran derrota de la política de desconocimiento de la institucionalidad venezolana, de descalificación al prestigioso Consejo Nacional Electoral(CNE) y de cambio de régimen sostenida por Estados Unidos (EU) desde la época de Obama, arreciada duramente por Trump y mantenida por Biden. También refuerza la legitimidad de la contienda, la asistencia de 42.26 por ciento, proporción perfectamente ajustada a la habitual participación en comicios de este carácter. Por poner un ejemplo muy cercano, ese mismo día, en Chile, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en todas partes las de mayor afluencia de votantes, solo se alcanzó el 46,7 por ciento de asistencia. No obstante, la migración provocada por el implacable bloqueo gringo y la persistente desconfianza en el CNE y en el camino electoral sembrada por la oposición guaidosista entre sus seguidores debe haber disminuido la votación. El bloqueo también incita a la apatía a simpatizantes naturales del chavismo, absortos en la solución de sus problemas individuales. Pero ese sector puede ser seguramente motivado y movilizado más adelante por un chavismo victorioso y por la mejoría económica que viene.

De los cargos que se elegían, el chavismo(Gran Polo Patriótico-GPP: el Partido Socialista Unido de Venezuela-PSUV y sus aliados) se ha adjudicado 19 gobernaciones y tres la oposición: Cojedes, Nueva Esparta y el estratégico Zulia( sede de importantes yacimientos petroleros, el más poblado del país y fronterizo con Colombia), una pérdida sensible para el chavismo. Sin embargo, mientras el PSUV ha forjado nuevos y jóvenes liderazgos regionales y ha consolidado los existentes, la oposición solo gana con políticos veteranos y fracasa con casi todos sus jóvenes candidatos, ligados a la violencia y sujetos las órdenes de Washington. Únicamente los vistos como partidarios del camino electoral han logrado, cuando no imponerse al chavismo, al menos superar a los candidatos del odio. Mientras, en contienda cerrada, es inminente la definición de la gubernatura de Barinas, estado natal de Chávez y por ello simbólico. El GPP conquistó 205 de las 322 alcaldías ya adjudicadas por el CNE y 117 la oposición. Es seguro que la mayoría de los cargos de miembros de los consejos municipales y estadales vayan a manos del chavismo.

Cabe subrayar que el PSUV se hace con 9 de las diez alcaldías más importantes del país. Entre ellas la del muy relevante municipio Libertador en Caracas, uno de los puestos electivos de mayor trascendencia nacional, donde la magnífica candidata Carmen Meléndez superó ampliamente la suma de los sufragios de todos los abanderados opositores al acumular 360 mil 369. También rebasan los candidatos chavistas en número de votos a la totalidad de sus contrincantes en las gobernaciones de Carabobo, Delta Amacuro, Aragua y La Guaira, por poner ejemplos. Ello demuestra que no en todas partes la oposición, “si hubiera competido unida”, se habría alzado con la victoria, hipótesis en todo caso absurda pues el “si hubiera” considera una realidad estática, lineal, que no es como se comporta la política. No toma en cuenta, además, que los agravios, odios, celos y personalismos que envenenan a la oposición venezolana hacen por el momento inviable la hipótesis de que se una, situación agravada por la política que le ha impuesto EU, llamada a empeorar toda vez que Washington, pese a haber dado luz verde para competir, aunque muy tarde, a la oposición extremista, recién vuelve a apoyar al inexistente gobierno “interino” de Guaidó por boca del secretario de Estado Tony Blinken, una actitud que muestra el distanciamiento de la realidad imperante en la Casa Blanca. Pues no es únicamente sobre Venezuela, parecería una patología que le impide distinguir entre la realidad y sus deseos, sea en Cuba, en Siria, en el estrecho de Taiwan o el mar Negro.

La elección del 21N es una gran victoria del pueblo venezolano y de las fuerzas revolucionarias y populares de América Latina y el Caribe. Le guste o no a EU y a la Unión Europea, refuerza aun más el liderazgo del presidente Nicolás Maduro, el prestigio internacional de Venezuela y no deja espacio para las políticas de bloqueo y cambio de régimen, que, más temprano que tarde, tendrán que cambiar.

Fuente: Rebelión



El juego a dos bandas del informe 

preliminar de la Misión de Observación

de la Unión Europea

Por Misión Verdad, Resumen Latinoamericano, 26 de noviembre de 2021.

El Instituto Samuel Robinson (ISR), a través de sus investigadores Franco Vielma y William Serafino, elaboró un análisis del informe preliminar emitido por la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOEUE), que se desplegó en el marco de las megaelecciones del domingo 21 de noviembre.

Como se sabe esta misión no fue la única que vino a acompañar el proceso electoral, pues el evento contó con la presencia de 10 misiones en total, constituidas por 300 personas de 55 países. Sin embargo, tanto la mediática corporativa como algunos partidos del antichavismo le dieron mayor relevancia a su presencia, que ya avisaba que actuaría de manera parcializada. Si así no lo hubiera parecido antes de su llegada el informe da pistas para confirmarlo.

Aun cuando la expectativa incubada por los actores mediáticos y políticos interesados en desvirtuar el proceso electoral era que la MOEUE determinara la «legitimidad» o «ilegitimidad» del evento, desde antes de su llegada, su jefa, Isabel Santos, había aclarado que ello escapaba de sus facultades. Sin embargo, eso no impidió que realizara afirmaciones y omisiones que demostraron una intención subyacente o el desconocimiento de la dinámica política y social de Venezuela.

DESCONOCIMIENTO DEL SISTEMA LEGAL Y ELECTORAL VENEZOLANO

Uno de los aspectos que evidenció el presunto desconocimiento por parte de la MOEUE de cómo funciona Venezuela en cuanto a su sistema legal es su abordaje a los procesos de inhabilitación temprana de personas sujetas o próximamente sujetas a interdicción penal, por faltas administrativas para que asuman cargos de elección o por no presentar requisitos de rigor ante la Contraloría.

Vielma y Serafino especifican en el análisis que «estas medidas administrativas procedieron, en la mayoría de los casos, por el no cumplimiento de los inhabilitados a la hora de presentar ante la Contraloría General, de manera oportuna y debida, sus rendiciones de cuenta de patrimonio personal». En ese sentido, prosiguen: «el informe impone una tonalidad de acción selectiva por parte de las instituciones venezolanas que no es tal de acuerdo a hechos comprobados».

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El informe de la MOEUE señala negativamente a la Contraloría General de la República

Como es sabido nuestro sistema legal deja claro que el no cumplimiento de los requisitos de ley referidos a «Declaración jurada de bienes» autoriza a la Contraloría General a inhabilitar políticamente a un funcionario, es parte de la lucha contra la corrupción que se ha implementado. No es la primera vez que se critica esta dimensión de la legislación venezolana a la vez que se le acusa de corrupción a través de ONGs y medios de comunicación.

Señalan los investigadores del ISR que lo que en el informe es catalogado de «suspensión de los derechos políticos» no aplica, porque «Las personas que resultaron afectadas por la no admisión de candidaturas por instrucciones de la Contraloría General gozan de los derechos políticos de elegir y participar abiertamente en la vida política, pues solo se vetó la posibilidad de elegirse a cargos públicos, debido al incumplimiento de requisitos de idoneidad ante la institución».

El informe intenta fabricar el relato de que las inhabilitaciones son parte de un patrón selectivo donde no se da cabida a los actores políticos cuando la realidad es que la Contraloría General de la República, instancia del Poder Moral, «no depende de prelaciones como interdicciones penales, o fallos judiciales, para determinar si un aspirante electoral cumple con sus requisitos para habilitarlo como aspirante a cargos públicos».

Otra demostración clara del extravío en cuanto al conocimiento de la institucionalidad venezolana se evidencia cuando afirma que “la falta de independencia judicial y el irrespeto del Estado de Derecho, afectaron desfavorablemente a la igualdad de condiciones y a la imparcialidad y transparencia de las elecciones” en referencia al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

Aunque la MOEUE reconoce que el sistema legal y electoral venezolano guarda coherencia con los estándares internacionales señala negativamente al máximo tribunal por la intervención de partidos, previa a la elección. Los investigadores señalan que «no menciona que los partidos políticos sujetos a diatribas judiciales internas, por su inmovilidad y en varios casos por sus dilemas abstencionistas y no abstencionistas, sometían a la democracia venezolana a un espacio adverso, privando a electores de algunas de sus tarjetas y ofertas políticas preferenciales».

LAS OMISIONES DEL INFORME DE LA MOEUE

Quizás lo que no dice el informe, o lo que dice a medias, es lo que más llamó la atención de los investigadores del ISR, un ejemplo lo constituye el hecho de que la MOEUE “no señaló que las disputas internas opositoras fueron cruciales y amenazantes al buen cumplimiento del calendario electoral”. Una oposición dispersa y sin estrategia política clara fue ocultada detrás de la insinuación de la aplicación de patrones arbitrarios por parte del CNE para inscribir candidaturas. Además el informe omite reseñar que no estuvo en manos del ente comicial el hecho de que algunas candidaturas fueran cambiadas, inscritas de manera incompleta y hasta no consultada con los supuestos candidatos.

La médico y modelo Leslie Vegas denunció que el PCV la inscribió sin su consentimiento como candidata a la Gobernación del estado Aragua

Quizás la omisión más notoria del informe fue obviar el hecho de «que muchos candidatos lograron inscribirse luego de que se suprimieran causas judiciales, órdenes de captura e inhabilitaciones políticas por hechos dolosos administrativos y penales».

En otro pasaje del informe se alude a la participación de los partidos políticos en las auditorías del CNE, dejando colar que lo hicieron la «mayoría» de ellas, a lo que Vielma y Serafino apuntan que fue en todas las auditorías y que «ello incluyó a los partidos de las diversas oposiciones al chavismo», lo cual no obvia la opinión favorable del informe en este ítem.

Otra omisión tiene que ver con el monitoreo de medios, la MOEUE identificó tres spots institucionales de educación electoral del CNE cuando la realidad fue que hubo, como en otros procesos, un extenso volumen de material informativo institucional desplegado por el CNE

Además los investigadores describen cómo el informe omitió valorar el proceso de depuración de la data de electores que consistió en un importante proceso de exclusión de personas fallecidas agregando que «ese dato es sumamente relevante en elecciones en cualquier lugar del mundo, particularmente en Latinoamérica».

El informe habla de un «subregistro» de 3,4% en el padrón electoral (o Registro Electoral Permanente, REP) y lo atribuye al factor migración omitiendo aclarar que el mismo es voluntario en Venezuela y que la cifra está influida por la discrecionalidad de cualquier persona en edad de votar, agregan los analistas que «Tampoco puede catalogarse de ‘subregistro’ si un venezolano de 18 años se va del país y no regulariza su situación en donde se establece».

Entre tantas otras está la omisión al hecho de que el día de la elección, el CNE auditó voto a voto, acta a acta, máquina a máquina, el 54% de las mesas, este tipo de auditoría masiva se realiza como un mecanismo de control previo «sin que sea necesaria una impugnación, demanda judicial o reclamo por alguna de las partes».

«COACCIÓN» Y «PRESIÓN»: LA NARRATIVA DEL VENTAJISMO

El chavismo, como sector en el gobierno, pero también como blanco de una estrategia de cambio de régimen, es señalado negativamente a lo largo de varios episodios del informe. La narrativa de ventajismo, incubada en sectores opositores, está llena de tantas imprecisiones como el relato opositor del cual documento elaborado por la MOEUE busca hacerse eco.

El informe justifica datos que afirman una supuesta coacción a votantes, aunque el análisis del ISR sospecha que se refiera a los mecanismos utilizados por el chavismo para desplegar su maquinaria de búsqueda y convocatoria de votantes previamente contactados el día de la elección. Asimismo alegaron un «abuso del voto asistido» y omitieron detallar qué tipo de «irregularidades» se detectaron en este ítem, también actualizaron las quejas ya escuchadas al antichavismo sobre los «puntos rojos» omitiendo referir que estos estaban prohibidos por el CNE.

Otra muestra es la afirmación, sin pruebas o muestra de constatación, de que «en el 23 por ciento de los actos del PSUV se presionó a los ciudadanos para que asistieran, mientras que esto solo se vio en el 2,5 por ciento de los actos de la oposición». En este sentido en el análisis realizado desde el ISR se hace referencia a que «las movilizaciones del chavismo se efectuaron mediante un solo bloque unitario de partidos, entretanto las oposiciones acudieron políticamente dispersas a la elección, y por ende, su convocatoria en actos fue naturalmente menor».

Para no dejar de ser consistentes también omitieron el periodo abstencionista del cual proviene buena parte del antichavismo, lo que hizo menguar el entusiasmo de sus seguidores. Sin embargo, desde el ISR se describe como «peligroso» el señalamiento de la «presión», sobre todo cuando no hay pruebas fehacientes, debido a que solo refuerza el relato de una «dictadura», como narrativa funcional a reales y evidentes mecanismos de presión contra Venezuela.

TEl informe de la MOEUE insinúa como ventajismo el hecho de que candidatos que boicotearon elecciones anteriores, como Tomás Guanipa, aspirante a la Alcaldía de Caracas, no contaron con la presencia del electorado en sus actos de campaña

La valoración negativa de que funcionarios públicos hayan participado durante la campaña se reportó con el objetivo velado de contribuir a la narrativa del ventajismo, sin embargo obvian que «los funcionarios no pierden sus derechos políticos para participar activamente en campañas políticas», apuntan los investigadores.

La MOEUE señala que incluso los opositores usan recursos del Estado desde las instituciones en la que están posicionados para hacer campaña, llegando a afirmar que «se utilizaron las vacunaciones con fines de campaña en tres estados», sin embargo el análisis del ISR se pregunta hasta qué punto se trató de la vacunación como vehículo de campaña, o si se trató de aprovechar la campaña política para promover la vacunación. Esto tomando en cuenta que desde hace algunas semanas el esquema nacional de vacunación, que se llevaba a cabo en centros asistenciales, se realiza en farmacias, centros comerciales, plazas y vías públicas, aprovechando la afluencia y la concentración para abordar a la población.

Respecto a las sanciones contra los funcionarios que infringieran los reglamentos y normas electorales, el informe afirma que el CNE «no sancionó las violaciones a las normas de campaña y el uso de recursos del Estado» sin tomar en cuenta que el proceso electoral requería minimizar situaciones conflictivas, por lo que el CNE aplicó una política de corrección y diálogo para que los amonestados corrigieran las faltas.

El CNE ha sido consistente buscando «mediar y corregir las irregularidades sin promover las sanciones como punta de lanza de su política», pero Vielma y Serafino recuerdan que, tanto el presidente Chávez como el presidente Maduro, fueron sancionados en determinados momentos. Agregan que, en el proceso que la MOEUE reporta «cualquier sanción a candidatos opositores sólo alentaría la deslegitimación de la elección, el abstencionismo y el descrédito político general a las instituciones». Refieren cómo la mediática nacional y globalizada maltrata cualquier sanción buscando deslegitimar al árbitro electoral y a la democracia agregando que «el contexto político precedente puso al CNE a resguardo de las nuevas garantías ofrecidas, por eso medió con amonestaciones y diálogos».

Asimismo el informe califica como desbalanceado el hecho de no haber registrado buena presencia de dirigentes de la MUD Unidad en medios estatales, lo cual es otra evidencia de «desconocimiento» de la realidad política y mediática venezolana. El análisis explica que muchos dirigentes de la MUD no asistieron a medios estatales o vinculados con el chavismo por «razones de discrecionalidad política» para evitar ser señalados de «convivir» y «colaborar» con «la dictadura» por parte de sectores extremos. A esto se suma que prefieren no abordar ciertas audiencias, y focalizar su campaña en otros espacios comunicacionales con alcance entre opositores como la mayoría de los medios en Venezuela, en todos los espectros, que son privados y de tendencia opositora.

Sin embargo, reincidiendo en omitir, la MOEUE hace ver el manejo de medios estatales en una situación desproporcionada en la elección, posiblemente para fabricar una supuesta hegemonía comunicacional del chavismo. Destacan desde el ISR las múltiples denuncias del presidente Maduro sobre la imposibilidad por parte del PSUV de contratar publicidad en redes sociales, alegando el bloqueo e imposibilidad de tratos con las plataformas de redes.

LA GRAN INVISIBILIZADA: LA GUERRA CONTRA VENEZUELA

Otro aspecto controversial subyace en el hecho de que, al mismo estilo narrativo del antichavismo, el informe responsabiliza directamente a la institucionalidad venezolana de las supuestas fallas en torno al proceso electoral obviando el «difícil contexto político del país, hasta hace poco, empujado al preámbulo de un conflicto civil en medio de una alta polarización política combinada con asedio externo y posiciones insurreccionales, muchas de ellas criminales, encabezadas por algunas organizaciones opositoras».

El mecanismo para hacerlo consistió en silenciar cualquier mención respecto al proceso de paz política que se ha llevado a cabo, y cuyo espacio más notorio es el proceso de diálogo desarrollado entre el gobierno constitucional del presidente Maduro y la oposición en México. La MOEUE deja a un lado «las presiones internas y externas, los ciclos insurreccionales de violencia armada, que ha sufrido el país en años recientes» como el intento de golpe de Estado frustrado del 30 de abril de 2019, en el que varios actores del proceso electoral participaron abierta y notoriamente.

Aun cuando la misma UE apoya y promueve las medidas coercitivas y unilaterales que dificultan distintas facetas de la vida nacional, en el informe se hace referencia a la distribución de combustibles, hecho que no solo afecta a los candidatos antichavistas sino que es una crisis «transversal y nacional» a decir de los investigadores del ISR. El deterioro económico nacional fue ampliamente tratado sin nombrar las mencionadas medidas lo que es calificado por Vielma y Serafino como «un blanqueo tácito de la política de presión del bloque europeo».

El informe de la MOEUE se refiere al deterioro económico nacional sin nombrar las medidas coercitivas unilaterales que dificultan distintas facetas de la vida nacional y que la misma UE apoya y promueveCRÉDITOS: Archivo

MÁS CONTRADICCIONES, DESATINOS Y ALGO DE COLONIALISMO

Aun cuando el informe afirma en un pasaje que «los observadores nacionales no manifestaron ninguna limitación en cuanto a la libertad de movimiento o de expresión» en otro reporta que «las observaciones nacionales se ven limitadas en su funcionamiento y despliegue», ante lo cual el análisis detalla que se trata de que sus actividades estén circunscritas al orden regulatorio del CNE, como ocurre en todos los sistemas electorales del mundo.

El informe asegura que la paridad de género y el acceso de las mujeres a la representación política solo «se cumplió parcialmente» aunque reconoce que la inscripción de candidaturas femeninas alcanzó el 49,44%, lo que entra en los márgenes instruidos por el CNE de entre 40% y 50% para garantizar la paridad, sin embargo la MOEUE felicita al partido político Un Nuevo Tiempo antes que reconocer al CNE por reglamentar dicho aspecto y lograr que se cumpla lo reglamentado. Esto hace inocultable su simpatía política, y así lo hace ver el análisis del ISR.

Además el informe alude que «representantes de las personas con discapacidad» criticaron el voto asistido por no garantizar el secreto del voto pero sin hacer referencia directa a organización alguna, es otra versión parcializada y motivada políticamente, que no tiene asidero en hechos constatables.

Lo mismo ocurre con su valoración sobre las elecciones en los pueblos indígenas, a las cuales llama «minorías étnicas». Relaciona negativamente la situación socioeconómica general de la población indígena con el ejercicio del derecho al voto y afirma que la metodología utilizada (elegida por dichos pueblos) carece de «legitimidad y […] compromete el derecho constitucional al voto directo y secreto», aun cuando, al mismo tiempo, se reconoce que dicha elección se corresponde con la cosmogonía de las poblaciones indígenas.

Queda la duda respecto a si la exhibición de desconocimiento del ámbito de aplicación de las leyes nacionales es intencional, más cuando pocas pruebas, pocas cifras contrastables y testigos no fidedignos son lo que respalda muchas de las «apreciaciones negativas, tendenciosas o incompletas» que reporta el informe.

A este respecto el análisis del ISR destaca que la mayoría de las apreciaciones adversas apuntan a situaciones fuera de las urnas y que el informe de la MOEUE «es, en buena medida, pretendidamente ponderado, pero desbalanceado». Lo que sí queda claro es que, aunque Isabel Santos ha dicho que el informe no debe ser instrumentalizado por fines partidistas, ya los carteles mediáticos están haciendo el trabajo de desvirtuar todo el proceso electoral, desde sus principios hasta sus resultados.

Envio:RL

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