Restos óseos en La Escuelita: viajan a Neuquén desde el Equipo Argentino de Antropología Forense
Los profesionales adelantaron la agenda de una capacitación que tenían prevista en Neuquén, a pedido de la subsecretaría de Derechos Humanos.
POR SHIRLEY HERREROS
El equipo del EAAF supervisará el material que fue recolectado por antropólogos neuquinos en inmediaciones del centro clandestino «La Escuelita» para analizar los restos.
Comelli detalló que las tareas que se realizaban en el predio de 4 hectáreas donde se construirá el Sitio de Memoria, están coordinados por un equipo de antropólogos de la provincia (de la dirección de Patrimonio Cultural) que fueron quienes determinaron que los restos óseos hallados, fueran preservados; a partir de lo cual se tomó el contacto con el juez Gustavo Villanueva.
Comelli indicó que los restos encontrados estaban en superficie, y que fueron avistados en medio de esa limpieza meticulosa del equipo de Patrimonio Cultural. «No se están haciendo excavaciones. Cerca del centro clandestino creció un tamarindo enorme que cubría gran parte del suelo, se requería dejar ese suelo despejado entonces se fue cortando de a poco, por ramas, para ir despejando hasta sacar la arboleda que cubría gran parte del espacio, al igual que los alpatacos y otros arbustos. Ahí estaban», señaló.
«Las tareas se hacen con mucha meticulosidad, metro por metro, no es que se va con un rastrillo realizando una limpieza de baldío», aclaró la titular de Derechos Humanos de la provincia.
Comelli especificó que se tenía planeado para la semana que inicia una capacitación con el EAAF con los profesionales de Neuquén y tras el hallazgo, se adelantó la convocatoria y el viaje para este lunes y se reacomodó la agenda prevista para la capacitación, con vistas a determinar el origen de los restos óseos hallados.
Destacó que en combinación con el juzgado federal, se concretó la visita específica al lugar y se acordó la labor de indentificación.
«No hay tanto para comunicar, porque no tenemos muchas certezas; por eso de inmediato, nos comunicamos con los familiares de las víctimas» de detenidos desaparecidos en la región, para adelaantar estos movimientos que iban a pasar y evitar que conocieran las novedades a través de los medios de comunicación, dijo Comelli.
Desde los organismos de Derechos Humanos se indicó que igualmente el impacto fue importante. «Son muchos años de dolor y de búsqueda, cualquier luz que permita establecer el mínimo detalle, es un remezón importante», se indicó.
En los juicios, por ejemplo, hay familiares que asisten a cada una de las audiencias, en especial en las que testifican los convocados por las defensas de los militares, para concocer mínimos detalles que les permitan establecer cuál fue el derrotero de ese hemano, hijo, hermana o padre que permanece desaparecido. A lo largo de estos años han recorrido espacios y lugares (descampados y no tanto) desde Bahía Blanca a Neuquén, en busca de indicios.
Cuando el ditador Rafael Videla reconoció la existencia de los centros clandestinos y del plan represivo -durante el avance de los juicios- hubo quienes asistían a las audiencias en busca de que Oscar Reinhold, el fallecido Luis Farías Barrera dijeran qué había pasado con los jóvenes que fueron retirados de la cárcel de Rawson en noviembre de 1976 y permanecen desaparecidos. También el reclamo constante de la Madre de Plaza de Mayo Inés Ragni en, al jefe del Batallón, Enrique Braulio Olea (en la cara y frente a los jueces cuando aún vivía) para a que digan «dónde están».
A lo largo de los años, hubo muchos indicios y datos fallidos que parecían certeros respecto al destino final de quienes fueron vistos u oídos en los centros clandestinos, y que continúan desaparecidas o desaparecidos, razón por la cual todo dato nuevo se tomó con mucha cautela, aunque con toda la expectativas de una vida reclamando justicia y saber qué pasó tras el secuestro durante la dictadura.
Fuente:RioNegro
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