Entregan legajos a familiares de dos víctimas pampeanas de la última Dictadura militar
La Subsecretaría de Derechos Humanos de La Pampa entregará los legajos de Mario Julio y Analía Urquizo, dos hermanos pampeanos víctimas de la Dictadura, a su familia, como un acto de reconocimiento y de reparación histórica. El acto se desarrollará el próximo lunes en la sede del organismo estatal.
La documentación sobre cada víctima del Terrorismo de Estado es parte de la construcción del proceso de Memoria, Verdad y Justicia.
Mario y Analía Urquizo eran hermanos, habían nacido en Alpachiri y estudiaban y militaban en el peronismo revolucionario en Rosario. Mario, al que le decían Negro, tenía 26 años, estudiaba medicina en Rosario y trabajaba en la Caja de Ahorros. Analía, de 22 años, estudiaba Psicología. Estaba casada con Daniel Rocche, de 20 años. El 15 de enero de 1977 Daniel fue acribillado en la ciudad de Rosario por una patrulla militar. Mario Urquizo fue muerto un día después que su cuñado y Analía fue ejecutada el 26 de enero también en esa ciudad. Habría estado embarazada.
Las autoridades alegaron que los tres habían muerto en un mismo enfrentamiento. Sin embargo, habían sido secuestrados días antes de sus muertes. Sus restos fueron trasladados en silencio a Alpachiri donde fueron sepultados.
En el 2020, el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario condenó a prisión perpetua a los represores que secuestraron, torturaron y asesinaron a los pampeanos Mario Julio y Analía Teresa Urquizo.
En la causa por delitos de lesa humanidad conocida como Feced III y IV, fueron condenados diez ex policías, cuatro de ellos encontrados culpables por los delitos de homicidio, privación ilegal de la libertad, desaparición forzada, amenazas y tormentos, entre otros casos, de los hermanos Urquizo, hechos sucedidos en Rosario en enero de 1977.
El fallo que acerca un poco de justicia demoró 43 años, durante un proceso en el que además la familia tuvo que sortear otros sufrimientos.
El cuerpo de Analía Urquizo estaba enterrado en un cementerio de Rosario, según comprobó el Equipo Argentino de Antropología Forense en noviembre de 2018.
Tres semanas antes de esa revelación se había comprobado que en el cementerio de Alpachiri los restos que sus familiares habían colocado en una tumba eran, en realidad, de una desaparecida rosarina, Marisol Pérez.
El hallazgo, después de más de cuarenta años, hizo sospechar que en el cementerio de Rosario, donde durante la dictadura habían sido asesinadas el mismo día y enterradas juntas, habían quedado los restos de la pampeana. La hermana de la desaparecida rosarina, Iris Pérez.
Los familiares de Analía Urquizo siempre habían tenido dudas. El hermano de Analía, Mario Julio, también había sido asesinado en enero de 1977.
A la familia Urquizo, de Alpachiri, le habían entregado el cuerpo cambiado en 1979. Analía había nacido alli y estudió sicología en Rosario. Militó en el ámbito universitario y en los barrios, pertenecía a la Juventud Peronista y a la organización Montoneros. Sus compañeros de militancia la conocían como "Clara". Fue asesinada el 26 de enero de 1977 en Rosario. Tenía 23 años.
La confusión de los cuerpos se descubrió porque las muestras de ADN cotejadas con los cuerpos encontrados en Rosario siempre daban negativos respecto a Pérez. La hermana, de asistir a los juicios, se enteró que hubo casos donde a los familiares no les entregaban el cuerpo correcto de su ser querido.
Por eso iniciaron un camino judicial para exhumar el cuerpo enterrado como Analía Urquizo en La Pampa. "A mediados de 2015 presentamos en la Fiscalía una nota donde desarrollamos la hipótesis de que esa familia llevó el cuerpo de Marisol y no el de Analía. En esa presentación pedimos que se exhumara el cuerpo y se confrontara con nuestro ADN. Así que el EAAF sacó una muestra del cuerpo, lo confrontó y dio positivo. Evidentemente hubo una confusión", había contado Iris.
Fuente:ElDiariodelaPampa
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