¿Cómo sintió su renuncia a la presidencia de la bancada kirchnerista para darle su ocupación a Mayor Kirchner?
-No, no es ninguna renuncia. Alberto me llamó para ser ministro de Defensa antaño de las elecciones del 27 de octubre.
Pero eso no es signo de mínimo. El plan podía estar diseñado desde antaño.
-Entonces hay cualquiera que tiene planes muy importantes que se diseñan antaño… La verdad que no lo creo en inmutable. Me parece que a posteriori de que el pedrusco se empezó a comunicar de que yo no iba a seguir siendo su presidente, se empezó a ver quién podía remplazarme y es absolutamente racional y justo que se haya pensado en Mayor.
¿Por qué?
-Porque somos una coalición, el otro ocupación importante en la cámara era de Sergio Massa, que es el del Frente Renovador, y parecía justo que el pedrusco más importante del conjunto de eso que hoy es un pedrusco único, porque uno podía imaginar de un pedrusco con distintos lugares, era el pedrusco del Frente para la Trofeo. Mayor es un dirigente importante y agradecido del Frente para la Trofeo, así que es absolutamente justo. Nunca sentí que fuese así, al contrario. Es más, cuando Alberto me designa, me dice “estoy rompiendo una de las pautas que me habían impuesto…”. Luego fue con Ginés, de no convocar a ministros que habían sido ministros de la gobierno mencionado.
Desde exterior se ve un poder bifronte en la Argentina. Alberto y Cristina. El más moderado y ella, un poco más radicalizada.
-La Cristina radicalizada que conforma un pedrusco en donde está Carlos Menem, Adolfo Rodríguez Saá, todos los senadores de todos los gobernadores… ¿A vos te parece que eso se pasión radicalización? Me parece que ustedes tienen un preconcepto. El problema es que no logran… Tienen un modelo de cómo miran la política argentina que no les permite ver que hay modificaciones.
¿A qué modificaciones se refiere?
-Bueno, pero me parece que claramente hay una nueva etapa en la Argentina.
¿Y en qué consiste?
-Es una nueva etapa encabezada por una coalición, y el presidente de la coalición es Alberto Fernández que es el presidente de la Nación.
¿De verdad no cree que ella lo opaca?
-¿Cómo lo va a opacar si lo hizo vencer las elecciones? ¿Cómo lo va a opacar si permitió, si tomó la atrevimiento de que Alberto sea candidato?. No, para mínimo. Encima, durante muchísimos primaveras Alberto y Cristina conformaron un gran equipo, cuando Néstor era presidente, y los primeros primaveras en que Cristina era presidente, y Alberto dirigente de recibidor. Esto es la misma historia de siempre:“Néstor chirolita de Duhalde, Cristina chirolita de Néstor, Alberto chirolita de Cristina”. La verdad es que los que lo conocían a Néstor, los que conocían a Cristina, y los que conocen a Alberto Fernández saben que ningún de los casos va a ser así. Y, al contrario, el que es el dirigente del gobierno, el que lidera la coalición es Alberto Fernández.
En la fisura ideológica que persiste en su espacio político muchos consideran a las FFAA como fuerzas represoras, igual que en las dictadura de los ‘70 y ‘80. ¿Lo comparte?
-En mi espacio no escuché a nadie que sostenga eso. Pongamos las cosas en términos concretos. Hace seis primaveras y medio, cuando asumí por primera vez como ministro de Defensa, la verdad geopolítica latinoamericana era distinta. En estos últimos cuatro primaveras, fundamentalmente en los últimos dos, reaparece en distintos países de América Latina un vetusto actor de la política latinoamericana: las Fuerzas Armadas. La forma más dramática es el patada de Estado en Bolivia. No es la situación de la Argentina. Lo que veo es que las Fuerzas Armadas argentinas están comprometidas con la democracia y con la Constitución. En la Argentina siempre mantuvimos esa clara diferencia entre seguridad interior y defensa.
El gobierno de Mauricio Macri quiso que las FFAA se involucraran en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, pero en los hechos mínimo cambió.
-La verdad es que así como valoramos la transición ordenada entre el ex presidente Macri y el presidente Alberto Fernández, los argentinos tenemos que valorar las cosas que construimos o que construyeron otros y que son piramidales de nuestra democracia. La ley de Defensa, la ley de Seguridad Interior, la ley de Inteligencia. Son piramidales de nuestra democracia. Y allí están claramente diferenciadas las tareas de Seguridad Interior con las de Defensa. Ese decreto de emergencia en seguridad que impulsó la ex ministra (Patricia) Bullrich tenía cuestiones anti constitucionales como la ley de derribo, que no se podía aplicar porque citaba una ley claramente específica.
¿Entonces qué va a hacer con el decreto de Macri que le dio a las fuerzas armadas funciones de apoyo logístico en seguridad interior y dejó de considerar como único enemigo a un estado extranjero?
-Estamos viendo qué hacer. Lo que sí es que no quiero que quede ninguna puerta abierta para que por ahí cualquiera pueda creer que las fuerzas armadas se pueden meter en cuestiones de seguridad interior.
¿Qué compras tiene pensadas para las fuerzas? Hay compromisos con Estados Unidos, con Francia…
-No tengo ningún preconcepto con todo aquello que nos ofrezca un sistema de armas que nos permita tolerar delante las capacidades que requiramos de las Fuerzas Armadas. De hecho, una de las últimas inversiones que hizo la Fuerza Aérea fue la remoción de obsolescencias y modernización de los Hércules C130 que se hizo en Dallas, en Estados Unidos y fue contratado durante mi mencionado gobierno. El primero se hizo en Estados Unidos, y el resto, con transferencia de tecnología se hizo en FADEA. Habrá un criterio generalizado, en la medida de las posibilidades tiene que favor transferencia de tecnología. La Argentina necesitaría un buque polar.
Los chinos han ofrecido varias veces a construirlo y suelen presionar resistente.
-Bueno, habrá que ver cada una de las circunstancias. Tiene que favor transferencia de tecnología en el caso de comprar exterior, y lo que podamos hacer acá en Argentina. Incluso hay un debate al interior de la Armada que tiene que ver con la flota de submarinos. Teníamos el ARA San Juan (hundido en la tragedia de 2017), y el ARA Salta, que es el único submarino que está activo, pero solamente para navegar. No puede sumergirse. Tenemos el Santa Cruz. Me dijeron que estaban en una negociación con Brasil antaño de que yo llegue, eso se cayó. Y ahora igualmente me informaron que habría una posibilidad con la Armada noruega. Hay que analizarlo.
¿Qué empleo le deja Aguad?
-Yo creo que lo que he trillado durante todo este tiempo es un empleo donde gran parte de las decisiones de política de Defensa se tomaron cruzadas por el ajuste fiscal. Y eso me parece que no tiene que ser así. Y me dejó a días de irse una estructura orgánica que ya derogué.
¿Va a continuar con los operativos conjuntos de los militares argentinos como Unitas o Panamax, muchos de ellos encabezados por Estados Unidos?
-Nosotros no tenemos ninguna inspección ideológica, lo que tenemos son políticas. Si los ejercicios UNITAS contienen ejercitaciones que tengan que ver contra el combate contra el terrorismo, el narcotráfico y demás, no tenemos mínimo que ver como política de defensa. Si los ejercicios Unitas tienen cuestiones específicas de lo que son la política de defensa tal cual la concebimos nosotros, participaremos sin ningún tipo de inconveniente.
¿Qué autocrítica hace de su gobierno?
-Supongo que habré cometido errores, ningún sustancial. Encima de estar agradecido y orgulloso por la convocatoria del presidente de compartir esta gobierno, igualmente siento que favor terminado como ministro de Defensa de Cristina y abrir como ministro de Defensa de Alberto Fernández es un agradecimiento a la gobierno que hicimos.
Hay un tema incómodo para usted: el misil que desapareció durante su primera gobierno.
-Ah… ¡gracias por preguntármelo! El misil no desapareció, se lo robaron.
¿Quién se lo robó?
-Personal marcial. ¿Qué es lo que hice yo? Cuando el dirigente del Ejército (entonces César Milani) me informó que se habían robado un misil, que faltaba un misil, me dijo… ‘No equivocación un misil, cualquiera se lo robó’. ‘Vaya y haga la denuncia’. Hicimos la denuncia. Y no solamente le instruí al dirigente del Ejército que vaya e hiciese la denuncia, sino que yo puse al empleo de Defensa como querellante. Entonces no es que cualquiera me denunció a mí por el faltante de un misil.
¿Y a dónde fue ese misil?
-No sé, eso ya depende de la Honradez, de la investigación que lleve delante. Se hicieron investigaciones. Lo mismo con las balas sobadas, en Fray Luis Beltrán. Me avisaron que faltaban 29.000 balas de calibre 9 milímetros. Entonces le dije al dirigente del Ejército “haga la denuncia”. Presenté al Tarea de Defensa como querellante, desactivé ese cúmulo, que era el cúmulo de San Lorenzo y saqué todas las municiones que estaban ahí depositadas, y las deposité en distintos arsenales del ejército, y convertí ese regimiento en una colchoneta de apoyo logístico. Eso fue radicado en Rosario. En entreambos casos se hicieron obviamente las instrucciones militares. En el caso de Rosario hay militares que están procesados.
La Cámpora ha sido acusada de abusos y malos manejos en la esfera marcial sobre todo en FAdeA.
-¿Cuáles?
Desmesura de gastos y personal. Disminución producción. Así lo denunció la oficina mencionado.
-Bueno, la oficina mencionado dijo muchísimas mentiras. La verdad es que yo trabajé con los compañeros de la Cámpora y fueron excelentes funcionarios. Hicieron una tarea excelente.
Pero es un hecho que en 2015 estaba mal.
No sé si estaba mal, se hicieron una cantidad de aviones Pampa con los componentes que se habían comprado durante nuestra gobierno mencionado. No quiero susurrar sobre la gobierno flamante, me parece que tiene instrumentos positivos, que hay que continuarlos. Y las cosas que haya que mejorar, se mejorarán. Es lo positivo que yo destaco, que han conseguido nuevos clientes y está adecuadamente. Permiten que la industria crezca.
La última dictadura cruzó de atiborrado los primeros pasos de la trayectoria de Agustín Rossi. Fue tan pronto como ingresó a la Universidad en Rosario, a fines de los primaveras ’70. Y lo que empezó como una resistor a los militares en la atormentada Argentina de aquellos primaveras, se convirtió en una vida entera adentro del peronismo, del que nunca se fue y al que ha sido siempre incondicional. Y un incondicional sobre todo de Néstor y Cristina Kirchner, con los que dio un brinco de la política santafecina a la franquista. Rossi nació en Ribera, 250 km. al septentrión de la haber provincial. Sus orígenes son ítalo suizos, de Lugano, por parte de padre, y franceses por parte de mamá. Su infancia tiene un antaño y un a posteriori de la homicidio del padre, rector de la escuela secundaria que hoy se pasión en su honor Colegio Superior N* 42 Dr Agustín Luis Rossi. “El murió muy imberbe, cuando tenía 49 primaveras. Yo tenía 12. Un derrame cerebral. Antaño era un pequeño de clase media, hijo de profesionales que teníamos la posibilidad de irnos de holganza, todos los primaveras, y bueno… a posteriori todo se complicó un poco más, mi mamá trabajaba mucho. Éramos tres hermanos, yo el más amplio”, cuenta. Conocido siempre como “El Chivo”, Rossi se recibió de ingeniero en Santa Fe, pero rápidamente empezó a trabajar en política en los últimos primaveras de la dictadura. En 1987 se convirtió en concejal por la ciudad de Rosario.
Siempre cuenta que, en los ’90, se alejó del menemismo por “sus políticas neoliberales”. Volvió al sector privado, donde los Rossi tienen reincorporación experiencia. De hecho, uno de sus hermanos, Alejandro “Fratacho” Rossi, montó una suerte de “imperio” porteño con las concesiones del transporte urbano en el conurbano, y otro en el centro logístico de Río Paraná. Ese plan corriente le granjeó algunos cuestionamientos de sus adversarios políticos. Sergio, su otro hermano –Agustín es el viejo de los tres- es ahora el segundo en la trayecto de poder del empleo de Defensa, donde ya estuvo con su hermano entre 2013 y 2015. Entonces fue dirigente de Estancia de Asesores de la Defensa. Incluso recibe crítica por esta razón. Los clanes familiares en la política argentina constituyen una deformación que cultivan dirigentes de todos los sectores del poder. Era 2002 cuando el ahora candidato a embajador en los Estados Unidos, Jorge Argüello –entonces igualmente concejal- le presentó a Rossi a Néstor Kirchner. El ex autoridad santacruceño ya sonaba entre quienes podían hacer un arreglo con el presidente provisional, Eduardo Duhalde, para encabezar las elecciones presidenciales, que finalmente ganó en 2003. ¿Quién coordinaba por entonces la campaña franquista de Kirchner y recolectaba apoyos? El hoy presidente, Alberto Fernández. La suerte no acompañó al ahora ministro cuando, tras habitar una banca de diputado franquista, buscó mandar Santa Fe. Lo intentó dos veces. En 2007 quedó en la carrera de pre candidato. Y en 2011 le ganó las primarias a quien, curiosamente, es el autoridad flagrante, Omar Perotti. Rossi fue siempre “el candidato de Kirchner”. Sobre esas aventuras, el hoy ministro diría resignado: “No alcanzaron los votos”.
ITINERARIO
Agustín Oscar Rossi nació en la asiento de Ribera, Santa Fe, el 18 de octubre de 1959. Es ingeniero civil y tiene 4 hijos y un nieto. Militó en la JP y en 1987 fue electo como concejal de Rosario. En el 2002 volvió al Concejo Municipal de Rosario y lo presidió. En 2005 asumió como diputado franquista y fue dirigente del pedrusco del Frente para la Trofeo. Vocero y articulador parlamentario del gobierno Kfue designado Ministro de Defensa de la Nación por Cristina Kirchner, tarea que desempeñó hasta el 10 de diciembre de 2015. Entre 2015 y 2017 fue representante en presencia de el Parlasur. Y en 2017 volvió a la cámara de Diputados como presidente del Sillar, desde donde combatió la gobierno de Macri.
AL TOQUE
Un tesina: Latinoamérica unida.
Un líder: Juan D. Perón.
Un prócer: San Martín.
Una comida: Asado.
Una bebida: Morapio tinto
Una película: “La sociedad de los poetas muertos”
Una sociedad: que admire: la argentina
Un sueño: Una Argentina más igualitaria.
Un placer: Reunirme con mis 4 hijos y Noha (mi nieto).
Un presente: El principio de mis hijos.
Una serie: “Games of thrones”
Un volumen: “El hombre que amaba a los perros”, de Leonardo Padura.
Un desafío: Mejorar la Defensa de los argentinos.
Fuente:NoticiasporelMundo
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