Se trata de un soldado salteño, Néstor Oliva, que fue asignado a hacer el servicio militar en Mendoza durante la última dictadura civico-militar.
Según explicó Daniel Rodriguez, de la Fiscalía de delitos de lesa humanidad, la identificación de los restos se dio la semana pasada, pero estos habían sido exhumados del área 33 del cementerio de Capital en el 2010 y desde aquel momento se habían tomado medidas para identificarlos, algo que recién pudo ser posible hace unos días.
“No sabíamos que era Oliva, teníamos un NN que había sido ejecutado con Juan Molina en diciembre de 1976 pero no habíamos logrado identificar al NN, hasta ahora”, explicó Rodriguez.
El letrado señaló que ante este descubrimiento hay dos expedientes abiertos, uno en Mendoza, por el hecho de que Oliva desapareció en esta provincia y otro en Salta, donde se investiga una serie de desapariciones de estudiantes de la Universidad Nacional de Salta.
La familia de Oliva ya fue comunicada del hallazgo, aunque aún hay que hacer todos los arreglos para entregar los restos de la víctima.
Quién era Oliva
En Mendoza se conocen al menos dos casos de soldados desaparecidos, uno de ellos es el Néstor Alberto Oliva.
El joven tenía 26 años cuando desapareció y de acuerdo a una declaración hecha ante la Justicia, por un familiar, el conscripto estudiaba Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Salta y trabajaba en la obra social del centro de estudios, antes del Golpe de Estado.
Una vez que se produjo la irrupción, Oliva se presentó en las fuerza y entre julio o agosto de 1976 fue avisado de que iba a ser trasladado a Mendoza y se encargó de no ocultar su preocupación por este hecho.
Tras ese aviso, durante varios meses nunca más se supo de él, hasta que en diciembre de 1976. Siu familia recibió un comunicado del Comando del Ejército de la VIII Brigada de Montaña de Mendoza, donde aseguraban que Oliva había hecho uso de su licencia el 13 de octubre de 1976 por 17 días y había desertado.
Sin embargo, las investigaciones hechas por el EAAF revelaron otra cosa. El soldado, que habría militado en Montoneros, no desertó, sino que fue ejecutado y sepultado en el área 33 del cementerio de Capital, donde hay una fosa común en donde ya han sido encontrados otros restos. (uno)
Según explicó Daniel Rodriguez, de la Fiscalía de delitos de lesa humanidad, la identificación de los restos se dio la semana pasada, pero estos habían sido exhumados del área 33 del cementerio de Capital en el 2010 y desde aquel momento se habían tomado medidas para identificarlos, algo que recién pudo ser posible hace unos días.
“No sabíamos que era Oliva, teníamos un NN que había sido ejecutado con Juan Molina en diciembre de 1976 pero no habíamos logrado identificar al NN, hasta ahora”, explicó Rodriguez.
El letrado señaló que ante este descubrimiento hay dos expedientes abiertos, uno en Mendoza, por el hecho de que Oliva desapareció en esta provincia y otro en Salta, donde se investiga una serie de desapariciones de estudiantes de la Universidad Nacional de Salta.
La familia de Oliva ya fue comunicada del hallazgo, aunque aún hay que hacer todos los arreglos para entregar los restos de la víctima.
Quién era Oliva
En Mendoza se conocen al menos dos casos de soldados desaparecidos, uno de ellos es el Néstor Alberto Oliva.
El joven tenía 26 años cuando desapareció y de acuerdo a una declaración hecha ante la Justicia, por un familiar, el conscripto estudiaba Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Salta y trabajaba en la obra social del centro de estudios, antes del Golpe de Estado.
Una vez que se produjo la irrupción, Oliva se presentó en las fuerza y entre julio o agosto de 1976 fue avisado de que iba a ser trasladado a Mendoza y se encargó de no ocultar su preocupación por este hecho.
Tras ese aviso, durante varios meses nunca más se supo de él, hasta que en diciembre de 1976. Siu familia recibió un comunicado del Comando del Ejército de la VIII Brigada de Montaña de Mendoza, donde aseguraban que Oliva había hecho uso de su licencia el 13 de octubre de 1976 por 17 días y había desertado.
Sin embargo, las investigaciones hechas por el EAAF revelaron otra cosa. El soldado, que habría militado en Montoneros, no desertó, sino que fue ejecutado y sepultado en el área 33 del cementerio de Capital, donde hay una fosa común en donde ya han sido encontrados otros restos. (uno)
Fuente:Notinac
Miércoles, 20 de agosto de 2014
En Mendoza se han identificado tres restos de desaparecidos
La identificación de Néstor Oliva es la tercera en Mendoza desde el 2011, cuándo se comenzó a buscar en el cementerio de Capital.
Daniel Calivares
Calivares.daniel@diariounonet.ar
Los restos identificados de Néstor Oliva son los terceros que se identifican en Mendoza. Los primeros fueron identificados a principios de 2011 y fueron justamente encontrados con los restos de Oliva. Aquel primer caso fue el de Juan Molina, que fue ejecutado por las Fuerzas Armadas y sus restos arrojados a una fosa común en el área 33 del cementerio de Capital.
Según el parte militar: “El día 3 de diciembre, siendo las 3 horas, efectivos militares pertenecientes a la Brigada de Infantería de Montaña VIII, que efectuaban patrullajes en carril Maza, departamento de Maipú de la Provincia de Mendoza, a la altura del frigorífico Vildoza, sorprendieron a dos individuos que pintaban paredes en la zona con inscripciones alusivas a la banda declarada ilegal en 1975 (Montoneros)”.
Esa misma noche, ambos sujetos fueron muertos, en lo que según el parte militar fue un enfrentamiento. Esos “sediciosos” eran Juan Molina y un NN, que podría ser Néstor Oliva.
Lo curioso, es que según la necropsia hecha, ese enfrentamiento nunca existió ya que las pruebas de guantelete de parafina, usada para encontrar residuos de pólvora en las manos de Molina y su compañero, dieron negativo. Es decir, nunca habían disparado un arma.
No sólo eso, Molina presentaba 23 orificios de bala y varias heridas, mientras que su compañero, que se trataría de Oliva, tenía 29 orificios. En ambos casos, la distancia entre el arma y sus cuerpos, había sido superior a los 80 centímetros. Molina en aquel momento estudiaba Dirección de Empresas y había trabajado hasta pocos meses antes en la ex Agua y Energía.
Según el expediente judicial, fue secuestrado el 23 de septiembre de 1976 y el 3 de diciembre fue trasladado del D2 al frigorífico Vildoza, donde se lo obligó a hacer la pintada y luego se lo ejecutó, simulando el enfrentamiento.
El mismo destino habría sufrido Oliva, cuyos restos fueron encontrados junto a los de Molina, pero que hasta hace pocos días no había podido ser identificado. Ambos forman parte de los desaparecidos en Mendoza cuyos restos fueron identificados.
El tercer desaparecido, cuyos restos fueron identificados es Sabino Rosales. Sus restos fueron identificados a mediados de 2011 y entregado a sus familiares. El joven tenía 27 años cuando fue asesinado en enero de 1977 en su casa del barrio Bancario y sepultado en el cementerio de Capital, adonde fueron encontrados por el equipo de antropólogos forenses. En Mendoza se cree que hay restos de desaparecidos en varios lugares como Laguna del Diamante, en algunos sectores de San Rafael y en el campo Las Lajas, entre otros.
Fuente:DiarioUnoMdza.
La historia de los soldados desaparecidos en Mendoza
Un libro recolecta la historia de los 129 soldados desaparecidos por la última dictadura militar. Dos de esos casos corresponden a Mendoza. Uno de ellos es el caso cuyos restos acaban de ser identificados.
Daniel Calivares
daniel.calivares@diariouno.net.ar
Según el libro “El escuadrón perdido” de José Luis D´Andrea Mohr, en Mendoza existen dos casos de soldados desaparecidos. Uno de ellos es el caso de Néstor Oliva, cuyos restos fueron identificados en los últimos días, y que según las Fuerzas Armadas, había desertado cuando se encontraba haciendo el servicio militar.
No obstante, sus restos fueron identificados en el área 33 del cementerio de Capital, junto a los restos de otros desaparecidos y con marcas de haber sido ejecutado.
El otro caso corresponde a Paulo Laffitte, quien tenía 21 años cuando fue destinado a la Compañía de Esquiadores de Alta Montaña. En septiembre de 1976, el joven le envió una carta a su madre donde decía:
““He recibido tu carta y a la vez que me causó mucha alegría, sentí angustia por lo que en ella escribes. Sé que tengo que comunicarme más seguido con ustedes pero es difícil para mí sentarme a escribir y hablar de cómo me van las cosas, o si estoy bien o mal, casi siempre me encuentro deprimido, de mal humor o con algún problema, como en este caso”.
Laffitte en la misiva señalaba que lo habían complicado con una persona que se drogaba. “A esto se suma la creencia de que yo soy marxista, todo por culpa del segundo jefe de compañía, él me fabricó como guerrillero, es un obsesionado.
La cuestión es que el caso llegó al Comando de la Brigada y allí decidieron que debían castigarme, todavía no sé en qué consiste el castigo pero sé que no será blando”.
Dos meses después, el 15 de noviembre, el joven mandaría otra carta donde dcía que pronto le darían de baja y que había estado internado en el Hospital Militar durante 16 días, pero unos días después, dos hermanas del joven serían detenidas en Buenos Aires en un acto intimidatorio y un mes después, ante la falta de noticias del hijo, su madre envió una carta y la respuesta fue que el joven no formaba parte de la compañía desde el 18 de noviembre cuando s ele dio de baja. Ante esto, la mujer viajó a Mendoza y desde la Compañía le dieron como respuesta que dada la edad del chico “es probable que ande por allí con una mujer”, y tiempo después le advirtieron que dejara de buscar a su hijo, para no poner en peligro a sus dos hijas.
Fuente:DiarioUnoMdza.
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