LOS NUEVOS DOCUMENTOS SOBRE EL TERRORISMO DE ESTADO DESCLASIFICADOS POR ESTADOS UNIDOS
El plan para garantizarse impunidad
Los militares no querían ordenar la ejecución de sus prisioneros para no hacerse cargo de los crímenes. Se barajaba la cifra de hasta 20 mil desaparecidos. Sabían que los cuerpos de las Madres y monjas francesas habían aparecido en la costa.
Por Victoria Ginzberg
“Como nos dijo un hombre, él mismo miembro de una fuerza de seguridad, no hay ningún oficial argentino que quiera que su nombre quede registrado en una orden de ejecución de terroristas. Bajo el ‘sistema actual’ los militares son responsables como institución, pero el individuo está libre de responsabilidad”, dice un informe confidencial de la diplomacia norteamericana de septiembre de 1980 en el que se explicaba el método de la desaparición forzada utilizada por los represores argentinos durante el terrorismo de Estado. Es parte de los nuevos documentos desclasificados entregados por el vicepresidente de Estados Unidos, John Kerry, la semana pasada y difundidos el lunes. Muestra, entre otras cosas, que los norteamericanos manejaban muy buena y clasificada información y refuerza lo que ya es conocido y fue probado en distintos procesos judiciales: a través del ocultamiento de los cadáveres de las víctimas, los militares buscaban infundir terror a la vez que garantizarse impunidad.
Varias de las 1080 hojas liberadas por Estados Unidos dan cuenta de un debate en la administración de Jimmy Carter sobre el acercamiento a la Argentina. A diferencia de su antecesor y su predecesor, Gerald Ford y Ronald Reagan, que tuvieron buenos vínculos con las dictaduras latinoamericanas, Carter fue crítico y sus funcionarios denunciaron las violaciones a los derechos humanos que se cometían en la Argentina. A partir de 1978, los norteamericanos advertían que la situación tenía menos gravedad (el “trabajo sucio” ya estaba hecho) y debatían qué posición adoptar hacia la dictadura. Así, según surge de los documentos, trataban de explicar por qué los militares aplicaban los métodos que usaban. “Les sirve. Es efectivo. Los prisioneros dan información bajo tortura y son un ejemplo atemorizante para que los montoneros no puedan reclutar nuevo personal”, señala un documento. “La desaparición es todavía un táctica standard para las fuerzas de seguridad argentinas para manejarse con terroristas capturados. El compromiso de los militares con este método está profundamente arraigado por elementos que van desde la efectividad hasta la eficiencia”, se afirma en otro.
Las 1080 hojas liberadas el lunes son casi todas registro de provenientes de las bibiotecas de los presidentes Jimmy Carter, Ronald W. Reagan y Geroge H.W. Bush. Estos documentos se suman a los 4677 que fueron desclasificados en 2002 a pedidos del CELS, Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo línea fundadora. En esa oportunidad los papeles provenían en su mayor parte del Departamento de Estado. Los organismos habían reclamado ahora el acceso a información de agencias militares o de inteligencia, pero hasta el momento esa pretensión no fue satisfecha.
Los papeles no parecen tener grandes revelaciones, pero en algunos casos un documento oficial puede servir para reforzar pruebas de hechos ventilados en un juicio. Además, son fuente para reconstruir circunstancias históricas, aunque los que se hicieron públicos ahora no parecen aportar mucho sobre la ayuda que Estados Unidos dio a los dictadores latinoamericanos para que llegaran al poder.
Luego del exabrupto del ex ministro de Cultura porteño y actual director del Teatro Colón Darío Lopérfido, que señaló que el número de 30 mil desaparecidos “se negoció en una mesa para cobrar subsidios”, los documentos reflejan que incluso durante la dictadura el número de víctimas que se manejaba llegaban hasta los 20 mil. “Miles (en un rango estimativo entre tres mil y 20 mil) fueron secuestrados por las fuerzas de seguridad. Estos casos, conocidos como desaparecidos, incluye un amplio rango de personas: líderes sindicales, trabajadores, sacerdotes, abogados de derechos humanos, científicos, doctores y líderes de partidos políticos”, señala un memorándum del Departamento de Estado de principios de 1979.
La información confidencial y de primera mano que manejaban los funcionarios norteamericanos también queda en evidencia en un documento de principios de 1978: “Un incidente particularmente shockeante, ocurrido el pasado diciembre, fue el secuestro de por personal no identificado de trece miembros de Madres de Plaza de Mayo, un grupo que presiona al gobierno para obtener información sobre casos de desaparecidos. De acuerdo a los reportes, siete cuerpos de ese grupo incluidas dos monjas francesas fueron posteriormente arrojadas a la costa”. El hecho de que las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo llegaron a la costa luego de ser arrojadas desde los “vuelos de la muerte” se supo casi treinta años después. En la desclasificación de 2002, se conoció un cable del embajador norteamericano Raúl Castro en el que informaba que una fuente confidencial del hallazgo de siete cadáveres en la costa atlántica y que podrían ser los de las Madres de Plaza de Mayo. En estos nuevos documentos, se reiteran esos datos en un informe.
En 2005, el Equipo Argentino de Antropología Forense logró identificar a las Madres Esther Ballestrino de Careaga, María Ponce Bianco y Azucena Villaflor y la religiosa francesa Leonié Duquet. Estaban enterradas con NN en el cementerio de General Lavalle y habían sido llevadas allí luego de que sus cuerpos fueran encontrados en las costas de San Bernardo y Santa Teresita entre diciembre de 1977 y enero de 1978. Llegaron allí de forma fortuita; entre tantos cuerpos arrojados al mar, ellas fueron devueltas a tierra firme a causa de una sudestada. Sus restos estuvieron ocultos en tumbas sin nombre por casi treinta años. Pero fuentes confidenciales informaron a funcionarios norteamericanos de este hecho con bastante precisión.
Los documentos en los que figura el secuestro de las Madres y el método de desaparición forzada.
Fuente:Pagina12
DERECHOS HUMANOS
Estos son los archivos de la Dictadura que desclasificó Estados Unidos
A 33 años del fin de la Dictadura, el gobierno de Estados Unidos finalmente entregó los documentos con información clasificada de nuestro país entre los años 1977 y 1980.
Martes 9 de agosto de 2016
Los documentos desclasificados conforman un total de 1081 fojas correspondientes a hechos acontecidos entre 1977 y 1980, y constituyen sólo una parte de la totalidad de lo anunciado en marzo pasado.
"Queremos agradecer al gobierno de los Estados Unidos por su decisión de colaborar con nuestro objetivo de seguir adelante en la búsqueda de la memoria, la verdad y la justicia", sostuvo el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, al respecto.
Los documentos más destacados, según un relevamiento de Infonews, son los siguientes:
- Testimonio de la esposa de Alberto Samuel Falicoff: médico que prestaba servicios en el Hospital de Niños de Córdoba y fue secuestrado y trasladado a la ESMA. El relato de su mujer- también ella fue secuestrada y derivada al mismo lugar- revela la detención y la tortura a la que fue sometido por parte de las fuerzas de seguridad.
- El valiente testimonio de Alfredo Bravo, que el 28 de agosto de 1978 conversó durante cuatro horas con el entonces embajador de los Estados Unidos en Argentina, Raúl H. Castro, ocasión en la que denunció su detención y tortura, además de la de otros tantos argentinos que eran secuestrados y desaparecidos.
- Estas fojas denuncian también el intercambio epistolar entre el ex presidente de facto Jorge Rafael Videla y su par estadounidense de aquel entonces, Jimmy Carter. En una de ellas, Videla le explica los motivos de su negativa a liberar- por pedido de Carter- a miembros de la familia Deutsch, que habían sido secuestrados y torturados en los campos de concentración La Perla y La Ribera.
- En estos documentos también ha quedado reflejada la carta de Rische Timerman- esposa de Jacobo Timerman- al presidente Jimmy Carter, en la que detalla el secuestro de su esposo. Jacobo Timerman fue liberado finalmente en 1979. El caso fue considerado de extrema gravedad por el gobierno de Estados Unidos.
- Se revelan en estas fojas también, detalles del encuentro entre el entoncesConsejero de Seguridad Nacional del gobierno de Carter, Zbigniew Brzezinski, con el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
Además de los casos mencionados, en los documentos desclasificados existen muchos otros que constituyen un aporte valioso para la búsqueda de la verdad, pero también para las investigaciones en curso en la Justicia. Los archivos de EEUU sobre la dictadura argentina
Fuente:DiarioRegistrado
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