18 julio, 2018
Ricardo Arédez Márquez es hijo de Luis Arédez, el médico y exintendente de Libertador Gral. San Martín que fue dos veces secuestrado por la dictadura y que permanece desaparecido. Su madre, Olga Márquez, fue una de las primeras mujeres de Jujuy que dio vueltas a una plaza en soledad con un pañuelo blanco sobre su cabeza. Ricardo vuelve a la provincia cada año para participar de la Marcha del Apagón, a pesar de que cada regreso le resulta doloroso.
En diálogo con El Submarino Radio (91.5), lamentó lo que considera “un retroceso absoluto” en materia de derechos humanos desde la asunción del gobierno de Cambiemos, y repudió además al radicalismo jujeño que no reivindica la figura de su padre. Para él, el poder de la empresa Ledesma está detrás de la falta de justicia y de la inacción de la mayoría de los políticos locales frente a los despidos en el ingenio.
“Desde que no están las madres y los padres, los hijos continuamos buscando verdad y justicia. Para nosotros, la verdad es saber dónde están nuestros desaparecidos, localizarlos, devolverles la figura de ser humano y terminar nuestro duelo, que lleva 42 años, para poder vivir la vida un poco más tranquila y seguir trabajando por un mejor país”, afirmó.
Sobre la megacausa que devela el sexto juicio de lesa humanidad que se desarrolla en Jujuy, lamentó que se hayan juntado tantos expedientes. “Siempre es lo mismo, las dilaciones, los militares que no dicen nada y se burlan, porque el silencio para nosotros es una burla, porque ellos saben dónde están”.
“Siempre nuestra historia en Ledesma es el poder económico y la dictadura. Los responsables de la empresa, Carlos Blaquier, Alberto Lemos, Federico Nicholson y Oscar Pederelli, nunca llegaron a los estrados, solo se presentaron a declarar y negaron todo, y una Cámara de Casación amiga de ellos dijo que Blaquier no sabía para qué usaron los 40 móviles que pusieron en el golpe y en las noches de los apagones”, repasó, y concluyó: “Los juicios en Jujuy han llegado siempre tardísimo porque hay intereses y los jueces son muy amigos del poder económico y socios de dictaduras”.
Arédez consideró que con el último cambio de gobierno se produjo “un retroceso absoluto” e interpretó que el objetivo es “sacar este tema de la historia reciente del país”, lo que a su entender “es como construir una casa con cimientos débiles”.
En este sentido, dijo que la democracia se debilita “con la cantidad de represores que están en prisión domiciliaria o andando por las calles libremente mientras nosotros buscamos los restos de nuestros desaparecidos”.
“Salimos en la dictadura a buscar a los nuestros y salimos con el regreso de la democracia. El presidente Néstor (Kirchner) bajó los cuadros, algo tan simbólico para nosotros, pero siempre supimos que iba a ser dificilísimo que llegaran a enfrentar al directorio de Ledesma, antes, durante y después de la dictadura militar, a pesar de las pruebas que conseguimos”, continuó Arédez Márquez.
Se quejó luego de que los partidos políticos no participan de la Marcha del Apagón: “Los partidos no les enseñan a sus bases, que deben solucionar esta historia. Deberían estar acompañando la marcha como una deuda interna pendiente, pero no lo hacen. Somos siempre los mismos, más los que han perdido el miedo a este justo reclamo”, señaló.
En esta línea, dijo que le resulta “doloroso” volver a Jujuy cada año para participar de la Marcha y cargó contra la UCR local: “Mi padre es el único radical detenido desaparecido de Jujuy, el único intendente detenido desaparecido, el único médico en Ledesma. Vengo todos los años y quiero que mi Jujuy viva bien, pero hoy hay despidos en el ingenio Ledesma y a nadie le interesa, no hay concejal o legislador que pueda parar esto a lo que están acostumbrados los Blaquier. Nunca lo pudieron parar”.
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