Chile y Mauricio Hernández Norambuena, prisionero político en Brasil: Presentan denuncia a Comisión Interamericana de DDHH
“Entre salón y salón también hay guardianes, cada uno más poderoso que el otro. Ya el tercer guardián es tan terrible que no puedo mirarlo siquiera.”
Franz Kafka
Andrés Figueroa Cornejo
Mauricio Hernández Norambuena, uno de los ex líderes de la formación política y militar antifascista, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (Histórico e independiente del Partido Comunista de Chile), que enfrentó con las armas a la dictadura cívico-militar de Pinochet tutelada por el imperialismo norteamericano durante 17 años en el país andino, lleva como prisionero político 14 años y 4 meses en las más crueles e inhumanas cárceles de alta seguridad de Brasil, bajo el llamado “Régimen Disciplinar Diferenciado” (RDD).
Mauricio Hernández, docente profesional y militante internacionalista de los pueblos, está acusado de la retención involuntaria del empresario carioca Washington Olivetto con fines de acopiar recursos con objetivos políticos. Hacia mediados de abril de 2016 fue trasladado por enésima oportunidad de penal, esta vez, a la Prisión Federal de Mossoró, en el interior de Rio Grande do Norte, a casi 6.000 kilómetros de Santiago de Chile. Cada transferencia penitenciaria comporta un empeoramiento de su situación en materia de aislamiento, abandono y negativos efectos en su integridad sanitaria.
Aprovechando la reunión en Chile de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH (1), el pasado 8 de junio, el abogado defensor de Hernández Norambuena en su país natal, Alberto Espinoza, el más prestigioso jurista chileno del área, presentó una denuncia a la institución. En ella se dirige al Secretario Ejecutivo del organismo, Emilio Álvarez Icaza, señalando que “En mi calidad de abogado peticionario del caso de la referencia (12.835) sobre Mauricio Hernández Norambuena, y atendido el estado actual del caso, solicito a usted que se agilice la tramitación de manera urgente en atención a que los hechos que dieron origen a esta denuncia no sólo se han mantenido, sino que se han agravado, toda vez que el régimen aplicado a mi defendido por el Estado de Brasil no ha variado (….), manteniéndose el Régimen Disciplinario Diferencial que sólo puede ser calificado como inhumano. A ello se suma la negativa a los beneficios carcelarios y los permanentes traslados de cárcel, sin previo conocimiento de sus familiares, provocando incertidumbre acerca de su paradero.”. Alberto Espinoza agregó que “solicito a usted una pronta tramitación de esta denuncia, emitiendo el informe de fondo, conforme al mérito de los antecedentes en contra del Estado de Brasil, considerando la vigencia y la actualidad de los hechos constitutivos de la violación de derechos fundamentales consagrados en la Convención Americana de Derechos Humanos”.
-Si se acoge rápidamente la gestión que presentaste a la CIDH, ¿qué curso toma la tramitación?
“La Comisión presenta un denominado Informe de Fondo, que es una suerte de denuncia que ella hace a la Corte Interamericana de DDHH en contra del Estado de Brasil por infracción a la ConvenciónAmericana de DDHH, por hechos constitutivos de violaciones de DDHH realizadas a Mauricio Hernández debido a las condiciones carcelarias en las que se encuentra.”
-¿Y cómo funciona la Corte Interamericana de DDHH?
“Hace un juicio. Esto es, asisten las partes, los testigos, se presentan las pruebas; acude la representación del Estado brasileño, hace sus descargos, también presenta sus pruebas. Luego alegan las partes, tanto las de Mauricio Hernández como las del Estado de Brasil, y finalmente la Corte emite una sentencia con carácter de resolución.”
-¿Qué fuerza legal tiene esa resolución si favoreciera a Hernández Norambuena?
“La de una sentencia de protección de DDHH que tiene todo el carácter vinculante del Derecho Internacional. De lo que carece es del imperio de hacerla cumplir forzadamente. No existe una especie de policía internacional que obligue al Estado a materializarla. Ahora bien, estas resoluciones tienen un peso sustantivo en el orden internacional porque todos los Estados están comprometidos a respetar los DDHH y sometidos a la Convención Americana de DDHH, como a cualquier tratado internacional. En consecuencia, los Estados no pueden ignorar sus resoluciones. De lo contrario, se ponen al margen del sistema.”
-¿Qué jurisprudencia inmediata hay al respecto?
“Por ejemplo, la denuncia de los Lonko mapuche presentada ante la CIDH por la aplicación de la ley antiterrorista que terminó con la condena en contra del Estado de Chile por parte de la Corte IDH. Ello significó que el Estado debió pagar una indemnización a los comuneros mapuche; se le ordenó publicar la sentencia y modificar aspectos de la ley antiterrorista. Se declaró que la ley antiterrorista correspondía a una normativa que no se ajusta a los estándares que legalizan el delito del terrorismo y un largo etcétera (2). En fin. Todo eso tiene un peso emblemático y en algunos casos, real. El Estado chileno canceló la indemnización y publicó a través de distintos medios de comunicación el fallo. Esto es, las condenas de la Corte IDH no son cualquier cosa para los Estados que las reciben.”
-Bien. Una cosa es el derrotero legal de la denuncia a favor de Mauricio Hernández por la conducta inhumana del Estado brasileño, independientemente del gobierno de turno que lo administre. ¿Pero qué ha pasado por el costado del Estado chileno y su gobierno?
“Nada. Sólo silencio y la indiferencia más absoluta. Es un hecho inexcusable frente a un caso de violación flagrante de DDHH en contra de un chileno que está preso en Brasil. El Estado chileno ni siquiera ha instado a Brasil respecto de la modificación del cruento régimen carcelario de Hernández Norambuena. En este sentido, sólo queda que las instancias competentes, como las comisiones de DDHH de diputados y senadores, la oficina de DDHH del Ministerio de Relaciones Exteriores, la Subsecretaría de DDHH del Ministerio de Justicia, efectúen un pronunciamiento.”
Durante la larga lucha de los familiares y de la coordinadora de amistad y solidaridad por la libertad de Mauricio Hernández Norambuena, se ha logrado concitar a favor de la causa justiciera del ex combatiente antifascista e internacionalista a numerosas personalidades nacionales e internacionales, como a agrupaciones chilenas y argentinas, con la exigencia de la liberación del prisionero político, y como mínimo, de su extradición inmediata a Chile. Entre los adherentes se encuentran la Confederación de Estudiantes de las Universidades de Chile (Confech); Tomás Moulian, Sociólogo, académico y Premio Nacional de Ciencias Sociales 2015; Gabriel Salazar, Historiador y académico, Premio Nacional de Historia 2006; Juan Pablo Cárdenas, Periodista, académico, Premio Nacional de Periodismo 2005 y Director de la Radio de la Universidad de Chile; Gabriel Boric, ex dirigente estudiantil y Presidente de la Fech, actual Diputado de la República; Alberto Mayol, Sociólogo y académico; Alicia Lira Matus, Presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP); Cristián Cuevas, dirigente social; Carmen Soria, de profesión ciudadana; Pablo Salas, realizador audiovisual; Víctor Hugo Robles (El Ché de los Gays), periodista y activista social; y las agrupaciones y personalidades argentinas, como la Asociación Gremial de Abogados y Abogadas de la República Argentina; Nora Cortiñas y Mirta Baravalle, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Alfredo Grande, Psiquiatra y psicoanalista, escritor y periodista, actor y director teatral; Osvaldo Bayer, escritor y periodista; el Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía; la Coordinadora Anticarcelaria; Oscar Castelnovo, escritor y periodista; la Agencia para La Libertad; la Comisión Antirrepresiva y por los Derechos Humanos – Rosario; laCátedra Popular Derechos en Clave Humana; Carlos Aznárez, Periodista y Director de Resumen Latinoamericano; Norman Briski, actor, director teatral y dramaturgo; Vicente Zito Lema, poeta, dramaturgo, periodista, filósofo, abogado y docente argentino; el Comité por los Presos Políticos y los Luchadores Sociales (Córdoba); la Liga Argentina por los Derechos del Hombre; Herman Schiller, periodista y luchador social; y muchos y muchas más.
Por su parte, las personas que componen la solidaridad chilena por la libertad de Mauricio Hernández han estado presentes en todas las manifestaciones públicas y marchas en ese país; han realizado foros-paneles en distintas zonas de Chile; protestas en el Ministerio de Relaciones Exteriores y otras dependencias gubernativas, murales y varios documentales explicativos sobre el caso. Junto al presente artículo, va la el URL de la producción del director y creador audiovisual, Antonio Vargas.
La solidaridad no afloja ni hace la siesta. Aunque muchos/as que ayer fueron furibundos anti-pinochetistas y aplaudieron en secreto las acciones más audaces del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, sin saber siquiera que entre sus mejores miembros estaba Mauricio Hernández, hoy le dan la espalda y lo prefieran hecho escombro humano, lástima sobornable, colaborador del acomodo y la traición. Allá ellos/as. Allá esa pobre gente. Intentan olvidar que las causas que transformaron a un hombre común y corriente en un sujeto extraordinario como Mauricio, se reproducen ahora mismo, orgánica y estructuralmente. Porque es la opresión barbárica y multiforme el propio movimiento que provoca la emergencia de sus libertadores/as. ¿Fantasía? ¿Que no ven lo que ocurre en territorio Mapuche, entre los jóvenes estudiantes y los trabajadores/as más castigados por los pocos que aún mandan? Cuando retornemos al futuro actualizado con las maneras del siglo XXI en Chile, NuestrAmérica y el mundo, y triunfe la Humanidad contra el saqueo, la especulación financiera, los privilegios endemoniados y la súper-explotación, allá y aquí, entonces la libertad conquistada les dará una oportunidad. La oportunidad de librarse de su condición transitoria de opresores/as y de regresar al horizonte desplegado de las y los comunes y distintos. Ese lugar donde alguna vez les dieron “la fraternidad hacia el que no conozco” y la hechura indestructible de no terminar en sí mismos/as.
Notas
Envío:Andres Figueroa Cornejo
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