1 de diciembre de 2012

LEY DE LA MÚSICA: Cultura comunitaria, popular y autogestiva.

Cultura comunitaria, popular y autogestiva
Más viva que nunca
Foto: Agencia Acta 
La sanción de la Ley de la Música representó un hecho histórico para el sector. Al igual que la Ley de medios, la misma fue elaborada por cientos de organizaciones de músicos independientes de todo el país. En sintonía, un colectivo de organizaciones culturales comunitarias presentaron un proyecto de ley para el fomento de la Cultura Comunitaria donde se establece la asignación del 0,1% del presupuesto nacional para las experiencias culturales autogestivas e independientes que en nuestro país suman alrededor de 15 mil. En este mismo recorrido, los editores gráficos autogestivos buscan sancionar la ley de medios gráficos e internet. enREDando participó del 3er Encuentro de Pueblo Hace Cultura realizado en Rosario donde confluyeron todas estas experiencias. La cultura autogestiva se moviliza en nuestro pais. Existen en Argentina alrededor de 15 mil experiencias populares y autogestivas que hacen cultura comunitaria desde diferentes lugares. El mapa se abre de par en par cada vez que es posible reconocer una experiencia cultural comunitaria en un barrio, un pueblo, una localidad.

Radios comunitarias, murgas, bibliotecas populares, centros culturales, espacios artísticos callejeros, teatro comunitario, muralistas y artistas plásticos, experiencias de comunicación gráficas y audiovisuales, circo, danzas, colectivos culturales de comunidades de otros países, etc. El arte se multiplica si se hace foco en el territorio, si la mirada se detiene a observar y conocer la riqueza cultural que nace de cada colectivo social. “Estas experiencias han experimentado un importante crecimiento en los últimos treinta años en respuesta a los avances de las políticas neoliberales. Pero a pesar de la intensa actividad que desarrollan, estos colectivos no cuentan aun con dispositivos ni mecanismos de interlocución en el plano de las legislaciones vigentes”, afirma Pueblo Hace Cultura, el colectivo nucleado por organizaciones culturales, comunitarias y populares de todo el país que han decidido desde el año 2009 integrarse a una Campaña latinoamericana por la Cultura Viva Comunitaria y que tiene como principal objetivo, en nuestro país, lograr la sanción de una Ley que proponga la creación de un Fondo Nacional de apoyo a la cultura comunitaria, independiente y autogestiva.

Para ello, se han realizado diversos encuentros nacionales, actividades artísticas y movidas en todas las provincias para promover e instalar el tema en la agenda pública. En Rosario, se realizó el tercer encuentro de Pueblo Hace Cultura con la presencia de más de 60 experiencias de todo el país. Las voces se agolpaban para contar lo que hacen, de dónde vienen, cómo trabajan. Diferentes realidades dieron cuenta que la cultura comunitaria, además de estar viva, produce y genera historia, memoria, arte, trabajo e identidad. De eso se trata.

enREDando participó del encuentro y dialogó con Cesar Baldoni del Culebrón Timbal de Buenos Aires. ¿Cómo nace este colectivo? ¿Cuál es el propósito de esta ley? ¿Cómo será el 1er Congreso Latinoamericano que se programa para el mes de mayo de 2013 en La Paz? Muchas fueron las preguntas. Las respuestas trazaron un recorrido intenso que abre paso a la integración en toda nuestra América.

Un poco de historia

“Arrancamos en el 2004-2005 con actividades vinculadas a la red de Arte y Transformación Social. En el Foro de Belem se conoce la experiencia de Puntos de Cultura de Brasil y se realizan muchos vínculos con organizaciones de Peru, Bolivia y Colombia. Acá en Argentina, en el 2009 se realiza un seminario de Arte, Cultura y Democracia Participativa. Se genera un ámbito de dos días muy interesante y se realiza una propuesta de normas parlamentarias para el Mercosur y en diciembre de ese año, el Parlamento del Mercosur aprueba el anteproyecto de norma legislativa de los “Puntos de Cultura”. Es una recomendación para que los países miembros apliquen políticas similares a los Puntos de Cultura de Brasil. Esta ley propicia el impulso de políticas de apoyo a la Cultura Comunitaria en los países miembros de la articulación. Al año próximo, nos comenzamos a convocar para pensar una iniciativa para que en Argentina se sancione una ley de cultura comunitaria”.

Así fueron surgiendo diversas actividades en Rosario, en Sierras Chicas de Córdoba, en la Plata y en el 2011 nace el primer encuentro nacional de Pueblo Hace Cultura realizado en el hotel recuperado Bauen. Allí se resolvió elaborar un proyecto de ley que establezca, entre sus principales puntos, la asignación del 0,1% del presupuesto nacional a la cultura comunitaria, autogestiva e independiente. Paralelamente, entre otros avances, se logró incorporar la problemática en la agenda del Congreso Iberoamericano de Cultura, “donde una comisión trabajó específicamente sobre cultura comunitaria” y en las conclusiones finales se recomienda implementar políticas de apoyo a la misma. Ese mismo año se lanza la Plataforma Puente, un espacio de encuentro virtual que articula experiencias comunitarias de todo el continente.

Cesar, además de reseñar el intenso recorrido que lleva a la conformación de Pueblo Hace Cultura, destaca aspectos fundamentales del proyecto de ley que fue presentado ante el Congreso de la Nación el 27 de abril de este año. “Tiene que haber un Ministerio de Cultura, y una reserva del 0,1% para este tipo de experiencias comunitarias”, afirma con contundencia. La ausencia de una legislación que contemple, regule y fundamentalmente aporte al desarrollo de la cultura comunitaria es uno de los principales vacíos que hoy tienen estas experiencias nacidas al calor de los movimientos populares.

Pueblo Hace cultura sostiene que actualmente la legislación existente no promueve instancias reales y territoriales de democracia participativa ya que solo en 49 municipios de los cerca de 2200 existentes en todo el país se implementan instancias de presupuesto participativo; los fondos destinados al sector son insuficientes y no existen herramientas legales o políticas públicas masivas que garanticen el acceso a espacios públicos y programación cultural a nivel barrial o local. Es por ello que una legislación acorde a las necesidades debe contemplar la creación de un Ministerio de Cultura, la creación de un Fondo Nacional que sea administrado desde el Estado Nacional en ámbitos participativos, con consejos provinciales, regionales y locales en una gestión asociada entre lo público, lo comunitario y lo estatal. “La puesta en marcha de la ley podría implicar un escenario en el que cada colectivo u organización cultural beneficiados a partir de este programa podría garantizar el acceso de no menos de 3000 pobladores a los bienes o servicios culturales que la organización generará a partir de la iniciativa presentada”.

Al mismo tiempo, plantean la necesidad de avanzar en la sanción de una Ley Federal de Cultura que contemple como un aspecto fundamental e insoslayable la cultura comunitaria y el arte autogestivo e independiente. “Las organizaciones y grupos de cultura comunitaria constituyen un fenómeno activo y presente en todo el territorio de nuestro país, que lejos de ser emprendimientos de tipo privado van tomando la identidad de proyectos de carácter público no estatal, democratizadores del desarrollo, del arte y la comunicación y que deben ser fortalecidos con la acción del Estado sin afectar su autonomía.”

Referentes del espacio mantuvieron una reunión en abril pasado con algunos diputados de la Nación. “Hay dos proyectos de ley de Cultura y en ninguno de los dos aparece la cultura comunitaria. Es algo que aparece totalmente invisibilizado. Tomaron el compromiso de incluir en la Ley Federal de Cultura un apartado sobre la cultura comunitaria y que luego nuestro proyecto de ley se sancione. Estamos construyendo la fuerza social para realizar el año que viene el trabajo de lobby dentro del Congreso. Y prepararnos para el Congreso en Bolivia”, apunta Cesar Baldoni.

Además, explica: “Lo que se busca institucionalizar en este Congreso es la cultura comunitaria como una red continental de cultura que contenga la radio, los centros culturales, los pueblos originales. Van a ver diferentes actividades y la idea es que e conforme un espacio de toma de decisiones y dar apoyo logístico para cada país, fortalecer un espacio de comunicación y realizar un relevamiento continental de cultura comunitaria en cada región”.

El concepto de Cultura Comunitaria nace fundamentalmente con la experiencia Puntos de Cultura en Brasil. “Son espacios donde las comunidades se organizan para producir, circular o resguardar bienes comunitarios. Y esto, el Estado debería fortalecerlo. Es una herramienta de desarrollo local muy grande”, dice César, esperanzado que la ley pueda sancionarse en un plazo no tan extenso. “Vamos a realizar actividades en todo el territorio y realizar debates en torno a esta ley. Creemos que la ley va a tratarse, luego veremos cómo debe darse la implementación de este tipo de ley. Hay mucho para avanzar, se ha sancionado la ley de medio y la ley de música y hay un viento a favor en relación a la democratización de la cultura y este proyecto de ley se encuentra en ese marco”.

Avanzamos por otras leyes
Hace tres años se sancionó en nuestro país una ley parida al calor de experiencias de comunicación y radios comunitarias nucleadas en la Coalición por una Radiodifusión Democrática. La nueva ley de Servicios de Comunicación Audivisual tiene como objetivo fundamental democratizar las voces en nuestro país. A tres años de su sanción, la pelea sigue siendo su verdadera y real implementación.

Asimismo, en estos días se ha dado un paso histórico en el Congreso de la Nación con la sanción de la Ley de la Música que fue también producto de la elaboración de un conjunto de organizaciones de músicos independientes que dieron pelea en el ámbito legislativo para lograr su sanción. La misma prevé la creación del Instituto Nacional de la Música como órgano de fomento a la actividad musical. También, supone la generación de sedes regionales, la implementación de Circuitos Estables de Música en vivo en cada región cultural del país, la participación en las distintas regiones Culturales de Organizaciones de Músicos con personería jurídica, la creación de un Circuito Cultural Social, la Formación Integral de un Músico, poniendo énfasis en el conocimiento profundo y organizado de los distintos Derechos Intelectuales y de sus derechos laborales.

El financiamiento del Instituto Nacional de la Música ya se encuentra asignado en la nueva ley de Servicios de Comunicación Audivisual, en su artículo 97. ¿Por qué es importante esta ley? Porque mejora las condiciones generales en las que se desarrolla la actividad musical en nuestro país, en cuanto a producción, difusión y circulación de música en vivo. Además, y sobretodo, porque nace de la iniciativa de miles de músicos y referentes de la actividad musical quienes durante 6 años se abocaron a la elaboración de este proyecto que hoy, en Argentina, ya es ley.

Por otra parte, un conjunto de editores independientes se encuentra promoviendo un intenso debate para lograr el tratamiento y la sanción de una ley de medios gráficos e internet. Entre sus fundamentos, el colectivo nucleado en Arecia afirma: “Es un reconocimiento a la edición cultural independiente y autogestiva que ha permitido expresar voces, producciones y realidades que encuentran en estos espacios el apoyo necesario para difundir la multiplicidad de creaciones culturales que nos enriquecen. Es, además, una forma de saldar la deuda que con el sector tiene la Ley de Servicios Audiovisuales, instrumento que ha significado la democratización de los espacios televisivos y radiales, pero ha omitido a las publicaciones culturales gráficas y de Internet, independientes y autogestivas, sin las cuales esa misma ley no hubiese contado con canales de debate y difusión entre los diferentes actores sociales que la hicieron posible. Este no es más que un ejemplo –importante, pero no aislado- de la tarea social que cumple el sector: la batalla que allí se libra cotidiana y sostenidamente contra la monopolización no sólo de productos, sino de contenidos. No sólo de voces, sino de estéticas.”

Entre algunos de sus principales puntos, se destaca: el reconocimiento del Estado de la inversión autogestiva: excención impositiva. La creación de un fondo destinado al sector equivalente al 20% de la pauta oficial. La inclusión de la experiencia de la edición cultural independiente y autogestiva en los planes de estudios primarios, medios y superiores. Bajo el lema, “No nos vendemos, somos revistas culturales independientes" este gran conjunto de editores de medios gráficos que impulsan experiencias de revistas en todo el país, sostiene que otra comunicación es posible. “Una forma de comunicación que no busca el lucro, sino la sostenibilidad de cada proyecto. Una forma de comunicación cuya medida de éxito no es el crecimiento individual, sino el colectivo: las publicaciones culturales independientes y autogestivas serán cada vez más importantes si crecen en cantidad de títulos porque así se estarán multiplicando públicos, ideas y creaciones.”
Publicado el: 30/11/2012 
Por María Cruz Ciarniello.
Fuente:enREDando

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