27 de diciembre de 2011

CAÑUELAS: LOGRAN IDENTIFICAR LOS RESTOS DE TOMÁS ADOLFO PAREDES.

Cañuelas, 27 de diciembre de 2011
Logran identificar a un desaparecido de 1976
La Justicia determinó que un hombre acribillado durante la dictadura frente al predio de SMATA y enterrado en el cementerio de Cañuelas era un riojano de 47 años.
Mediante la comparación de huellas dactilares se determinó su identidad.
LA PLATA (De nuestro corresponsal) Secuestrado el 7 de mayo de 1976 de la Capital Federal, nunca más se supo de su vida.

A más de 35 años la Justicia determinó que el cuerpo encontrado en un descampado de la zona rural de Cañuelas correspondía a Tomás Adolfo Paredes y que había sido depositado en el cementerio municipal de Cañuelas con varios impactos de bala.

La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal dictó la resolución mediante la cual logró la identificación de una nueva persona que se encontraba desaparecida.

La justicia porteña de este modo acrecentó el número de personas identificadas de los desaparecidos durante el período 1976/1983, de la última dictadura militar, con lo que la cifra de casos resueltos asciende a 233 identificaciones.

La mencionada Cámara continuando con las tareas tendientes a determinar el destino de aquellas personas cuyo paradero se desconoce y que han sido calificadas como “desaparecidas” formalizó la identificación de una nueva persona que se encontraba desaparecida mediante un cotejo dactiloscópico.

Así lo informó el juez Horacio Cattani, de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal.

Paredes, de 47 años, nacido en La Rioja, había sido privado de su libertad y un día después fue hallado con disparos de arma de fuego en un descampado en Cañuelas. Pero en esos momentos y durante décadas fue un NN.

En su momento el caso había llegado al extinto juzgado Penal N° 6 de La Plata y sus actuaciones fueron fechadas el 8 de mayo de 1976, por la aparición de un cadáver sin identificar y al que registraron con el nro. 41.284/76, caratulado “N.N –Victima de homicidio-Cañuelas”.

En el expediente original se da cuenta del hallazgo de una persona sin vida, de sexo masculino, a la altura de la ruta nacional 205 y la ruta nacional 3, frente a los campos de deportes y recreación del sindicato SMATA, en Cañuelas, donde se advirtió que “había sido observada tierra recientemente removida (lo) que daba la sensación de que allí se podían encontrar sepultado un cadáver”.

El médico policial que llevó adelante la autopsia concluyó que el occiso “presenta una multiplicidad de lesiones, todas ellas con las mismas características, disparos de arma de fuego, en total 32” y que los mismos “fueron efectuados desde corta distancia”.

Según supo luego la justicia, los restos del “N.N. masculino” fueron inhumados en el cementerio de Cañuelas.

La misma sepultura fue usada en 1980 y en el 2006, por lo que no fue posible su recuperación y entrega a sus familiares.

Sus hijos, Adolfo Rogelio y Guillermo Silvio Paredes se habían puesto a disposición del Tribunal.

En ese entonces las huellas dactilares del desconocido fueron remitidas a los archivos de la Policía Federal. Eso permitió establecer a quién pertenecían las huellas del cadáver número 135.046.

El peritaje de la policía Científica de la Gendarmería Nacional pudo establecer la correspondencia de esas marcas dactilares con las de Tomás Adolfo Paredes y dictar que “las huellas indubitadas insertas en el formulario nro. 1 correspondiente a Tomas Adolfo Paredes, libreta de enrolamiento nro.6.702.274, se corresponden con las impresiones dubitadas estampadas en el prontuario cadáver nro.135.406, rollo 207 de la Policía Federal Argentina”.

Entre los documentos recolectados figuran el certificado de la inscripción de la defunción en el acta nro.78 del año 1976 del Registro Provincial de las Personas, delegación Cañuelas; la constancia que da cuenta de la inhumación del cadáver en el cementerio municipal de Cañuelas, en la sepultura 14, hilera 7°, sección M y el sobreseimiento provisorio dictado por el juzgado interviniente el día 21 de diciembre de 1976.

Durante la investigación también se recabó que la mencionada sepultura fue usada con fechas 24 de noviembre de 1980 y 16 de marzo de 2006. Para los magistrados esa circunstancia impide la recuperación de los restos y su posterior entrega a los familiares.

Los camaristas dispusieron además remitir testimonios del legajo de Paredes al Juzgado Federal N° 3 de la Capital Federal en donde se tramita el expediente “Suarez Mason, Carlos G. y otros s/homicidio, privación ilegal de la libertad” ya que el lugar donde fue hallado el cuerpo acribillado se encontraba comprendido dentro de la jurisdicción del Primer Cuerpo del Ejército.
Fuente:ElCiudadanoCañuelense

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