Mañana declarará un ex jefe del grupo Montoneros
domingo 15 de mayo de 2011Salta
El juicio por el secuestro y desaparición de Miguel Ragone se reanudará mañana a las 9.30 en el edificio de la Ciudad Judicial y la expectativa está centrada por la presencia de Roberto Cirilo Perdía, uno de los jefes de la organización Montoneros.
Perdía fue requerido como testigo por el querellante David Leiva. “Lo que queremos saber es cuál era la relación que tenían con Ragone y algunos de sus funcionarios”, explicó el letrado. Dijo que el ex intendente Gerardo Bavio era uno de los referentes de la organización en la provincia. “Los cuestionamientos de los adversarios hacia Ragone surgió por la designación de Bavio, a quien sindicaban como el hombre que abrió las puertas a los montoneros en Salta”, expresó Leiva a El Tribuno.
Junto a Mario Firmenich y Fernado Vaca Narvaja, Perdía es uno de tres jefes de Montoneros que sobrevivió a la dictadura, por lo que Leiva considera que su testimonio va ser importantes a los efectos de la causa. El ex guerrillero, abogado, de 70 años, y que reside Santa Fe, será consultado también sobre su tarea como responsable de la zona Norte, cuando la organización pasó a la clandestinidad durante la gestión de Isabel Martínez de Perón. Según trascendidos, en esa época Perdía habría estado oculto por un tiempo en Salta.
Perdía fue sindicado de participar del asesinato del secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, el 25 de septiembre de 1973. A él le atribuyen haber disparado los itakazos que terminaron con la vida del sindicalista cuando salía de una casa de la calle Avellaneda 2.953 del barrio de Flores, en Capital Federal.
“Las pruebas que surgen son claras”
¿Que va a pasar con Guaymás?
Yo pedí al Tribunal que se giren las actuaciones al fiscal de turno para que el policía sea investigado como partícipe secundario del caso Ragone. Lo hice porque es evidente que este hombre sabe muchas cosas que no quiere decir.
¿Qué expectativas tiene con el veredicto?
Soy optimista. Las pruebas que van surgiendo son claras y seguramente se van a potenciar con las declaraciones de los testigos que faltan.
Fuente:ElTribunoSalta
Dice lo suyo / David Arnaldo Leiva
“El juicio va confirmando que Ragone fue víctima del terrorismo de Estado”
Por Rubén Arenas
domingo 15 de mayo de 2011Salta
Para el querellante David Arnaldo Leiva, de la Asociación Encuentro por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Salta, el desarrollo del juicio a los acusados del secuestro y desaparición de Miguel Ragone va confirmando su teoría: el ex gobernador constitucional fue víctima del terrorismo de Estado que imperó en el país entre 1976 y 1983.
Frente a lo expuesto, el experto en temas vinculados con delitos de lesa humanidad no tiene dudas de que el Tribunal Oral Federal aplicará las penas que corresponden a los imputados. Se trata del ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, ex general Luciano Benjamín Menéndez; del ex jefe de la Guarnición Ejército Salta, coronel Carlos Alberto Mulhall; y del ex jefe de la Policía de la Provincia, teniente coronel Miguel Gentil, quienes fueron procesados como autores del crimen de Ragone, del homicidio de Santiago Catalino Arredes y las lesiones sufridas por Margarita Martínez de Leal, ocurrido el 11 de marzo de 1976.
Leiva también consideró que está virtualmente probada la participación del comisario Joaquín Guil como uno de los eslabones de la Policía para que se consumara el consorcio criminal.
¿Cuál es el análisis del juicio hasta el momento?
Es positivo, porque de a poco se va descubriendo cuál ha sido el móvil del crimen y eso va en consonancia con la hipótesis que nuestra organización ha sostenido desde un comienzo.
¿Cuál es la hipótesis?
Que Ragone fue una víctima más del terrorismo de Estado, como lo han dejado expresado claramente varios testigos como Gregorio Caro Figueroa, el médico Jorge Albrech. Todos los elementos que rodearon al hecho indican que esto fue así y por eso la Justicia Federal de instrucción se pronunció en ese sentido.
¿En qué sustenta esa teoría?
En muchos factores. Ragone era un hombre de la izquierda peronista y a los fines de la lucha antisubversiva era un elemento expuesto ya que encajaba perfectamente con el plan de eliminación de personas diseñado por la Junta Militar, lo que estaba contemplado en un reglamento interno. Esto abarcaba desde una simple detención hasta los tormentos, secuestros y eliminación de las personas. En este caso, los militares utilizaron una figura emblemática como Ragone para generar miedo en el tejido social.
¿Cómo explica su teoría de que Ragone era socio de los montoneros?
En realidad lo que quiero significar es que como hombre de izquierda su pensamiento estaba orientado en esa dirección. Si bien no formaba parte de la conducción de La Tendencia, algunos de sus funcionarios, como el intendente de la ciudad Gerardo Bavio, eran militantes activos. En esta misma línea estaban, como simpatizantes, el ministro de Gobierno, Ernesto Pfister Frías, y el intendente Enrique Campos, de Aguaray, entre otros.
¿Hay responsabilidad de sus adversarios políticos?
En el crimen propiamente dicho no hay ninguna responsabilidad porque si no estaríamos hablando de un delito común y lo que se está juzgando aquí es un delito de lesa humanidad. Lo que hicieron sus adversarios, en el marco de la lucha interna, es posicionarlo en el escenario político como un hombre de izquierda. Esto lo hicieron desde el mismo momento que Ragone asumió como gobernador en 1973, cuando nadie sabía lo que iba a ocurrir tres años después. En este sentido coincido con el planteo de Caro Figueroa cuando declaró días pasados que esto abonó el terreno para que los militares ejecutaran el plan de eliminarlo en el marco del terrorismo de Estado. Lo que está claro es que no fue un crimen por odio o por venganza, como por ahí se puede decir. Yo me limito a las pruebas colectadas, de las que surgen que el Ejército y la Policía de Salta tuvieron participación activa en el hecho.
Con el secuestro de Ragone, ¿los militares mantuvieron el mismo patrón que en otros casos?
Sin ninguna duda. Un ejemplo más claro es lo que ocurrió en Tartagal con el escribano Melitón Bustos, quien fue secuestrado, al igual que Ragone, y sus restos nunca más aparecieron. Para los militares de esa época, quien capturaba a la población a través de campañas publicitarias y generaba miedo era el que ganaba la guerra. Y a los fines de la guerra sucia, no es casual que hayan elegido a Ragone.
¿La Policía está comprometida?
Con los testimonios de los últimos días, ha quedado probada la materialidad del ilícito y la participación policial, lo que compromete cada vez con más fuerza al comisario Joaquín Guil. Los policías que han declarado hasta ahora utilizaron la mentira como argumento de defensa, pero no les sirvió de nada. Cuanto más se esmeraron en salvar a Guil, más lo hundieron.
¿Lo del comisario Abel Guaymás fue lo más elocuente?
Sin duda. Ese policía era el inspector de la Zona Uno y con su teoría del “no me acuerdo” demostró que había recibido expresas directivas para que no se investigara el secuestro de Ragone. Después de Guil, él era el responsable de investigar el caso. La Policía, en su momento, atribuyó el hecho a los montoneros, pero resulta que Guaymás reconoció que no recibió ninguna orden para que buscaran a ningún extremistas. También confesó que a Ragone lo buscaron en un solo barrio y no supo explicar porque no profundizaron las pesquisas. Lo que los imputados no van a poder explicar jamás, es cómo hicieron los secuestradores para moverse con tanta facilidad en una zona militarizada, donde tenía su residencia el jefe de Policía. Es indudable que hubo zona liberada.
Fuente:ElTribunoSalta
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