15 de agosto de 2013

BAHÍA BLANCA: Audiencias 6 y 7 de Agosto de 2013 Causa 1067 II Juicio V Cuerpo de Ejército Bahía Blanca.

2013.VIII.9 Audiencias 6 y 7 de Agosto de 2013  Causa 1067 II Juicio V Cuerpo de Ejército Bahía Blanca
JUICIOS AL TERRORISMO DE ESTADO
Audiencias Testimoniales día 6 y 7 de agosto de 2013
Tribunal Oral Federal (T.O.F.) de Bahía Blanca, Pcia. de Bs. As.
Funciona en el edificio del Rectorado de la Universidad Nacional de Sur, Avda, Colón 80
Martes 6 Agosto 2013, desde las 10 de la mañana
10 Hs: El tribunal comunica el desistimiento de la testigo Monica Sotuyo, Como así también informa sobre el fallecimiento del Imputado Miguel Antonio Villegas, que había sido apartado la semana pasada por su estado de salud ya que padecía un cáncer en estado avanzado.

Primer testigo: Anahí Medina Bustos (Por tele conferencia)
La testigo comienza diciendo que en la noche del 23 de marzo de 1976, cuando ella tenía 5 años, y estaba en la casa de su abuela materna (en Villa Mitre), junto con su hermana melliza, Sus padres no estaban en esa casa ya que al otro día viajaban, fue cuando irrumpieron a los gritos, patadas, con mucho ruido, gente, en un despliegue muy grande, con botas y armas muy grandes, “estábamos muy impresionadas, tiraban cosas, gritaban, rompían y recuerdo que teníamos un camisoncito de florcitas azules puesto que seguimos usando durante mucho tiempo…” “En la cocina estaba mi tía Mabel Bustos y una persona nos pega una patada a mi hermana y a mí y nos tira debajo de la mesa… no lo olvidé nunca más”. En medio de ese terror corren descalzas a la vereda y ve como arrastran a sus tíos René, Rubén y Raúl y dejan marcas de sangre en la vereda. Los suben a un camión muy grande, abierto en la parte de atrás, “recuerdo la cara de terror de mi abuela en el medio de la calle, arrodillada cuando el camión se alejaba, nos aferramos a las piernas de mi abuela y veo que le sangraban las encías y pedía y lloraba por sus hijos...A partir de ahí fue el comienzo de una incertidumbre, empezó la desesperación, la pobreza, la exclusión, fuimos discriminados, era mala palabra decir nuestro apellido”. Sus padres Mario Medina y Mirta Bustos, fueron secuestrados esa misma noche en la casa de La Falda donde se encontraban. Eso dejó una marca muy profunda en ellas como niñas, fue como “un exilio en nuestro país..”. Y no terminó allí, venían de noche, después de eso, y les tiroteaban la casa, debían correr debajo de las camas para que no los alcancen las balas, llegaron a tapiar las ventanas con cemento. Luego vino la etapa en que iban a visitar a sus padres a la cárcel de Rawson, 1 año o 2 después del hecho,  en donde cuenta que eran revisadas como criminales, metiéndoles mano por todos lados y maltratándolos. Vió a su padre muy caído, no era el padre fuerte que ella recordaba, Recuerda que una vez se lastimó con alambre de púa y le pusieron un papel de diario. Los veía detrás de un vidrio y en una ocasión que operaron a su padre, lo pudo ver más cerca en un hospital. “Fueron años de mucha angustia, yo mer arrodillaba todas las noches y pedía a Dios por mi padre vivo, que me lo devuelvan vivo…”. La abuela se hizo cargo de su crianza y no le hablaban del tema, ya que querían cuidarlos, dice. La supervivencia fue muy difícil, la madre quedó muy mal, quedó inhabilitada y dejó de hablar, “Creíamos que era muda”. Económicamente los ayudó la cruz roja, y gente que les traía cosas a la casa, pero recuerda que estaban mal. Cuando liberan a su madre, ya no era la misma, dejó de hablar, estaba débil, triste, y hacía lo que podía, a ellas la criaron su abuela y tía Mabel. Nunca más se pudieron integrar como familia, fueron desbastados física y psíquicamente, nunca volvieron a ser los mismos. “Mi madre quedó estéril, debido a las torturas y quedó con problemas psíquicos permanentes”.
“Ahora que los juicios se han instalado en la Argentina, siento paz, nunca se nos educó con odio, ni rencor. No se salieron con la de ellos, pudimos salir adelante y esta generación le dice No al terror, a la violencia y decimos Nunca Más”.

Segundo Testigo: Celina Estela Castro
Testigo propuesta por la defensa del Imputado Ricardo Gandolfo, Gerardo Ibañez. Cuenta básicamente que lo conoce desde hace 30 años, es amiga y socia y su misión es contar que es un hombre solidario y “generoso para hacer el bien…”… trabajaron juntos en la Fundación Elphis por trabajo sustentable para los jóvenes. Dice desconocer su vida militar, solo sabía que su padre lo había sido.

Tercer Testigo: Mirta Susana Esmoris
Igual que el testigo anterior, es de la defensa de Gandolfo y también es amiga del imputado. Del relato se desprende que Gandolfo ha aportado económicamente a la fundación que esta mujer posee llamada Camino Abierto,  y que según ella el apoyo era también “moral” ya que se sabía llevar algunos chicos de la fundación de vacaciones y les daba dinero para pagar cuentas de luz u otros. ( la fundación era para rehabilitación de chicos con problemas de adicciones y cosas así). Recordamos que Gandolfo tiene 6 hijos, y además se llevaba otros chicos de vacaciones. Dice que nunca supo que fue militar. Dice que era un “consejero de vida” y al ser consultada si había buscado sus antecedentes antes de involucrarse en esta relación dice que “él había apoyado otras fundaciones y me dejé guiar por el Corazón”…

Cuarto Testigo: Mariano Barcia
Fue Fotógrafo profesional de la Policía desde el año 1974 al 1976, sin ser personal policial. Relata que cubrió fotográficamente muchas muertes en esa época, e hizo hincapié en la del caso de una madre e hija de apellido Solanas producido en la calle Irigoyen de nuestra ciudad.
El Juez Martín Bava, interrumpe al testigo diciéndole que debe restringirse al caso por el que fue citado que era el caso Benamo, lo que genera intercambio de opiniones entre la fiscalía, el Juez y parte de la querella que consideraron que para llegar al caso que lo convocaba era necesario que se introdujera en el tema y relatar el entorno, a lo que el Juez manteniendo su postura, consideró que al no ser éste el primer juicio, no era necesario y que ya habíamos estado dos años escuchando a todos los testigos en el juicio anterior. El fiscal tuvo que recordarle que se trataba de una víctima, y el clima en la sala de audiencia era por demás tenso.
El testigo retoma el relato y relata que fue luego del caso Solanas que le allanan la casa, le secuestran cosas de su domicilio, todo el archivo de fotos completo y todas las máquinas y equipos fotográficos. Luego de eso, era Abril del año 1976, lo secuestran, lo llevan en un camión boca abajo, y cree que pueden haber pasado por la Curia, donde suben unos chicos que dicen que el Cura los había entregado. Dice haber sido interrogado y torturado por las fotografías que había sacado, y que entre sus interrogadores estaban el mayor Lenz, el Capitan Casusio y Adel Vilas, quien leyó sus nombres en sus uniformes.
Refiere haber estado en ese lugar 4 o 5 días y que estuvo con gente de la zona, de Pigue y con estudiantes donde se encontraban dos chicas muy lindas que fueron trasladadas. Luego cuenta sobre unos cuerpos que según dice, habrían tirado congelados en la zona de San Germán y dice que venían de La Pampa y los tiraban ahí y que de acá iban y los tiraban a La Pampa, lo que fue interrumpido por el Juez Triputi, preguntándole como aseveraba tal cosa, ya que él había sido Juez en un Juicio en La Pampa y eso nunca se supo.
Continúa diciendo que es trasladado a un pabellón con varios detenidos como Valemberg, Sañudo, Mazolo, Carcedo, los hermanos Giorno. De allí lo llevan a Villa Floresta y se encuentra con Benamo en muy mal estado de salud, era un hombre de 100 kilos y pesaba 50, no movía los brazos y estaba muy mal. Tuvo una descompensación muy grande y lo trasladaron a enfermería., él tenía problemas de pulmones y cuando lo llevaban a la enfermería, ahí veía a Benamo, quien le contó que lo habían tenido en la escuelita. Luego de 5 o 6 meses, lo liberan junto a Arroyuelo. Cuenta que el Colegio de martilleros pidió por él y que la madre lo buscó por todos los juzgados y nadie la recibió. Cuando salió se fue a una Chacra en Rivadero para sacarse el miedo, pero no hizo denuncia “Para qué? No valìa la pena”.
Al terminar el testimonio se vuelven a producir entredichos, esta vez con el Juez Ferro y Triputti, porque el testigo pidió copia de todo lo declarado, aduciendo q nunca le daban nada, y Ferro le contesta con las declaraciones que tenía en la mano en ese momento, que se las habían dado, discuten los jueces con la Víctima y Triputti llama a Seguridad para que saque al testigo, luego de una tensionada audiencia. El testigo se vá gritando que no lo dejaron hablar.

Quinto Testigo: Stella Maris Ramirez
Cuenta que en junio del año 1976, ella estaba a cargo de la dirección del Hogar del Niño en la Municipalidad, en Villa Rosas. Había entrado a trabajar allí en el ´68 y en el ´73 se pidió la intervención, en el 74 el interventor renuncia y ella queda a cargo. En una conversación en el colegio, su hijo de 14 años, tiene una conversación con compañeras del Nacional, sobre drogas, el padre de una de ellas se entera y lo hace detener, cuando ella vá a ver a su hijo, la detienen también. Estaba el Comisario Alais. A los 10 días de estar detenida en la Federal, le toma declaración el Juez Madueño y su secretaria Gloria Girotti, la acusaron de infiltración universitaria marxista en la UNS, y ella nunca había pisado la Uns. “Pienso que fue una revancha por mi intervención en la Casa del Niño”. Es llevada la Cárcel de Villa Floresta y luego a Devoto. Nuevamente se interrumpe la declaración por el mismo motivo que el testigo anterior el Juez Bava, nuevamente pide que se circunscriba al caso Benamo. Las preguntas de fiscalía, son suplantadas por el Juez Triputti que sigue preguntando a la testigo, quien dijo haber visto a Benamo en las visitas y que no estaba bien de salud.

Martes 6 de agosto de 2013, por la tarde, desde las 16.25 hs.
Sexto Testigo: Eduardo Bagur (Por tele conferencia en Bariloche)
El testigo es cuñado de Susana Margarita Martínez, y relata que al volver de Bariloche, fue a Córdoba y al pasar por Bahía Blanca se entera que la habían secuestrado junto con su marido. Con su suegro fue a ver al comisario de Viedma, y le dijeron que el matrimonio había sido puesto a disposición de la Justicia de Bahía Blanca. Comenzaron a ver gente que pudiera ayudarlos, y recurrieron a un Ingeniero que habló con el Arzobispo Mayer y los recibió. Mayer les preguntó si podían poner las manos en el fuego por su cuñada, y dijo que sí, Entonces Mayer hace una carta a un militar donde les dice que “probablemente se cometa un error”. Con esa carta se les abrieron las puertas y les dijeron que se iban a ocupar del tema. Primero le dice que no tiene noticias y luego de 48 hs vuelve con una sonrisa y dicen que los encontraron, pero que había que esperar una semana para verlos. Se fueron a Bariloche con sus Hijos y luego volvieron para verlos, los vieron adentro de una especie de jaula en Villa Floresta, pero bien, claro que supone que esos 10 días que pasaron fueron de recuperación. Ella nunca quiso decir lo que le hicieron, y hace poco se enteró que la habían picaneado, el marido sí había contado las torturas. Relata que Bahía Blanca en esa época era una ciudad totalmente militarizada, tomada y que por suerte en Bariloche no vivieron eso.
Dice que la carta del Arzobispo Mayer fue determinante para la aparición con vida de la pareja.
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Miércoles 7 de Agosto de 2013.  9.30 HS
Primer testigo: Susana Beatriz Rosso
Fue secuestrada el 16 de Julio de 1976, cundo al ingresar a su casa, había gente del ejército que le preguntan el nombre y al decirlo dicen  “esa es”, ella pertenecía al Servicio Penitenciario.. Encerraron a los hijos en una habitación y a ella la llevaron a otra, la ataron, vendaron y le preguntaban a qué célula pertenecía. Relata que los captores jugaban al juego del bueno y el malo, uno la quería matar y el otro decía que esperen un poco mas. La introducen cree, en el baúl de un auto, y la llevaron a un lugar que no identifica, le hicieron subir una escalera que se movía y creyó que estaba en un barco que se decía que nadie salía con vida de ahí, y casi se desmaya. La dejaron ahí en la litera y alguien le preguntaba quien era y como se llamaba, pero por el miedo a q sea una trampa no les contestaba. Resultó ser una casilla rodante y no un barco. La sacaban de los pelos cuando pedía salir para hacer sus necesidades, y la persona que le preguntaba el nombre le dijo que el de él era Ospital y que parecía un hombre mayor. En el interrogatorio le adjudicaron pertenecer a La Evita Montonera y que era una infiltrada en el Servicio Penitenciario para matar al jefe de la unidad, lo cual era muy ridículo. Ella estaba afiliada al Partido Justicialista.
En una oportunidad le sacan la venda, tenía los ojos pegados y la dejan sola, en la litera de al lado, habían dejado un arma y se dio cuenta que era una trampa para que la agarre y la maten. Le dijeron a un conscripto que la cuidara, la sacó afuera y se sentaron en el pasto y a lo lejos pasaba un tren. El conscripto era de nombre Osvaldo y “lloraba mucho, porque decía que si me sacaban la venda es porque me iban a matar...Quedamos en vernos en una Plaza que no recuerdo si sobrevivíamos, por supuesto que no lo ví.” Le preguntaba por sus 3 Hijos, pero él no sabía nada. Luego la volvieron a vendar y la persona de la casilla, Ospital, ya no estaba mas. Un Día la subieron a un Jeep y le pusieron un aparato metálico, preguntó que era y le dijeron q era “esto es lo que te vá  a hacer hablar”. Para esto,  la detenida era acusada de ser del ERP, Ya n de Evita Montonera y le preguntaban quienes eran sus compañeros. Otro día la trasladan a otro lugar, un edificio con varias literas, donde la esposaron a la cama y percibía bastante gente en ese lugar. En la de arriba de ella estaba Ospital. Relata que casi no les daban de comer y que existía el juego del bueno y el malo. Un día un guardia apodado “Perro” intentó violarla y el “jefe” lo sacó y le dijo a la prisionera no se la toca, a lo que el perro le contestó “para lo que van a durar”. Cuenta que ella había sacado un aviso, para que alguien le cuide los hijos, y había empleado a una chica de nombre Gabriela, que antes que a ella la secuestraran había dejado de venir a su casa a trabajar sin avisar nada. Pensó que había abandonado el trabajo por otro mejor y una noche reconoció su voz en el centro clandestino, ya que era una voz muy dulce, muy particular que decía “por qué me trajeron acá?” preguntó si esa chica se llamaba Gabriela y le dijeron que sí, y que era correo del ERP, entonces le dijeron “Ves, vos también sos del ERP”.
Un guardia tenía obsesión con tirarle de los pelos, ya que tenía el pelo muy largo y lo hacía siempre y le decían que era una infiltrada y que su misión era matar a Vilas. Una noche dijeron que habían reventado una célula del ERP, trajeron un muchacho que se llamaba Castillo,([1]) ella presume que los mataron a todos, que los fusilaron, ya que al volver uno de los guardias, el Perro, dijo “ese pendejo Castillo, pidió morir de pié” y el otro le contestó, “bueno, era un soldado”.
Un día que la llevan a la sala de interrogatorios, había alguien con aparente jerarquía que seseaba y le dijo “hoy te salvás porque el Tío no puede llegar, ya vas a hablar todo”. Allí le preguntaron de quién dependía y le contestó que del Coronel Guillen, del Servicio Penitenciario Federal, ya que era empleada de ahí. Después de eso la sacan en un auto, le dan un sobre, la liberan y le dicen que espere un rato antes de sacarse la venda, la dejaron en una ruta, n veía casi nada, distingue una estación de Servicio, y le pide a los autos que la lleven a la casa por favor y “todos salían disparados”, nadie la quería llevar. Dentro del sobre había dinero y las llaves de su casa. La casa cuando llegó estaba desbastada, no le habían dejado nada, y por debajo de la puerta, le pasaron un papel donde le indicaban que vaya a buscar a su hijo a una casa del barrio “Chauvín” o algo así. Fue a esa casa y una señora rubia, baja y algo gorda, le devolvió a su hijo de 2 años, sin decirle absolutamente nada, ella cree que se lo habían apropiado. Su secuestro duró 18 días. Tuvo que volver a trabajar al SPF, ya que debía mantener a sus hijos, para el SP ella siguió siendo una infiltrada, hasta el año 1983.
Termina su testimonio diciendo:“Les pido disculpas por no recordar muchas cosas, ojalá esto sirva de algo. Nada más.

Segundo Testigo: Laura Ileana Fuxman
Comienza el testimonio dando gracias por la oportunidad de declarar, ya que siempre quiso Justicia y no venganza.
Tenía 20 años, era de Mayor Buratovich, era estudiante de Economía, trabajaba en el Banco Provincia y participaba en un Coro. Tenía participación social militante en los barrios, ayudaban a la gente a arreglar sus casas, pintar, en tareas escolares a los chicos y participaba de  un grupo de revisionismo histórico de Argentina y Latinoamérica.
El 20 de Julio de 1976, siente un fuerte golpe en la puerta de la sucursal del Banco de Villa Mitre donde trabajaba. Su Hermana de 19 años gritaba “estos HDP te van a matar”…La subieron a Un Jeep o camión pequeño, hacen un recorrido por el parque de Mayo y cuando la bajan la ponen contra la pared, rodeada de perros grandes, y le dicen “por estar en esa mierda, ahora vas a ver lo que te vá a pasar a vos, a tu hermana y a toda tu familia”. Cuenta que con su hermana, no volvieron a hablar, que perdieron el contacto como hermanas desde esa época. Su relato es confuso y mezclado, no sigue una línea temporaria al relatar. Otra vez la subieron a un auto vendada y la bajan en un lugar y le dicen “ahora vas a bailar” tirándole tiros que ella no sabe si eran al aire o a ella, diciéndole que corra. Luego vuelve al lugar de detención, cuenta que la atan de pies y manos, desnuda, y ella lo vive como una violación. La picanean de tal manera que su cuerpo se levantaba totalmente, se arqueaba y caía, “me preguntaban nombres y nombres y yo tenía vergüenza por mi desnudez, que no era una desnudez por amor, yo prefería que me maten, a que me violen…” En otra oportunidad los tirar en una camioneta unos sobre otros y reconoció la voz de su primer novio José María Gutiérrez y de Zulma Matzkin. Les dijeron “por no colaborar, los vamos a enterrar vivos” entonces “me aferré a un militar que tenía un arma larga y le dije a mí me van a enterrar pero con vos. No sé por qué hice eso”. En su estadía en el centro clandestino fue careada con Zulma Matzkin.
Le dijeron que la iban a soltar, porque no servía para nada  Asi la dejaron en la esquina de Dorrego y Belgrano. Volvió al departamento y la esperaba su madre y su hermana.
Cuenta que cada vez que se baña, no puede sumergirse en el agua, que siente que se desmaya y se ahoga. También relata que durante las noches a veces siente las descargas eléctricas, sobre todo cuando está muy estresada o tensionada, que su marido le decía que soñaba, pero que cuando ella lo tocaba a él, le transmitía la corriente, y que sus hijas en oportunidad que habían dormido con ella, no quisieron hacerlo más, porque también les había dado corriente. Tuvo Muchísimas dificultades para las relaciones sexuales, se casó y no podía tener relaciones con su marido, solo pudo luego de un tiempo y con la luz prendida, por miedo que el que estuviera con ella no sea su marido. Tenía pánico a quedar embarazada, ya que nunca pudo olvidar que ahí había chicas que decían que les dejen a sus bebes. No podía ir al ginecólogo, porque le tenía pánico al espéculo, y se escapó de 3 ginecólogos distintos antes de ser revisada, hasta que uno le dijo que se tranquilizara, que era para su bien y que solo la revisaba para que esté mejor, que era un espéculo, no una picana, y así pudo hacer su examen. “Mis hijas tenían bronca hacia mí, porque las perseguía, hasta que supieron la verdad, de por que yo era así” “Se rompió todo mi círculo familiar, porque no me dejaban hablar del tema, nadie quería hablar, solo mi marido y después mis hijas, le cagué la vida a toda mi familia. Entró una persona y salió otra, yo siento culpa ante Madres, Abuelas, Hijos por estar viva”.
 Recuerda que en el Banco le hicieron firmar algo que ella no había declarado por el motivo de su ausencia al trabajo, pero lo hizo porque necesitaba seguir trabajando. “Me obligaron a laburar, así como estaba, lastimada”.
“Les pido justicia quiero volver a ser Laura de Verdad, yo vivo de casualidad. Tengo mil años de Psicoanálisis y sigo sintiendo la picana por las noches, mi cuerpo se pone rígido y transmito la electricidad.”
Meses después de haber sido liberada le llevaron un anillo en un sobre que un guardia se lo había pedido, éste le daba manzanas o pitadas de cigarrillos y la buscó para devolverle el anillo.
“Quiero que se haga justicia justa, aún con los que nos destruyeron la vida, porque yo no quiero ser como ellos. Quiero recuperar mi identidad, no quiero que me torturen mas, mas de una vez dije… porqué no habrán terminado su obra! Y eso es muy cruel para los que me quieren. Nada Mas”

Tercer Testigo; Domingo Menna
Era militante de la Juventud Peronista. Fue secuestrado el Viernes 13 de Agosto de 1976 en su domicilio a las 3 y media de la madrugada, diciendo que eran de la policía en más de 4 vehículos y varias personas. Es golpeado, le tapan la cabeza y lo llevan a la escuelita. Cree que estaba cerca del V cuerpo porque se sentía practicar a una Banda. Dice que lo llevaron dos veces al interrogatorio, le preguntaban en donde militaba y a quién conocía, también recuerda que le preguntaban por un estudiante peruano Luis Sequeiro. Estuvo 92 días en cautiverio. Recuerda algunos Alias de los represores: Tío, Laucha. Dice que se cruzó con Zulma Matzkin y que le dijo “Gringo nos van a matar a todos”, negó conocerla de afuera, ni que ella lo conociera a él. Recuerda una noche un simulacro de tiroteo, y dice haber estado con Solari Yrigoyen, Amaya, Tachistzky, Patricia Chavat y Roberto Staheli. Había más gente pero no sabía quienes eran. En la cucheta de arriba de él, cree que estaba Patricia Chabat y en dos ocasiones le pusieron el Bolseguí en el pecho, para que tuviera miedo, y subieron a la cucheta y abusaron de ella y habría sido el Laucha Corres.
Un guardia le había dicho que cuando saliera lo iba a ir a visitar, y así lo hizo. Se presentó en la casa y lo atendió el padre ya que él no estaba en ese momento. El nombre era Yacaré o algo así. (Chamamé?) Era morocho, medio gordo, mediana estatura, joven. Había guardias con acento provincianos , uno correntino y otro Mendocino. Recuerda que Corres andaba siempre con un perro. Un amigo, hace gestiones con el Cura Vega([2]), en la Iglesia San Luis Gonzaga, el cual le dijo que estaba vivo y también le dijo cuándo lo iban a liberar.

30.000 Compañeros Detenidos -Desaparecidos Presentes!
H.I.J.O.S. Bahía Blanca.
(Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio)


Agrupación y Periódico Señales Populares - Región del Comahue
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2013.VIII.9 Audiencias 12 y 13 de Agosto de 2013  Causa 1067 II Juicio V Cuerpo de Ejército Bahía Blanca

JUICIOS AL TERRORISMO DE ESTADO

Audiencias Testimoniales días 12 y 13 de agosto de 2013
Tribunal Oral Federal (T.O.F.) de Bahía Blanca, Pcia. de Bs. As.
Funciona en el edificio del Rectorado de la Universidad Nacional de Sur, Avda, Colón 80

LUNES 12 DE AGOSTO 2013: 15 Hs.
El tribunal informa que se suspendió la teleconferencia que estaba prevista desde Caracas, Venezuela con el testigo Oscar Berlato.

Primer Testigo
Norma Gorriarán :
Era religiosa de la Compañía de María del Colegio La Imaculada. Participaba en una Iglesia en una comunidad marginada de Bahía Blanca que era Villa Nocito, que Msñor Germiniano Esorto  la convirtió en Escuela. Estudió en el Instituto Juan XXIII, es profesora de Matematicas, el cura Santeccia fue su profesor de Teología.Trabaja en esa escuela al principio de los años 70, y en el año 74 comienzan a tener dificultades, hasta que el 21 de marzo de 1975 se produce un atentado en donde matan al Cura Carlos Dorñac en la residencia de los salesianos. Relata que así como existían grupos como ellos, que optaban por la opción por los pobres, había otros grupos reaccionarios. La UNS y los lugares como Villa Nocito “fueron los 2 campos privilegiados de jóvenes que creíamos que el cambio social estaba a la vuelta de la esquina… la ingenuidad fue casi un suicidio”. Ella tenía un puesto en un centro de educación de adultos en la Provincia de Bs As, y la idea era reformar la currícula. El segundo atentado se produce el 27 de Abril de 1976, 3 días antes que atentaran sobre el cura Zamorano, en Sanchez Elías. Los años 75 y 76, no trabajó, permaneció inactiva, vivía en la calle, en Bs As, que era una forma de mantenerse oculta. En la escuela vivía una familia chilena, que su casa se le había caído literalmente, ya que era de cartón, y cuando la fueron a buscar, al hombre, de apellido, Saavedra, lo torturaron ferozmente, para que diga dónde estaba ella. Había sangre por todos lados y la mujer que llegó al lugar, pensó que habían matado una gallina, y entró y vio al hombre todo ensangrentado y con los oídos reventados. Se vá a Bs As, y reside en el bajo Flores, dice no haber tenido compromiso político, sino social y en los archivos de la Dipba, la relacionan con Gorriarán Merlo y con el primo de Camilo Cienfuegos que era de apellido Gorriarán, las dos relaciones son disparatadas. Dice haber estado presente cuando secuestran a los sacerdotes Yorio y Jalics, cuya participación en el hecho se vió involucrado el Cura Bergoglio, hoy Papa, y con quien dice haber tenido muchas peleas en esa época con él.
Luego dice haber tenido una etapa de amnesia, olvidándose de caras y de hasta personas amadas. Entre los compañeros que recuerda están Daniel Bombara, que lo vió crecer desde la adolescencia hasta su muerte, a Carlos Rivera, con quien compartía espacios en el Instituto Juan XXIII y dice ni saber que actividad o a que agrupación pertenecía Rivera, que era un muchacho alto, de bigotes, de bajo perfil, pero que el grueso de los jóvenes simpatizábamos con la Juventud Peronista. Recuerda un episodio donde el Padre Franchela, quiso ponerle a un Aula el Nombre de La Nueva Provincia, y se produjo una manifestación de protesta de los jóvenes, con pancartas, y recuerda en esa oportunidad haber estado con Rivera y con Bombara volanteando, que era un aula del 4º piso al cual finalmente se le puso ese nombre igual. Supo tiempo después que el cuerpo de Rivera fue tirado en un falso enfrentamiento cerca de Nocito, y eso le llamó la atención, no sabe si fue casualidad o adrede. Dice que generalmente no se preguntaba mucho sobre la vida o las actividades de los compañeros, como una forma de protegerse y de preservar a los compañeros.También relata que recuerda a Coca Pablo, trabajadora Social de Río Colorado y que le produce mucha angustia que no se sepa nada y no se haya recuperado su cuerpo.
Le preguntan si recuerda a Mercedes Orlando, y cuenta que Orlando era la Vicedirectora de la Escuela de Villa Nocito, donde ella era la Directora. El 21 de Marzo la secuestran a Mercedes Orlando y a ella le llega el rumor que la secuestran para canjearla con ella, eso le produce mucha angustia y mucho dolor. Era, dice, una excelentísima trabajadora social. Se sabía que la triple A operaba en Bahía Blanca y cree que los que la fueron a buscar eran de la Triple A. El Religioso Néstor Navarro era el representante Legal de la escuela, era una excelente persona y la escuela contaba con mucho acompañamiento de su parte. “El padre Navarro acompañó a Patricia Gastaldi y a su esposo Horacio Russin, que fueron secuestrados y Horacio continúa desaparecido. Navarro es padrino de su Hijo Matías”. Dice que nunca pudo volver a Villa Nocito, porque la sacude el miedo aún hoy; el juez le pregunta miedo por qué? Y ella contesta ”Yo sentí la muerte ahí, sentí que me querían matar”. Recuerda que Carlos Rivera trabajaba en el seminario, era preceptor y que el rector del Seminario puede que haya sido Rómulo García, aunque no lo puede aseverar. El 27 de Abril pasaron Ametrallando la escuela, y luego en una homilía, Monseñor Mayer hace alusión que la buscaban a ella, “con fines visibles” y se decía que fue la Triple A. En Febrero de 1977 se fue a Colombia.

Segundo Testigo
Vilma Vera:
Es Hija de Manuel Vera y Blanca Ruiz. Tenía 12 años cuando el 3 de noviembre de 1976 a las 9 de la noche, ella estaba en su casa jugando con su hermano, y golpean bruscamente la puerta y cuando abren, “se llena la casa de hombres, fue un caos” el hermano era muy chico y lo tienen contra la pared con una ametralladora en la espalda, a su abuela de 80 años también le pegan, al padre lo llevan a la cocina y se siente como le pegan, ella gritaba mucho, y “me agarró uno y me dijo que me iba a hacer callar”, la llevó a su habitación, la puso contra el placard y le puso un revolver en la boca, que recuerda que era plateado “me lo puso en el paladar, yo le decía que no me haga nada, que tenía 12 años…”, “Me insultaba y me decía puta”. Desordenaron y tiraron todo lo que había y se llevaron a su padre. Antes de irse, les dijeron que contaran antes de salir y cuando sintió el ruido de autos salió corriendo. Relata que cuando se hizo el operativo, a los vecinos que se asomaban, los hicieron entrar a punta de revólver.
Recuerda que estaban todos de civil. El padre había sido cesanteado en el ferrocarril, era delegado y estaba en el Partido Comunista. El padre es de nacionalidad española y  la madre hizo trámites por él en la embajada de ese país.
“Yo he vivido con miedo siempre, el miedo no lo perdí nunca.” En la escuela, la maestra y la directora le prohibieron hablar del tema, que no dijeran ni una palabra. Dice que el episodio le marcó la adolescencia, hubo un antes y un después, adelantó su adolescencia el hecho. “Yo veo un hombre con bigotes y me he llegado a descomponer” en referencia aque quien la apuntó con un arma, tenía bigotes. “Siempre tuve pesadillas”. Dice que su familia estuvo mucho tiempo en silencio y el miedo no lo perdía por que no se podía hablar, Le dan miedo los golpes, los ruidos y ha tenido que hacer terapia. “Soy una persona muy aprensiva”
“Le doy gracias a la lucha de los Organismos de DDHH, y a las Madres de Plaza de Mayo y al Presidente Néstor Kirchner que por ellos estos juicios se pueden llevar a cabo”.

Tercer Testigo
Rodolfo Oscar Maisonave:
Tenía 33 años, trabajaba en Sancor, militaba en centros de estudiantes hasta el año 1969. También tenía actividad gremial y pertenecía al Peronismo de Base. El 6 de Julio de 1977 fue secuestrado junto a su esposa (Ana María Germani) y a su hija de Un año y 5 meses. Cuando llega de trabajar, ya estaban dentro de la casa, en Irigoyen al 1400, los tapan con una manta y los llevan a lo que después comprobó que era La Escuelita. El trayecto dura unos pocos minutos y cuando llegan lo separan de su esposa y su hija. En una habitación lo atan de pies y manos y comienzan a golpearlo y a usar picana eléctrica. Recuerda 2 Alias, “Tío” y “Pelado” de los torturadores. Le pegaban golpes en el torax y en un momento siente que alguien le apoya un estetoscopio y les dice “Sigan, no hay problema”. Estuvo ahí hasta el 12 o 13 de Julio. En una salida al baño, por debajo de la venda, alcanzó a ver una construcción antigua, con galerías exteriores, baldosas negras y blancas y Beige u ocre. Lo llevan por un lugar que no sabe si era en forma de L o de U , y en una pata de la L, había un lugar de estadía de guardia. Su mujer estaba aparentemente en una habitación contigua con la niña. Escuchaba la voz de su hija andar por ese lugar, y al día siguiente la dejan abandonada en la casa del suegro, en un pasillo. Su pequeña hija estuvo en el CCD desde esa noche hasta la madrugada del día siguiente, 4 o 5 de la mañana. En una oportunidad lo llevan afuera, el guardia se tapa la cara con una rejilla, y había un lavamano, un espejito, para que se afeite y luego lo devuelven a la habitación. Por los ruidos del lugar pudo comprobar que había una ruta cerca y también un ferrocarril. Lo sacan en un vehículo junto a otra persona, y los llevan al Batallón, recién ahí comprueba q la otra persona es su mujer. Cree que recorrió un camino de tierra interno para llegar. Los recibe un Coronel o Tte Cnel, que se presentó como Jefe del Batallón. Se llamaba Delpino o Delpiano. Allí los ubican en una celda grande, enrejada en la parte delantera. La comida que recibía ahí era la misma que en el lugar de Detención Clandestino, les daban papa con cáscara en ambos lugares. Una persona que se presentó como Psiquiatra, le preguntó si no quería hablar con él y “le dije que quizá en otra circunstancia”, cree que lo quería interrogar. Otro también se presentó para decirle que iba a ser su abogado defensor, que era Mayor,  en una parodia de juicio que le realizarían, y que iba a tratar de hacer lo que pudiera, porque era de la intendencia y tenía que cumplir esa función obligatoria. El juicio duró dos sesiones, en una presentaron los casos y la otra les leyeron las sentencias. Le imputaban Asociación Ilícita, tenencia de armas y explosivos. Había más de 20 personas, algunas civiles, allí es condenado a 25 años de reclusión perpetua. “El auditor era Burlando, el que actuaba de defensa Delpiano, o algo así y el Presidente del Tribunal Vadallar” (o algo parecido) “Me pareció una teatralización, una puesta en escena para un público reducido que supongo sería ese de civil”. Ese mismo día los llevan a Villa Floresta, ahí supo de la detención de Julio Ruiz, Ruben Ruiz, Pablo Bohoslavsky y también un señor del gremio de canillitas. El pabellón estaba a cargo del llamado Mono Nuñez que hacía notar que sabía de dónde veníamos. El 22 de Agosto lo trasladan a Espora, con una gran cantidad de personal militar, a los golpes los suben al avión y los encadenan con la cabeza puesta entre las rodillas. A lo largo de todo el vuelo, los golpean, los insultan. Los bajan en Trelew y les hacen hacer una doble fila “¿Saben que se festeja el 22 de Agosto acá?”… y en la fila les pegan golpes, patadas, insultos, etc. De ahí va a la cárcel de Rawson hasta el año 1983 que lo trasladan a Devoto y a la ex esposa a Ezeiza. Ya estaba por asumir Alfonsín. Ahí por primera vez vuelve a ver a su esposa. Lo trasladan a Caseros, a la base militar de Morón y de ahí a Bahía Blanca. Se revisa la causa a través del Juez Suter y el 13 o 14 de Julio de 19894 salen en libertad.
En el año 78, se presentan en la cárcel, el secretario del Juez Madueño que era Hugo Sierra, fue porque apelaron  ese fallo del tribunal de acá. Relata a Sierra la tortura, el secuestro, todo lo que padeció y eso después no aparece en la declaración firmada, “porque yo firmaba eso o cualquier cosa similar”. La indagatoria de Sierra se basaba en el escrito del Tribunal Militar, “no obtuve ninguna respuesta ante mi declaratoria de tortura”.
Hicieron gestiones por ellos ante Monseñor Ogñenovich, y según su hermana, ese podría ser el motivo por el que no están desaparecidos.
“Fueron años de amenazas permanentes, bajo esa presión de vivir bajo el miedo y al terror, en esos años previos al mundial de futbol, hubo traslados, después se dijo que eran como rehenes, por si ocurría algo durante el futbol.”

MARTES 13 DE AGOSTO 2013
Los secretarios informan que las dos videoconferencias que se iban a realizar, no se harán por problemas de salud.

Primer testigo
Graciela Noemí Bolo:
En la fecha de los hechos vivía en Fitz Roy 137 2º piso dto F. Ella era estudiante de Cnel Dorrego y estudiaba en la ciudad. Vivía con dos estudiantes más que compartían dpto. Esa noche escucharon una explosión muy fuerte y abrió la puerta y de las escaleras bajaba una persona joven, vestida de jean, con un arma muy grande. Enseguida se escucharon mas explosiones y tiros, y en la desesperación vió la ventana y la quiso abrir para saltar, sus compañeras la agarraron y no se lo permitieron, luego ella reflexionó que si lo hubiera hecho seguramente la mataban, ya que había efectivos apostados por todos los techos aledaños  y estaba el edificio rodeado. En el medio del terror vivido, les golpean la puerta y le dicen “abran ejército argentino”, la mayor de las chicas abrió y entró un hombre de civil que estaba lastimado en una pierna, les pidió vendas y como no tenían se puso un trapo en la herida. Les dijo que no salgan y que no les abran a nadie. El olor a pólvora había impregnado todo el edificio de manera impresionante, era como una niebla. “Estábamos aterradas, les pedimos a unos vecinos que nos abrieran la puerta que queríamos estar con alguien, nos calmaron y nos dieron medicación”. Antes de eso salieron al balcón y “había algo como carne con sangre y el padre nos dijo no pises eso que eran sesos…”. A eso de las 4 de la mañana se asoma al balcón y puede ver un camión, y que sacan en una camilla a un hombre con el pelo algo largo, todo ensangrentado, lo tiran en la caja y lo terminan de subir a patadas, y una mujer que tenía como las piernas cortadas y el vientre muy prominente y también la terminan de subir a patadas. Luego les tocan el portero y les dicen que bajen. Había vidrios rotos por todos lados y los soldados con la culata de las armas terminan de romper el vidrio del frente del edificio. Les dijeron que iban a entrar a los departamentos a revisar y como ellas estaban muy mal, les dijeron que se iban. Ella estaba tan mal que iba caminando en ese momento y se chocó una columna que le lastimó el tabique nasal y hasta el día de hoy tiene la marca. Al otro día alguien que recuerda como Tte Zabala, les revisa el departamento, placares, colchones, repisas, escribían algo y se fueron. Dice que en el departamento donde ocurrieron las cosas, vivía una persona mayor y que luego supo que era la abuela del muchacho que mataron y que a él solo lo había visto 2 o 3 veces. También recuerda que el día del operativo cuando bajan, ven que había como 30 camiones y muchísimos efectivos, la cuadra estaba cercada, estaban en los techos, por todos lados. Aparte del Nombre Zabala, recuerda el Alias de “Pato” como a alguien que llamaban y le quedó grabada la voz de una mujer desesperada que en el momento del tiroteo gritaba “No tiren, no tiren HDP, no tiren mas”. Unos días después fueron a ver el departamento que tirotearon y relata que estaba íntegramente quemado, que las paredes estaban negras, el calefón salido de la pared, agujeros en la pared, que se veía para el otro lado, y todos los agujeros eran adentro del departamento, no había marcas en los pasillos ni paredes exteriores.
En ese departamento de la Calle Fitz Roy 137, ya quedó comprobado el juicio anterior en Bahía Blanca, que fueron asesinados los jóvenes Daniel Hidalgo y su pareja Olga Souto Castillo, embarazada. Eran los únicos dos habitantes de ese lugar, por el cual el “ejército Argentino” realizó tamaño despliegue de efectivos y de armas.

Segundo Testigo
Marta Mabel Bravo:
La testigo vivía en Huanguelén, y el día de la detención la busca un policía de su pueblo a su casa, diciendo que la iba a pasar a buscar, “Vino el ejército, con sus aparatosos camiones y me llevan a la comisaría” Era como si tuviesen sitiada la ciudad, estaban alojados en el pueblo. Luego la llevan al Batallón de Pigué. Después la traen para Bahía Blanca directamente al Batallón 181, y ahí permanece hasta 1 o 2 días antes de las fiestas. (Era invierno cuando la llevan, por lo que se presume que estuvo secuestrada en ese lugar unos 3 meses). Cuando preguntaba porque estaba ahí, le decían que por averiguación de antecedentes. En la Habitación donde estuvo, primero dice haber estado sola bastante tiempo, después compartió con la señora de Gini, y luego que ella se vá con una chica llamada Cecilia, que era madre de mellizos. La vendaban para sacarla a interrogar y escuchaba que había más personas, pero no las vió. Caminaban hacia arriba, a otro piso en una habitación de camas de hierro. Le Preguntaban sobre su familia, sobre Raúl Ferreri y otros más. “Yo me imaginé que me tenían de rehén, por mi propia familia” Cree que la llevaron de rehén hasta encontrar a sus hermanos. Un día la llaman y le dicen que llame a su familia que se iba a ir. La van a buscar su mamá y su hermano.
Ella no entró vendada al Batallón, por lo que describe la entrada que era de material y dice había como si fuera un guardaganado y a la derecha toda una fila de Eucaliptus. En el lugar era frecuentada por un sacerdote, un capellán del ejército, “era lo mismo que los otros personajes con uniforme”. “Yo estaba en mi propia cárcel, y cerraba todo y trababa las puertas con las otras camas”. También recuerda que una noche se escuchaban muchas voces, que había mucha gente que parecían jóvenes y deberían estar en los pasillos, en el piso, porque ahí no había camas ni nada. Otras veces recuerda que la sacaban al patio y disparaban tiros. Cuenta como un militar que tenía rango “por las estrellitas” llamado Pitauer o Patauer les daba clase de judaísmo y les decía que los judíos tenían un plan.
Al finalizar, el Juez le pregunta si quiere agregar algo mas, y dice que ella “Como mujer tengo vergüenza…. Ese señor del ejército me manoseó, el de alto rango, el de las medallitas..” y también relata que por las noches había otro que la quería venir a buscar, por eso trababa todas las puertas.
El militar de rango que la testigo se refiere es el Tte Cnel Argentino Tauber.


Tercer Testigo
Eduardo Omar Ferreri.
Vivía también en Huanguelén tenía 20 años, era estudiante de Agrimensura y es hermano menor de Raul Ferreri desaparecido en Bahía Blanca. Lo buscan en su domicilio, las fuerzas policiales y dicen que tienen orden de aprenderlo. Lo tienen en la ciudad un par de días y luego lo trasladan a la ciudad de Pigue, Lo encierran en un calabozo junto a más gente y le toman declaración sistemáticamente todos los días, preguntándole datos del Hermano. “Por suerte no podía informarles demasiado, porque estudiábamos en diferentes lugares, nos veíamos para las fiestas y por eso no registraba bien su domicilio, ni sus amigos, me decían que esas declaraciones no les servían, que lo piense bien y después volviera” Dice no haber sido golpeado él puntualmente, pero sí sabe de otros que estaban con él y fueron muy golpeados. El no tenía militancia, pero su hermano sí. Habla de un plan de terror implantado y de lo difícil de sobrevivir. No recuerda en que momento lo sueltan, su madre estaba muy mal de salud, había quedado viuda hacía unos meses, y un día lo llaman y le dicen “Vaya y cuide a su madre” y lo sueltan.
Recibieron una carta de su hermano que estaba en Neuquén, intuíamos que quería pasar a Chile y esa fue la última noticia que tuvieron. El pueblo de Huanguelén, de unos 5000 habitantes, estaba posesionado por los militares, tomaron posesión del mismo.
“Hubo chicos que fueron chupados y luego liberados y contaron cosas humanamente inaceptables, cosas horrorosas, chicos como Gon que contaba cosas terribles, que como un ser humano puede tener tanta bajeza como para querer aplastar a otro” “ y decía en su relato, tu hermano estuvo ahí conmigo, muchos días boca abajo con los ojos tapados, matrtirizados con la picana eléctrica… Seguro lo pasaban todos eso” Gon también le contó que su hermano le decía que no iba a soportar la cantidad de descarga eléctrica, que le daban todos los días, creían que tenía problemas del corazón, tenía mucha taquicardia y decía que no iba a resistir.
“No termina ahí todo eso, cuánto efecto negativo tiene en la vida propia, no fue fácil resistir la correspondencia abierta, sentirse con una presión tan grande que uno no se puede desarrollar, caminar cercados por barreras invisibles…” “Tratar de mantener una estructura familiar lo más firme posible, con una madre viuda, ser el hermano mas chico, es difícil de explicar el terror que teníamos por cualquier cosa. Estábamos condicionados para avanzar.” “El pueblo era chico y caben todos los dichos de una comunidad pequeña, fue muy duro, nos costó más que a otros, cuando te sentís señalado, tu hermano desapareció por que algo tenía que ver, por algo será”.

Las Audiencias continúan la próxima semana el MARTES 20 DESDE LAS 9 HS Y EL MIERCOLES 21, TAMBIEN DESDE LAS 9 HS.
Los Docentes que deseen llevar a sus Alumnos al Juicio deben mandar un mail con la lista de todos los q asistirán, Alumnos y docentes, con nombre completo y DNI a milagros.franco@pjn.gov.ar


30.000 Compañeros Detenidos -Desaparecidos Presentes!
H.I.J.O.S. Bahía Blanca.
(Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio)


Agrupación y Periódico Señales Populares - Región del Comahue
recibió y re envía esta información de H.I.J.O.S. Bahía Blanca.
Seamos solidarios y como apoyo a la lucha por
MEMORIA, VERDAD y JUSTICIA,
démosle la mayor difusión posible










[1]  NOTA DE SEÑALES POPULARES: Por no saber de otra víctima con el apellido CASTILLO, en este como en el anterior juicio que se cumple contra el genocidio que lleva adelante el Tribunal Oral Federal (T.O.F.) de Bahía Blanca, inferimos que el aquí citado, era JUAN CARLOS CASTILLO (sobre cuyo caso, asesinado junto a Susana Matzkin, Tarchisky y Fornazari se ha hablado extensamente en este, como en anteriores juicios; por lo mucho que se supo en Bahía Blanca sobre tales crímenes perpetrados por los tiranos, en memoria de todos ellos en esta ciudad se alza una escultura de importantes dimensiones).
Juan Carlos, oriundo de la Ciudad de Centenario, Pcia. de Neuquén, era un militante Peronista que al momento de su fusilamiento integraba la Organización Montoneros. Había estudiado la carrera de ingeniería en la Universidad Nacional del Comahue, en cuya respectiva Facultad el Auditorio lleva su nombre junto al de Javier Seminario, otro Compañero de la Facultad de Ingeniería desaparecido víctima de las tropas del Cdo,.Vº Cuerpo del Ejército que hoy se enjuician tanto en Bahía Blanca como en Neuquén.

[2] NOTA DE SEÑALES POPULARES: El nombre completo de este clérigo, capellán del ejército, era DANTE INOCENCIO VEGA: Ciertamente, un sacerdote de importante complicidad con los genocidas y que, en razón de haberse muerto, actualmente no figura entre los enjuiciados. Este eslabón en la cadena de la represión de la tiranía desatada el 24 de marzo de 1976, fue presbítero y además, cura del seminario de Bahía Blanca, donde también vivían o trabajan otros religiosos que, o murieron asesinados o sufrieron persecución feroz.
Aunque no se posee información fidedigna al respecto, el accionar cómplice con el terrorismo de estado  desplegado por Vega, pudo haber tenido vinculación con el ominoso asesinato del cura salesiano Carlos Doriñak (21.III.1975) o el criminal atentado contra el Padre Hugo Walter Segovia en Punta Alta, al que con explosivos (de idéntico modo atacaron al cura Pepe Zamorano el 30.IV.75) le destruyeron buena parte de su casa y a la que al poco tiempo ametrallan. Ya porque figuraban en listas de posibles víctimas, los padres Biancucci y Barreto (ambos de Ba.Bca) y Miguel Sarmiento en Punta Alta, habían emigrado. Sin olvidar la encarnizada persecución y hostigamiento al cura salesiano, Benjamín Stochetti o la bomba puesta en la escuela de Cáritas, en Villa Nocito al frente de la que estaba el actual Obispo Emérito Néstor Hugo Navarro, en la mira de los sicarios y hostigado permanentemente por el tenebroso “tío” Cruciani (murió sin que lo alcanzara una condena); el exilio forzado a Alemania de Duilio Biancucci o el peregrinar de Benito Santecchia - Rector fundador del Instituto Superior Juan XXIII en Bahía Blanca - primero por Uruguay, después por Europa para terminar en Israel y las persecuciones y amenazas a monjas y laicos tercermundistas que actuaban en el ámbito de la diócesis de esta ciudad,  son una suma de la miserabilidad que define a este sátrapa, Dante Inocencio Vega.


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