18 de abril de 2012

CUBA.

martes 17 de abril de 2012
Abril 17 de 1961, en Girón comienza a fraguarse la victoria
Por Ángel Rodríguez Álvarez (AIN)
Como ya se presumía, después del bombardeo a los aeropuertos el 16 de abril de 1961, tenía lugar el desembarco de la brigada de infantería motorizada compuesta por mil 511 mercenarios de origen cubano que, con abundante apoyo aéreo norteamericano, tocó tierra en la madrugada del lunes 17 por Playa Girón y Playa Larga, en el centro sur de la Isla.

No era una fuerza desestimable. Venía perfectamente organizada, sus planes habían sido elaborados por el Pentágono de Estados Unidos y estaban bien entrenados por oficiales estadounidense con abundante experiencia en ese tipo de operaciones.

La logística corría a cuenta de unidades regulares de los Estados Unidos y fue guiada y escoltada hasta el limite de las aguas territoriales cubanas por unidades navales y aéreas norteamericanas. Nada había escapado a los organizadores de la Operación Pluto.

El objetivo de la invasión consistía en apoderarse de ese territorio, tomar todas las carreteras y entonces, atrincherados allí, con el dominio del aire, establecer una cabeza de playa con su aeropuerto. Quedaba así asegurado el abastecimiento por mar y aire y hacer la guerra de desgaste contra el país.

En esa porción desembarcaría el llamado Consejo Revolucionario que, en funciones de gobierno provisional, solicitaría la intervención del imperio.

Pero la Revolución no perdió tiempo. EL Comandante en Jefe Fidel Castro ordenó comenzar las operaciones contra el enemigo hasta destruirlo.

Al amanecer era dado a conocer el Comunicado Uno, firmado por el líder de la Revolución, donde informaba: que “Se está combatiendo en defensa de la Patria sagrada y la Revolución contra el ataque de mercenarios organizados por el gobierno imperialista de los Estados Unidos (…) ¡Adelante, cubanos, todos a los puestos de combate y de trabajo¡”

La Fuerza Aérea Revolucionaria recibió la misión de aniquilar, con sus escasos y anticuados 11 aviones, las embarcaciones enemigas, luchar contra la aviación agresora y brindar apoyo a las unidades del Ejército Rebelde, la PNR y las Milicias Nacionales Revolucionarias, que combatían ferozmente contra las tropas desembarcadas.

Mientras, el pueblo, organizado en los CDR, en coordinación con el MININT, ponía a buen recaudo a los enemigos internos con el fin de impedir la formación de la quinta columna.

El enfrentamiento armado se intensificó a lo largo del día 17. Particularmente destacados fueron los pilotos, quienes sin descansar, cumplieron exitosamente decenas de misiones en condiciones de inferioridad numérica y desventaja técnica.

Las embarcaciones enemigas fueron obligadas a retirarse hacia posiciones donde era imposible brindar apoyo a los suyos: los paracaidistas fueron desalojados de los lugares que habían ocupado y las tropas terrestres cubanas comenzaban a empujar hacía el mar a los invasores.

Todavía la resistencia mercenaria era fuerte en varios lugares, especialmente en Playa Larga, no obstante el heroísmo desplegado por el batallón de la Escuela de Responsable de Milicias.

Desde los momentos iniciales, y desde el Puesto de Mando instalado en el central Australia y en diferentes direcciones en la zona de operaciones, Fidel dirigía las acciones de rechazo desde donde se decidían los destinos de la patria.

En las venideras 48 horas, los mercenarios tendrían oportunidad de recibir nuevas e inolvidables sorpresas, proporcionadas por quienes ellos suponían vencidos horas después de iniciada la agresión.
Fuente:Argenpress

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