En Mendoza comenzó el juicio a un exteniente de la Compañía de Ingenieros de Montaña VIII por crímenes de lesa humanidad en San Rafael
Mario Guillermo Ocampo, condenado a prisión perpetua en otros dos juicios, está imputado en este proceso como autor mediato de homicidio agravado en un hecho, por privación abusiva de la libertad agravada y tormentos agravados de catorce víctimas, y por asociación ilícita.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de Mendoza comenzó esta semana el juicio al exteniente primero de la Compañía de Ingenieros de Montaña VIII Mario Guillermo Ocampo, quien llegó a esta instancia acusado como autor mediato de homicidio agravado en un hecho, privación abusiva de la libertad agravada y aplicación de tormentos agravados a catorce víctimas de la zona de San Rafael, y autor de asociación ilícita en calidad de integrante. Ocampo ya recibió dos condenas a prisión perpetua en septiembre de 2021 y noviembre de 2022, tras permanecer prófugo durante siete años. En el juicio interviene el auxiliar fiscal Daniel Rodríguez Infante
Para este juicio, el tribunal está compuesto por los jueces Alberto Carelli y Héctor Cortés y por la jueza Paula Marisi. La jornada de inicio del debate comenzó con la lectura parcial del requerimiento de elevación a juicio, y luego se estableció un cuarto intermedio hasta la próxima jornada, estipulada para el miércoles 29 de este mes.
Mario Guillermo Ocampo llegó a juicio oral acusado como autor mediato del homicidio doblemente agravado por alevosía y por mediar concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de José Guillermo Berón. También fue señalado como autor mediato del delito de privación abusiva de la libertad agravada por mediar violencias y amenazas y por haber durado más de un mes en 12 hechos (en perjuicio de Sergio Segundo Chaki, Roberto Rolando Flores, Luis Barahona, Mario Héctor Bracamonte, Hugo Adelmo Riera, José Guillermo Berón, Pedro Ítalo Carrozo, Rodolfo Ibáñez, Humberto Ramón Roca, Héctor Masini, Germán Ríos y Diego Pousadela); privación abusiva de la libertad agravada por mediar violencias y amenazas en en perjuicio de Héctor Ramón Ortiz Bellene y Miguel Luis Sabez; y tormentos agravados por la condición de perseguido político de las mismas víctimas. Además, fue acusado como autor del delito de asociación ilícita en calidad de integrante.
De acuerdo al requerimiento de elevación a juicio, al momento de los hechos Ocampo se desempeñaba como teniente primero de la Compañía de Ingenieros de Montaña VIII, cargo al que había ascendido el 31 de diciembre de 1975. Ocampo permaneció en ese destino hasta el 1° de marzo de 1979, momento en el que pasó a continuar sus servicios en la Escuela de Inteligencia como “cursante del curso Com 202 Técnico de Inteligencia”. Al mismo tiempo estuvo destinado en comisión a la ciudad de San Rafael entre el 17 de febrero y el 19 de febrero de 1976, para, posteriormente, regresar en numerosas oportunidades. Llegó a ser, además, segundo jefe de la Compañía de Ingenieros de Montaña VIII desde el 7 de enero de 1977 hasta el 27 de febrero de 1979.
Para el fiscal general Dante Vega, encargado de requerir la elevación a juicio de la causa, “no hay dudas de que Mario Guillermo Ocampo sabía positivamente que su aporte estaba dirigido al plan sistemático imperante en aquella época, el que tenía en miras aniquilar a quienes fueron considerados subversivos”.
De acuerdo con la acusación formulada por el representante del Ministerio Público Fiscal, las pruebas recolectadas durante la instrucción “muestran en forma elocuente que se cumplía con el plan diseñado para exterminar a los opositores políticos, con un obvio conocimiento de que no se trataba de un procedimiento legal, dado que el imputado era funcionario público, que a su vez desarrollaba tareas en ámbitos legales, pero su accionar en estos casos o procedimientos eran notoriamente clandestinos, violentos, informales, reñidos con el respeto por cualquier norma”.
En ese sentido, el requerimiento fiscal destaca que en otra causa la Cámara Federal de Mendoza sostuvo que Ocampo “no era un militar más, debiendo contextualizar la situación, ya que en San Rafael habían varios oficiales que organizaron la represión ilegal, uno de ellos era el Capitán Stuhldreher, entre otros como, Suárez, Rizo Avellaneda, y en Campo Los Andes, estaban Ocampo, Baez, Ochoa y Guevara, y la organización de Cuadro Nacional dependía de Campo Los Andes. Así, Ocampo desde su rol clave dentro de la estructura jerárquica (…) retransmitió las órdenes impartidas por sus superiores, cumplió las mismas y controló que éstas fueran ejecutadas, en el marco del Plan de aniquilación de opositores políticos”.
Fuente:DiarioMendozaToday
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