7 de junio de 2011

ENTREVISTA CON EL CONJUEZ DE LA CAUSA CABALLERO.

Resistencia, 07/06/2011
Entrevista con el conjuez de la Causa Caballero
“Lo que se hizo es sólo el 25 por ciento de lo que falta por hacer”
Juan Antonio Piñero habló en exclusiva con CHACO DIA POR DIA. En la primera parte de esta entrevista, el conjuez habló de las dificultades de su trabajo, del irrisorio pago que recibe por su labor y el compromiso que le pone al tema.

El conjuez Federal de la causa Caballero, Juan Antonio Piñero, aseguró que a pesar de que ya se dictó sentencia en la primera parte de este caso y en la Masacre de Margarita Belén, aún falta un largo camino para llevar justicia a todos los familiares y víctimas del Terrorismo de Estado en la provincia. Reconoció que durante su trabajo tuvo “advertencias” por parte de anónimos pero que siempre las ignoró y sostuvo que no podría vivir solamente de lo que gana como conjuez.

En un bar céntrico de avenida 9 de Julio en Resistencia, Piñero comparte una charla de casi una hora con CHACO DIA POR DIA. En el primer tramo de esta entrevista –que será ofrecida a los lectores en dos partes- el conjuez habla de las dificultades que tuvo a lo largo de su investigación y del gran trabajo que se requiere a la hora de esclarecer los delitos de la última dictadura en el Chaco.

CHACO DIA POR DIA: - ¿Cuáles fueron los principales problemas que tuvo desde que tomó las riendas de esta causa? ¿Las amenazas, las presiones, las trabas burocráticas?

Piñero: - No pienso así la cosa. Los problemas que a partir de que son superados dejan de existir. Existen sí todo tipo de inconvenientes que tienen que ver eventualmente con advertencias, no quiero llamarlos amenazas porque es una figura que se la pone en el terreno jurídico, que no es así. Hay también problemas de tipo burocrático, un sinnúmero de inconvenientes pero que a partir de que se solucionan ya no existen más. Los pasaste, y seguís adelante.

CDD: -¿Cuánto influyeron en usted esas ‘advertencias’?
Piñero: - Simplemente lo que hago es ignorarlas. No existen en ningún sentido, ni para forzar un pronunciamiento ni para no pronunciarse.

CDD: - ¿Alguna vez pensó en dejar la causa Caballero?
Piñero: - Son flashes que pasan cada tanto, que así como llegan se van. A veces esto está en el pensamiento de uno, sobre todo cuando uno no encuentra respuestas a cuestiones como éstas, de no poder dedicarme todo el tiempo que tendría que dedicarme. Yo quisiera estar más tiempo, pero no puedo. Ahora termino esta entrevista y me están esperando en el juzgado. Y después tengo que ir a mi estudio.

CDD: -¿Cómo maneja los reclamos de agilizar el servicio de justicia que realizan los familiares de las víctimas?
Piñero: - La verdad es que no siento presión. Entiendo perfectamente lo que sienten los familiares y las víctimas, hoy testigos. Los comprendo en cuanto a la necesidad de que esto se esclarezca lo más pronto posible. Pero bueno, yo tengo mis limitaciones materiales. En esto soy sólo yo. No soy más que yo. Y más de lo que le dedico es difícil que pueda dedicarle porque tengo que seguir viviendo.

CDD: - ¿Y el hecho de que sean delitos de lesa humanidad, cuánto influyen en su accionar y el de su equipo de trabajo?
Piñero: - Al personal que colabora conmigo le digo que los hechos que nosotros investigamos no tienen nada especial. Vamos a establecer si existen personas integradas a un delito. Nada más, no hay nada diferente. La especialidad es el tipo penal del que se trata y la calificación de lesa humanidad de que se trata. Es una especialidad técnica, no es una especialidad social. No estamos creando un sujeto social especial. Es precisamente todo lo contrario.

CAMINOS
Llegar al juicio oral y la posterior sentencia en la primera parte de la causa Caballero no fue fácil. Como bien lo recordó en uno de sus artículos el periodista Marcos Salomón, el primer expediente en la Justicia Federal data de 1984, y quedó sepultada por las leyes de la impunidad y los indultos. Recién se encontró el intersticio judicial empezando este siglo: para dejar a los genocidas sin el paragüas protector de las leyes de impunidad y los indultos, fueron denunciados por crímenes de lesa humanidad ocurridos antes de marzo de 1976. Una vez eliminadas las leyes y los indultos, se avanzó judicialmente hasta casi los años 80.

Otro gran obstáculo para esta causa fue la falta de magistrado. Tras el alejamiento del juez federal Carlos Skidelsky un sinnúmero de conjueces (abogados del foro local designados por sorteo) tuvieron en sus manos la investigación. Hugo Peiretti, Ricardo Frencia y Ricardo San Martín fueron algunos de los que pasaron. El expediente, incluso, llegó a la alzada: la Cámara Federal de Apelaciones. Entonces, llegó el conjuez Juan Antonio Piñeiro que avanzó en la investigación y la llevó tan lejos como ningún otro lo hizo. Sin embargo, aquella elevación a juicio llegó tarde para algunos represores: el expolicía, José María Cardozo, el ex fical federal, Carlos Flores Leyes y el exagente del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército, Alberto Horacio Valussi, murieron impunes.

CDD: - ¿Cuándo toma la causa Caballero?
Piñero: - En 2006 la Justicia Federal se queda sin juez en esta causa, hecho del que yo me entero después cuando me designan. Producto de un sorteo que hizo la Cámara Federal (de Apelaciones), luego de diez designaciones que los designados renunciaron, supongo que fue cuando vieron de qué se trataba. En ese momento era una causa relativamente manejable, si bien para la Justicia era grande porque eran 18 cuerpos pero lo que visualizaba como complejo era con lo que uno iba a trabajar. En ese momento, eran tormentos, torturas, picanas. Entonces presumo que los colegas que iban declinando esas designaciones porque tal vez no querían o no podían ocuparse de este tema.

CDD: - En esta causa se iban a encontrar con lo más bajo de la condición humana.
Piñero: - Te encontrabas en ese momento con algo complejo y con relatos y testimonios que todavía no estaban muy trabajados pero que eran complicados. Sobre todo para convivir con eso a partir de ese momento, más en el caso que uno asuma esto con la responsabilidad que esto se merece porque esto no es decir, bueno, voy una vez cada tanto al juzgado y la llevo de taquito. No, no funciona asi. Tampoco es mi forma de ser.

CDD: - ¿Cómo era su lugar de trabajo en 2006?
Piñero: - Empezamos en un espacio reducido, que nos asignaron el Juzgado Federal, sobre Cangallo. Era una oficinita chiquitita, sin ventana al exterior donde estábamos tres personas. Esa oficina habrá tenido supongo tres por tres. Había tres escritorios, un par de computadoras.

CDD: - ¿Todavía entraban los escritorios en una oficina tan chica, porque hoy por hoy ocupa más de cuatro oficinas según lo que pude ver?
Piñero: - Sí, todavía entraban. Había una estantería donde estaba el único expediente con los 18 cuerpos que te comenté. A partir de ahí empezamos despacio. Lo primero que hubo que trabajar fue con la determinación de la nulidad de todo lo actuado por quien antes había sido juez y entonces eso generó la detención de quienes fueron condenados el año pasado por el Tribunal Oral.

CDD: -¿Estuvo el día en que se leyó la sentencia en la causa Caballero, en diciembre del año pasado?
Piñero: - Estuve en la audiencia. No estuve entre el público porque me pareció que no era lo correcto.

CDD: - ¿Qué sintió?
Piñero: - En lo personal no me produce nada. Lo único que sí me genera es la posibilidad de poder señalar que desde el punto de vista jurídico esa condena significa que el trabajo que hizo la instrucción no sólo por mí sin por todos los que trabajaron en ella fue bueno.

VIDA DE CONJUEZ
CDD: - ¿Usted está litigando de manera privada en este momento?
Piñero: - Sí, claro. Vivo de mi profesión y tengo mi estudio.

CDD: - ¿Podría vivir sólo con la paga que recibe de conjuez?
Piñero: - No, en absoluto.

CDD: - ¿Superaría la línea de pobreza, al menos?
Piñero: - Si tomamos la fecha de inicio de la causa y el tiempo en el que estoy no llega siquiera a los mil pesos por mes. Pero bueno, es un trabajo en el cual uno le pone todas las ganas, la responsabilidad absoluta, tratar de que las cosas se hagan lo mejor posible.

CDD: - ¿Cómo es el sistema de retribución para los conjueces?
Piñero: - No existe retribución mensual por este trabajo. Quienes en la Argentina desempeñamos el trabajo de conjueces en cualquier tipo de causas nos manejamos con unas resoluciones de la Corte que son bastante viejas, de la década del cincuenta, y que no contempla de modo alguno ninguna de las situaciones actuales que se vienen planteando con causas de lesa humanidad. Tengo entendido que en Argentina somos dos los colegas que estamos en esta situación, desde fines de 2006.

CDD: -¿Usted y quién más?
Piñero: - Un colega de Bahía Blanca. La magnitud de trabajo tiene que ver no sólo con el volumen cuantitativo, que hoy estamos en los 140 cuerpos de causa trabajada, de las cuales podemos decir que cerca de 30 mil fojas fueron elaboradas con mi asistencia personal, sino también en lo cualitativo. Yo tomo esto con absoluta responsabilidad por eso yo participo personalmente de todos los actos procesales que se hagan.

SOBRE EL FUTURO
CDD: - ¿Qué es lo que queda a futuro para las causas de lesa humanidad en la provincia?
Piñero: Desde el punto de vista cuantitativo a futuro, si querés ponerlo en porcentajes, yo diría que lo que se hizo es sólo el 25 por ciento de lo que falta por hacer. Desde el punto de vista cualitativo, si bien uno tiene resuelto cuestiones que tienen que ver con determinada topología delictiva aparece nueva topología. El portal en que vos trabajás publicó recientemente un pronunciamiento sobre violación y se vienen tipo delictivos tan o más complejos que ese.

CDD: - La justicia Federal está investigando desde hace poco tiempo los asesinatos y desapariciones de militantes de las Ligas Agrarias en el interior de la provincia y también el crimen de Miguel Romaniuk, el joven de San Bernardo que fue destruido a balazos por un grupo de militares en noviembre de 1976. ¿Cómo marchan?
Piñero: - Las Ligas Agrarias no es un tema como tal. Yo investigo hechos individuales y colectivos que tienen que ver con conductas. El Ministerio Público Fiscal tiene en sus manos varias vistas fiscales que hemos transferido de declaraciones testimoniales que aún no han sido contestada por el Ministerio Público Fiscal, que supongo que aún están trabajando en eso. Y el otro caso, el homicidio de Romaniuk, está en pleno proceso de investigación por mi parte, haciendo el trabajo de recopilación de material probatorio. Es un hecho bastante complejo porque alguna documental ya no existe.

CDD: - En suma, ¿cuánto tiempo calcula que durará el trabajo que le resta con respecto a la investigación de los crímenes del Terrorismo de Estado?
Piñero: - Mínimamente debemos pensar en más de dos años, producto de todo lo que falta y en la medida en que mi situación personal no permita que yo esté abocado 24 horas al día al trabajo y pueda despejar mi mente a mi forma de vida no voy a poder dedicarle más tiempo del que le dedico. Tal vez si pudiera dedicarme todo el día a esto pudiera acotarse el tiempo. No sé.
Entrevista: Bruno Martínez
Fuente:ChacoDiaPorDia                                

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