7 de junio de 2011

BEJAS INVESTIGA AL COLABORADOR DE BUSSI.

EN DELITOS DE LESA HUMANIDAD
Bejas investiga a un colaborador de Bussi
Al escribano Juan Carlos Jesús Benedicto se lo considera uno de los colaboradores más activos de Bussi en la provincia. Era un adolescente cuando visitaba los centros clandestinos de detención y participaba de los operativos de secuestro. La causa está siendo investigada por el titular del Juzgado Federal N° 1, Daniel Bejas.
06 . 06 . 2011
En el marco de las investigaciones por delitos de lesa humanidad que se llevan adelante en la provincia sobre la participación de los civiles durante la dictadura militar, una de las causas más llamativas en las que intervino e investigó el titular del Juzgado Federal N° 1, Daniel Bejas, fue la del reconocido escribano local Juan Carlos Jesús Benedicto, uno de los colaboradores más activos de los represores. Y también uno de los más jóvenes: en 1976 tenía sólo 18 años, era un adolescente cuando visitó centros clandestinos de detención y participó de los operativos de secuestro de militantes en Tucumán.

Estas conclusiones se desprenden de las declaraciones de las víctimas que dieron testimonio frente al juzgado de Bejas, y reconocieron al muy joven “Conejo” Benedicto como partícipe directo de torturas y secuestros.

Pero no todo terminó ahí. Cuando fue detenido por estos hechos aberrantes a fines de 2010, se le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria, ubicada en pleno centro tucumano. Es tal el poder de este escribano en la provincia que salía de su casa (o sea, su lugar de detención) para hacer compras personales. Es más, fue el propio fiscal federal ad hoc, Pablo Camuña, quien se lo encontró en un local comercial, sin salir de su asombro, mientras el imputado se cruzó frente a él y lo saludó. Sin que a los custodios de la Policía Federal, a cargo del detenido, les llamara la atención. “El mismo se desempeñaba como informante civil y parte de los grupos de tareas (‘patotas’) del CCD Arsenal”, dice el escrito de acusación contra Benedicto.

El fiscal Camuña puso en conocimiento de inmediato al juez de lo sucedido. Como si fuera poco, “el civil” Benedicto posee dos armas a su nombre. Todo un patriota.

“Pudo ver directamente que el imputado Juan Carlos Jesús Benedicto violó su detención domiciliaria, cuando el día viernes 24 del corriente se encontró con el mismo en la vía pública, a horas 20:30, en calle Buenos Aires al 300, efectuado compras en un negocio. El imputado también reconoció al funcionario puesto que con total naturalidad llegó a saludarlo, para posteriormente ingresar de nuevo al inmueble en el que cumple la medida preventiva.”

Entre los fundamentos para que se le revoque a Benedicto el beneficio de la prisión en su casa, el fiscal resalta que es “un hecho grave, teniendo presente que se produjo al día siguiente de la imposición de la excepcionalísima medida de detención domiciliaria, que el imputado pudo haber fugado con suma facilidad siendo redoblada la obligación de las autoridades judiciales de garantizar el proceso de justicia en causas donde se investigan delitos que ofenden la humanidad toda como es la presente y que se trata de una violación directa y objetiva de los deberes inherentes a tan excepcional modalidad de cumplimiento de la detención.”

Adicionalmente, del informe del Registro Nacional de Armas que acompañó el escrito con fecha septiembre de 2010 surge que el escribano, actualmente de 52 años, “posee registradas dos armas, calificadas como “de uso civil condicionado”, dijo el funcionario judicial.

El prestigio que supo construir el escribano Benedicto desde la dictadura militar, con el inicio del terror del geronte genocida Antonio Domingo Bussi, hasta nuestros días, se ve reflejado claramente en el listado de clientes que tuvo hasta el momento de su detención en 2010. Desde el sector empresarial, político y universitario, requirieron los servicios del “Conejo” Benedicto: Banco de la Nación Argentina de su filial local, Banco del Tucumán, Canal 10 (el canal estatal con participación privada), Dirección provincial de Vialidad, Hipermercado Libertad, Minera Alumbrera, León Alperovich SA (concesionaria de autos) y el Rectorado de la Universidad Nacional de Tucumán. Según consta en el escrito de la justicia federal y en la página oficial de Benedicto (www.escribaniabenedicto.com). Ahora el ex profesional descansa en una celda del penal de Villa Urquiza, una de las cárceles más pobladas del noroeste argentino.
Fuente:TiempoArgentino

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