Editorial de Tesis 11. LA INSEGURIDAD…DE LA DERECHA ARGENTINA
Las elecciones generales de este año tendrán por objeto definir qué proyecto o camino tomará el proceso socio económico argentino en los próximos cuatro años. Definición que tendrá consecuencias vitales para el pueblo argentino, en particular sus trabajadorxs, empresarios nacionales pymes, cuentapropistas y jubiladxs.
El deterioro para el nivel de vida del pueblo trabajador que representó el gobierno de Mauricio Macri, en el período 2015/2019, remachado por la deuda contraída con el FMI por 44.000 millones de dólares, dejó a las claras cuáles son las consecuencias socioeconómicas que un gobierno neoliberal genera contra el pueblo.
Los objetivos del préstamo fueron permitir que los fondos de inversión especulativos puedan retirar sus ganancias de la timba financiera, en dólares; una palanca para que Macri pudiera ser reelecto en 2019 y, en definitiva, volver a ser “la espada de Damocles” sobre el gobierno y pueblo argentino, dictando la política económico social, siempre favorable a los intereses de los grandes grupos nacionales e internacionales, con el argumento de la necesidad de pagar el préstamo contraído. Todo esto sumado a un objetivo permanente que es el apoderamiento de las riquezas naturales de nuestro país. Esta es la verdadera estrategia de los grupos dominantes y la derecha argentina.
El gobierno de Alberto Fernández asume con esta pesada herencia, a lo que inmediatamente se suma la pandemia más grande de los últimos 100 años. Inmediatamente, luego, la guerra en Ucrania y el aumento de precios de los combustibles y materias primas. Para rematar ahora con la sequía más grande de la historia. No son precisamente las mejores condiciones para un gobierno popular.
El Gobierno, no obstante, tuvo un comportamiento ejemplar en materia sanitaria y en su política social y de obtención de vacunas salvó miles de vidas.
Se logró revertir la caída de 2020, con crecimiento del PBI. Se concretaron obras de infraestructura vial y de servicios de gran importancia, y muchas otras acciones de gobierno y leyes progresistas, pese al bloqueo permanente de la oposición salvaje de derecha. Se desplegó una política internacional independiente y salvo algunos grises, se restableció la inserción progresista de Argentina en el ámbito latinoamericano y mundial.
Pero, el acuerdo con el FMI y su carácter ajustador e inflacionario, la presión permanente de los grupos dominantes internos y su comportamiento pro inflacionario y una actitud gubernamental temerosa y contradictoria frente a la puja distributiva en la cual no se optó por una audaz reconversión positiva de salarios y jubilaciones, han sido razones por las cuales los ingresos populares cayeron, aumentó la pobreza y la indigencia.
Los sectores populares y progresistas nos encontramos en una coyuntura en la cual somos críticos del gobierno que integramos. Es necesario explicar esta situación y entender las razones de las críticas a la gestión gubernamental, al mismo tiempo que destacar los logros obtenidos.
De ninguna manera este gobierno se parece a un gobierno neoliberal de derecha. Es necesario insistir en que la coalición política (Frente de Todos) que sirvió para derrotar a la derecha neoliberal, se encontró frente a un escenario económico, político, sanitario, internacional y meteorológico muy difícil.
En estos días, el asesinato de Daniel Barrientos, chófer de colectivos en La Matanza, y la presencia de Sergio Berni, ministro de Seguridad bonaerense, han mostrado nuevamente la política de “carancheo” de la derecha y la sospechosa presencia de agresores al ministro que días antes aparecieron en fotografías con dirigentes de derecha.
Es necesario subrayar que, en la actual coyuntura política, la derecha, y sus alas de ultraderecha hiper reaccionaria y neofascista, ya no vacila en afirmar que, si ganan las elecciones, profundizaran las políticas implementadas en el gobierno de Macri, haciendo mayores ajustes, más rápido y más profundos.
- Reducción drástica del gasto social que hoy de alguna manera ayuda a los más necesitados.
- Aumento e indexación de tarifas de servicios públicos populares, de transporte, etc.
- Congelamiento de las jubilaciones y pensiones, evitando su aumento y reduciendo el poder adquisitivo de dichas prestaciones.
- Liberación del tipo de cambio a un nivel mucho más alto. Es decir, devaluación oficial de la moneda, para beneplácito de los grupos exportadores agro industriales, así como para los oligopolios que dominan el mercado interno. Esto con sus consecuencias inflacionarias.
- Apropiación de los fondos jubilatorios con el reingreso de las AFJP, como herramienta de utilización de los fondos previsionales para la reproducción financiera en beneficio de los bancos y financieras dueñas de las Afjp.
- Represión sin miramientos de la protesta social que seguramente surgirá como consecuencia de estas políticas.
- Desnacionalización de empresas públicas (YPF, Aerolíneas,) hablan hasta de quemar el Banco Central.
En su accionar diario, la oposición de derecha y los grupos dominantes (económicos y mediáticos) instrumentan todo tipo de bloqueo al funcionamiento de las instituciones (juicios sin justicia, ausencia de legisladores al Congreso, cooptamiento del Consejo de la Magistratura, viajes de funcionarios públicos de CABA, con jueces, fiscales a Lago Escondido, pagados por medios de comunicación, etc.), sumado a una actitud de desestabilización económica a través del mercado de cambios, dólar ilegal, retención de liquidación de cosechas, etc., que conforman una verdadera estrategia contrarias al estado de derecho.
Frente a este accionar, a lo que sumamos la prédica antipolítica de la derecha cada vez más neofascista que logra captar voluntades juveniles con desilusión, es necesario insistir en la necesidad de un movimiento socio político encabezado por las organizaciones sociales y sindicales más progresistas que encuadran a los trabajadorxs, en defensa de un programa de cambios inmediatos en favor del pueblo.
La única herramienta que tiene el pueblo trabajador y las demás clases subalternas es lograr la unión de sus fuerzas sociales, sindicales y políticas en un movimiento socio político que elabore (como lo hicieron las organizaciones del Manifiesto del 17 de Octubre y otras organizaciones sociales), conduzca y supervise la ejecución del programa de un gobierno nacional y popular, cuyo objetivo fundamental es mejorar drásticamente las condiciones de vida de estos sectores.
Es necesario enfrentar el discurso del neofascismo, desnudando el contrabando que oculta y cuyo objetivo es imponer un proyecto antipopular, y de profundización de las desigualdades económico sociales.
En esta contienda electoral, es vital que el Frente que represente los intereses de lxs trabajadorxs gane las elecciones presidenciales y obtenga considerables posiciones en el Congreso. De forma tal de contar con las herramientas políticas necesarias para la transformación progresista de la Argentina.
Es imprescindible resaltar la posibilidad de un cambio positivo para el pueblo, sus trabajadorxs, jubiladxs y su juventud, dado que se buscará concretar objetivos sociales, no alcanzados aún
Ante una estructura económica y social, diseñada para el beneficio de los grupos dominantes e histórico soporte de la regresiva distribución de la riqueza en la Argentina, el proyecto popular es y será el VERDADERO CAMBIO en la Argentina.
Tesis 11
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