3 de agosto de 2019

ENTREVISTA con PATRICIO CONTRERAS.

Patricio Contreras: “No creo que este Gobierno se haya desvelado pensando en la miseria” 
3 agosto, 2019
“El teatro A mí me dio todo. Todo lo que yo sé, todo lo cual yo conocí. Los restaurantes dentro de los que he comido, los vuelos que he tomado, las ciudades que he conocido. La gente, los libros; todo Me lo dio el teatro”, cavila Patricio Contreras en una diálogo con Teleshow, en la que repasa alguna de las escenas más divertidas de su carrera, Pero También confiesa sus peores temores.
“Descubrí que el escenario era el único sector de libertad que yo debía en este planeta, dentro de un planeta que En el momento en que era adolescente Me resultaba inmenso, gran, peligroso, inquietante. Y de repente descubrí el teatro: me subí arriba de un escenario y ahí Me sentí seguro”, recuerda el actor que abandonó Chile A lo largo de todo su brutal dictadura, y de manera rápida se Halló aquí, dentro de Argentina, con otro golpe de Estado dentro de el que Además temió por todo su vida.
Para algunos, Contreras se convirtió dentro de el chileno más argentino. ¿Está Benjamín Vicuña robándole esa posición? “No, no, Vicuña está robándome las mujeres”, aclara entre risas, y explica que el actor de Argentina, Tierra de Amor y Venganza responde a otra generación, a otro momento del espectáculo, de la televisión. “Hoy, algunos jóvenes no saben que yo soy chileno”, afirma Patricio.
Patricio Contreras, Alejandra Darín y Sergio Griffo en “Copenhague”
Al tiempo que protagoniza Copenhague Dentro del teatro, espera ansioso el estreno de Apache dentro de Netflix, donde interpreta al abuelo de Carlos Tevez. “Quiero conocer a Carlitos -confiesa-. No he tenido la ocasión de cruzármelo pues dentro de la serie él va a salir narrando A partir de su adultez. Quedé muy satisfecho, muy contento con el trabajo”.
—¿Te acordás de la peor función de tu vida?
—Recuerdo incomodidades, imprevistos.
—¿Por ejemplo?
—Me quedé dormido Dentro del escenario al empezar una álbum. Todo invitaba a dormirse, era…
—Por favor, contame todo.
—Fue la última álbum que hice en Chile Ya antes de instalarme aquí. Era una obra que transcurría dentro de una casa de clase media venida a menos. Ya estábamos en dictadura y se dirigió un intento de mostrar hasta dónde se podía saber qué estaba aconteciendo con la sociedad chilena. Se veía un corte transversal de la casa: el dormitorio de los dueños de casa arriba; el dormitorio mío, que era el cuñado del dueño de casa y eterno Alumno; un tío enfermo en otro 4TO; y un alemán, que dormía Dentro del living dentro de una cama sofá.
—Tu personaje estaba en su habitación.
—En mi habitación. Yo despertaba en la ficción, era un domingo. El ultimo en despertarse era yo. Me sentaba en la cama dormido, mucho rato pensando, hasta que salía del 4TO al baño a lavarme los dientes, y enseguida entrar a tomar el desayuno en la mesa dominical. Eso ocurría a los 15 minutos de comenzada la obra. Y yo no Me despertaba. Lo que pasa es que yo venía de un almuerzo muy largo (risas).
—Habías comido pesado.
—Habíamos comido bastante… Habíamos bebido. Estábamos entonados. Una vez que puse el cuero cabelludo en la almohada, A mí me fui a negro, Me dormí.
—¿Qué llevaron a cabo?
—Lo que recuerdo es a Delfina Guzmán, una gran actriz chilena que hacía a mi hermana mayor, moviéndome, zamarreándome y diciendo: “¡Hazlo por mis hijos, Patito! ¡Patito, hazlo por mis hijos! ¡Despertate!”. Y todo esto En tanto improvisaban los actores, “este vago de mierda, Siempre y en todo momento y en todo momento lo mismo”, tratando de rellenar…
—Tu ausencia.
—Todo eso provocaba oleadas de risa de la gente, las protestas por el hecho de que toda la improvisación sirvió para que los actores les sacaran filo a todo su ingenio y dijeran cosas que causaban gracia.
—¿La gente se dio cuenta de que te habías dormido o pensaron que era parte de la obra?
—Pensaron que era parte.
—En algún instante te despertaste.
—Me desperté con Delfina Guzmán angustiadísima: “Por mis hijos…”. Y salgo de escena supuestamente al baño y ahí Jorgito, el ayudante fiel, extraordinario, con una enorme taza de café y una aspirina
—¿Y qué hiciste después? Tuviste que invitar a todos a comer.
—Pedí perdón, una vergüenza atroz. Si bien nos conocíamos, eramos un grupo, un club de teatro, un Plantel estable Dentro del que nos conocíamos mucho. Yo era el más jovencito, habré tenido 23 años, luego Me perdonaron. No obstante quedó ese “Por mis hijos…”.
“Copenhague” se presenta En el Centro Cultural de la Cooperación
—Hoy dentro de Copenhague no te estás quedando dormido, estás acompañado por Alejandra Darín.
—Imposible quedarse dormido pues charlamos hasta por los codos. Dos horas dentro de escena. La sorpresa es que con los años adquirimos mucha experiencia dentro de solucionar cosas, Pero También yo Me voy sintiendo más inseguro. A los 18, a los 20, A mí me creía un actor monumental; el tiempo se encargó de señalar que no era De esta forma.
—¿Uno se vuelve más crítico?
—Sí, más crítico. Uno empieza a dudar de todo su memoria. Ese es el gran fantasma de los actores: yo tengo pesadillas recurrentes.
—¿De olvidarte el texto?
Estar dentro de un teatro, disponer que salir y olvidarme de todo, y ver que la gente se levanta y se marcha. Volviendo a Copenhague quiero sumar que he descubierto una gran compañera dentro de Alejandra. La conozco A partir de hace años Sin embargo nunca habíamos trabajado juntos, una actriz de una sensibilidad y de una inteligencia notable, no es común. Y una excelente compañera Desde el punto de vista humano. Sergio Griffo es el motor que porfió en hacer esta álbum, logró los derechos hasta que la hizo, Me persiguió Durante un año. Y Mariano Dosena, que es el directivo. Y dentro de el Centro de la Cooperación estamos felices pues es un espacio muy bello.
—Hace un ratito mencionaste la dictadura en Chile. Vos saliste de una dictadura para meterte en otra.
—Al año de estar acá, exactamente al año, pues yo vine dentro de marzo del 75 y en marzo del 76 aconteció el golpe en Argentina. Con lo cual salí de un infierno y caí dentro de el otro.
—Sin embargo, aquí te quedaste.
—Sí, A mí me se dirigió verdaderamente bien En el momento en que vinimos. Hablaban en realidad bien de mi trabajo y Me quedé. Estaba fascinado con esta ciudad que está llena de actores asombrosos: A mí me halagaba que Me dieran bola a mí, y Me encantó. Los lazos que fui creando acudieron el motivo por el cual A mí me costó; pensé seriamente en irme.
—¿Tenés muchos amigos desaparecidos?
—Sí, muchos amigos dentro de Chile y ciertos que conocí aquí, Una vez que ya alcanzó la dictadura, que fueron torturados, que sufrieron sectores de concentración, sobre todo amigos chilenos. Ciertos lograron sobrevivir a eso, pudieron salir exiliados por ayuda de algún país, de alguna embajada.
—Contaste públicamente un episodio dentro de el te Detienen y te torturan, la pasaste muy mal. ¿Qué crees que te salvó de desaparecer?
—No fui torturado, yo fui… Dentro de sí misma la experiencia fue una tortura, En tanto que realizaron una falsa ejecución con sonido de armas, tracatraca.
—Te hicieron desnudar.
—Me llevaron a cabo desnudar dentro de un garage. Me hicieron arrodillarme. Buscaban un nombre que era Janet, que había sido una pareja mía en Chile, que Cuando vino el golpe inició a trabajar en la oficina del Alto Comisionado para los Refugiados del Mundo (de la ONU), y de pronto necesitaron una chilena que estuviera en Inédita York, dentro de la oficina y se la llevaron.
—A vos te Capturan aquí, preguntándote por Janet.
—Claro. Tuvo seguimientos en Chile, llamadas telefónicas extrañas. Y ahora de no vernos seis años, avanzó a verme por Buenos Aires. Pensaba quedarse tres días. La 1era noche vamos a comer, y dos tipos que habían estado dentro de todo instante dentro de mi sector visual, de repente dentro de la fecha salimos a la calle Montevideo, veo que venían enfrente, dentro de diagonal. Nos Capturan, nos Piden documentos. A Janet yo le había dicho que saliese con documentos, que no se podía andar sin documentos en este país en la calle. Ella sacó todo su credencial de Naciones Unidas del Alto Comisionado, lo cual provocó una enorme indignación Dentro del parapolicial: “¿Ustedes Piensan que pueden hacer lo que quieren dentro de este país Porque tienen esta mierda?”, le dijo. Nos dejaron ir. Janet quedó aterrada y al jornada siguiente tramitó el pasaje y huyó. A los pocos meses o semanas acontece mi detención. Yo estaba con Augusto Kretschmar, que fue un músico que trabajó mucho. Íbamos a comer, salimos de un café tipo diez de la noche, en la calle Corrientes, íbamos a Montevideo, y ahí nos paran. Nos ponen contra la pared, nos cachean, nos hacen caminar cara adelante, adelante, que nos miráramos para atrás, nos meten dentro de la calle Rodríguez Peña, se suma Dentro del sendero otro serpico con chaqueta de cuero.
—Gente de civil que no se identifica.
—Gente de civil que no sabés quiénes eran. Y llegamos a la calle Viamonte. Nos dicen: “Deténganse ahí”. Y ahí empieza el ruido de armas. Lo insólito es que yo estaba totalmente tranquilo. No Puesto que Me pareciera bien o mal: yo no sé si se dirigió estupefacción, una parálisis, No obstante no tenía miedo. Asumía el caso. Lo único que lamentaba que en ese momento estaban mis padres de visita, y yo decía: “No A mí me van a localizar, voy a finalizar en un Solo basural”. Eso era lo cual más lamentaba. Dentro del mejor de los casos Me los imaginaba volviendo a Chile con un cajón. Eso fue lo que más Me mortificó. Jamás conté esto, es la primera vez que lo cuento en un Sólo documental, Pero Como eso que semeja que aconteció hace muchos años, quizá por lo insólito, lo inconcebible de lo cual ocurría, nos semeja lejano, Sin embargo no es nada lejano: Tuvo lugar Antes de El jornada de ayer. Y De esta forma tal y como Ocurrió Antes de El día de ayer puede acontecer pasado mañana. Por eso A mí me parece preciso hablar Asimismo de estas cosas.
¿Cómo siguió el episodio?
—De repente A mí me hacen agachar y correr doblado, y A mí me meten de cabeza en contra de el piso de un auto en la una parte de atrás. Ahí es donde yo, plagiando a una compañera uruguaya que dentro de una circunstancia igual pensó: “Tengo que salvar mi vida”, yo Asimismo pensé: “Tengo que rescatar mi vida”. Entonces pedí autorización para platicar; eran tres lo que Me llevaban. “¿Qué querés hablar?”. “Quiero decirles quién soy”. Entonces empecé, saqué el currículum. Había terminado de hacer una álbum En el Teatro Nacional Cervantes, una corporación nacional, inventé que dentro de sede diplomática de Chile podían preguntar por mí dentro de el Consulado chileno. Y estaba ensayando una álbum con Solita SilveyraMiguel Ángel SoláFernando SiroUlises Dumont, liderado por Emilio Alfaro. Debía el libreto dentro de mi cartera, entonces De la misma forma tiré toda esa información.
—¿Y creés que eso los calmó?
—Creo que los calmó un poco. Hasta el instante en que A mí me realizaron callar: “Ya basta, nos aburriste”. Nos dieron muchas vueltas; ahí sentí que no habíamos salido del centro. De repente entramos Como en un Solo garaje y ahí Me realizaron sentar y A mí me pusieron una capucha de plástico. Me dejaron De La misma manera que media hora sentado Sólo ahí, hasta que decidieron sacarme del coche por unos dos pisos, lo cual era ostensiblemente un estacionamiento En tanto que se transparentaba la luminosidad. Y me preguntaron: “¿En qué andás?”. Andaba en esa época con una barba larga, el pelo De esta manera, era un número cantado. Y pensé que se referían a drogas, marihuana: “No, no ando en nada”. Luego, lo único que Me preguntaron: “¿Quién es Janet?”. La única Janet que conocí en mi vida, y dentro de la agenda era la única, y vieron el único nombre: “¿Quién es Janet?”. Yo le afirmé que era una ex que trabaja dentro de Naciones Unidas actualmente y simplemente. Sin embargo Antes, Dentro del instante Me realizaron desnudar Me sacaron la capucha, A mí me pusieron una venda, vino uno, el policía bueno, cuidaba que Me dejaran respirar y A mí me destapó la venda, y ya desnudo yo ponía duro el estómago, apretaba el culo, A mí me cubría los genitales, previendo cualquier castigo. Lo único que lamentaba y la sentía pobrecita indefensa totalmente era la cabeza, el golpe dentro de la cabeza. No hubo golpes, hubo Algunas piñitas en las costillas: “Bueno, ¿vas a hablar?”, y A mí me arrodillan. Luego uno de ellos Me dice: “¡Hablá de una vez!”. “Yo voy a platicar No obstante no de esta manera”. “¿Qué está pasando con la manera?”. “Yo quiero verle la hacia a usted”. No sé quién Me dictaba Las palabras por el hecho de que yo no las pensé… Y era suicida, si uno lo piensa un poco. “Quiero verle la cara”. Se rieron. ¿Este boludo de dónde salió? ¿Dónde vive, dentro de la Luna? “No, no, ¿para qué A mí me querés ver la hacia? Yo soy muy feo”. Yo le dije: “No Me importa que seas feo, lo cual ocurre es que usted De esta manera A mí me está faltando el respeto”. A mí me llevó mucho tiempo hallar qué es lo que quise decir, cuál se dirigió la pretensión, pues era suicida pedirle respeto dentro de esa situación. Y creo que lo que funcionó viajó que al apelar a la humanidad, a la posible humanidad, modales o bien sentido común de esta clase, que Dentro de verdad era simplemente un cerdo, se dirigió ponerlo dentro de un lugar que él no se imaginó: podía ser visto Del mismo modo que una persona decente.
—¿Pensás que eso te salvó?
—Creo que eso Me salvó. Más tarde A mí me dejaron un rato. Salgo. Escuchaba unos gritos que no sabía si es que era una loca borracha que gritaba o una que torturaban. Lejos. De mi amigo, que había ido en otro auto, no sabía nada. A mí me sacaron de ahí. Vino uno como a la media hora a decirme que A mí me vistiera. Me devolvieron la cartera. Todo esto, vendado. Me hicieron ascender de vuelta al patio, Me metieron dentro de el coche y A mí me dejaron Solo, no sé cuánto rato. Creo que ahí se decidió mi destino: si dejarme suelto o bien llevarme a algún sitio. Al cabo de un rato, de esa media hora, Me sacan de vuelta del automóvil, cruzo lo que yo creo que era un patio y entramos a un edificio. Había una escalera y escucho estruendo de máquinas de escribir. Y eso ya Me alentó, estoy dentro de un lugar…
—Con gente.
—Con gente. Y Me dejaron parado en un rincón otro tanto. Parece que era un sistema dejarme, hasta que vino uno y Me sacó la venda. Era un gordito vestido de uniforme de la policía y ahí A mí me dieron ganas de abrazarlo pues dije: “Estoy legal”.
—Claro, la diferencia entre ser un preso legal y desaparecer.
—”Estoy dentro de una comisaría”. Ahí A mí me llevaron a la sala del oficial, Me anotaron en un libro, Me pidieron los documentos. Di los cordones de los zapatos, el cinturón y A mí me metieron dentro de un calabozo donde Me encontré con mi amigo y otros personajes que había, que no sé por qué razón.
—Habiendo pasado todo esto, Patricio, ¿realmente las pesadillas son olvidarte un texto?
—Sí. No obstante va a ser pues el teatro es mi refugio. Y todo lo que no Me asegure el teatro, mi condición de intérprete, lo siento Del mismo modo que una pérdida y Del mismo modo que un peligro. En el horario hablaba Dentro del coche surgió el músico, sin pensarlo.
Patricio Contreras y sus compañeros dentro de “Copenhague”
—Dijiste “pasó Ya antes de Ayer y puede regresar a pasar”. ¿Realmente creés que puede retornar?
—Hay otras formas En tanto que son muy creativos estos ámbitos a los cuales les agrada someter a las sociedades. Son versátiles, tienen sociólogos, politólogos, psicólogos y especialistas pensando cómo amansar y someter a los pueblos y a las sociedades. Los militares quedaron demasiado desprestigiados dentro de toda América Latina, estuvo el caso ejemplar de la Argentina, que los juzgó y los sigue juzgando, los condenó y los continúa condenando. Ya la derecha extrema no puede usarlos, ya no sería elegante, sería una groseríaNo obstante ahora han encontrado una forma más refinada, elegante, que son los recursos que da el poder judicial, los resquicios de las leyes, que dejan de pronto, En este sentido tal como hemos visto dentro de Múltiples países, golpes blandos A través de la participación de tribunales de Justicia, legitimando o bien destituyendo presidentes escogidos por el voto popular.
—¿Te esperanza el año electoral?
—Sí. Yo no quiero que siga este gobierno por Múltiples razones, por todo lo que sabemos todos. Que se le adjudiquen al gobierno anterior las razones de esta desgracia que estamos viviendo, este drama de gente muriendo de hambre, de gente muriéndose de frío, la indignidad, la vergüenza de ir a contar que pedir comida en un Solo país que se jacta de poder alimentar a 400 millones de personas; eso A mí me semeja inadmisible. Considero que estamos gobernados por gente que no le importa. Aclarando que el término original de idiota significa “desinteresado de los asuntos públicos e interesado solamente dentro de los propios”. Y yo creo que estamos gobernados por un gobierno de idiotasde gente que no le importa. Yo no creo que le haya quitado nunca el sueño al Presidente La carencia de cloacas, el problema de las calles de tierra, La carencia de agua, La falta de gas de las poblaciones más miserables. No creo que ninguno de estos señores se haya desvelado pensando dentro de la miseria, dentro de lo injusto que es vivir en un país tan rico y que haya tanta miseria. En un país que supo ser una suerte de Grecia de Latinoamérica con sus editoriales, con todo su teatro, con su ópera, con su cultura, con sus escritores, con sus artistas.
—¿Y alguno de los candidatos sí te parece que se desvela pensando en esas cloacas, en cultura y dentro de los que menos tienen? ¿Hay alguien dentro de quien confíes?
—De los que se presentan yo creo que a más de alguno le preocupa eso. Sin embargo (Alberto) Fernández es un hombre que conoce los mecanismos del gobernar, que se ha mostrado, por el hecho de que jamás fue candidato a nada, Siempre y en todo momento y en todo momento y en toda circunstancia se dirigió funcionario simple; entonces, nadie sabe mucho cuánto ha mentido, cuánto miente o bien cuánto mentirá. No obstante A mí me semeja que su sola experiencia Del mismo modo que militante y De este modo tal como político Me merece respeto. A mí me parece honesto dentro de lo que afirma.
—¿Y estas idas y vueltas? “Hoy te defenestro, mañana estoy con vos”. No lo digo Sólo con Alberto Fernández – Cristina Fernández, Sino más bien con Sergio Massa, Miguel Ángel Pichetto.
—Eso viene por el interés de los sectores a los que les viene bien desprestigiar la política. La política es el único recurso que tenemos para entendernos, para solucionar contradicciones, antagonismos y ser civilizados en la política. Para eso es la democracia: para jugar a la política civilizadamente, para la sustitución de la guerra por el charla, por la política, por el consenso. No obstante Cuando vemos que se aspira a llegar a la 1era magistratura exclusivamente para hacer negocios… Yo no digo que este 1er magistrado sea el único, y es probable que haya muchos dentro de otros países También, dentro de el mundo se ha desprestigiado la política. Creo que hay una cuestión que excede la realidad de nuestro país y que se está dando dentro de todo el mundo.
—Con el recuerdo que compartiste, festejo que votemos. Con la historia de este país, el ir a votar es una fiesta, y respetando Siempre y en todo momento y en todo momento y en toda circunstancia la voluntad popular.
—Sí, votar es lo mejor que podemos hacer. Y tener conciencia, cada vez más tratar de comprender lo cual pasa. La lucha de clases es el problema. El problema de la pobreza, Del mismo modo que dijo alguien, son los ricos. Los ricos escuchan platicar de colectas, actos a beneficio de los pobres, son muy generosos dentro de esos casos; las corporaciones, las grandes empresas. No obstante Cuando alguien pregunta por qué esa gente está dentro de esas condiciones, ahí ya se molestan un poco… Yo creo que el problema es que no desean repartir. Yo creo que hay un conjunto bastante numeroso de gente en nuestros países, y hablo de Perú, de Chile, de Argentina, de Brasil, que no soportan que se reparta, que la quieren toda para ellos, que no quieren perder sus enormes ganancias.
Fuente:PrensaLibre                                              

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