Juan José Cabral vive
Por Darwy Berti
El estudiante de medicina Juan José Cabral, baleado por la policía de Onganía y Garay Sánchez la siesta del 15 de mayo de 1969, en la plaza de su tocayo, (aquel sargento que dio su vida para salvar a San Martín), vive todavía. . . . .
Vive en cada uno de los que estuvieron junto a él aquella siesta. Que estuvieron a su lado codo a codo en esa manifestación que iba más allá del rechazo al aumento en el ticket de comida para convertirse en una manifestación contra la Noche de los Bastones Largos.
Noche que incluía no sólo palos para alumnos y profesores populares y populistas, sino también feroces ajustes para todo el pueblo argentino. Ajustes hasta en las comidas de los estudiantes y, todo ello, para implantar una Universidad excluyente. Una Universidad pro oligárquica y al servicio de los intereses del imperio.
Juan José Cabral vive actualmente en los alumnos y profesores y en los trabajadores no docentes de nuestra Universidad en aquel momento avasallada por la dictadura de Onganía, y Krieger Vasena: un adelantado de Martínez de Hoz y de Cavallo..
Juan José Cabral vive también en aquellos trabajadores de prensa, censurados entonces, que sobrevivieron a Onganía, y, luego, a Videla, ese fantasma al que Magneto quiere resucitar ahora con sus pases mediáticos.
Cabral vive en todos los que continúan recordándolo ahora, en todos los que hacen pasar nuevamente por su corazón su figura y su lucha. Todos sabemos que la palabra re-cordar proviene del re-cordi latino, que significa: volver a pasar por el corazón.
El estudiante Juan José Cabral vive, asimismo, en cada uno de los jóvenes correntinos que hoy, cuarenta y tres años después de que lo balearon, continúa luchando por una Universidad cada día más nacional y más popular, por una Universidad para todos.
Cabral vive en cada uno de los jóvenes correntinos –como los de La Cámpora- que apoya la actual política de derechos humanos que vino a abolir la impunidad de los genocidas que quisieron imponer una Universidad para pocos.
Cabral vive, particularmente, en cada uno de los jóvenes correntinos que defienden la política de inclusión social, iniciada por un presidente de la Nación que pidió perdón a su pueblo, en nombre del Estado, por los crímenes cometidos por un gobierno encabezado por un dictador cuyo retrato ordenó retirar para siempre. Un dictador que impuso el Terrorismo de Estado para aplicar férreamente una política económica antinacional y antipopular que diezmó incluso a la Universidad Nacional.
Cabral vive en estos Jóvenes que apoyan el rotundo no al ALCA y al FMI de ese mismo presidente. Vive en los jóvenes que apoyan el sí a la política de consolidación latinoamericana y de recuperación económica salarial y jubilatoria de los argentinos impulsada por ese mismo presidente y por su sucesora.
Cabral vive en cada uno de los Jóvenes, de esta primera década del siglo veintiuno, que apoya a un presidente flaco y desgarbado que enloqueció a lo peor de la Argentina y que se convirtió para la prensa canalla en “el hecho maldito del país burgués”, como escribiría Cooke.
Cabral está viviendo en cada uno de los Jóvenes que, ahora mismo, está bregando por esa unidad y organización reclamada por nuestra presidenta.
Esta misma presidenta que impulsó la democratización no sólo de las Universidades, sino también de los medios de comunicación en manos de los monopolios. Esta misma presidenta que ha impuesto la asignación universal para que los más humildes puedan estudiar para servir mejor a la Argentina, integrada a la gran Nación Latinoamericana.
La misma presidenta que renacionalizó YPF, quizá la medida más trascendente en el camino de la defensa de los recursos naturales de una patria cada día másjusta, cada día más libre y cada día más soberana.
Fuente:Momarandu
JUAN JOSÉ CABRAL
FuenteFoto:Web
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