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1 de noviembre de 2022
TROPEL del 01.11.2022.
Extractivismo urbano en el Delta de
Tigre: «Destruir los humedales es
destruir modos de vida»
Por Mariángeles Guerrero, Resumen Latinoamericano, 31 de octubre de 2022.
Cooperativas de isleños y organizaciones socioambientales del Delta del Tigre denuncian las estrategias del intendente Julio Zamora para volver a habilitar grandes emprendimientos inmobiliarios sobre los humedales, a pesar de una cautelar vigente de la Justicia Federal. Quienes enfrentan el extractivismo inmobiliario plantean otra relación con las islas en las que habitan y producen, y reclaman la sanción de la Ley de Humedales.
En 2010, isleños y organizaciones socioambientales lograron frenar el proyecto inmobiliario Colony Park en el Delta de Tigre, que pretendía levantar viviendas de lujo en un barrio privado sobre las islas. El emprendimiento quedó suspendido por la Justicia Federal por los daños ambientales que la construcción estaba ocasionando: desmontes, desvíos de cursos de agua y pérdida de fauna. Ese es el territorio donde hoy resurge la disputa por el uso de la tierra, el agua y la protección de los humedales frente a nuevos desarrollos inmobiliarios en connivencia con los gobierno municipal. El intendente de Tigre, Julio Zamora, desarticuló los mecanismos de participación ciudadana, nombró a un empresario inmobiliario en un puesto clave y esquiva la propio legislación local con «excepciones».
En agosto pasado se desarticuló el Consejo Asesor Permanente Isleño (CAPI) de Tigre. Dicho espacio estaba conformado por organizaciones isleñas y trabajaba de forma colaborativa con la Dirección General del Plan de Manejo municipal en lo relativo a la vida en las islas. Las y los integrantes del CAPI que dejaron ese espacio lo hicieron argumentando que “en los problemas de transporte, electricidad, contaminación, desarrollo productivo sustentable, mantenimiento de vías navegables (dragado y destronque) es poco lo que el municipio ha podido aportar” y que “la ausencia de políticas públicas para el ordenamiento territorial implica un avance constante de la especulación inmobiliaria”.
Las organizaciones socioambientales que decidieron abandonar el CAPI detallaron la inacción municipal en un documento y denunciaron que, en junio de este año, el intendente de Tigre, Julio Zamora (Frente Renovador) pidió el levantamiento de una medida cautelar dictada por la jueza Federal N°1 de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, en 2016, que puso unfreno a los grandes desarrollos inmobiliarios en las zonas de planicie del Río Luján y en el Delta hasta que se realice un informe de impacto acumulativo de estos emprendimientos en la zona. Dicho informe nunca se realizó. Arroyo Salgado también fue quien, en 2010, dictó la cautelar que mantuvo el primer gran símbolo de la lucha de los isleños: el emprendimiento Colony Park.
La Asamblea Delta y Río de la Plata, la Asociación Civil Itekoa, el Centro Comunitario Casa Puente, las cooperativas Isla Esperanza e Igarape, el Observatorio de Humedales, Residuoteca, Unidad Isleña y Control Ciudadano Delta, son las organizaciones que dieron un paso al costado del consejo asesor.
Cecilia Hemming es la ex directora general del Plan de Manejo municipal —nombrada por el Municipio de Tigre a propuesta de las organizaciones ambientales— y trabajaba de manera conjunta con el CAPI. De su experiencia analiza que la política de participación de los consejos asesores en Tigre «de ningún modo es plural y participativa». «Solo quieren la foto de la reunión, bajan línea sobre lo que supuestamente van a hacer y no hay diálogo», sentencia sobre las autoridades municipales. El intendente Zamora no los recibía hace tres años; el interlocutor era su hermano Mario Zamora, que dejó de recibirlos a comienzos de 2022.
Hemming agrega que “no había voluntad de darle capacidad de acción real al plan de manejo” sino que la Dirección del Plan de Manejo terminó siendo «un agente recaudatorio de multas sin un trabajo de acción real en el territorio”. Por ejemplo, menciona el accionar destructivo de las retroexcavadoras que, sin necesidad de que se aprueben grandes desarrollos, dañan el ecosistema al remover el suelo para construir cabañas de fin de semana.
Desde el CAPI se presentaron proyectos de plantación de árboles nativas, de ordenamiento territorial para proteger las islas o de construcción de viviendas sociales, pero ninguno prosperó. “Todos esos proyectos requerían mayor presencia del municipio con políticas públicas en salud, educación, energía y transporte para los isleños. Abordan aspectos que hoy son tan precarios que hacen que la población local se vea amenazada en sus posibilidades de subsistencia y que se deje espacio para la privatización de la naturaleza por parte de una elite que puede autoabastecerse de esos servicios”, grafica Hemming.
Un «boicot» para rehabilitar el desarrollo inmobiliario en el Delta de Tigre
El gobierno del intendente Zamora minimizó lo denunciado por las organizaciones socioambientales y la respuesta oficial fue que los integrantes que se retiraron del CAPI “no cumplieron las expectativas”. Además, nombraron como nuevo director del Plan de Manejo a Santiago Serantes, un empresario inmobiliario que en 2015 embistió la canoa en la que viajaba el isleño Víctor Zavala y lo mató. Serantes fue condenado en 2019 con ocho meses de prisión condicional y cinco años de inhabilitación especial para conducir embarcaciones. No se trata de un hecho aislado: cada vez hay más accidentes náuticos por la proliferación de embarcaciones de lujo que atropellan las canoas de los pobladores.
Diego Domínguez, integrante de la Cooperativa de trabajadores junqueros Isla Esperanza que enfrentó a Colony Park, califica lo ocurrido con el consejo asesor como un “boicot”. Para él esto muestra que “hay una intención gubernamental de rehabilitar el desarrollo inmobiliario en el Río Luján y en todo el Delta”.
En caso de quedar sin efecto la medida cautelar de Arroyo Salgado, una serie de proyectos inmobiliarios frenados podrán reactivarse en la planicie de inundación del Río Luján : Nuevo Rincón 2030. Villa Irsa, Barrio San Pedro. Otro emprendimiento que está a la espera de que caiga la cautelar se ubica en el barrio Parque Alegre y es impulsado por Hugo Schwartz, una de los empresarios procesados en el marco del juicio por el barrio Colony Park.
Mientras tanto, pese a que hay una ordenanza de 2019 que prohíbe las construcciones de gran escala en las islas, Hemming explica que el Ejecutivo municipal delega la aprobación de estos proyectos al Concejo Deliberante, que los acepta como “excepciones”. Actualmente están en trámite dos: Delta del Plata y Emprendimiento Rowinco.
«Debajo del negocio inmobiliario hay un impacto social enorme»
El Delta del Paraná es un territorio codiciado para el agronegocio y el extractivismo: la ganadería —los reiterados incendios con los que se busca ampliar la frontera agropecuaria—, la extracción de arena para el fracking en Vaca Muerta o los propios desarrollos inmobiliarios. Todo ocurre mientras el Congreso nacional deja pasar los períodos legislativos sin que se trate la Ley de Humedales. Lo que pasa en Tigre es una muestra de la realidad nacional.
“Hay una acción muy superficial, asistencialista o de la foto de la inauguración de la senda aeróbica o de una calle mientras están privatizando toda la costa. En Tigre quien vive en el continente prácticamente no tiene acceso al río”, denuncia Hemming sobre la política local. Por ese motivo, quienes salieron del CAPI se están rearticulando para seguir su acción de vigilancia y monitoreo por fuera del aparato institucional.
Sobre cómo los barrios cerrados impactan ambientalmente sobre los humedales, Hemming menciona como ejemplo que, en muchas ocasiones, no tienen finalizadas sus obras de cloacas o plantas de tratamiento de residuos cloacales suficientes. “La gente que vive en los barrios cerrados, que cada vez es más, excede la capacidad de sus plantas de tratamiento y estos aportes van al río, más allá de que el río también tiene aportes fuertes de contaminación de las industrias de pinturas, de los frigoríficos y textiles de la cuenca del Reconquista. El crecimiento de la población sin infraestructura genera contaminación”, resume Hemming.
Actualmente el acceso al río en Tigre es complejo. La gente que no tiene movilidad propia o que no puede pagar el boleto de la lancha (privada, pero de gestión y con subsidio estatal), no tiene un espacio gratuito y cuidado donde bajar. No hay recreos públicos y el acceso a los paradores privados es costoso. “El resto está privatizado o abandonado adrede porque con el levantamiento de la cautelar los emprendimientos inmobiliarios se vienen a instalar ahí”, dice la ex integrante del CAPI.
En el mismo sentido, Domínguez apunta: “Por debajo del negocio inmobiliario ligado al turismo y loteos para sectores de altos ingresos, hay desalojos de la población ancestral. El cambio de uso del suelo implica destrucción de las islas, del humedal. Pero además del impacto ambiental, hay un impacto social enorme porque en esas islas hay familias”. “El avance de la propiedad privada y del capital es un proceso intensamente violento que el Estado en sus distintos niveles termina avalando”, sentencia el integrante de Cooperativa Isla Esperanza.
Extractivismo urbano o humedales para vivir, cultivar y trabajar
Esa realidad de despojo está latente en estos días para diez familias de la comunidad del Arroyo Dorado y el río San Antonio, que están bajo amenaza de ser desalojadas por un grupo de empresarios. Los inversores sostienen que cuentan con las papeles que certifican que son dueños de la isla donde viven las familias. Jorge Monzón, uno de los vecinos afectados, señala que ya pudieron frenar dos desalojos, en septiembre y en octubre, y que el próximo plazo vence el 2 de noviembre.
“Somos diez familias que hace 40 años que vivimos acá, ellos vinieron con unos papeles diciendo que son dueños. Estamos en una instancia difícil pero no imposible, vamos a pelear por lo nuestro”, afirma. Y apunta contra dos empresas: Paglietini, fabricante de lanchas, y la inmobiliaria Batellini.
Monzón agrega: “Estos empresarios quieren que el gobierno de Tigre se haga cargo de nosotros. Le pregunté al municipio si tiene diez viviendas y no las tienen. Entonces que se hagan cargo los empresarios”. Las familias afectadas se dedican a la pesca, a la mimbrería, a las huertas, a la construcción de muelles y a la carpintería. “Con eso subsistimos. Ellos quieren la tierra para hacer departamentos y casas y eso afecta el humedal y también los derechos de los niños, que van a la escuela en la isla, y de los ancianos”, argumenta el entrevistado.
El referente de la Cooperativa Isla Esperanza vuelve sobre cómo se vive en el cuerpo y en el ambiente el extractivismo inmobiliario: “El problema ambiental no se puede escindir del problema de la tierra porque hay una relación directa entre destrucción del ambiente y ciertos modelos económicos. El Estado debería darle poder y reconocimiento a los sectores económicos que valoran el ambiente de otra manera”. Esos grupos son las poblaciones isleñas dedicadas a la pesca artesanal, a la mimbrería, a la producción hortícola (con experiencias de agroecología) y la apicultura. El miembro de la cooperativa de junqueros insiste en la necesidad de dar visibilidad a estas actividades para “no caer en la falsa dicotomía entre ambiente y economía”.
“Con la demora en el tratamiento de la Ley de Humedales queda claro que hay grupos económicos que están involucrados en la destrucción del humedal. El tema es hacer visible que hay otros grupos económicos vinculados a su cuidado”, afirma Domínguez. Además de cumplir un rol biológico relevante, estos ecosistemas son la cuna de poblaciones con una identidad cultural, social y económica específica, asociada al ambiente que los rodea. Ante el avance del lobby inmobiliario, el cooperativista resume: “La destrucción del humedal es la destrucción de esos modos de vida”.
Por Manuel Fontenla*, Resumen Latinoamericano, 31 de octubre de 2022.
I. La grieta es una realidad innegable en Andalgalá. Sin embargo, que sea innegable no significa que sea inmodificable. Es decir, no es estática, ni fija, ni a-histórica; es una grieta política y social, que se mueve y modifica al compás de los movimientos que cada sector realiza. Los movimientos del gobierno a lo largo de todo este año han pasado por varias estrategias. La utilización de la fuerza policial, la persecución judicial, la indiferencia, el amedrentamiento, el hostigamiento cotidiano a lxs asambleístas, la complicidad con grupos violentos pro-mineros en el acampe que se realiza en minas capillitas en la ruta de ingreso a Agua Rica.
Sobre este último punto, las acciones y declaraciones de la Ministra de Seguridad respecto al conflicto que se repite cada 15 días, tuvieron el mismo derrotero que las acciones de casi todos los ministros oficialistas: la nada misma. Y, finalmente, la última estrategia, para nada novedosa, fue la que se decidió luego del encuentro entre Jalil y Córdoba, a saber, la creación de una Mesa Científico Técnica, de la cual, hasta el día de hoy, no hay noticia alguna.
La oposición también intento anotarse algún punto a favor, pero no pasó de las críticas al oficialismo por su mal manejo del asunto, y algunas “bien intencionadas” declaraciones sobre el diálogo y la paz, que nunca se concretaron.
Así las cosas, de un lado de la cancha parece que ninguna acción ha logrado “inclinar la balanza”.
Veamos del otro.
II. En Choya se ha formado definitivamente un grupo estable y organizado de vecinos/as informados y convencidos de la destrucción que significará Agua Rica para su pueblo. Tan solo en los últimos dos meses, recibieron en su pueblo, a tres contingentes provenientes de distintas provincias del país, y de distintos puntos de Catamarca. En esos encuentros se realizaron consultorías legales, asesoramiento jurídico, colectas económicas para sostener los cortes, y se debatieron estrategias políticas y sociales para lo que los choyanos entienden como una lucha irrenunciable. Como parte de esos intercambios, la Asamblea el Algarrobo, junto al pueblo de Choya y más de 30 organizaciones nacionales organizaron un festival que se desarrolló este pasado sábado 22 y domingo 23.
El Festival “Puentes de Agua”, tuvo como protagonistas artísticos alos reconocidos y comprometidos cantautores Jorge Fandermole y Carlos “El negro” Aguirre. En la parte comunicativa, se destacó la presencia del también reconocido periodista ambiental Darío Aranda, el científico Guillermo Folguera y el documentalista Patricio Escobar. Junto a más de 100 personas provenientes de distintos puntos del país, Andalgalá y Choya se vieron colmadas de periodistas, comunicadores, activistas, ambientalistas y asambleístas que durante dos días intercambiaron, compartieron y trazaron acciones de lucha y resistencia.
Rosa Farías junto a Dario Aranda en la Radio el Algarrobo, en el programa La voz del Algarrobo que lleva 11 años al aire. Foto: Susi Maresca
El sábado se realizaron las acciones en la plaza 9 de julio en el corazón de Andalgalá y luego se realizó una más de las históricas caminatas, la N° 664, que fue realmente multitudinaria, y que llevo su canto y su voz por el domicilio del fiscal Martin Camps y de la Comisaria donde estuvieron detenidos los integrantes de la Asamblea el Algarrobo.
Otro punto fuerte del Festival, fue la participación de los pueblos indígenas de Catamarca. Del encuentro participo la Unión de Pueblos de la Nación Diaguita, con representación de comunidades de Santa María, Aconquija y Belén (aquellas mismas que el gobierno había querido pasar por pro-mineras). Las comunidades plantearon un rotundo NO, a la destrucción de sus territorios y mostraron una potente unidad de acuerdo en la defensa de sus modos de vida, sus cerros y sus ríos.
El domingo las actividades se realizaron en Choya, y una comitiva de periodistas y comunicadores viajo al corte de altura en minas capillitas. A pesar de la poca difusión local, es importante reiterar que el día miércoles 20, es decir, dos días antes del festival, el acampe que sostienen los vecinos de Choya fue destruido en medio de la noche, y todas sus pertenencias fueron robadas. Un misterio digno de una película de Sherlock Holmes ya que, en el lugar, sin exagerar, no hay nada, pero nada en kilómetros alrededor, más que una casilla de policía a 30 mts del lugar del hecho. Es difícil saber si la policía es realmente tan inoperante como para no ver un robo en su propia cara, o si el gobierno está tan desesperado como para “dispararse el pie” en un intento tan inútil como ridículo para creer que esas acciones sirvan de algo. Lo cierto es que toda una comitiva nacional se llevó registros audiovisuales y pruebas para denunciar en distintos organismos de derechos humanos y de violencia institucional, lo que sucede “cerro arriba”.
Las actividades cerraron en el mítico espacio de la Asamblea el Algarrobo, donde se compartieron proyecciones audiovisuales de Antofagasta, Ancasti, la misma Andalgalá y también del Chubutazo del año pasado, de la mano de integrantes de la asamblea No a la Mina Esquel, que hicieron el largo viaje hasta nuestros pagos.
III. Así como no hay miradas “objetivas” de la realidad, tampoco hay “balanzas” objetivas para señalar hacían donde se inclina un conflicto. Sin embargo, los hechos, las percepciones sociales, las emociones y acciones colectivas y las repercusiones mediáticas ayudan a observar tendencias. Para quienes miran de afuera, para la realidad que se comunica desde Andalgalá hacia el país, la tendencia es clara: los pueblos no están dispuestos a renunciar a su lugar de vida. La defensa del territorio es una realidad inapelable. Las amenazas varían, aquí es Agua Rica y Livent, allá será Monsanto o Barrick Gold, o Porta o los incendios o el negocio inmobiliario. Pero frente al consenso de defensa territorial, la mentira del progreso cada día pierde adeptos y con sus patas cortas, ya casi que se arrastra. De igual manera, para el adentro de Catamarca, quienes están a favor de la minería siguen repitiendo estrategias sin efectos. Ni las acciones del gobierno, ni las de la empresa logran desmoralizar a su contrincante, ni restarle fuerza, ni poner en duda la determinación ni la voluntad de defensa de los choyanos y andalgalenses. Su única estrategia sigue siendo, invisibilizar y perseguir a quienes se enfrentan al negocio minero. Pero, parece que eso, tampoco alcanza.
Si la balanza continúa inclinándose hacia el mismo lado, podría ser que tanto la Grieta como Agua Rica corran la misma suerte: cerrarse.
(*) Licenciado en Filosofía y Dr. en Estudios Sociales de América Latina (CEA-CONICET)
Nora Moyano es una activista apasionada en la defensa del agua en Mendoza. Pertenece a la Asamblea por el Agua Pura de las Heras. En el 2019 fue imputada por el supuesto secuestro de «los beneméritos de la patria», los y las diputadas de Mendoza en las jornadas por la defensa del agua donde se tiró abajo la llamada por el pueblo «ley cianuro». Ahora reafirman la imputación y le niegan el sobreseimiento. En una entrevista con Resumen Latinoamericano Nora afirmó que ante tal canallada no la van a amedrentar y seguirá en la lucha por el agua.
Ante la imputación y negación de sobreseimiento, y por tanto continuación de un juicio acusatorio, preguntamos: ¿De qué se acusa a la compañera Nora? ¿Por qué se acusa a Nora?
-Se acusa a nuestra compañera de “privación ilegal de la libertad” de los legisladores el día 17 de diciembre de 2019, cuando sancionaron una modificación a la Ley provincial 7722 a fin de permitir el uso de sustancias químicas tóxicas en la minería.
Ese día, más de tres mil personas manifestaron su protesta en las puertas de la Legislatura provincial, vallada y rodeada de fuerzas policiales. Fue ahí que se iniciaron las maravillosas jornadas de diciembre del 2019, en que decenas de miles de vecinos y vecinas, asambleístas, autoconvocados, sindicalistas, estudiantes y organizaciones protestaron multitudinariamente durante 10 días, logrando finalmente que el gobernador Rodolfo Suárez, derrotado por la pueblada, retirara el proyecto de ley cianuro y restituyera la Ley 7722, «guardiana del agua». Fue un triunfo histórico del pueblo mendocino, celebrado más allá de nuestras fronteras provinciales y nacionales.
-Nora fue una entre miles que ese 17 de diciembre protestamos frente a la Legislatura provincial. ¿Por qué esta imputación contra ella y no a la mayoría del pueblo mendocino? ¿Por qué se la culpabiliza solo a ella y no se quiere tener en cuenta la pueblada masiva que se manifestó durante 10 días? Sin duda se trata de una persecución política dirigida a una militante y referente de las Asambleas defensoras del agua en Mendoza. Se pretende con ello disciplinar a los militantes ambientalistas para que no sigan defendiendo ese bien común tan preciado e indispensable en nuestra provincia, mientras se sigue presionando para derogar esa ley, cuya implementación demandó tantas luchas y que se convirtió en modelo para otras provincias.
-Se acusa a nuestra compañera de haber ejercido el derecho de protesta. Protestar es un componente fundamental de toda democracia. Involucra derechos fundamentales como peticionar a las autoridades y expresarse en libertad, pues la democracia no consiste en votar cada 4 años y quedarse luego callado y encerrado durante esos cuatro años. Más aun cuando está en juego el asegurar la salud de la población y la protección del medio ambiente.
Todxs somos Nora.
NO a la criminalización de la protesta.
Sobreseimiento de cualquier cargo a la compañera Nora Moyano.
La ley 7722 no se toca.
EL AGUA NO SE NEGOCIA
Foro Pensar Horizontes
Mendoza, 30 de octubre 2022
Entrevista con Nora Moyano en Resumen Latinoamericano tv:
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