Una de las ideas a desplegar por Taparelli que ya tiene el visto bueno del intendente Pablo Javkin es el rescate de Barrio Corrientes, conocido también como villa La Lata, en la zona de Hospitales y donde el artista busca emular un barrio al estilo La Boca en Buenos Aires con un gran polo cultural. Sobre eso informó que están a poco de firmar un convenio con una empresa que será la encargada de dar la infraestructura, entre ello pintura y sanitarios.  

“El barrio La Lata antes se llamaba así con desprecio, después pasó a llamarse barrio Corrientes. Nosotros una vez terminado este proyecto, vamos a insertar otro proyecto que se llama “Árboles de comida”, que son los árboles frutales en los espacios públicos, vamos a convocar a los vecinos de ese barrio para que le pongan un nombre, que decidan ellos cómo quieren llamarse, que no sea por imposición”, explicó el titular del área, Dante Taparelli.

El proyecto de La Muni para convertir a La Lata en La Boca rosarina

Funcionario cultural, pero sobre todo creador constante, contó que cada una de las viviendas del barrio estarán pintadas con los colores del mutualismo y tendrán en su dintel las iniciales de la familia. “Va a ser uno de los puntos selfies de la ciudad, además estamos en tratativas con la National Geographic para que haga un documental”, precisó y proclamó sobre este proyecto que en parte intentó llevar a cabo en 2016 cuando era funcionario a cargo de la dirección de Diseño e Imagen de la ciudad y que ahora, cree, está próximo a hacerlo realidad.  

Usina de ideas

Taparelli está muy entusiasmado con algunos proyectos, que según dijo, “le vienen a cambiar la cara a la ciudad y van a ser permanentes”. Tras un año de dificultades, como consecuencia de la pandemia,  el verano viene asomando y la ciudad se prepara para recibir un sinfín de eventos culturales.

Entre los adelantos que tiró al aire de Si 98.9, está un posible acuerdo con los gestores culturales con la votación de la ordenanza que los regula y de esta forma volver a abrir las salas independientes.    

A seis meses de la presentación de un proyecto de ordenanza en el Concejo de Rosario para regular los espacios culturales que realizan talleres, muestras y eventos en la ciudad, los espacios reclaman una reunión que fue prometida por las autoridades municipales y nunca se concretó. Cabe recordar que ya han naufragado varias iniciativas similares. “Hay que facilitar porque, al estar tanto tiempo cerrados, hay que habilitarlos de nuevo y la habilitación e inspección sale mucha plata”, dijo en ese sentido Taparelli.

Que luego adelantó, mediante los abogados del Municipio, están por firmar un convenio con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para que por el precio de una habilitación se puedan habilitar diez espacios, muchos de ellos espacios alternativos a los cuales, indicó “están ayudando a regularizar su situación para que se terminen los problemas”. “No vamos a ver si es el huevo o la gallina, vamos a resolver”, ratificó.

Fuente:RosarioPlus




Nueva etapa

La Usina Social superó un año difícil y se consolida con nuevas metas y desafíos

El espacio sufrió la muerte de su fundador, Miguel Lifschitz, pero siguió adelante y la segunda mitad del año desplegó una variada e ininterrumpida agenda de actividades. “Hemos construido una identidad que nos diferencia y estamos poniendo todo para hacer honor a ese legado”, aseguró Clara García

4 de diciembre de 2021

La Usina Social realizó un balance de las actividades desplegadas a lo largo de 2021 y avanzó en la planificación para el año próximo en el marco de un encuentro denominado “Pensamos el 2022 entre todxs”, que estuvo encabezado por su presidenta, la diputada provincial Clara García.


“Hemos construido un nosotros, una identidad que nos diferencia y tiene que continuar abonando a un proyecto político progresista, y aportar a una sociedad más democrática, inclusiva, sustentable y feminista”, señaló García en la actividad que tuvo lugar en la sede de Jujuy al 2800.


Durante este año, La Usina Social afrontó la muerte de su fundador, Miguel Lifschitz, a causa del Covid-19. Pese a ello y a las circunstancias impuestas por la pandemia, el espacio siguió adelante y a partir de julio desplegó una variada e ininterrumpida agenda de actividades.


En la misma semana, García, quien pasó a estar al frente de la organización, también encabezó una reunión de su Consejo Asesor. “Estamos poniendo todo para hacer honor a ese legado que Miguel nos dejó y a las que fueron las bases de su proyecto: la seriedad, el trabajo en equipo, la transparencia, la mirada social y de futuro, la innovación”, sostuvo en la oportunidad.


Dicho organismo, coordinado por la diputada provincial Érica Hynes, está integrado por Diana Maffia (género), Hugo Quiroga (Estado y política), María de los Ángeles “Chiqui” González (cultura), Alejandro Katz (Estado y política), Daniela Soldano (políticas sociales), Oscar Fay (salud y producción), Ingrid Beck (género), Ricardo Silberstein (justicia), Verónica Geese (energías), Juan Carlos Zabalza (política), Andrea Uboldi (salud), Ángel Sciara (economía), Rubén Chababo (derechos humanos), María del Pilar Bueno (ambiente), Pedro Núñez (educación), Rubén Piacentini (Ambiente).


“Hacia el fin de su mandato como gobernador –rememoró García ante los miembros del consejo-, Miguel buscó que toda esa inversión en lazos sociales que da la gestión pública, todo ese colectivo de personas con trayectoria de trabajo en equipo con las que se vinculó, no quedara inmóvil o se perdiera. Por eso, imaginó la usina como un espacio social y generador de energía; no aquel típico centro de estudios que los partidos políticos solían desarrollar sino un espacio innovador para diseñar políticas públicas, con toda la apertura y el dinamismo que estos tiempos requieren”.


En tal sentido, los miembros del Consejo Asesor coincidieron en la valoración de La Usina Social en tanto espacio de diálogo, escucha y debate, que podría resumirse en las palabras de Katz: “La tradición progresista de la ciudad de Rosario y la provincia de Santa Fe son una muestra de que la política puede seguir siendo un instrumento privilegiado de transformación de una realidad cada vez mas degradada. En ese reconocimiento, la memoria de Miguel ocupa un lugar central. Estamos atravesando momentos muy críticos y la existencia de La Usina Social sin dudas es una de las formas posibles de buscar respuestas a las dificultades que enfrentamos. Uno de los déficits de nuestro país es la falta de capacidad de construir espacios de deliberación pública que sean robustos, que interpelen a la sociedad y se pregunten por sus problemas para imaginar algunas respuestas para romper con este ciclo de deterioro”, señaló.


Sin freno pese a la pandemia

La segunda ola de pandemia retrasó la apertura de las actividades presenciales y obligó a retomar algunas actividades en formato virtual y a reducir los aforos en otras presenciales.


Con la conducción de García, en julio comenzó una nueva etapa de La Usina Social, en la que el espacio se orientó a generar mayores comunidades y que se sientan parte del proyecto general, ampliar los públicos y participantes, concretar la apertura del Bar y el área Coworking “Usina.Co”, y consolidar el trabajo alrededor de los 3 grandes proyectos transversales que se plantearon desde el inicio: 1) Innovación y cultura, 2) Estudios y formación política, y 3) Participación y construcción de iniciativas públicas.


A lo largo del año se realizaron alrededor de 360 actividades, organizadas por las diferentes comisiones de trabajo con el compromiso de generar propuestas de calidad, que aborden temas de relevancia no sólo coyuntural sino, sobre todo, coherentes con el desarrollo de los principales interrogantes y temas de debate planteados por la agenda progresista.


Esa agenda incluyó cursos de capacitación con y sin certificación, charlas, talleres, ciclos de proyección de películas, exposiciones, etc., actividades que permitieron sumar otras temáticas de relevancia, muchas veces coyunturales y otras de contenido dirigido a públicos específicos (profesionales, organizaciones sociales, mundo académico, emprendedores, etc.). Asimismo, se desplegó una vasta programación cultural que abarcó todos los jueves, viernes, sábados y domingos de la semana con diferentes propuestas artísticas.


En el marco de la reunión de planificación, Clara García valoró el esfuerzo y remarcó los desafíos que tienen por delante: “Sueñen muy grande y comprometámonos a llevar todo eso adelante el año que viene”, finalizó la actual presidenta de la institución.

Fuente:ElCiudadanoyLaRegion