20 de diciembre de 2021

CHILE.

 

Venció Gabriel Boric y será el próximo 

presidente // Felicitado por Piñera: 

ambos coincidieron en priorizar «la 

unión de los sectores populares 

para construir un país más justo y 

equitativo»

Resumen Latinoamericano, 19 de diciembre de 2021.

Los resultados parciales ofrecidos por el Servicio Electoral (Servel) le dan al candidato Gabriel Boric una ventaja respecto a José Antonio Kast, esto en el marco de la segunda vuelta presidencial que se vivió en Chile.

Con el 99.90% de las mesas escrutadas, Gabriel Boric gana la segunda vuelta presidencial con el 55.87 por ciento de los sufragios.

De acuerdo a Servel, con el 99.90% de las mesas escrutadas que corresponden a 46.844 de las 46.887, el candidato Boric tiene 4.617.385 votos lo que corresponde al 55.87% de los sufragios, mientras que el pinochetista Kast contabiliza 3.647.223 sufragios, es decir, el 44.13%. 

Asimismo, las autoridades electorales especifican que los votos nulos son 70.216 (0.84 por ciento) y los sufragios en blanco 23.907 (correspondiente al 0.29 por ciento).

Después de su victoria, Boric sostuvo un diálogo con el saliente presidente Sebastián Piñera, donde ambos coincidieron en priorizar la unión de los sectores populares para construir un Chile más justo y equitativo.

«Voy a dar lo mejor de mi para estar a la altura de este gran desafío (…) tenemos mucho que hacer en este proceso de transición y llegar a un acuerdo con todo el pueblo de Chile», sentenció Gabriel Boric.

Al mismo tiempo, el jefe de Estado saliente Piñera invitó a Boric a una reunión para el próximo lunes para fijar líneas de trabajo, «mañana invito a una reunión de trabajo», agregó Piñera.

«Felicito a Boric por su triunfo y valoro el aporte de José Antonio Kast durante la campaña (…) Boric será el presidente de todos los chilenos. Hoy han votado más de 8 millones, una de las participaciones más alta, es un ejemplo de democracia», sentenció Sebastián Piñera.

Piñera acotó que durante su Gobierno se enfrentó a tiempos muy complejor, «gobernar no es fácil, a nosotros nos tocó tiempos difíciles y pese a las adversidades, nunca nos hemos doblegado», añadió.

Tras la ventaja del candidato Boric, el ultraderechista Kast reconoció su derrota e instó a sus simpatizantes a seguir trabajando por un mejor Chile.

Cabe destacar que durante la jornada electoral los ciudadanos en Santiago de Chile, denunciaron que el sector transporte paralizó varias flotas de autobuses, lo cual dificultó a los ciudadanos a movilizarse para ir a votar.

Fuente: TeleSUR



Se cierra el ciclo del pinochetismo: 

Gabriel Boric es el nuevo presidente

Resumen cl. 19 de diciembre de 2021.

Finalmente se impuso el candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, ante su oponente de ultraderecha pinochetista, José Antonio Kast pese a que este último quedó en primer lugar en la pasada primera vuelta de las elecciones. Con ello se le da un portazo a la continuidad del gobierno de derecha en el país.

Con el 83,03% de los votos escrutados, Gabriel Boric obtiene el 55,52%. El presidente electo se ha ido instalando en el sentido común de la política chilena, logrando concitar el apoyo de la ex Concertación y la izquierda hasta el Partido Comunista, todo ello gracias a una definición de políticas que citan permanentemente el consenso de los noventa, prueba de esto es la conformación de un equipo político con muchos nombres proveniente de esa corriente y que muy probablemente tendrá representantes en el gabinete.

Debemos decir que el proyecto de Apruebo Dignidad ha intentado presentarse como socialdemócrata, pero en realidad apunta a construir políticas socialiberales, es decir, un Estado que actúe como un potente regulador del mercado y proteja las libertades civiles. Es muy improbable que se le asigne a la entidad estatal un poder generador de acciones económicas de consuno con la empresa privada o por sí mismo, como sí existe en propuestas socialdemócratas europeas. Con ello el vínculo con el bacheletismo es más profundo que solo un apoyo comunicacional, se prevé un diálogo importante con esa postura.

Por otra parte, todo ello se verá enfrentado con un Congreso muy empatado en ambas cámaras que hará muy importante la negociación y el acercamiento a sectores de derecha más cercanos al liberalismo. Ante eso, un expectante movimiento social y popular puede salir prontamente a la calle, convocado por una crisis social y económica que no tienen visos de ser superada en lo inmediato; respecto a ello será esencial una agenda social que atienda en primerísimo lugar las demandas más sentidas del pueblo de Chile: derechos sociales garantizados y ayuda económica.

El proceso constituyente se ve reforzado por el gobierno y, seguramente, verá agilizado su proceso, puesto que en septiembre se debe votar el plebiscito de salida, si la constitución es aprobada será un importante punto a favor del proceso, por lo tanto, la administración Boric pondrá muchas fichas al proceso constituyente y su finalización en forma y fondo, toda vez que el resultado también le acomodará al proyecto progresista que gobernará desde marzo.

Finalmente, la pregunta es si Boric tomará el cambio constitucional para llamar a nuevas elecciones y consolidar de inmediato el cambio de régimen político. Eso permitirá destrabar el Congreso y viabilizar las transformaciones necesarias para Chile. Ese desafío es una gran interrogante.



El país en su laberinto

Por Mario Ramos. Resumen Latinoamericano, 19 diciembre 2021.

Chile viene arrastrando una profunda y extensiva crisis política, social, económica y de valores, entrampada en sí misma, que se ha traducido en la instalación y conformación de un estadio neoliberal al servicio de una ínfima minoría*, destructora de nuestros pueblos y con niveles de corrupción nunca antes vistos. Laberinto sin salida nos dicen, de hecho, pareciera ser que cada salida se transforma en una nueva pared, y que eso es parte de este modelo de muerte, instalado por las elites políticas y empresariales, que sigue atrapando y resignificando todas las dimensiones de nuestras vidas, para su propio mantenimiento.

Sistema depredador, centrado en el despojo, el lucro, consumismo, competencia, individualismo, mercado y dinero, expoliador de nuestros recursos, y antagónico a la reproducción de las especies y los ciclos transformadores de la naturaleza, disparador de una cultura mediática y violenta, inoculada por profesionales de la comunicación a través de publicidades, destellos televisivos, redes virtuales y montajes sistemáticos que reemplazan la realidad.

La realidad es que Chile ha devenido en una anquilosada franja donde yacen millones de seres humanos marginados, condenados a subsistir en desoladas periferias sobrantes de las urbes, comprando y revendiendo productos chinos, indios producidos por otros coleros de la miseria, en un entorno de control y vigilancia, donde la felicidad, ha sido transformada en un slogan, como la zanahoria delante de los ojos del burro.

Ese es el Chile que nos estalló en la cara el 18 de octubre, desparramo de una procesión que venía de lejos y por dentro, llave de agua comunitaria que se abrió en la posibilidad de una otra felicidad, no desechable, que evidenciaba la intuición de que un giro radical a la sociedad del lucro y el poder era posible si volvíamos a andar en colectivo… Pero los miedos, se activaron y otra vez nos recordaron que esto es un laberinto y que el control es ajeno: de los partidos, del mercado, del relato impuesto por el administrador de turno. Así es que las millones de diversidades, que decretaron su existencia pese a tanto, nuevamente se replegaron, pero dejaron de manifiesto que allá en los subterráneos donde las raíces se encuentran con las gotas reservadas, y los microorganismos convierten la mierda en abono, se teje incontenible el mundo que siempre estuvo disponible pero que no logramos ver, volcada toda nuestra atención en ganarle al laberinto y encontrar salida a siglos de abuso, ninguneo, violencia y patriarcado.

Así hoy, en este fin de año 2021, entramos en un punto de definición clave para el futuro, entre la adaptación y el cambio, entre el colapso o la barrera de la vida contra el neoliberalismo mortífero. Nuestras vidas y naturaleza dependen de seguir una ruta con una radicalidad profunda de vida, lejos de los maquillajes verdes o progresistas, transformación que nos situé, de verdad, al lado de la recuperación y reconstrucción de los ciclos de vida y su ecosistema, de ensanchamiento de la creación y el pensamiento crítico, para salirnos del capitalismo y su sociedad utilitaria con pasillos de desperdicio y sufrimiento y evidenciar la potencia vivificadora de presentes posibles que sostenemos y nos sostienen.

Es ahora el momento de las redes orgánicas, campesinas, artesanas, anti patriarcales, feministas, anticoloniales, ecológicas, sociales, creadoras y rebeldes, hijas de nuestra memoria colectiva que subsiste, portavoz de nuestros ancestros desaparecidos como nosotros pero siempre presentes.

Es un desafío múltiple y hermoso, que se entrelaza con la naturaleza como una placenta de vida, agua, viento y materia, abrazando otra sociedad prójima y próxima, porque todos y todas somos un solo cuerpo territorio, único, desde nuestras pisadas enanas, hasta nuestras miradas a los oestes. Retejernos, anudarnos, y ser un tejido que se piense a sí mismo, que se extienda en flexibilidad y recupere al hacerse nuestra piel multicolor y nuestro horizonte abierto. Fluir en la dispersión tremenda que somos, celebrarla no más estandarizarla, despertarla, para que se cuele por todos los entornos y rendijas, asilvestrando la barbarie, lo roto, los patipelaos, la turba, las huachas, las capuchas, el conversarse la tarde y embriagar el baile hasta al goce urgente, los mariguaneros, los extremistas, las ambulantes, los indios, les upelientes (de la UP de Allende), las putas, las negras, las chinas, los poetas y las locas.

Ahora que sabemos que el laberinto es una trampa para morirnos de tristeza y abandono, tendida desde la llegada de los dioses coloniales, no nos perdamos, no caigamos rendidos ante sus ofertas, leyes y cálculos, el laberinto es fantasía, falsedad y promesa de dominio, fronteras que nos impusieron, con sus dogmas y uniformes. Del laberinto no se sale, se nace, que sea nuestro caballo troyano y nuestro escampado, y así cuando nos vean florecer y extendernos por la pradera, comprenderán que el caos que alimentaron eran nada más que los dolores de parto, que seguirán.

  • El desconcierto, 8/12/21. Piñera, Paulmann, Angelini, Bethia, Luksic: parte de los grandes empresarios que reciben millonarios bonos estatales.




José Antonio Kast reconoce victoria 

de Gabriel Boric

Resumen Latinoamericano, 19 de diciembre de 2021.

El candidato presidencial de Chile por la coalición Frente Social Cristiano, José Antonio Kast, reconoció este domingo la victoria electoral de su contrincante por la alianza Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, en la segunda vuelta presidencial que se celebró.

A través de su cuenta en la red social Twitter, Kast informó que se comunicó con Boric para felicitarlo por la victoria en las urnas electorales.

«Desde hoy es el presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva. Chile siempre está primero», dijo.

La página del Servicio Electoral (Servel) de Chile indicó que, con más del 90 por ciento de las mesas escrutadas, Boric obtuvo 4.205.799 que representa el 55,73 por ciento de los sufragios.

Por su parte, Kast recibió 3.340.774 votos, lo que representa el 44,27 por ciento del total emitido.

Posteriormente, el candidato ultraderechista declaró ante la prensa y volvió a renocer la victoria electoral de Boric, diciendo que ganó de forma clara e instó a la recuperación de Chile «para seguir caminando».

También agradeció a todo el equipo que trabajó con él durante la campaña electoral y a las personas que votaron por su opción, asegurando que «tenemos por delante grandes desafíos».

«Tenemos que superar nuestras diferencias (…) Seguiremos trabajando en el lugar y en la forma que me corresponda. A Gabriel Boric le deseo el mejor de los éxitos y decirle que puede contar conmigo», aseveró.

Más de 15 millones de chilenos fueron convocados a participar en esta segunda vuelta electoral, que se caracterizó por una participación de más del 50 por ciento, una de las más altas en este tipo de comicios en la nación suramericana.

Fuente: TeleSUR



Las elecciones presidenciales y la 

Convención Constituyente

Por Tony López R (*), Resumen Latinoamericano, 19 de diciembre de 2021.

Se realizan las elecciones presidenciales en Chile, en un escenario político y jurídico complejo, porque al mismo tiempo se está desarrollando la histórica Convención Constituyente, que es estratégicamente el centro político que debe defender el pueblo chileno, para eliminar las ataduras a una actual Carta Magna, pinochetista y elitista, que por cierto es la que defiende el actual candidato de la extrema derecha José Antonio Kast.

Hoy el debate a la grave crisis política que vive Chile, gobernada por una derecha pinochetista, que la puso de manifiesto el gobierno de Sebastián Piñera, con la masacre y represión contra las manifestaciones populares del pasado mes de octubre del año 2019.

Hoy, a dos años de aquella luctuosa y criminal acción del “democrático” gobierno de Piñera, pareciera que se ha echado en el olvido, la sangre vertida por cientos de chilenos entre nuestros y heridos y la ceguera ocasionada a cerca de 300 jóvenes, no se tuvo en cuenta para que el candidato de esa derecha criminal sea el candidato que más voto obtuvo con un 28 por ciento y le permita hoy ir a segunda vuelta, frente a su oponente, cuyo programa   está anunciado con elementos de corte progresista y de justicia social y que para descalificarlo lo acusan de comunista y la nueva consigna del derecha de que este responde al  castrochavismo.

Así lo proclama públicamente en Talca, el ciudadano de origen cubano, el contrarrevolucionario Julio Gandarilla, quien, unido a la chilena Paula Daza, según sus propias declaraciones, publicadas en Facebook, se pronuncian por apoyar la continuidad del pinochetismo, apoyando a Kast y evitando que el Castrochavismo se apodere de Chile, tal como ya yo había precisado en mi anterior artículo.

Es evidente que no solo estos sectores de gusanos cubanos y venezolanos residentes en Chile, intervienen en los asuntos internos de la política chilena, no, ellos no están solos, de detrás de ellos está la mano y el dinero de las agencias estadounidenses que los dirigen, que son los mayores interesados en evitar que se cambie el rumbo económico, político y social actual de Chile, y de esa forma, Estados Unidos no aparece apoyando al nazi fascista Kast.

Hago hincapié en el tema de la Convención Constituyente, porque de ganar Kast, con la prerrogativa que tiene al asumir en  marzo del 2022 la presidencia, puede influir para evitar formulaciones y artículos dentro de la Constitución, que no favorezcan a la actual elite dominante en Chile o simplemente que, con la prerrogativa presidencial, puede decidir no convocar al plebiscito y continuar con la Constitución pinochetista actual. 

Tener en cuenta que, por las posiciones de Kast, su gobierno será un gobierno de restauración de lo que fue la dictadura de Augusto Pinochet, afirmación que confirma, qué, ante un eventual triunfo de Kast, lo hará con la vigencia de la Constitución pinochetista, y cuyas facultades le permitirá determinar si procede o no convocar a un plebiscito para la aprobación de lo que proponga la Convención Constituyente. Y lo podrá hacer precisamente apegado a los instrumentos jurídicos que le da la constitución vigente. He ahí uno de los grandes peligros del triunfo del candidato de la extrema derecha chilena.

Y ese instrumento jurídico constitucional pinochetista, también lo puede usar, si la Convención en uno de sus artículos condiciona el periodo que duraran en sus cargos las respectivas autoridades del país, lo que no les resulta de interés a las elites de poder esa limitante, pues incluso ello determinara el periodo de permanencia en el poder, tanto del ejecutivo como el legislativo, o sea, que limitaría la reelección.  Por cierto, es uno de los temas en discusión en la Convención actualmente. 

Por eso hago hincapié en señalar que lo estratégico a la hora de votar, no solo por el presidente, sino por la continuidad de una Convención Constituyente que cumpla su cometido y sea aprobada por el pueblo chileno y eso solo puede lograrse teniendo conciencia a la hora de votar, si por un Chile democrático o por Kast que es la continuidad de una dictadura pinochetista sin Pinochet.

Y no estoy afirmando nada falso, porque hay que reconocer que no se esconde y públicamente Kast, lo ha confesado en declaraciones por ejemplo al periodista chileno Ramón Ulloa en el debate de ARCHI el pasado 10 de diciembre, cuando este le peguntó sobre   un nuevo estado de excepción y las facultades que tiene el mandatario, que  contempla detener a personas en sus casas o en otros lugares distinto a los penales. Kast respondió que sí que eso era efectivo.

La ampliación a su respuesta al periodista Ulloa, fue la siguiente “Puede ser que los legisladores estimen que eso es excesivo para el presidente, pero dadas las circunstancias que nos ha tocado vivir con temas del terrorismo, violencia extrema, con temas de destrucción de bienes públicos y privados masivos, a nuestro juicio es necesario poder tener una efectividad en la respuesta mucho mayor de la que se tiene hoy día.”  

Todo está muy claro, de ser elegido presidente el señor José Antonio Kast, los chilenos volverán a vivir, bajo una fuerte represión, aún más fuerte que la vivida durante la dictadura de Pinochet, pero no se expresará solamente en el uso de una policía política similar a la tristemente célebre DINA o CNI, no,  será según él, mayor o sea una mayor represión. Pero, además, no se apartará del modelo neoliberal privatizador y dependiente, estará en contra de la política de género, del cambio climático, del feminismo y del aborto, entre otras políticas en el que será sumido el pueblo sí, él es elegido presidente.

De acuerdo a lo expresado por él, sin decirlo de esta manera, pero para él la Convención constituyente es un estorbo, claro que lo es, porque si se logra una real y verdadera Carta Magna, que contemple la justicia social y que borre las injusticias que justifica hoy la Constitución pinochetista y que privilegia a las elites de poder, esa no es la que le conviene a las clases dominantes.

Por eso lo peligroso de que Kast sea elegido Presidente, porque las normas que se tiene una vez concluida la labor de la Convención, es el Presidente él debe llamar a un plebiscito para que el soberano apruebe. Y en el caso que no lo haga, no hay ningún instrumento institucional efectivo de obligarlo hacerlo, incluso ni el Parlamento podría obligarlo. Por tanto, se continuaría con la Constitución que les legó el criminal dictador Augusto Pinochet.  

Este, amigo lector, es el dilema al que se enfrenta el próximo domingo el pueblo chileno. O votan por un joven presidente que sí se ha comprometido con apoyar la Convención Constituyente y modificar el escenario de desigualdad e injusticia, que desde hace mucho años vive el pueblo chileno y que se expresa en la miseria en la que viven hoy más un millón de cesantes, 600 mil jóvenes que no estudian ni trabajan y casi 81 mil familias que viven en 969 campamentos carente de servicios básicos, como el  agua potable y alcantarillado, 600 mil jóvenes no estudian ni trabajan, mientras que la droga alcanza todas las esferas de la sociedad y dominan territorios poblacionales incluyendo autoridades municipales, policías y judiciales y la exclusión de los pueblos originarios y especialmente las masacres contra los Mapuche.

Esperemos que reine la conciencia y que ese querido pueblo vaya a las urnas con el propósito de terminar con la pesadilla y los horrores pinochetistas.

(*) Periodista, politólogo y analista internacional.

Envio:RL






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