Entrevista a Pablo llonto
“Quise desnudar la historia oficial del Grupo Clarín”
El periodista participará, hoy a las 19, del ciclo Voces de la Cultura
16.05.2011
Actualmente, Pablo Llonto escribe en Caras y Caretas y es editor de la revista Un Caño
El periodista y abogado de derechos humanos Pablo Llonto, conoce las entrañas del monstruo. Desde 1978 hasta 1991 trabajó como redactor de las secciones Política y Deportes de Clarín. Fue delegado sindical de los trabajadores del diario entre 1984 y 1999. Ese año fue despedido por la empresa, gracias a un fallo de la Corte Suprema. Su libro La Noble Ernestina es una exhaustiva investigación que muestra como una bailarina de flamenco conquistó al fundador de Clarín, Roberto Noble, y sin conocimientos políticos ni periodísticos logró convertirse en el cuarto poder de la Argentina y en la dueña del más grande Imperio mediático de Sudamérica. Y, antes que el tema estuviera instalado en los medios masivos de comunicación y en la sociedad, denunciaba las dos maniobras que Ernestina y sus secuaces realizaron en plena dictadura cívico militar: el control de Papel Prensa junto a los diarios La Nación y la Prensa ( la Cámara Federal de La Plata podría resolver que esta operación constituye delito de lesa humanidad) y las irregularidades que culminaron en la adopción de dos bebés y que, según confesó en una carta de su puño y letra, podrían ser hijos de "víctimas de la represión" (la Cámara de Casación antes de fin de mayo debería expedirse sobre la extracción compulsiva de ADN de Marcela y Felipe).
–¿Por qué hacer un libro sobre Clarín?
–Este libro nació como un intento de hacer la historia de Clarín. En el momento en que estaba por terminarlo ocurrió la detención de Ernestina de Noble en el 2002, entonces la cooperativa que sacó la primera edición Astralib (Asociación de Trabajadores del Libro), cuando supo de este hecho, quiso que el libro tuviera como eje la vida de Ernestina, quien había estado al frente del diario más años que su fundador Roberto Noble, muerto en 1969. Sugerencia que acepté. Y así nació La Noble Ernestina. Analizo la etapa de Noble pasando por todo lo que fue el período del MID (Movimiento de Integración y Desarrollo). Clarín durante muchos años fue el diario de ese partido político, que todavía existe pero ya no tiene ninguna influencia en la vida política de los argentinos. Llenó la cabeza de ideas y conceptos no solo a Ernestina, también al empresario Héctor Magnetto (vicepresidente del Grupo Clarín) .
–Magnetto todavía sigue sosteniendo que es un hombre de ideas desarrollistas...
–Dicen hacia afuera que sostienen ideas desarrollistas, es decir... apuesta al empresariado nacional, a la industria y la producción nacional, pero en la práctica se hace todo lo contrario. Yo cuento que la historia de este concepto desarrollista se impulsó en la época de Rogelio Frigerio, etapa en la que yo entro al diario, allá por el año ‘78. El Magnetto de nuestra época, antes era Frigerio. En el diario nada se hace sin su consentimiento.
–El libro salió publicado en el 2003. En esta reedición, ¿qué elementos nuevos agregó?
–Tiene un capítulo nuevo, el del enfrentamiento de marzo de 2008, entre el Gobierno Nacional con las entidades agropecuarias por las retenciones móviles a las exportaciones. Quizás haya sido el enfrentamiento más serio desde el retorno de la democracia en 1983 hasta ahora de un gobierno con el Grupo Clarín. También trato de analizar la frase del empresario Héctor Magnetto y otros personajes del diario: "No se puede gobernar la Argentina si no tenes el apoyo de Clarín". Que evidentemente es cierta. Aunque ahora el kirchnerismo, si gana ampliamente las elecciones, puede determinar que Magnetto y Ernestina ya no tienen la porción enorme de poder que tenían antes. O el rol determinante que Clarín tuvo en la opinión pública en el conflicto agropecuario, con sus movileros, periodistas, mostrando imágenes y diciendo ciudadanos y no piqueteros, diciendo campo y no empresarios rurales, diciendo vehículos y no camionetas 4x4. Tergiversando la realidad. Se volvió a mostrar a Clarín aliándose a los sectores donde tiene mayor influencia y peso político en las decisiones periodísticas que después toma el diario, que son la clase media y clase media alta, su masa lectora.
–La pelea de Clarín con el Gobierno Nacional durante el conflicto agropecuario, ¿surge porque tocaba intereses del monopolio periodístico?
–Absolutamente. Uno de los consejeros de Ernestina Noble y accionista del Grupo es José Antonio Aranda, presidente de la Asociación Bradford Argentina, una coalición de millonarios. Asociación de productores, muchos de ellos de sectores de la oligarquía conservadora. Es decir, la 125, las retenciones móviles tocaban los intereses de muchos accionistas del Imperio Clarín. Y sería combatida desde cada uno de los mass media del Grupo, desde el suplemento Clarín Rural, con la pluma del ingeniero agrónomo Héctor Huergo, pasando por todo opositor al matrimonio Kirchner: Javier González Fraga, ultracatólico economista y ex presidente del Banco Central en los desastrosos días del menemismo, Jorge Sarghini, diputado aliado de Roberto Lavagna y la senadora Hilda "Chiche" Duhalde, entre otros personajes. Otra vez Clarín quería demostrar que no se puede gobernar sin ellos.
–La investigación muestra vínculos entre el diario con la última dictadura cívico militar de 1976-83. ¿Podría resumir algunos de ellos?
–Ernestina sin saber redactar tres renglones seguidos, pero recordando la insistencia de Roberto Noble de autoabastecerse con papel para la publicación del diario, recibe por parte de la dictadura los beneficios en la constitución de la empresa Papel Prensa. Cuentan empresarios periodísticos que existió una "apretada" al grupo Graiver para que venda las acciones de Papel Prensa a Clarín, la Nación y La Razón. Así quedó constituida, 75 % en manos privada y 25% Estatal. Es por eso que "el gran diario argentino" apoyó sin remordimientos a la dictadura. No hizo nada por Carlos Alberto Pérez, director del suplemento literario Clarín, que fue secuestrado el 8 de mayo del 76' y continua desaparecido. Ni una línea. Sólo hubo un interés particular del secretario general del diario, Marcos Cytrinblum. Antes, durante el Mundial ‘78, la sección de deportes defendía a ultranzas a Menotti, técnico del seleccionado argentino, pero hacía silencio ante los miles de secuestros, torturas, desapariciones y campos de exterminio.
–Ernestina adopta los bebés en 1976, y aún se mantiene la sospecha de que son hijos de desaparecidos...
–Se cumplieron diez años de la denuncia que las Abuelas de Plaza de Mayo presentaron al juez Marquevich sobre las irregularidades de adopción de Felipe y Marcela en plena dictadura militar.
–En ese entonces, ¿de qué acusaba el juez a Ernestina de Noble?
–De "falsedad ideológica" por introducir datos falsos en un instrumento público cuando adoptó a dos niños durante la última dictadura militar. En el expediente figura la historia oficial de Ernestina: en 1976, más precisamente el 13 de mayo de ese año, ella se había presentado ante el Juzgado de Menores 1 de San Isidro a cargo de la doctora Ofelia Hejt para denunciar que once días antes había encontrado en la puerta de su casa, en una caja de cartón, a la beba que había tomado a su cargo, a quien ya llamaba Marcela y cuya guarda solicitaba. Figuraban como testigos de aquel hecho, un "jardinero" y una "vecina". El juez Marquevich demostró que en 1976 Ernestina no vivía en esa casa, sino en un departamento en Av. Libertador. Que el "jardinero" era Roberto García, ex chofer de Noble y su señora y lo habían obligado a mentir ante un estudio jurídico. Por la supuesta vecina, Yolanda Echagüe de Aragón, fallecida, fue citada su hija, quien declaró que jamás había sido vecina de Ernestina. En el caso de Felipe, el 7 de julio de 1976, una mujer que supuestamente se llamaba Carmen Luisa Delta y que decía ser la madre de un varoncito recién nacido, se había presentado ante la misma jueza Hejt y le había entregado el niño al juzgado para que lo diera en adopción. El juzgado le ofrece a Ernestina (que en ese momento estaba realizando trámites de Marcela) el nene para adoptar. Cosa que hace inmediatamente. El juez Marquevich demostró que el DNI de esa supuesta mujer, pertenecía a un varón. Entonces lo que está demostrado es que las dos adopciones son falsas. Lo que no se sabe todavía es de donde vienen esos niños, que pueden ser hijos de desaparecidos.
–Cuando se detuvo a Ernestina Noble por esta causa, en diciembre del 2002 ¿fue un acto de justicia o hubo otros motivos?
–El juez Marquevich decidió poner en marcha la causa, que había estado mucho tiempo frenada, después de que el diario profundizara la investigación de la venta de armas a Ecuador y Croacia involucrando a Menem. En esa investigación, Clarín, que ya le había soltado la mano a Menem, decidió arremeter contra su gobierno culpándolo de la venta de armas. Cuando Menem estaba "preso" en Don Torcuato, en la quinta de su amigo Gostanián, con varios personajes del clan menemista hacen un juramento de vengarse de Clarín. Fue entonces que Marquevich pone en marcha la causa. Igualmente, cuando movió la causa ni él mismo se imaginó con lo que se iba a encontrar, y se encontró con una bomba de fragmentación: los dos expedientes de adopción totalmente fraguados por la señora Noble.
–¿Cómo sigue la causa?
–El próximo 26 de mayo tenemos una audiencia en la Cámara de Casación, tribunal al que Clarín recurrió para tratar de evitar el análisis. Para eso le está pagando un buen dinero al ex juez federal Cavallo, contratado para ver cómo impiden que Marcela y Felipe se analicen. En esa audiencia cada parte expondrá sus argumentos. Y luego, encima, tratarán de ir a la Corte. Es decir, seguir con su objetivo de que la causa se alargue buscando que Ernestina se muera. Ella cumple 86 años el 7 de junio próximo.
–A partir del regreso de la democracia en 1983, ¿los sucesivos gobiernos tomaron algunas medidas para contrarrestar el monopolio de Clarín?
–El presidente radical Alfonsín, deja sin efecto la venta de las acciones de Papel Prensa, acción que Clarín nunca perdonaría. Pero el mismo Presidente permitió que la empresa de Ernestina desembarcara en Radio Mitre. Después, Menem en el poder deroga el artículo 45 de la Ley de radiodifusión para que Clarín tenga una radio y un canal de televisión. Así surge ARTEAR. En enero del 2005 a Canal 13 se le vencía la concesión menemista, mantenía la señal gracias a una renovación automática de 10 años más. ¿Qué hizo el gobierno de Néstor Kirchner? Favoreció al Grupo firmando el decreto 527 que "suspende por diez años" los plazos de las licencias de radio y televisión. Es decir, 20 años más para que el Grupo haga negocios.
–Sin embargo, el gobierno actual de Cristina Fernández le pudo quitar a Clarín el negocio millonario del fútbol que mantenía con la AFA. Y hace más de un año impulsó la nueva Ley de Servicios Audiovisuales que regula y democratiza el espectro mediático del país, medida que viene siendo resistida por el Grupo Clarín...
–Es verdad. Desde el retorno de la democracia en 1983 hasta ahora el gobierno de Cristina Fernández ha tenido los enfrentamiento más serios con el Grupo Clarín. Actualmente el Grupo mantiene una postura de guerra total frente a la aplicación de la nueva Ley de Servicios Audiovisuales en Argentina. A su vez pidió una medida cautelar, que ya fue aprobada, para la suspensión del artículo donde se establece que en el plazo de un año las empresas que posean licencias deben estar en regla con el texto de la nueva ley. Este apartado afecta directamente al multimedios porque ya no se podrá tener más de una licencia de televisión en una misma ciudad, como sucede con el grupo que explota las señales Multicanal Cablevisión y Canal 13 en Buenos Aires.
–Háblenos de la relación entre Clarín y sus trabajadores.
–Hemos visto como el Grupo sanciona, persigue y echa a trabajadores. La última represalia masiva fue la del 2000. Apuntó a todo el activismo político y sindical que había. Despidieron a toda la Comisión Interna que había logrado una lucha heroica contra los intereses y la oposición férrea de Clarín, que no permitía la organización sindical y por ende ninguna elección. De todas maneras los trabajadores armaron una Junta Electoral y se votó. Ese desafío irritó a las autoridades del la empresa, tres meses después de las elecciones la Comisión Interna (con 10 integrantes) y 117 trabajadores más fueron echados. Nunca fueron reincorporados. Esa fue la muerte sindical que dura hasta el día de hoy en el Grupo Clarín. Sin embargo, los trabajadores del diario tienen hace décadas un "diarito" modesto, que se llama El Clarinete. De circulación interna entre los trabajadores, donde se cuentan todos los atropellos laborales que incurre el "gran diario argentino".
Hoy estamos pidiendo a los legisladores de la Comisión de Legislación de Trabajo citen a Ernestina y Magnetto a que den explicaciones por más de diez años de prohibiciones y persecución sindical dentro de Clarín y de muchas empresas del grupo, como por ejemplo, AGR, la empresa editora de las revistas del grupo Clarín, cuyo caso se conoció este año por el tema del bloqueo a una de las puertas de salida de los camiones. Bueno, pues a los delegados de AGR los persiguen ferozmente a tal punto que muchos de ellos están afectados física y psicólogicamente por todo lo que les hacen desde 2004.
–El costado oscuro y corrupto del "gran diario argentino", ¿cómo ve que ha repercutido en la masa lectora?
–Un sector de la sociedad empezó a ver desde 2008 lo que representa Clarín para los argentinos: un poder concentrado y preocupado sólo en sacar ventajas de los gobiernos.
Aunque el sentimiento de bronca contra el grupo no es mayoritario, la credibilidad de Clarín está puesta en duda por un buen sector de la población.
–¿El Grupo Clarín ha tomado algún tipo de acción legal contra su investigación?
–Lo único que hubo fue una declaración de Magnetto en el año 2003, donde le decía a la revista Veintitrés que aclarara que mi libro había sido escrito por un resentido y que era falso que Ernestina había bailado en un local porteño que se llamaba Tronío. Era el único dato que cuestionaba. Volví a chequearlo con mi fuente, un ex trabajador del diario de muchísimos años que trabajaba en las oficinas que todavía funcionan en Corrientes al 300. El dato sigue siendo irrefutable.
–¿Cuál es el objetivo de esta investigación?
–Tiene un objetivo personal. Contar nuestra historia. Somos muchos trabajadores que hemos ejercido la verdadera profesión de periodista. Desnudar la "historia oficial" del Grupo Clarín. Otra cosa, existen dos biografías sobre Roberto Noble impulsada desde el diario. La primera, escrita por Luis Sciutto, la lee Ernestina y no le gusta. Entonces ordenó hacer otra. En ninguno de los dos libros figura que el fundador del diario tenía una hija. ¿Por qué? Porque la enemiga de Ernestina era Guadalupe, hija de Roberto Noble. A ese extremo llega la impunidad de los poderosos. También espero que las páginas de este libro sirvan para entusiasmar a una generación de nuevos periodistas, para que no le teman al Imperio Clarín.
Fuente:Diagonales
No hay comentarios:
Publicar un comentario