7 de mayo de 2011

SALTA: JUICIO POR SECUESTRO Y MUERTE DE RAGONE. DUDAS SOBRE LA OBJETIVIDAD DEL JUICIO.

Algunas maniobras arrojan dudas sobre la objetividad del juicio por Ragone
Otro testigo cree firmemente que del crimen del ex Gobernador de Salta participó las “bandas de los comisarios”.
CANTO DESVINCULO A LOS ADVERSARIOS POLITICOS DE RAGONE
viernes 06 de mayo de 2011 Salta
Por Rubén Arenas               
NIETO FERNANDO PEQUEÑO RAGONE INGRESA A LA SALA DE AUDIENCIA.
Héctor Manuel Canto, ex senador por el departamento General Güemes, descartó cualquier posibilidad de que los adversarios del peronismo local hayan propiciado un ataque de la magnitud del que sufrió el ex gobernador constitucional Miguel Ragone, el 11 de marzo de 1976, cuando un grupo armado no sólo lo secuestró y lo hizo desaparecer, sino que asesinó a un almacenero y ametralló a una mujer. “Todos sabían que Ragone era un médico del pueblo, hombre de paz, un humanista y estoy seguro de que ni el más encarnizado de sus adversarios políticos hubiera pensado en atentar contra su vida”, sentenció el dirigente del PJ.

Canto respondió en estos términos a las preguntas del fiscal Horacio Azzolín, quien demuestra especial interés en conocer los nombres de los dirigentes que estaban enfrentados al ex Gobernador.

Mientras el juicio avanza lentamente, se advierten maniobras pocos claras respecto de la citación de testigos, como es el caso de Luis Andolfi, quien tenía turno para ayer y ahora no sabe si declarará.

Los asesores del programa Verdad y Justicia del Ministerio de Justicia de Nación se han convertido en una suerte de cancerberos de los testigos, a quienes siguen a sol y sombra, llamándolos por teléfono o celular a cualquier hora a sus domicilios, ofreciéndoles traslados, desayuno y un servicio especial de psicólogos. Tampoco dejan que hablen con nadie, ni antes ni después de declarar. Lo lógico sería que este equipo, liderado por la abogada Huber, no someta a la gente a tantas presiones para que puedan declarar con tranquilidad, ante la calidad del juicio.

El comisario Arredes
En la audiencia de ayer, el ex senador Canto manifestó que no tiene duda de que la denominada “banda de los comisarios” formó parte activa del consorcio criminal. De la información que recabó, el justicialista consideró que “el comisario general Roberto Arredes, seguramente sabe quiénes participaron del hecho, tomando en cuenta que durante el secuestro de Ragone mataron a su hermano Santiago Catalino Arredes. Todas las personas con las que hablamos coinciden en que es imposible que este policía no haya sabido lo que pasó con su familiar”, manifestó.

Explicó que “tanto en el caso Ragone como en el de otras víctimas, la gente dio los nombres de los comisarios Guil, del Sapo Toranzo, de Arredes y otros”, comentó.

Canto lamentó que la Justicia Federal de Salta no haya tomado en cuenta la documentación que reunió una comisión de la Cámara de Senadores de la provincia, de la que él formó parte junto a su par Balbín Gallo, cuando retornó la democracia. “A partir de 1984 hemos recepcionado una gran cantidad testimonios de familiares y de víctimas que sufrieron las consecuencias de la dictadura militar en Salta”, expresó el testigo, quien fue detenido en la noche del 24 de marzo de 1976 y fue víctima de todo tipo de tormentos.

Ante una pregunta de los querellantes, el profesor describió que el 50% de la documentación fue entregada por el fallecido senador Gallo al entonces juez Federal Ricardo Lona. “Una parte fue robada de manera sospechosa de nuestros despachos y otra se entregó al juez federal Miguel Medina”, aseguró. Como esos informes no fueron incorporados a la causa, el querellante Matías Duarte pidió al Tribunal que requiera copia de esa documentación para ser analizada en el marco de este proceso. En tanto el abogado Martín Avila pidió que sea citado a declarar Miguel Agero, tío del Ministro de Trabajo, Rubén Fortuny.


El poder del coronel Mulhall
El ex senador Héctor Canto aseguró que el ex jefe de la Guarnición Ejército Salta, Carlos Alberto Mulhall, era el que manejaba la estructura del poder en la provincia. Explicó que durante el Gobierno del capitán Ulloa a él le enviaron un telegrama de despido del colegio donde trabajaba, en General Gemes, del mismo tenor del que recibió el escribano Melitón Bustos en Tartagal, por el que fue cesanteado de la escuela Alejandro Aguado.

“Ese telegrama ocultaba un mensaje fatalista y una prueba de lo que pasó con Bustos, a quien lo hicieron desaparecer sin que hasta el momento se sepa nada de él”, señaló. Dijo que “las cesantías eran dispuestas a partir de los informes de inteligencia de Mulhall y era él quien decidía a que docente había que echar y matar”.
FuentedeOrigen:ElTribuno
Fuente:Agndh                                      

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