5 de octubre de 2013

CÓRDOBA-MEGACAUSA LA PERLA: TESTIGO MARTA SUAREZ - TESTIMONIOS DÍAS 84 Y 85.


Megacausa La Perla: memoria de un despojo alevoso 
La testigo Marta Suárez, hermana de Osvaldo y Silvia, secuestrados en enero de 1976, reveló cómo su familia fue obligada a “entregar su patrimonio”, a través de un falso poder notarial con la firma de su hermana desaparecida.

Por Alexis Oliva

Por teleconferencia desde la embajada argentina en Berna, Suiza, declaró ayer Marta Herminia Suárez en el proceso por los crímenes de lesa humanidad cometidos en Córdoba. Su testimonio se centró en las desapariciones de sus hermanos Silvia y Osvaldo y su cuñada Dina Silvia Ferrari, producidas antes del golpe del 24 de marzo de 1976, que se atribuyen al Comando Libertadores de América –versión cordobesa de la banda ultraderechista Triple A- y forman parte de la causa “Vergez”.


La testigo relató cómo Osvaldo y su esposa fueron secuestrados de su departamento en barrio Alberdi junto con Humberto Anone y Manuel Enrique Cohn, el 8 de enero de 1976. Al enterarse, su otra hermana Silvia y su esposo Miguel Martínez intentaron salir de Córdoba, pero ella fue secuestrada en plena tarde en la céntrica esquina de Chacabuco y Junín (hoy Illia).

Ni Marta ni sus familiares tuvieron noticia del destino de los secuestrados, hasta que ella misma estuvo recluida tres días en el centro clandestino de detención de la ESMA, en Buenos Aires. Allí le preguntó a su torturador si sabía algo sobre sus hermanos secuestrados. El represor salió, “le preguntó a alguien” y al volver “con voz de pésame” le dijo: “Tengo que darte una mala noticia. Tus hermanos están muertos”.


El saqueo “certificado”

Al recuperar su libertad, se exilió primero en Brasil y luego en Suiza, donde aún reside. Allí se enteró que sus familiares eran acosados por los represores “para quedarse con toda la fortuna” que había acumulado su padre, un reconocido odontólogo por entonces ya fallecido. “Mi familia había quedado muy desprotegida y no había logrado ningún resultado en la búsqueda de mis hermanos. Las personas que se comunicaban les exigían tres millones de dólares, lo que estimaban correspondía a la herencia de mis dos hermanos desaparecidos. Parece que sabían que estaban muertos”, razonó la testigo.

Ante la extorsión, la madre de Marta intentó vender su parte del patrimonio familiar. “En esa venta aparecen dos personajes, un vecino, Héctor Martín Sueldo y su amigo Fernando Perdomo”, quienes “intervienen muy activamente y consiguen el comprador: un abogado Félix Gigena”, narró Suárez. Pero el acoso no terminó ahí.


“Estaban sometidos a una situación imposible, porque no podían seguir vendiendo -continuó la testigo-. Ahí Sueldo, con un comportamiento ambivalente, por un lado conteniendo y por otro ejerciendo mucha presión sobre mi madre, le dice: ‘Esta gente es muy peligrosa. Es el Comando Libertadores de América’”.


Finalmente, a través de “un escribano conocido de Sueldo”, falsificaron un poder en el que su hermana desaparecida le cedía a su hermano menor sus propiedades para poderlas enajenar. “Con ese documento, luego amenazaron a mi hermano, y tuvo que ir cediendo el resto de las casas, que hoy están ocupadas por parientes de estas personas”, concluyó Suárez. Luego de que la testigo ofreciera copia de ese poder notarial, el fiscal Facundo Trotta pidió al Tribunal que se ponga al tanto a la Fiscalía de Instrucción para que se investigue lo denunciado por la testigo.


La abogada Lilan Luque, quien representa a la familia Suárez, explicó a El Argentino que para perpetrar este despojo se contó con la complicidad de “un escribano público, cuyos datos quedaron asentados en el acta de la audiencia, que labró un documento, donde mintiendo dijo que Silvia Graciela Suárez comparecía ante él siendo soltera, lo que tampoco era cierto, para darle un poder a su hermano menor que estaba siendo objeto de la extorsión”.


Además, Luque consideró: “Los represores se autoproclamaban y lo siguen haciendo como defensores de la moral occidental y cristiana, por lo tanto los hechos como las apropiaciones de bienes, los robos, las extorsiones y las violaciones no entran en ese marco. Estos casos demuestran tal cual lo que fueron: ningún tipo de cruzados, sino… eso”.


Nuevos testigos

El abogado querellante Miguel Ceballos -con el apoyo de la fiscalía- solicitó que se cite a declarar como testigos en el expediente por la masacre de la familia Pujadas -acumulado en la megacausa La Perla- a Mario Ignacio López y Teresita Molina, quienes fueron entrevistados por la periodista Betina Marengo para un artículo publicado en el diario La Mañana de Córdoba.

Se trata del bombero que bajó a un pozo donde fueron arrojadas las víctimas, cerca de la ruta 5 hacia Alta Gracia, y advirtió que “alguien respiraba”, y la enfermera que atendió en el Hospital de Urgencias a la sobreviviente Mirta Bustos, esposa de José María Pujadas (hijo). El pedido fue aceptado por el Tribunal Oral Federal Nº 1.




Megacausa La Perla: “El exilio no era la libertad”
Por Alexis Oliva
Soledad García, pareja del gremialista Eduardo Requena -desaparecido en julio del ‘76-, sumó nueva evidencia de la represión a los dirigentes sindicales combativos. También testificó Ángel Villanueva, hermano de Ana, asesinada en junio del ‘76.

En el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en los campos de concentración del Tercer Cuerpo de Ejército en Córdoba declaró Soledad Edeweis García, dirigente sindical y ex presa política, sobre la desaparición de su pareja y compañero de militancia en el gremio docente, Eduardo Requena.


El 23 de julio de 1976 Requena fue secuestrado junto a Julio Roberto Yornet en el bar Miracles, del centro de Córdoba, y llevados al campo de concentración de La Perla, donde antes de ser asesinados fueron vistos con vida por varios testigos. Ese día se iba a realizar una reunión de militantes que integraban la Mesa de Gremios en Lucha -formada luego del golpe de Estado policial de febrero de 1974-, que tuvo “un montón de compañeros y compañeras desaparecidas”, afirmó la testigo.

La propia García había sido secuestrada el 9 de marzo de 1976, cuando con otros integrantes de esa mesa preparaba una movilización en la zona fabril de Ferreyra. Junto con Rafael Antonio Flores, secretario general del Sindicato del Caucho, fue llevada al Departamento de Informaciones (D2) de la Policía de Córdoba.

Mientras tanto, un obrero que pasaba en el colectivo reconoció al “inconfundible Citroën amarillo de la Sole García con una persona rara” y dio el alerta a sus compañeros de trabajo y militancia, que junto a su familia rápidamente acudieron al centro de detención policial para reclamar que fuera legalizada.

“Los primeros días fueron de terror, porque sabíamos que había compañeros que habían secuestrado y no habían vuelto. Yo hubiera querido que me interrogaran, pero eran personas enardecidas y enloquecidas golpeándote. Nuestra movilización era completamente legal, entonces no hicieron demasiadas preguntas, sino gritos, patadas, golpes”, recordó la testigo, quien también fue sometida a las torturas por asfixia conocidas como “mojarrita” y “submarino”, además de simulacros de fusilamiento.

Además, García refirió que en el D2 escuchó a que los represores “se referían a ellos mismos como ‘la patota’, que salía a buscar gente para torturar”. Entre los torturadores, identificó a Miguel Ángel “Gato” Gómez, quien “quiso que lo viera”. “Tenía ojos saltones y claros, boca muy grande, y decía que era nacional-socialista, que tenía problemas con los judíos”, describió.

“Si yo pudiera recordar, en el sentido de revivir todo lo que me pasó, no podría estar tranquila acá –expresó la testigo ante el Tribunal-. Trato de pensar que es algo que ya me pasó. Es durísimo recordarlo, porque a uno lo atraviesa. Aunque nosotros sabíamos que podía pasarnos algo, porque éramos luchadores sindicales y defendíamos los derechos y la vida de los trabajadores”.

Luego de ser puesta a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, fue recluida en la Unidad Penitenciaria Nº 1 (UP1) de barrio San Martín y luego trasladada al penal de Devoto en Buenos Aires, desde donde en 1980 partió al exilio en España.

Sobre el final de su relato y con lágrimas en los ojos, García manifestó: “Yo a la libertad no la recuperé, porque a mí me obligaron a la opción por salir del país. ¡Qué paradoja! Yo no quería irme, porque en la cárcel me enteré que mi compañero estaba desaparecido. Pero mi familia y mis compañeros me insistían en que me fuera, hasta que un día, con mucha rabia, le dije a mi hermana en el locutorio: ‘Me voy a tener que ir’. Yo no era nacionalistoide ni nada, pero no me quería ir, porque el exilio no es la libertad”.

El bolso de Ana
En la audiencia de ayer, también declaró Ángel “Tito” Villanueva, hermano de Ana Villanueva, la militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) que fue fusilada con su novio Jorge Diez y Carlos Delfín Oliva por el Comando Radioeléctrico de la Policía, el 2 de junio de 1976.

El testigo corroboró el testimonio de Graciela Geuna, ex compañera de su hermana y sobreviviente de La Perla, a quien en el campo de concentración “(Gustavo) Diedrich y (Ernesto) Barreiro le hicieron reconocer un bolso tejido que pertenecía a Ana”.

“Ellos sabían de quién era el bolso –aseveró el testigo-, y le mostraron a Graciela un papel manuscrito por mi hermana. Según Graciela, eran anotaciones referidas a ‘qué hacemos frente al golpe (de Estado)’. Entonces, Diedrich le dijo que lea eso y que lo interprete como si estuviera en una reunión de la JUP, a lo que Graciela se negó”.
Fuente:InfoNewsCdba.
Envío:Agnddhh




Jueves 03 de Octubre de 2013
La Perla: el TOF1 citará al bombero López como testigo de la causa Pujadas
A pedido de la querella, será convocado el rescatista que sacó los cuerpos del pozo camino a Alta Gracia, y que habló en exclusiva con LA MAÑANA de CÓRDOBA.


El Tribunal Oral Federal Nº 1, que juzga la megacausa La Perla citará como testigos de la causa Pujadas al bombero Mario López y a la enfermera Teresita Molina de Cáceres, cuyas historias fueron publicadas en la edición del diario LA MAÑANA del pasado martes 1 de octubre.

El pedido fue cursado durante la audiencia de ayer por los abogados Miguel Ceballos y Hugo Vaca Narvaja, querellantes de la causa por la masacre de la familia Pujadas, y aceptada por el TOF1. Asimismo, la Fiscalía también apoyó la necesidad de citar a López y Molina, dos testigos que hasta la entrevista de este diario no habían contado su historia.
La causa Pujadas integra el expediente Barreiro (por el “Nabo” Ernesto Barreiro, jefe de los torturadores del centro de detención ilegal y torturas La Perla) dentro de la megacausa.
Meses atrás, en su testimonio ante el Tribunal, Cecilia Suzzara y Liliana Callizo, sobrevivientes de La Perla, coincidieron en afirmar que el represor Héctor Vergez, ex jefe del Comando Libertadores de América (CLA) y ex jefe de La Perla, se había adjudicado la masacre de la familia Pujadas. “Vergez siempre se jactaba de cómo los habían tirado en un pozo y los dinamitaron”, afirmó Calliza, que también involucró a Barreiro en la matanza.
La masacre de los Pujadas fue el 14 de agosto de 1975, casi tres años después de que el hijo mayor de la familia, Mariano, fuera asesinado en los fusilamientos de la base naval de Trelew, junto a otros 15 integrantes de Montoneros y del ERP.
En la madrugada de ese día, una patota del CLA secuestró a cinco miembros de la familia: el padre, la madre, dos hijos, y la esposa de uno de éstos. Fueron llevados a un campo cercano a Alta Gracia, donde los mataron a balazos, los tiraron a un pozo de agua y dinamitaron los cuerpos. Mirta Bustos, nuera del matrimonio Pujadas, sobrevivió pese a todo. El bombero Mario López participó en el rescate de los cuerpos, y fue el primero que comprobó que Mirta estaba viva, según le contó a este diario en la nota citada. Teresita Molina fue una de las enfermeras que la atendió durante su convalecencia en el viejo Hospital de Urgencias.
“Yo espero que estos testigos puedan declarar pronto. Al darse cuenta de que estaba viva, López le salvó la vida a Mirta Bustos”, señaló ayer Vaca Narvaja, al explicar la importancia de estos nuevos testimonios.
Fuente:LaMañana
Envío:exPPCdba.PorLaPatriaGrande


Día 84: 03-10

12:39 Cuarto intermedio hasta mañana a la 10:00. 

12:28 El Dr. querellante Miguel Ceballos propone testigo nuevo

Es por el hecho del asesinato de la familia Pujadas en manos del Comando Libertadores de América que surgieron a partir de un artículo publicado por Betina Marengo en La Mañana de Córdoba. 

12:25 Culminó el testimonio de Marta Suarez

El fiscal Trotta correrá vistas a la fiscalía correspondiente para que investigue los robos de propiedades de la familia
 

12:19 Abogados cómplices

"Cuervos", como se los llama vulgarmente, la historia de los Suarez estuvo atravesada por muchos de estos personajes. LLos apellidos "Perdomo", "Sueldo" y "Gigena" aparecieron rondando a la familia en los momentos de mayor desesperación e intervinieron de disintos modos en las ventas y cesiones de la fortuna a las personas que extorsionaban desde la oscuridad. Hoy son ocupantes de las propiedades
"El avance de este juicio para la comprobación de la desaparición forzada de mis hermanos va a ayudar a que las denuncias por usurpación sigan".

11:50 Ladrones sin límites

Marta Suarez detalla las circunstancias que debió atravesar la familia después de los asesinatos de Osvaldo, Silvia y sus respectivas parejas. Ella pudo exiliarse con ayuda de la asamblea de DDHH y de algunas embajadas. Cuenta que quienes quedaron en el país, su hermana y su otro hermano, fueron constantemente amenazados y presionados: "Exigían las herencias de mis dos hermanos".
"Mi familia estaba muy desesperada, no sabían a dónde recurrir". Mientras Marta estuvo en el exilio, la familia vendió todo para cumplir con las exigencias de estas personas desconocidas que los extorsionaban y solicitaban parte de la fortuna del padre, quien había sido un famoso médico, dueño de una línica y que poseía numerosas propiedades y campos. El colmo del dolor es relatado por Marta: le hicieron firmar un poder a nombre de su hermana, quien estaba desaparecida.
Ese documento es presentado por la testigo a través de la pantalla. "Con este documento, amenazaron a mi hermano, y tuvo que ir cediendo el resto de las casas, que hoy estan ocupadas por estas personas".

11:40 Una mala noticia 

Aunque no es parte de los hechos que se juzgan, Marta cuenta que ella misma permaneció secuestrada en la Esma durante tres días, donde fue sometida a tormentos y torturas. Cuando le preguntó al torturador si conocía algo sobre el destino de sus hermanos -a quienes habían secuestrado en Córdoba- el hombre salió a preguntarle a alguien y, después de averriguar, volvió con tono apesadumbrado: "Tengo que darte una mala noticia: tus hermanos están muertos". 

11:36 El secuestro de Silvia Suarez

Pudo recontruir por el relato de la familia que a Silvia la secuestraron en la Vía Pública, en una calle muy concurrida de Córdoba y que resistió con forcejeos antes que la introdujeran en el vehículo. 

11:28 El secuestro de Osvaldo Suarez y Silvia Ferrari

Son el hermano y la cuñada de la testigo quienes desaparecieron de su domicilio particular en enero de 1976. La madre descubrió su ausencia cuando acudió al departamento para alertar sobre el secuestro de otra compañera y amiga. La casa estaba revuelta y ya se los habían llevado.
Junto a ellos secuestraron a otro militante: Humberto Anonne
 

11:14 Comienza el testimonio

"Los que quedamos los seguimos buscando", dice Marta y cuenta que es la única hermana mujer que queda viva. "En nuestra familia los tenemos presentes afectuosamente, los llevamos en la memoria y deseamos profundamente el esclarecimientod de sus muertes". Marta habla de un dolor  y un perjuicio moral y psiquico causado por la impunidad de tantos años: "heridas que no podemos sacar".
"Al tribunal no pusimos sentimientos de odio ni venganza. Sólo busco respuestas a muchas preguntas. Dónde están? Qué sufrieron? Quiénes son los responsables de sus tormentos?. Son preguntas para las que no tenemos respuestas y que se traspasan a las nuevas generaciones. Hoy son mis nietos que con sus voces infantiles preguntan ¿Donde están? ¿Qué les pasó?" 

11:10 Testigo 153: Declara Marta Herminia Suárez 

11:09 Videoconferencia desde Berna-Suiza

Será para escuchar el testimonio de Marta Herminia Suarez. Declarará por el caso del que resultaron víctimas su hermana, Silvia Suarez quien está desaparecida desde el 10 de enero de 1976 y su hermano Osvaldo Suarez desaparecido desde el 8 de enero del mismo año.


Día 85: 03-10

13:56 Finalizó el testimonio de Soledad García

Cuarto intermedio hasta las 10:30 del martes que viene.
"Alguno podrá morir tranquilo o seguir viviendo tranquilo cuando digan el destino de los nuestros y de los niños desaparecidos. Porque no podrán con sus vidas mientras a eso no lo revelen"

13:00 Eduardo

"Era básicamente un hombre un ser humano con mucho compromiso en sus ideas, en sus convicciones", así recuerda la testigo a su compañero de vida, Eduardo Requena, visiblemente emocionada.

Soledad reconstruye el hecho de su desaparición. Había una reunión de la Coordinadora de Gremios prevista en el bar Miracles, de Av. Colón. "Un primo que vivía cerca y siempre iba al bar me contó que pudo ver el operativo. Que lo tenían agarrado y que con el rostro logró dar aviso a algunos compañeros para que se retiraran y no los agarraran. A Tito Yornet lo agarraron". 

12:58 Diecisiete educadores

Soledad nombra uno a uno, la lista elaborada por el gremio de la UEPC de docentes desaparecidos y que pasaron por La Perla. "Hay más de 600 docentes desaparecidos en todo el país". 

12:50 "Me voy a tener que ir"

Soledad se conmueve hasta las lágrimas al recordar la conversación con su hermana, mientras estaba en la Penitenciaría de San Martín. "Hablabamos por medio de un vidrio, y yo dije 'me voy a tener que ir'... nunca conté la rabia con la que dije esa frase. Yo tenía a mi compañero desaparecido. Irme por qué!? porque estos eran dueños de la vida y la muerte."

12:35 Lo difícil del recuerdo

"Me siento rara, si yo pudiera recordar, en el sentido de revivir todo lo que me pasó, no podría estar tranquila acá. Trato de pensar que es algo que me pasó, que ya me pasó. Es durísimo recordarlo, porque a uno lo atraviesa. Sabíamos que podía pasarnos algo, yo era luchadora, defendíamos los derechos y la vida de los trabajadores". 

12:31 El torturador que cantaba

"Quiso que lo viera". Así habla Soledad García del Gato Gómez, su torturador. "Tenía ojos saltones, claros. Boca muy grande. Decía que era nacional socialista. Lo escuchaba cantar La Sevillana y otras canciones que yo reconocía porque soy una persona que le gusta mucho la música la canción".

12:14 Departamento de Informaciones

El 9 de marzo de 1976, mientras se encontraba junto a otro compañero preparando la movilización de los Gremios en Lucha, fue secuestrada y llevada al Departamento de Informcaiones: "Recuerdo lo horroroso de los gritos de personas, a un torturador cantando, chistes entre ellos. Los primeros días fueron de terror porque sabíamos que muchos no iban a aparecer".
Sigue Soledad García: "yo hubiera querido que me interrogaran, en el sentio de tener una entrevista. Pero siempre fue por medio de torturas, golpes, abusos"

12:00 Testigo 155 - Declara Soledad García

Viene a declarar por los hechos de que resultó víctima y por el secuestro de Eduardo Requena, quien fue su compañero de vida y está desaparecido desde el día 23 de julio de 1976.
Ambos se conocieron a través de la militancia gremial, en la Coordinadora de Gremios en Lucha que se conformó después del Navarrazo. Soledad formaba parte de UEPC.

11:54 Terminó el testimonio de Tito Villanueva.

Se trató de un testimonio particular, plagado de detalles de época ya que el testigo tiene una memoria fotográfica y revivió como si fuera hoy cada una de las anécdotas que narró ante el Tribunal. La ropa, la música, los accesorios de moda, los cigarrillos, los muebles de la época  fueron descriptos y mencionados trayendo imagenes claras y precisas que hicieron a cada uno sentirse en la década del 70.
 

11:30 Los hermanos Casas

"Tito" Villanueva aprovecha la instancia de su testimonio para narrar un episodio que le tocó presenciar por causalidad. La "detención" por parte de militares uniformados, de dos albañiles que estaban trabajando en una obra en el barrio Arguello, cerca de su domicilio.
"Este año llegó a mi correo electrónico una invitación a los árboles de la vida. Iban a plantar uno en ese exacto lugar en memoria de dos hermanos de apellido Casas, albañiles, secuestrados en agosto de 1976".
Además, agrega que sucedió un día jueves, y que lo recuerda porque ese día tenía su segunda cita con una novia. "Veo que usted tiene bien delimitadas las fechas en relación a los noviazgos", acota el querellante Orosz y el comentario despierta sonrisas entre todos los presentes.
 

11:22 El Bolso de Ana

En 2007 volvió a encontrarse con "la Gringa", Graciela, a través de otro sobreviviente, Ricardo Scalet. "Nos encontramos en El Ruedo, y para mí fue una gran alegría porque encontrarla era encontrar una partecita de mi hermana". Angel cuenta que no pudo escuchar a Graciela cuando le contaba los tormentos sufridos, los golpes y sesiones de tortura. "Era algo que me parecía incomprensible". Graciela le contó que durante su cautiverio, los militares le mostraron el bolso de Ana y todo su contenido entre los que había algunas notas personales y apuntes de una reunión. 

11:18 "Qué alto estás"

Cuenta la estrecha amistad que mantenian Graciela y su hermana Ana Villanueva, quien hoy está desaparecida. Y recuerda la última vez que vio a Graciela en su casa, junto al "Vasco", su marido, de nombre Jorge Cazorla en abril de 1976. A él, que era el hermano menor, le palmearon la cabeza y le dijeron "pero qué alto estás".  Eran compañeros de la Juventud Universitaria Peronista.
Ese año vino la noche. Casi todos los compañeros fueron detenidos, algunos no volvieron a aparecer nunca más.

11:00 Testigo 154 - Declara Angel Guillermo "Tito" Villanueva

Conozco a esta persona. Dice y señala con un índice acusador a Luciano Benjamin Menéndez
Fue querellante en la causa Roselli, en el año 2012, por el asesinato de su hermana. Viene a declarar a esta causa citado como testigo de esta megacausa por el caso del que es víctima Graciela Geuna, sobreviviente de La Perla, testigo y querellante, quien ya declaró. 

Fuente:DiariodelJuicio

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