13 de enero de 2009

SAN LUIS: RECONOCIMIENTO DE LUGARES Y LA RECONSTRUCCION DEL SECUESTRO DE PEDRO LEDESMA.

Carlos Esteban Pla-Foto:Periodistas en la red
En el marco del jucio que se viene realizando por los crímenes realizados durante la dictadura en San Luis, el viernes último se realizó un reconocimiento del lugar en la comisaría Segunda, donde estuvo detenido Pedro Ledesma, quien tras salir en libertad junto a su padre, fue detenido a pocas cuadras del lugar por un grupo de personas que se conducían en un Chevrolet Super color borravino, entre las que habrían estado Carlos Esteban Pla y Víctor Becerra, hoy sentados en el banquillo de los acusados por esos hechos.
También la comitiva integrada por el juez Roberto Nacif y los abogados de la querella, Fiscalía y la defensa, se trasladó luego a la vieja penitenciaría provincial -donde hoy funciona un depósito de chatarra- para reconocer los lugares de detención y escuchar el testimonio directo de algunos de los que tuvieron detenidos en el lugar.
En la mañana del viernes se realizaron inspecciones oculares en la comisaría Segunda, donde estuvo detenido Pedro Valentín Ledesma (hoy desaparecido) y luego de recuperar la libertad la noche del 22 de setiembre del '76, fue nuevamente secuestrado por las fuerzas de la represión, que intentaron simularlo como un operativo de Montoneros que quería tomar represalias. Hoy, su padre, a quien se lo arrebataron aquella noche de setiembre, hizo la reconstrucción de las pocas cuadras que caminaron con su hijo hasta que se lo arrebataron nuevamente. Comenzó en la comisaría Segunda, donde estuvo detenido Pedro y allì contó que esa noche, ni ningún otro día, le devolvieron la plata ni un reloj que su hijo había conseguido por sus promedios.
Al reloj"lo quería como recuerdo"
Luego, no sin cierta dificultad, pero caminando ansioso y apurado del brazo de su hija, don Segundo Valentín Ledesma tomó por Sarmiento al Norte reconstruyendo el periplo que hicieron camino a su casa, en el barrio Pueblo Nuevo, muy cerca de la seccional policial.
"Lo quise agarrar y me mezquinó la espalda, le dolía... Entonces me dí cuenta de que algo le habían hecho"
Al llegar a la primera esquina, doblaron hacia el Oeste y a poco de andar vieron un auto sospechoso. Don Segundo quiso volverse a la policía, pero Pedro no quiso, porque se dio cuenta que era la misma policía la que lo seguía.
"Le dije volvámonos hijo, pero él me dijo, no papá, si es la misma policía..."
En la siguiente esquina, hubo una pausa para que explique con más detalle lo que sucedió con el auto sospechoso. Allí contó que el policía Garro, que era amigo suyo, nunca le quiso dar información del destino de su hijo. Luego de trasponer la primera cuadra de Goberndor Alric hacia el Oeste, estuvieron cerca del Chevrolet bordó, que arrancó y pasó por detrás de ellos. En ese lugar, se hizo una pausa para que Segundo Ledesma hiciera un relato pormenorizado de lo ocurrido aquella noche.
Entre la ansiedad y el cansancio, Segundo Ledesma se acercó al lugar donde fueron interceptados por el automóvil bordó, en el que iban Carlos Pla, Víctor Becerra y "un mechudito que después lo volví a ver" en la comisaría segunda.
Ledesma padre recuerda cada detalle de aquella noche
En la penitenciaría
En la vieja penitenciaría hoy funciona un depósito de chatarra y algunos lugares están en total estado de abandono, no obstante, fueron perfectamente reconocidos cada uno de los espacios por Anibial Oliveras y Jorge "El Gallego" Nadal, quienes permanecieron detendios durante la dictadura.
Ellos dieron el lugar preciso donde se alojaban los demás detenidos y relataron dos hechos que quedaron marcados de aquella época. En ambos un detenido fue el denominador común: "El Flaco" Vallejo, En uno, relatado por Oliveras, señalaba el disparo que realizó una noche el militar que estaba de guardia, pegó en el marco de la puerte y luego dio contra el techo, muy cerca de donde venía bajando Vallejo.
En el otro, relatado por Nadal, hacía referncia a un hecho que sucedio en los últimos diás en la sala de audiencias, cuando Vallejos entró, "a Plá se le transfiguró la cara. Al Flaco lo había enterrado vivo en una de las sesiones de tortura", relató, mientras Oliveras asentía lo que contaba su compañero de prisión.
(Fuente:Rdendh-Informe:Gustavo Senn).

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