Una investigación de la Unidad Fiscal Federal
El titular del Juzgado Federal N°1 de La Plata, Alejo Ramos
Padilla, indagó hoy al exjefe de la Compañía B del Regimiento de Infantería N°7
de La Plata, Agusto Caselli Gracés, y al exoficial de Personal del Batallón de
Comunicaciones de Comando 601 de City Bell, Carlos Felipe Maisonnave, por el
homicidio de Griselda Esther Betelú y Raúl Martín Alonso, militantes montoneros
asesinados en el marco de un ataque perpetrado por el Ejército a su vivienda el
9 de marzo de 1977 en Villa Elisa, al norte de aquella capital.
Los dos exmilitares realizaron hoy su
primer acto de defensa, luego de haber sido detenidos ayer por la Prefectura
Naval. El juez dispuso que recibirá mañana declaración indagatoria por este
mismo caso a otros exmilitares del Batallón de Comunicaciones de Comando 601, quienes cumplen actualmente prisión porque fueron
condenados a prisión perpetua por un hecho similar: el exsegundo
jefe, Carlos Alberto Bazán, el exoficial de Inteligencia, Francisco Ángel
Fleba, y el exoficial de Operaciones, Eduardo Arturo Laciar.
Las detenciones y los llamados a
declaración indagatoria dispuestas por Ramos Padilla son la consecuencia de una
larga investigación que llevó a cabo la Unidad Fiscal Federal que interviene en
los procesos por crímenes de lesa humanidad en La Plata, a cargo de los
fiscales generales Hernán Schapiro y Gonzalo Miranda, del auxiliar fiscal Juan
Martín Nogueira y de la auxiliar fiscal Ana Oberlin.
La fiscalía inició la investigación
en 2012 a partir de un documento hallado en el Ministerio de Defensa referido a
una felicitación a uno de los oficiales participantes en un procedimiento
realizado en la madrugada del 9 de marzo de 1977 en el complejo habitacional
FOECYT del centro de Villa Elisa, ubicado en la calle 8, entre 43 y 44, frente
a los terrenos de la estación del Ferrocarril Roca. La documentación refería
que el militar había sido herido y que durante el operativo habían fallecido
dos personas a quienes se mencionaba como militantes montoneros. No había
constancias de su identificación ni su paradero, por lo cual el Ministerio
Público Fiscal decidió iniciar una investigación preliminar.
La pesquisa permitió dilucidar los
nombres de las víctimas de los sucesos y la participación en los hechos de
militares del Regimiento de Infantería 7, que ostentaba entonces la jef atura
del área militar 113, y del Batallón de Comunicaciones de Comando 601 de City
Bell. También pudo establecerse que el procedimiento culminó con una fuerte
explosión, probablemente producida por una bazooka, cuyo impacto provocó el
derrumbe de una de las paredes de la vivienda identificada como CH11.
Si bien Griselda Betelú y Raúl Martín
Alonso permanecen desaparecidos, a través del Equipo Argentino de Antropología
Forense la fiscalía pudo determinar que los restos de ambos fueron inhumados el
15 de marzo de 1977 en el cementerio de La Plata y que en abril y en mayo de
1982 fueron exhumados y pasados al osario, lo cual hizo imposible su
identificación posterior con un cotejo genético. Hasta entonces sus identidades
no habían sido establecidas. El certificado de defunción del cuerpo de la mujer
señaló que su muerte se produjo por “destrucción de masa encefálica por
proyectil de arma de fuego” y el del hombre por “destrucción masa encefálica
por múltiples herida de bala”.
De acuerdo con las declaraciones de
testigos de los hechos y de familiares de las víctimas, Betelú estaba
embarazada de tres meses al momento de su homicidio.
Fuente:Fiscales.gob.ar
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