miércoles, 16 de mayo de 2012
Familiares de las víctimas de masacre del Río Sumpul esperan justicia
COLATINO
Sobrevivientes de la masacre del Río Sumpul y familiares de las víctimas solicitan a las autoridades judiciales y a la fiscalía, que investigue el caso y castigue a los culpables del asesinato de más de 600 personas, hace 32 años, en el caserío Las Aradas, en Chalatenango.
“Nosotros no pedimos venganza, pedimos juicio y castigo, pedimos que se investigue y que haya justicia”, aseguró Blanca Miriam Ayala, sobreviviente de la masacre, en la entrevista Agenda de Nación, que se transmite en Canal 10 y Radio Nacional. La zona en donde se perpetró el crimen, que es fronteriza con Honduras, fue declarada ayer Bien Cultural de El Salvador, por la Secretaría de Cultura de la Presidencia, medida que fue aplaudida por los familiares de las víctimas.
El 13 y 14 de mayo de 1980, miembros de la Fuerza Armada realizaron un operativo militar en el norte de Chalatenango y persiguieron a la población que intentaba huir hacia Honduras y asesinaron en la zona de Las Aradas a cientos de personas en la ribera del Río Sumpul, afirmó Ayala, quien logró escapar.
"Yo oí que dijo una voz, sálvese quien pueda, porque era fuego cruzado y la única alternativa era el río, allí murió mi hermana Emilia Ayala, de 16 años, yo quedé sola, entonces intenté pasarme el río, pasó un muchacho que podía nadar y nos prendimos como cinco mujeres, y él nos dijo, yo los saco hasta la orilla del río”, describió la sobreviviente que en ese entonces tenía 12 años.
“Yo me salí y me quede en medio de unos matochos, el ejército pasaba disparando, la gente corriendo y yo como pude me salve y vi, estando allí escondida en unos matorrales, cuando el ejército, a la gente que no se fue para el río porque no podía nadar con sus bebes, la pusieron en fila y le dieron el tiro de gracia. Allí iban mujeres, jóvenes, niños y ancianos, la mayor parte, ahí no habían armas”, afirmó Ayala.
En el asesinato de más de 600 campesinos en el Río Sumpul se deduce que también habría participado el ejército hondureño, que cercó la zona y evitó que las personas pudieran refugiarse en el vecino país, afirmó Alejandro Lening Díaz, representante de Tutela Legal del Arzobispado, entidad que ha recopilado los testimonios de los sobrevivientes.
Esta masacre y otras como la de El Mozote fueron resultado de la política de tierra arrasada que aplicó el ejército salvadoreño durante operativos militares entre 1980 y 1985, explicó Díaz.
Recientemente, como resultado de la presión de los sobrevivientes y de las investigaciones de Tutela Legal, el Juzgado de Primera Instancia de Chalatenango ordenó a la Fiscalía General de la República retomar las investigaciones sobre el crimen.
“Es una masacre muy grave, es un delito de lesa humanidad, es un delito que no prescribe, que no admite amnistía. Entonces acudimos y se pidieron nuevas diligencias, se nos notifica que se accede a seguir el proceso, a darle continuidad y se ordenan ciertas diligencias que las tiene que realizar la fiscalía”, aseguró Díaz.
Ayala reconoció las medidas que ha tomado el actual gobierno en materia de reparaciones para las víctimas de delitos de lesa humanidad y destacó el pedido de perdón que realizó el Presidente Mauricio Funes por la masacre de El Mozote en enero pasado y la declaratoria de Bien Cultural al sitio en donde se realizó la masacre de El Sumpul.
“Como sobreviviente y en nombre de todos los sobrevivientes es un gesto que nuestro presidente ha hecho y nosotros nos sentimos satisfechos ahorita con el proceso, con la declaración que ayer fue a leer el delegado de la Secretaría de Cultura”, afirmó Blanca Miriam Ayala.
Fuente:Argenpress
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