5 de octubre de 2013

JUJUY: Testigo víctima identificó a cuatro de los cinco acusados como integrantes del aparato represivo-9ª y 10ª Audiencias.

Testigo víctima identificó a cuatro de los cinco acusados como integrantes del aparato represivo
04/Octubre
2º juicio 03oct 01Juan Felipe Noguera, testigo víctima que declaró en el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en la provincia de Jujuy, reconoció a cuatro de los cinco acusados como los represores que cumplían funciones en el penal de Villa Gorriti durante su detención. 

En el segundo juicio oral y público que se lleva a cabo en Jujuy por los delitos cometidos durante la última dictadura cívico milirar, se develan las causas por la desaparición y el asesinato de Dominga Álvarez de Scurta y las desapariciones de Osvaldo José Gabriel Giribaldi, Jorge Turk, María Alicia del Valle Ranzoni, Juana Francisca Torres Cabrera, Pedro Eduardo Torres Cabrera y Jaime Lara Torres.

Ante un pedido de una de los abogadas de las querellas, María José Castillo, que fue aceptado por el Tribunal Oral Federal en lo Criminal N° 1, Noguera, identificó a cuatro de los cinco procesados, que están acusados de secuestro, tortura y tormentos, entre otros delitos.

Noguera reconoció a los hermanos Carlos Alberto y Ricardo Ortiz, Herminio Zárate y Mario Marcelo Gutiérrez, mientras dijo desconocer al quinto procesado, César Díaz. Todos ellos cumplían funciones en el penal de Villa Gorriti, donde en aquel tiempo alojaban a presos políticos y practicaban sesiones de tortura.

En el caso de Ricardo Ortiz, quien pertenecía al área de inteligencia del ejército, lo señaló como quien lo amenazó de muerte delante de su madre, cuando fue puesto en libertad en el Regimiento de Infantería Mecanizada 20.

A los cuatro identificados, Noguera los indicó como integrantes de una “patota”, ya que los identificó como los guardiacárceles que ingresaban a los pabellones 1 y 4 de Villa Gorriti, donde alojaban a los presos y presas políticos, para realizar “violentas requisas”. Además, eran los responsables de los traslados de los presos a los centros clandestinos de detención, además de practicar tormentos físicos y sicológicos.

El testigo relató al Tribunal que fue detenido en tres oportunidades: la primera, en 1974, duró 10 días; la segunda, en 1975, duró 6 meses, y la última, en abril de 1976, se extendió hasta 1978. En ese último cautiverio, recorrió el penal de Villa Gorriti; la cárcel de Devoto, en Buenos Aires; la Unidad Carcelaria 9 de La Plata y el penal de Sierra Chica, de donde fue finalmente liberado después de haber pasado por los centros clandestinos de detención La Perla y La Riviera, en la provincia de Córdoba.

Sobre su detención en la cárcel jujeña de Gorriti, Noguera describió: “Fue cruel. Estábamos incomunicados, sufríamos castigos psicológicos y corporales permanentes y la comida era casi nula, apenas una vez por día”.
 Mencionó a algunos otros detenidos con los que coincidió, como Vicente Cosentini, miembro del Partido Comunista; Jorge Turk y Osvaldo Giribaldi, todos aún desaparecidos. Los casos de los dos últimos se ventilan en este juicio. En el caso de Giribaldi, Noguera recordó que llegó a la cárcel herido de bala y la única atención que recibió fue la de dos médicos que también estaban detenidos, Collado y Bermúdez, que le limpiaban la herida como podía, “apenas con agua, porque era lo único que teníamos”.

Noguera relató que en una ocasión en que organizaron un día de oraciones, llegó al penal el siniestro obispo de la diócesis de Jujuy, monseñor José Miguel Medina, a quien le preguntaron por 'Dumbo', como era llamado el abogado Jorge Turk Llapur por sus amigos. La máxima autoridad eclesiástica de la provincia contestó: “Fue sacado para ser juzgado y, tras ser sentenciado, fue fusilado por el Ejército". El cuerpo de Turk Llapur nunca apareció.

Tras su liberación de Sierra Chica, Noguera volvió a Jujuy y tuvo que presentarse a una unidad militar de la provincia, adonde concurrió en compañía de su madre. Relató que fue recibido por el acusado Ortiz: "Me dijo delante de ella que si seguía en política en política me iban a matar -rememoró Noguera-, y agregó: 'Señora, cuide a su hijo, si no, no lo vuelve a ver más'".

Ya en libertad, Noguera fue amenazado reiteradas veces en la calle por el agente del área de inteligencia del ejército Mario Marcelo Gutiérrez, quien lo persiguió incluso hasta su trabajo en una fábrica de plásticos, conde exigió a su empleador que lo despidiera "por subversivo".

Sobre este asunto, el defensor oficial de Gutiérrez, Luis Casares le preguntó por qué no denunció el hecho, a lo que Noguera respondió: "No lo hice porque la justicia iba a ponerme una custodia, y en mi casa no tengo lugar para una persona más y yo, por mis ideales, no puedo permitir que una persona que me está cuidando tenga que sufrir a la intemperie, el frío y el calor”.
Fuente:ElSubmarino
Envío:Agnddhh


9° Audiencia Gladys Artunduaga: “Nos avisan que nadie se comunicará con nosotras. Que dejamos de existir"
4 de octubre de 2013

Testimonió por segunda vez eneste nuevo juicio por crímenes de lesa humanidad que se está desarrollando enJujuy, Gladys Artunduaga víctima testigo del Terrorismo de Estado, acompañadapor su hija declaro ante el Tribunal Oral Federal.

Su testimonio fue muy conmovedor,reconstruyendo parte de esta historia horrorosa y que la justicia tiene que darrespuesta.

“Nos avisan que nadie se comunicará connosotras. Que dejamos de existir”,esafrase contó Gladys que les dijeron cuando las llevaron al Pabellón 4 queocuparían en su estadía en el penal de Gorriti, después de tapar con maderaslas ventanas, estaban incomunicadas.

La secuestraron en mayo de 1975cuando estaba dando clases a sus alumnos de 2° grado en la escuela “GabrielaMistral”(La   Mendieta) en un operativoexagerado. Fue llevada junto a Mercedes Zalazar, Sara Murat, Ninfa Coffler yMartin Chávez al Buen Pastor. Luego en noviembre de 1975 el Ejército lastraslado violentamente al Servicio Penitenciario de Gorriti. Contó que despuésdel Golpe de Estado comenzaron a llegar al penal mujeres golpeadas ytorturadas.  “Estar bajo la decisión deSingh (Néstor) o de los hermanos Ortíz (Carlos y Ricardo) que entraban alpabellón  y se paseaban por el pasillogritando amenazas en las que hacían ver que estaban bajo las órdenes delEjército, porque decían cosas como –ahora que está el jefe 
Vargas se le va aacabar todo- o –a sus madres las pone en vereda Braga- nos hacía vivir conmiedo por una y por la compañera que sacaban”.

Destacó que tanto los hermanosOrtíz, Singh eran subordinados y cumplían órdenes del Ejército, del Area 323.

Recordó con mucha claridad aDominga Scurta, Juana Torres Cabrera y Alicia Ranzoni,  pudo ver los signos de tortura con las quellegaron y que aumentaban cada día cuando las regresaban de las sesiones detortura. 

Con la que menos habló fue con Dominga porque su enfermedad sumada alos golpes la mantenía acostada. Alicia le pidió que comuniquen a la familiaque las torturan, y que están bajo las órdenes de Jaig. Juana no sólo la hizodepositaria de la cadenita para su Beba – Laura López- sino que le pidió quecuente lo que les pasa.  “En este momentoestoy cumpliendo con ese compromiso, que sepan lo que pasó” dijo bañada enllanto.

“Ellas estaba conscientes de quelas iban a matar “relató compungida. “Las celadoras se persignaban y decían aestas las llevan a matar. Las que salen no vuelven”.

Fue consultada por el fiscalPelazzo si vio a Eublogia Cordero de Garnica en el penal, y Gladys respondió quesí, que había llegado con las compañeras de Ledesma. Estaba muy lastimada –dijo-tenia las muñecas con heridas profundas.

También recordó que Eublogia le contoque el Obispo Miguel Medina había intentado confesarla.  
Eublogia estuvo detenida en unode los 11 Centros Clandestinos como fue Guerrero,  donde también estaban sus hijos, hoy siguendesaparecidos. Recordó con mucho dolor lo peor que puede pasarle a una mujer,la violaron delante de sus hijos. “No puedo entender que un hombre de laiglesia sea cómplice de la tortura” había dicho Eublogia. Medina le dijo: sítus hijos están metidos en algo, tendrán lo que se merecen…”.
Gladys fue traslada a VillaDevoto donde recibió el mismo mal trato, y luego fue liberada.

Cuatro ex penitenciarios con la memoria retaceada  
Testigos citados: Carlos AlbertoVillarroel, Zacarías Portillo, Luis Remigio Castillo y Arnulfo Carrasco (por ladefensa) en la presente jornada. Retacear la información lo que los lleva arespuestas contradictorias se hizo constante en las declaraciones de lostestigos aportados por la defensa. Son sesiones tediosas en función de lanecesidad de la re pregunta a la que los mismos testigos obligan y cuestamantener la atención en los relatos. La dirección de la Presidenta del TribunalDra Fátima Ruiz Díaz, aporta la calidez que a veces ignoran las leyes. Elobjetivo de que todo se desarrollo en armonía para que las y los testigostengan un desenvolvimiento tranquilo y sus dichos desnuden datos importantespara lograr Justicia, la preocupa y la tiene en todos los detalles. No sereserva tampoco poner las cosas en  sulugar cuando las defensas no respetan este código de relación.

CARLOS ALBERTO VILLARROEL: “ No asomen la naríz a los pabellones 3 y4”
Así fue la orden que, según él,les impartió la superioridad en referencia a los espacios ocupados por losdetenidos políticos.  “No sé si eransubversivos” agrega. Contó también que su hermano Mario Ernesto ingresó alServicio Penitenciario en 1977 y que uno de los imputados , Ricardo Ortíz espadrino de su hija. Su testimonio estuvo plagado de contradicciones, razonesdifíciles de creer que no agregaron mayores datos a la causa.


ZACARÍAS PORTILLO: “Creo que todo el mundo se tiene que haber dadocuenta”
En contradicción a lo  manifestado por un gran número de expenitenciarios, Portillo dijo que los cambios después del Golpe de Estado erannotables. Reiteró que el control lo ejercía personal del Ejército yGendarmería, que ellos no andaban armados dentro del edificio detalle que a losmilitares no les interesaba. Tal vez el dato más importante que aportó fue quea los presos políticos los llevaban al RIM 20.

LUIS REMIGIO CASTILLO: “Cuandoentraba a la cantina podía ver a los presos políticos”
Esa es la razón por la que sabíaque estaban  allí aunque admitió que hubocambios, que antes del golpe no había detenidas mujeres pero recalcó que“estaban a cargo del Regimiento”

ARNULFO CARRASCO: “ Me enteré que estaban trabajando en grupo de tareascon el Ejército”
Así se refirió este agentepenitenciario cuando le preguntan si sabía de qué se encargaba Herminio Zárateagregando que “creo que Mario Gutierrez también”. Cuenta que él junto a dospenitenciarios más fueron asignados por el jefe Tte  Antonio Vargas como “asesores del alférezPérez de Gendarmería por el movimiento del penal”
Fuente:JuiciosPorDelitosdeLesaHumanidadenJujuy
Envío:Agnddhh


10° audiencia Testigo víctima reconoció a cuatro represores del Penal de Gorriti
4 de octubre de 2013
Hoy como otras veces, los quepresenciamos las audiencias vivimos con dolor el relato de las víctimas y conimpotencia el de los testigos que propone la defensa. Pero a veces se nos tornaincomprensible la actitud de los abogados defensores que parecen olvidar que esun juicio por delitos de lesa humanidad.

JUAN FELIPE NOGUERA: “Una redada para justificar mi detención y la deCosentini”
Las tres detenciones de JuanFelipe “Pinguino” Noguera nos ponen de frente a datos interesantes: si suprimera detención fue en 1974(10 días) y la segunda en 1975(6 meses) nos hacereflexionar acerca de cómo se fue gestando el proceso que desembocó en el golpe de Estado en 1976. Comparó el tratoque recibían los detenidos antes y después del golpe: totalmente diferente,pero percibían que se iba endureciendo hasta que en 1976 los modos ya erancrueles. Incomunicados, comida escasa, castigos psicológicos y corporalespermanentes, tortura y muerte caracterizaron las detenciones y secuestros  después del golpe de Estado. Contó que suúltima detención en abril de 1976 fue en la vía pública, cuando lo dejaron enla central de Policía después de muchas vueltas, se dio con una cantidadimpresionante de detenidos pero todos fueron puestos en libertad menos él y eldirigente del Partido Comunista Vicente Cosentini (desaparecido). Contóque  Jorge Turk(desaparecido) llegó muyasustado y repetía “no salgo más”; que Osvaldo Giribaldi (desaparecido) llegóherido de bala y la única atención que recibió fue la dos detenidos médicos, Colladoy Bermúdez limpiándole la herida  conagua, pues era lo único que tenían; que Horacio Vale(fallecido) le contó que enla panadería del penal de Gorriti el oficial Zárate lo torturó. También recordóque junto al “Loco“ Bravo, Crivellini, Aredez, Armando Tilca “el primer presopolítico que estuvo en la cárcel ya en el 72” cuando los trasladaron al penal 9 de La Plata, el personal penitenciario“los marco”, les puso cintas rojas para distinguirlos como muy peligrosos.

“Todo el tiempo verdugueo “
Mencionó a los imputados en estejuicio en forma constante como los oficiales penitenciarios que asumían consaña la responsabilidad que les encomendaba el Ejército. Constantemente HerminioZárate, Mario Gutiérrez, los hermanos Ortíz, Villarroel (no recuerda el  nombre aunque lo distingue del hermano queera suboficial), Néstor Singh están presentes al momento de referirse a quienestenían mando y  manejaban el Pabellón.Por parte del Ejército cita a Néstor Bulacios como el que ejercíaverdaderamente el poder a través de los oficiales Mariano Braga y EduardoBulgheroni, ambos condenados a prisión perpetua en el primer juicio por delitosde lesa  humanidad en nuestra provincia.

Contó los dolorosos momentos quele tocó pasar con la enfermedad y muerte de su padre ya que lo llevaron alvelatorio esposado y custodia. También relata la persecución que continuódespués de su libertad por parte del penitenciario Mario Gutiérrez hasta hacepocos años. Al respecto, el abogado defensor Luis Casares le pregunta por quéno denunció el hecho. La respuesta de Juan Noguera lo dejó sin palabras:”Porqueme pondrían custodia y en mi casa no tengo lugar para una persona más. Yo nopermitiría que mi custodio duerma fuera”.

Un juicio tranparente
Ante las reiteradas veces quenombra a los imputados, la abogada querellante María José Castillo solicita alTribunal su  presencia en la sala a finde que el testigo víctima los reconozca, petición que fue aceptada “encumplimiento del artículo 366” respondió la Presidenta Dra. Fátima Ruiz Díazaclarando que dará transparencia al juicio que es oral y público. A pedido deldefensor Rodríguez Vega, el reconocimiento fue individual.

Sin ninguna duda Juan Noguerafue reconociendo uno a  uno, menos aCésar Díaz que pertenecía al Ejército.
Dedicó su testimonio a lamemoria de sus padres y a todos los familiares de detenidos políticos por“haber tenido que sufrir sin tener nada que ver”.

RENEEDUVIGEZ IBAÑEZ: “estábamos amenazados. Nos daban de baja si no cumplíamos”
Ex penitenciario del Penal de Gorriti, ante lasconsulta de la defensa, relato que en 1976 se integra a la guardia estaba comooficial de servicio en guardia externa, y le dieron la orden al personal delpenal que se retiren a sus hogares y que el segundo turno tomaría la guardia.

Al testigo le exhibieron los libros de guaridaexterna, donde en un asiento reconoció su firma. En ese asiento figura que laguardia hace entrega de los detenidos : Dominga Sarmiento Alvarez de Scurta, JorgeTurk, Alicia Ranzoni, Jaime Lara, Juana y Pedro Torres Cabrera, y Marcos Chapdmanal Comisario Ernesto Jaig y al sargento César Díaz, en perfectas condiciones desalud, con fecha del 10 de junio de 1976. Sobre este asiento el testigo dijoque no conocía a los detenidos, ni los había visto.
Ibañez conto que en esos tiempos estaban a disposicióndel os militares. Los memorándum algunos sin fechas, no nos daban sellos, eranilegibles.

También dijo que no les permitían ver a laspersonas que trasladaban. En varias oportunidades dio que “estábamos amenazados.Nos daban de baja si no cumplíamos”  



Respecto a los detenidos políticos dijo que estabanen el Pabellón 1 los varones y en el 4 las mujeres, y que estaban a cargo demilitares sin graduación.

Sobre los traslados de internos dijo que los presospolíticos los llevaban en camiones del ejército o camionetas, celulares delpenal.

A los imputados en este juicio los reconoció y dijoque Ricardo Ortíz cobraba en el penal pero no se lo veía.

Durante tres horas, al testigo le exhibieron varioslibros de seguridad interna, de salida de vehículos, memorándum

Se creó una situación conflictiva, ante variascontradicciones del testigo y la Fiscalía pidió que se le dicte falsotestimonio, a la cual adhirió la querella. 
Fuente:JuiciosPorDelitosdeLesaHumanidadenJujuy

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