21 de diciembre de 2021

A 20 años del diciembre tragico.

 

A 20 años del 2001 en Rosario: viva la Rebelión Popular

Foto: Edith L. Gauna

En el día de hoy, y a 20 años del 2001, organizaciones piqueteras de Rosario marcharon en memoria de la «Rebelión Popular». Concentraron en Plaza Sarmiento, donde primaron los bombos y redoblantes con algunos cánticos: «Que se vayan todos, que no quede ni uno solo», «…Soy piquetero señor, lo llevo en el corazón, queremos pan y trabajo, salud, vivienda y educación…», pasaron por la Bolsa de Comercio de Rosario y finalizaron la marcha en el centro del Monumento Nacional a la Bandera. Por Edith L. Gauna para ANRed

El documento común que leyeron las organizaciones piqueteras comenzaba diciendo: «A 20 años la vigencia de la rebelión popular contra los gobiernos ajustadores de ayer y de hoy, abajo el ajuste y el pacto con el FMI, que traerá más miseria, pobreza y desocupación, por una salida de los y las trabajadoras».

Foto: Edith L. Gauna

Foto: Edith L. Gauna

Foto: Edith L. Gauna

Además, señalaron «que la crisis la paguen las moratorias, las multinacionales y los banqueros». Y continuaron con una historicidad de las distintas rebeliones populares piqueteras desde el 2001 al día de hoy, mencionando «el enfrentamiento en Plaza de Mayo al grito de que se vayan todos en diciembre de 2001, los movimientos estudiantiles, las asambleas en los barrios, las organizaciones de desocupados, la asamblea nacional de trabajadores, la resistencia generada a partir del asesinato de Kosteki y Santillán, el 26 de junio de 2002,» entre otras.

Foto: Edith L. Gauna

«Denunciamos la salvaje represión llevada adelante por el gobernador Arcioni y expresamos todo el apoyo a la rebelión popular de Chubut contra la megaminería y exigimos la derogación de la ley y la defensa del territorio». Además, «repudiamos la condena de prisión preventiva de César Arakaki y Daniel Ruiz por participar de la masiva protesta en la Plaza de Congreso, exigimos la libertad de Sebastián Romero y libertad a los presos políticos. Por último, a 20 años de la Rebelión Popular, se hizo memoria por todos los caídos, y mención especial a Petete Almirón y a Claudio «Pocho» Lepratti, exigiendo «juicio y castigo para todos los responsables que siguen impunes».

Foto: Edith L. Gauna

Foto: Edith L. Gauna

Foto: Edith L. Gauna

Foto: Edith L. Gauna

Fuente:ANRed



Actos, homenajes y movilizaciones en la Ciudad de Buenos Aires y distintos puntos del país

Crisis del 2001 en Argentina: En memoria de las víctimas de la represión

Por Melisa Molina
Imagen: Jorge Larrosa

Se cumplieron veinte años de las manifestaciones y la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001, que terminaron con la vida de 39 personas y con la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa. El Gobierno, en esta fecha especial, envió al Congreso un proyecto de ley para brindar una indemnización a los familiares de víctimas de la represión en el marco del estado de sitio declarado aquel 19 de diciembre. Durante la jornada hubo diferentes actividades, homenajes y recordatorios que se extendieron a lo largo y ancho del país, muchos de ellos en la Ciudad de Buenos Aires. El punto clave de encuentro fue Plaza de Mayo, en cuyas cercanías la policía asesinó durante esos dos días de 2001 a cinco personas, pero también hubo actividades en el Congreso y en el microcentro porteño. El presidente Alberto Fernández recordó esas fatídicas jornadas y contó que el 19 y 20 de diciembre los pasó junto a Néstor Kirchner.

Las movilizaciones 

Las agrupaciones de izquierda fueron las primeras en llegar a la histórica plaza. Antes se habían reunido a las 10 de la mañana en Avenida de Mayo y 9 de Julio desde donde marcharon hasta Casa de Gobierno. Allí leyeron un comunicado y cerca del mediodía las columnas comenzaron a desconcentrar. 

Más tarde, pasadas las 14, ingresaron a Plaza de Mayo agrupaciones cercanas al oficialismo, entre las que estuvieron el Movimiento Evita, la UTEP, Barrios de Pie y la CCC, entre otras. En diálogo con Página12, Gildo Onorato de la CTEP aseguró que "se trató de una jornada en la que rememoramos los veinte años de aquellos días de 2001, en los que muchos de nosotros estuvimos presentes en la misma Plaza. Este lunes pudimos poner en agenda nuestra mirada sobre lo que sucedió y sobre todo plantear una perspectiva hacia futuro y sobre el presente para la que trabajamos". 

En esa línea, Onorato agregó que "en aquel momento los movimientos populares fuimos protagonistas de la crisis, pero nos fuimos dividiendo después de 2002. No teníamos una propuesta económica, social y política para nuestro sector. Hoy estamos unidos en la UTEP y desde la economía popular estamos construyendo una respuesta para los 8 millones de habitantes que están representados en nuestro sector para poder competir electoralmente en el marco del FdT".

Desde la UTEP aseguraron a este diario que "a veinte años del 2001 sacamos conclusiones y en base a eso estamos planteándonos la necesidad de expresar nuestra agenda que no solo es la del trabajo, sino que tiene que ver con la soberanía alimentaria, con el rechazo de la megaminería, con la agenda de género, con el acceso a la salud, a la vivienda, a la educación. En la Plaza de Mayo también reivindicamos el plan de vacunación. Tenemos una mirada positiva del Gobierno, pero creemos que en términos políticos tenemos que construir una propuesta que impulse nuestra agenda".

De forma paralela, cerca de las 16, la Comisión de Familiares y Amigos de las víctimas del 19 y 20 de diciembre, junto a organismos de derechos humanos, se hicieron presentes en las escalinatas del Congreso de la Nación y acompañaron los familiares de Jorge Demetrio Cárdenas, el hombre baleado en ese lugar durante la noche del 19 de diciembre de 2001. Allí también estuvo acompañando a los familiares de la víctima el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, que, al igual que muchos de ellos, durante esas jornadas vivió en carne propia la represión y la tortura por parte de la policía.

Luego, junto a la agrupación HIJOS, De Pedro y los familiares colocaron placas conmemorativas en diferentes lugares del centro porteño en los que fueron asesinados manifestantes durante el 20 de diciembre, partiendo frente a la Catedral Metropolitana. La recorrida incluyó paradas en Sarmiento y Carlos Pellegrini; Hipólito Yrigoyen y Avenida 9 de Julio; Tacuarí y Avenida de Mayo y Chacabuco y Avenida de Mayo. Más tarde, el Sindicato Único de Conductores de Motos realizó en Tacuarí y Avenida de Mayo un homenaje a Gastón Rivas, el mensajero asesinado por la policía el 20 de diciembre. 

Ya el domingo 19 habían comenzado las conmemoraciones, con diversas actividades, entre ellas un festival en Plaza de Mayo organizado por La Poderosa y el Frente Patria Grande, entre otras organizaciones. En diálogo con Página/12, Dina Sánchez, referente del Frente Darío Santillán, comentó que ellos participaron de ese festival y que este lunes se sumaron a la movilización de la UTEP y acompañaron a los familiares de las víctimas. 

Las marchas que tuvieron el epicentro en CABA se replicaron en Córdoba, Rosario y Tucumán, donde se realizó una vigilia organizada por el FPDS, a la que asistieron más de 60 asambleas barriales de todo el territorio provincial.

Los proyectos

El Poder Ejecutivo, en esta fecha especial, envió al Congreso un proyecto de ley para brindar un beneficio extraordinario, a percibir por única vez, en concepto de indemnización, para los herederos, herederas o derechohabientes de las personas que fallecieron como consecuencia de la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001. La ley también incorporará a las personas que sufrieron lesiones gravísimas en las mismas circunstancias o a sus familiares. 

En tanto, el diputado por el FdT Hugo Yasky presentó un proyecto de declaración para conmemorar a las víctimas de la represión de aquellos días y advirtió que "al día de hoy, la mayoría de estos crímenes permanecen impunes".


El homenaje de los familiares de los cinco asesinados en el centro porteño

19 y 20 de diciembre de 2001: Una emotiva recorrida por los lugares donde cayeron las víctimas

Acompañados por organizaciones sociales y de derechos humanos, además de funcionarios, los familiares reclamaron justicia por los crímenes de 2001 en CABA.

Por Adriana Meyer
Imagen: Jorge Larrosa

"Mi primo era el mejor amigo de todos sus amigos, siempre estaba sonriendo y dispuesto a dar una mano", dice Adriana Ochoa sobre Gustavo Benedetto, uno de los cinco asesinados durante la masacre del 19 y 20 de diciembre de 2001 en el centro porteño, la represión que sofocó la rebelión popular que desalojó del poder al gobierno de la Alianza que encabezaba Fernando de la Rúa. La mujer de tatuajes y grandes lentes se quiebra de emoción y sus ojos se llenan de lágrimas, baja el micrófono que unos minutos antes le habían acercado los organizadores de la movilización, el Sindicato de Mensajeros, junto a la CTA, HIJOS de Capital, el CELS, entre varias organizaciones, y de la que participaron algunos de los sobrevivientes de aquellas jornadas y funcionarios como Eduardo "Wado" De Pedro y Horacio Pietragalla. Las madres, hermanas y esposas de los caídos lideraron la movilización que circuló desde Avenida 9 de Julio hasta Hipólito Yrigoyen, y luego bajó por Avenida de Mayo. Todas cuestionaron la incompleta y tardía justicia, y exigieron que, de una vez por todas, se sancione la ley de reparación histórica.

La de Gustavo Benedetto, que tenía 23 años, fue su primera y última marcha. Quiso ir a la plaza porque dijo que iba a ser un día histórico. Trabajaba en un supermercado Día que había sido saqueado, y cuando se presentó a trabajar se enteró de que lo habían echado. Era el sostén de su familia. Una de las cuarenta balas que salieron del banco HSBC de Chacabuco y Avenida de Mayo, donde está su placa y fue recordado ayer, lo dejó tendido sobre el asfalto. "Una de las personas que disparó junto a los policías fue un militar, Jorge Varando, que era el jefe de seguridad del banco, se había formado en la nefasta Escuela de las Américas, una escuela de represores. Habían pasado 20 años y todo ese aparato seguía intacto, y así fue, una cacería humana porque están acostumbrados a hacer eso", dijo su prima Adriana. 

"Pasaron otros 20 años y los familiares lo único que pudimos hacer fue mendigar justicia, porque en este país la justicia está para responder a otros intereses que no son los del pueblo. Las condenas que fueron ratificadas hace poco, la máxima de cinco años y cuatro meses, es una falta de respeto. En una democracia donde siguen pasando estas cosas es sólo un título, y eso se tiene que terminar. La justicia tiene que ser para el pueblo, no para unos privilegiados. Y el pueblo no puede ser maltratado como lo fuimos durante todo este juicio", agregó frente a los manifestantes. Mientras los demás familiares se acercaban a abrazarla, el público gritaba el nombre de su primo, y agregaba: Presente. La escena se repitió frente a cada una de las placas recordatorias.

Bajo la tórrida tarde, la recorrida había comenzado en el Obelisco, donde se fue juntando una multitud que esperó buscando alivio a la sombra de los árboles de las plazoletas. Eliana Benedetto, hermana de Gustavo, recordó que Varando estuvo dos años detenido y luego quedó libre por un amparo que presentó en la Corte Suprema. "Siempre estás pidiendo por favor algo que ellos deberían hacer por sí mismos, sentimos mucha tristeza", dijo a PáginaI12. "Vimos a la 1 de la mañana que lo subían a una ambulancia, lo buscamos toda la noche hasta que lo encontramos en el hospital".

Marta Vázquez, esposa de Alberto Márquez, opina que las condenas a los ex funcionarios de la Alianza, entre ellos el ex secretario de Seguridad Enrique Mathov, son leves. "Quiero que descanse en paz, que la sentencia quede firme, siento que murieron pero no hay una sociedad mejor, el pueblo tampoco tiene memoria, pude reconstruir mi vida pero cuesta mucho porque se fue mi gran amor", confiesa.

Karina Lamagna viste de negro, tiene un ramo de jazmines y una remera con la imagen de su hermano Diego estampada. "Son 20 años de impunidad, estamos todos juntos en la misma, solo se van a terminar cuando cumplan cárcel efectiva del primero al último, y el grito es el mismo que el del 19 y 20 de 2001, que se vayan todos", dice a este diario, mientras recuerda a otro de los jóvenes asesinados por las balas policiales. Diego comenzó a los 11 años a trabajar por un magro ingreso en una panadería vecina tras la muerte de su padre, a esa misma edad con los pocos recursos que tenía se armó su primera bicicleta de BMX (de carrera y acrobacias), fue un precursor, un deportista solidario, apasionado y abnegado, como lo definen en su entorno. Al "Nano" Lamagna lo llaman "el otro ángel de la bicicleta", el referencia al apodo de otro asesinado, Claudio "Pocho" Lepratti, en Rosario.

"Me siento cansada y sin justicia por la muerte de mi hijo, eso me bajonea, es demasiado 20 años, sería justicia que vayan toda la vida a una cárcel común aunque nuestros muertos no van a volver, queremos que realmente paguen", dice Marta Almirón, la madre de Carlos "Petete" Almirón, militante de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) que cayó muy cerca de Lamagna. "Si viene la reparación histórica bienvenida sea, ayer estuvimos con los familiares que vinieron de todo el país mostraron qué grande es esa deuda. Con la multitud veo que para ellos la muerte de Petete tiene un sentido, para ellos es un mártir pero yo perdí a mi hijo".

La anteúltima parada de la marcha es en Tacuarí y Avenida de Mayo. "Nos han matado a un hermano, porque los trabajadores somos hermanos", dijo Mariano Robles, secretario general del Sindicato Único de Conductores de Motos. "Siempre decimos que a nosotros nos parió el 2001", agregó, al tiempo que recordó que junto a Gastón Riva --que en ese momento tenía 30 años-- "eran unos indios", la llamada "caballería" de esa tarde. "Sabíamos que les habían pegado a las Madres, que había un muerto, entonces no había nada más que hablar, era pura adrenalina, eso es poder popular, cuando entrábamos por la avenida los caballos se abrían y los corríamos nosotros, no lo podíamos creer, Gastón fue para adelante, dio un paso más y lo pagó caro", agregó.

María Arena, su viuda, se abraza a con la mamá de Gastón y con uno de sus hijos. No quiso hablar a la multitud. El aniversario con número redondo la tiene demasiado convulsionada. Sus compañeras de Familiares coinciden en que "sin la fuerza de María no hubiéramos llegado hasta acá".

Fuente:Pagina12





Comisión Familiares y Amigos de las Víctimas del 19 y 20 de diciembre realizan recorrido en homenaje

El encuentro comenzará a las 16 en Sarmiento y Pellegrini, dónde está la placa de Alberto Márquez, el último militante asesinado en Capital Federal, y continuará con una recorrida por cada una de las placas que conmemoran a los fallecidos.

20/12/2021

Foto: Télam

La Comisión Familiares y Amigos de las Víctimas del 19 y 20 de diciembre realizará este lunes un recorrido en homenaje a quienes fueron asesinados durante la represión policial ante el estallido social del 2001. El encuentro comenzará a las 16 en Sarmiento y Pellegrini, dónde está la placa de Alberto Márquez, el último militante asesinado en Capital Federal, y continuará con una recorrida por cada una de las placas que conmemoran a los fallecidos Diego «Nano» Lamagna, Carlos «Petete» Almiron, Gastón Riva y Gustavo Benedetto, todos en el centro porteño.

La recorrida incluye paradas en Sarmiento y Carlos Pellegrini; Hipólito Yrigoyen y Avenida 9 de Julio; Tacuarí y Avenida de Mayo y Chacabuco y Avenida de Mayo, y conculye en Plaza de Mayo, donde a las 17.30 se hará una lectura de las adhesiones y un documento de los familiares de las víctimas. Por último, está previsto a las 18.30 un recital en Tacuarí y Rivadavia.

Las actividades son parte de los recordatorios por el 20 aniversario del estallido social del 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando murieron 39 personas en todo el país, situación que llevó a la renuncia al entonces presidente Fernando De la Rúa. Las mismas se vienen realizando en los últimos días con distintas consignas y diversos matices, llevadas adelante por un amplio abanico de organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos.

El domingo se realizó una jornada de «reflexión» en Plaza de Mayo y una vigilia como preparación de la conmemoración del aniversario que culmina este lunes y el presidente Alberto Fernández encabezó un homenaje oficial a las víctimas de la represión de aquellas jornadas. «El Estado no está para ser violento, sino para hacer justicia. Lo que uno debe hacer es escuchar, no disparar tiros», subrayó Fernández en la ceremonia que se llevó a cabo en la explanada frontal de Casa de Gobierno, donde se emplazó una placa recordatoria en memoria de los muertos por la represión de 2001.

Fernández formuló estos conceptos acompañado por el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, y frente a las familias de las víctimas del accionar policial desatado durante los dos últimos días del gobierno de la Alianza UCR-Frepaso. En la represión de hace 20 años murieron cinco personas en la Plaza de Mayo y las adyacencias, pero fueron 39 los fallecidos en todo el país. Durante la vigilia en Plaza de Mayo se mostró el documental «Diciembre», dirigido por Alejandro Bercovich, (el periodista recientemente agredido y amenazado por militantes antivacunas) que procura aportar «nuevas voces» sobre la crisis social que terminó con el Gobierno de la Alianza y que será emitido hoy a las 23 en la TV Pública.


De Nora y el Padre «Toto» a Casciari y Leo Santillán, voces que reconstruyen la sociedad de aquel diciembre de 2001

Veinte testimonios que ofrecen imágenes únicas de la represión, el hambre y la crisis social y económica que terminó con la renuncia de Fernando De La Rúa.

20/12/2021

Foto: Télam

De las asambleas populares al activismo travesti. De las Madres de Plaza de Mayo reprimidas por la policía montada por primera vez en democracia, a la justicia lenta y oscura. Del movimiento feminista a los curas villeros. De una sala de ensayo independiente al consultorio de un psicoanalista. Del campesinado salteño a los pasillos de Villa Fiorito. De las ideas hechas libros a la economía en crisis. Del «que se vayan todos» a cartonear para comer. Del movimiento del hip hop a Racing campeón. De la economía popular a un sistema de salud sin siquiera aerosol para tratar el asma. De los saqueos como método de supervivencia a los 39 muertos por la represión estatal.  A continuación, el recuerdo de esos días de hartazgo y crisis de diciembre de 2001 en la voz de 20 protagonistas de la sociedad de aquél entonces, con un elemento en común: prohibido olvidar.

Nora Cortiñas – Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora

“Fue una masacre terrible. Las Madres fuimos atacadas por primera vez con la caballería. Ni en el peor momento de la dictadura cívico–militar–eclesiástica vivimos eso. Ese día fuimos para la oficina a la vuelta de la Plaza a abrir las puertas para que la gente pudiera refugiarse de esa persecución violenta. El Estado de Sitio de De la Rúa provocó que el pueblo saliera a la calle, hubo una gran cantidad de muertos, de heridos, de perseguidos y falta Justicia aún 20 años después. Los principales promotores del desastre quedaron libres, De La Rúa murió sin haber pagado ante la justicia el desastre que hizo, y todavía acompañamos a los familiares esperando que haya justicia verdadera. Lo deseamos y haremos todo lo posible. Las escenas registradas son inolvidables y nos competen a seguir luchando”.

Lorenzo “Toto” de Vedia – Cura de la parroquia de los Milagros de Caacupé, en la Villa 21-24 de Barracas.

“Yo era sacerdote junto al Padre Pepe y ese año fue muy impactante. Además de las manifestaciones, la villa estaba amenazada porque decían que iban a venir a tomar supermercados. La gente cuidaba sus barrios armando fogatas y las consecuencias del 2001 que pegaron fuerte en la clase media se vieron al instante en los vecinos. Se perdieron puestos de trabajo, las changas se acabaron y había un malestar enorme. A 20 años de aquel diciembre de 2001, habiendo vivido la pandemia, el neoliberalismo y la gran crisis que todo esto provoca es importante entender que antes del 2001 la ausencia del Estado era enorme en los barrios. Ahora en nuestras villas hay más centros de salud, más escuelas, más instituciones y organizaciones sociales y mayor presencia del Estado pero aún se debe ordenar. Creo que se debe fortalecer el trabajo, que es lo que más falta, y valorar la comunidad. La presencia del Estado debe conjugarse con la comunidad organizada”.

Hernán Casciari – Escritor y editor de Orsai, fanático de Racing.

“En 2001 yo estaba viviendo del otro lado del charco, era rarísimo ver desde allí las circunstancias políticas y sociales que se vivían. En ese momento vi a Racing campeón y por primera vez entendí que el triunfo, cuando no podés abrazarte con la gente que querés, es también una derrota. Entendí a los cachetazos ese 27 de diciembre de 2001 que las alegrías cuando no estás con tu gente que se alegra de lo mismo no son alegrías. Los taxis pasaban por la gran vía de Barcelona como si no hubiera cambiado el mundo. Es un recuerdo extraño que no tiene nada de épico en mi vida personal. Creo que 20 años después de aquella crisis evolucionamos a nivel social y político, aunque todo el tiempo la sociedad parece indicar que estamos peor. Siempre también estamos mejor en eso de creer que estamos peor”.

Victoria Stefano – Periodista travesti

“Las travestis tenemos mucho para decir del 2001 y lo que significó como quizás la máxima represión del poder popular, que nos puso en la calle, a resistir a las Fuerzas de Seguridad y que significó un nicho militante que nos atravesó históricamente en las luchas populares. Yo tenía 9 años y vivía en el cordón Oeste de la Ciudad, la zona donde se concentra la pobreza y las Fuerzas de Seguridad. Vi a mi vieja sacrificarse por mi familia, renegando su plato de comida. Ella criaba sola en un contexto donde per se las mujeres también eran invisibles. Toda esa violencia que detonada en el 2001 generó redes entre las mujeres que sostuvieron la enorme crisis económica, la miseria, el hambre y la angustia social. Toda una generación perdió esa referencialidad que habíamos formado les empobrecides a lo largo del tiempo de lo que significaba el trabajo como norte. Creo también que las travestis y las mujeres cis contamos con un anclaje común: jamás tuvimos el reconocimiento de esa presencia concreta y final que pusimos en la calle, en casa, con las familias y resistiendo por los muertos del terror de Estado que se generó. Éramos un cuerpo más en la calle resistiendo, y ese tejido que efectivamente se veía en la práctica disruptiva de tomar las calles por asalto y expresar la opinión popular acerca de las políticas, jamás significó que fuéramos iguales porque por más que estuvimos ahí el 2001 pasó, y nosotras volvimos a los mismos lugares, las mismas esquinas, seguimos viviendo la represión policial y aún hoy sigue sucediendo. A 20 años siento que vive la memoria de las travestis villeras que salieron a resistir a la calle, de Lohana Berkins, de Diana Sacayán, de tantas que sin nombre e identidad salíamos a pelear por los derechos que ni siquiera se nos garantizaban. Y creo que la democracia restituye, por eso hay un papel fundamental que es el de sostener el tejido social. Ya no podemos tirarnos entre nosotras, nosotros, nosotres. El enemigo está en otro lado. Es el gran momento de volcarse a la lucha popular, a tejer otra vez esos lazos sociales y sostener nuestros territorios”.

Rayo Big Buda – Rapero de Villa Fiorito, Provincia de Buenos Aires.

“En el barrio sabíamos que algo estaba pasando porque la gente estaba muy enojada, todos protegían mucho sus casas y sus familias. Yo no entendía pero ellos salían con sus cacerolas. Cuando mis papás llegaban a mi casa se ponían a tomar mate y nos compraban una pizza para cuatro hermanos. Así vivimos hasta que se estableció el mate cocido, el pan, el comedor; lo que vivió cualquier familia de barrio bajo. Tengo el recuerdo de los caciques de familia que se juntaban en las esquinas turnándose, parecía una ranchada pero protegían la cuadra para asegurarse que nadie se trepe en los techos. Había tensión y mucha gente se unió a los saqueos porque había que darle de comer a la familia. Yo tenía 5 años, pero me acuerdo perfectamente de ese momento donde además tuve mi primer contacto real con el hip hop”.

Leo Santillán – Militante del MTD Lanus, en el Frente Popular Darío Santillán, hermano de Darío.

“Tenía 18 años y ya participaba en el MTD. Hacíamos comedores con colaboraciones de los propios vecinos y compañeros o mangueábamos por los almacenes. Recuerdo las represiones que ocurrían en el norte del país y los asesinatos de muchos compañeros. Había mucha insistencia por parte de mi hermano Darío para que yo participe de los piquetes y así fueron creciendo la organización y las luchas. El 19 de diciembre llegó la represión a los barrios junto a los saqueos, en mi barrio lo viví, la policía tiraba para todos lados. Después de esas jornadas los aprietes en los cortes se profundizaron y antes del 26 de junio de 2002, en una reunión, Darío analizó: “Hay que cuidarse porque mañana van a empezar a matar compañeros”. Hay que ejercitar la memoria de saber quiénes son los responsables que nos han traído hacia una educación muy hecha pelota, una salud con hospitales donde para sacar un turno para una urgencia son tres meses de espera, gente sin vivienda y no poder avanzar. Carlos Menem murió y se lo ha homenajeado; ninguno de los que está hoy en el poder lo ha denunciado. Esos tipos tienen que pagar. Hemos naturalizado que los asesinos de nuestros compañeros estén caminando, y no olvidemos que Fernando de la Rúa murió en la impunidad. Duele mucho, es una tarea del campo popular”.

Natalia Zaracho – Trabajadora de la Economía Popular, militante del Movimiento de Trabajadores Excluidos y diputada nacional del Frente de Todos .

“La pasamos muy mal, tuvimos que salir a cartonear y naturalizamos la falta de oportunidades. Lo que recojo de esa situación es que nos permitió entender que lo individual no iba a ningún lado. Ser parte de la primera cooperativa del Movimiento de Trabajadores Excluidos me marcó desde el poder popular. Esa organización me cambió la vida; encontramos un trabajo en inventarlo en el descarte de otros. En ese momento no teníamos representación política y hoy con un gobierno nacional y popular sí. Pero no nos tenemos que olvidar de los movimientos piqueteros. Nosotros vinimos desde ahí y eso nos permitió madurar. Hoy somos organizaciones sociales y no queremos volver nunca más a 2001. Vamos a disputar los lugares de poder para transformar. En este contexto, que haya una cartonera en el Congreso es muy importante, pero ese lugar es colectivo y representa un sector. A seguir construyendo poder popular”.

J. M, docente.

“En 2001 ayudaba a mi viejo a cartonear, un año antes habíamos cortado todos los servicios que teníamos como luz y cable. El 19 de diciembre, cuando todo comenzó, lo vi en casa. Mi viejo dijo: “Tenemos que ir ahí mañana y buscar para comer”. Fuimos el 20, recolectamos papeles blancos y al mediodía comenzó la represión. Estalló todo, vi caballos de la montada, empezaron a tirar gases, escuchaba tiros. Vi muertos, recuerdo los gritos: “hijos de puta dejen de tirar”. Vi el helicóptero que se iba y cómo la gente empezó a aplaudir. No me lo puedo sacar de la memoria. Cuando cartoneábamos yo encontraba libros de historia y me los llevaba. La suerte y el destino quisieron que el 20 de diciembre pero del 2019 me entregaran el título de profesor de historia. A 20 años creo que la memoria colectiva argentina es de corto plazo pero que tiene el agregado de que el que las hizo no las pagó jamás. Los Bullrich, los Milei que en aquel entonces era CEO de Orígenes, como Vidal o Larreta que eran interventores del PAMI, y otros personajes que también están en el otro bando, porque tampoco me quiero olvidar de que el 2001 no fue simplemente la alianza de De la Rúa la que llevó al desastre. Es un proceso complejo que implicó un montón de personajes nefastos que siguen pululando en los pasillos de gobierno y levantando las banderas diciendo que son honestos y que no tienen ni un pero en el currículum. Los tipos nos llevaron a unas de las peores crisis sociales de la historia moderna”.

Sebastián Gianetti – Integrante de la Comisión Familiares y Amigos/as de las víctimas del 19 y 20 de diciembre.

“La organización siempre estuvo, se dio a partir de los hechos. Hoy nuestra máxima pelea es que se haga justicia porque más allá del fallo de la Sala 1 de Casación que veníamos esperando hace cinco años y medio para que deje la sentencia firme, que no deja de ser tribunero, no vemos que hayan ido a buscar a Santos, a Matov, a Gaudiero o Andreozzi de las pestañas, como correspondería. Y que los metan en una prisión común a cumplir su condena hasta que salga el fallo apelatorio. Nos motorizan los 20 años de impunidad que vivimos como familiares y amigos de las víctimas y queremos denunciarlo porque ya no es sólo una falta de respeto a esas 39 familias que han visto cómo asesinaban a sus seres queridos sino también a la memoria del pueblo argentino. Hoy nos encontramos en Sarmiento y Pellegrini y recorreremos las placas donde se recuerdan que en el microcentro porteño mataron a cinco personas”.

Rubén Flores – psicoanalista

“Trabajaba en un grupo de psicoanalistas que eran prestadores tercerizados de prepagas y la coordinadora del espacio planteó que el valor que se pagaba por hora sesión se reduciría a la mitad. Eso produjo la partida de muchos colegas y mi apuesta por la práctica del psicoanálisis se robusteció. Atendía gente desvinculada de Siemens, devastados por la partida de algo más que una empresa que se reconvertía despidiendo a una multitud de empleados. Yo estaba enajenado trabajando, mi hijo menor me preguntaba ‘¿Cuánto más tenés que trabajar, papi?’. Era difícil económicamente, pero fundamentalmente estaba desalentado de expectativas e ilusiones. Cuando Fernando De la Rúa anunció el Estado de Sitio salimos espontáneamente a la esquina de nuestro barrio, allí permanecimos en la calle. También participamos en reuniones de discusión en la plaza cercana y ocupamos un local vacío para hacer una Asamblea Popular barrial. Fueron tiempos de intensidad traumáticos o de una vivencia de los acontecimientos que fluye acelerado o se estanca”.

María Madalena Quispe –  Campesina, Barrio Libertad, Provincia de Salta

“Mi vida era la de una campesina dedicada al trabajo de la agricultura, ganadería caprina, bovina y ovina. Trabajaba con mi familia y si teníamos escasez de mercadería o insumos se debía al largo trayecto del camino y la dificultad para llegar. Supimos manejar la situación y los productos de la tierra nos dieron lo básico para llevar una vida estable”.

Pedro Peligro Palacios – Rapero, docente.

“En 2001 transitaba un proyecto colectivo con el grupo de teatro Catalinas Sur, con el que viajamos a un festival en Europa. Allí vimos la repercusión que se generaba en otras partes del mundo. Hubo un apoyo puntual de la clase media argentina que resalta un poco algunas manifestaciones. A veces una sociedad de clase media como la que es la de Argentina es reticente a apoyar algunas cuestiones populares que realmente tienen peso y deberían ser apoyadas. Para las clases más bajas con las que yo estaba trabajando en ese momento en el plano social, tanto antes del 2001 como después, la vida no ha cambiado mucho realmente. No es una crítica a sectores sino por el contrario, es una aclaración de lo que le pasa a la gente en los sectores más vulnerables. Muchas veces no son ellos los que ven el cambio porque lamentablemente su vida sigue sumergida en la falta de educación, en la falta de oportunidad y en algún punto en la cosificación social que se les da por añadidura. El Hip Hop de Argentina en ese momento no había planteado aún una cuestión social a través de las letras sino que estaba más abocado al imaginario, pero a partir de ese momento los contenidos de cierto sector se tiñeron bastante. El rap consciente aparece un poquito más adelante, en un momento se plantea como bandera de batalla “Hip Hop no vota a Macri” y eso es consecuencia real de todo este aprendizaje de la juventud en estos caminos nefastos de la política. Todos los sectores juveniles más allá de sus actitudes musicales tuvieron conciencia de lo nefasto que puede ser el ajedrez político cuando el imperio mueve los hilos del títere”.

Marcelo – Escritor y editor de Editorial Nuestra América.

“Era un año denso, se sentía por la situación económica social y política de esa ensalada rusa que fue la Alianza, esa mezcla de tibios y traidores, derechosos y progres que intentaron hacer una cosa nueva para darle cierta esperanza al país. Recuerdo aquello de Manuel Scorza: ‘No hay nada que debilite más al hombre que las mentiras de la esperanza’. Vaya si los gobiernos que hemos tenido de derecha, ultraderecha, centro y centro progre han llevado a cabo esa frase. Esa esperanza que se vende y en la realidad seguimos teniendo chicos muertos por hambre. Hasta que no erradiquemos el hambre en nuestro país y no acabemos con la miseria, de tener miserables que coman, duerman y se mueran en la calle, todos los gobiernos son culpables de esa situación porque el problema es la riqueza y no la pobreza, la mala distribución de la riqueza. El 2001 ya venía así. Recuerdo ese día nefasto cuando todos estábamos frente al televisor esa noche que no podíamos dormir. Las calles comenzaron a poblarse como hormigas que salen previo al invierno a buscar comida, surcaban las avenidas calles y caminos hacia el Congreso de la Nación y hacia la Plaza de Mayo. Llamé a mi amigo y mentor Juan Martin Guevara y le dije: ‘Se pudre todo mal, la gente está saliendo a la calle’. Ese golpe económico que siguieron dando nos afectó mucho con nuestra actividad como editorial, trabajamos gratis mucho tiempo. Las pequeñas victorias fueron las asambleas populares en los barrios y algunas organizaciones piqueteras que siguieron manteniendo las banderas de lucha por una vida más digna”.

Hernán “Cabra” de Vega – cantante de Las Manos de Filippi, militante y compositor argentino.

“Mi vida era muy parecida a la de ahora, no vivía de la banda, trabajaba en un frigorífico y para mí ya era una desgracia ir a ensayar porque tenía que pensar en levantarme a las 5 am, fue una época muy dura. Recuerdo la sensación de estar unidos con la gente en la calle y me hizo acordar mucho al reciente levantamiento de Chile. Plena revuelta, los vecinos todos hermanados en las plazas y asambleas. A partir de toda la movida del estallido social con Las Manos y las bandas que veníamos muy tapadas por los medios -nos acusaban a los que hacíamos música contestataria de que era un estilo antiguo- avanzamos mucho, junto a otras bandas under. Hay que recordar que un día nos pudrimos y salimos todos a la calle. Creo que después de 20 años aprendimos a organizarnos más y la próxima vez esas consignas estarán más apoyadas por organizaciones piqueteras”.

Alejo Caivano – abogado, integrante de La Defensoría de Laburantes.

“Hoy la causa cumple 20 años y recién un Tribunal de Casación confirmó las condenas sobre algunos de los responsables, particularmente el ex Secretario de Seguridad del gobierno de Fernando de la Rúa e integrantes de la policía básicamente. Pero que no tuvieron responsables políticos más que Enrique Mathov, cuando todos sabemos que la orden la dio el gobierno de De la Rúa. Es una falta de respeto, la justicia que tarda veinte años no es ninguna forma de justicia”

Lilian Capone – Médica, docente universitaria, secretaria Salud Laboral CTA Provincia de Bs As.

“Fue muy duro ser militante de salud en aquella época, las compañeras y compañeros se quedaban uno a uno sin trabajo, la informalidad, el hambre, los sindicatos sosteníamos mucho la lucha organizada. En la Plaza la represión fue muy grave, ver las barricadas, los vidrios rotos, autos quemados, es una fotografía que uno no se puede olvidar. Por eso hoy cuando uno escucha a Domingo Cavallo hablar de esa época lo primero que tenemos que recordar son esas imágenes. En el hospital no teníamos aerosol para el tratamiento del asma, por ejemplo. Hacíamos piruetas porque no había siquiera muestras médicas para repartir y la gente estaba a la deriva sin obra social. Hoy tenemos la posibilidad de construir entre todos un sistema nacional integrado de salud que incluya a los trabajadores, el género, los jóvenes, los discapacitados, quienes no tienen obra social, todos y todas”.

Ariel Scher – Periodista, narrador y docente.

“Era periodista y docente, además ejercía mi condición de padre y estaba atravesado por las preocupaciones que iban signando la vida de millones de personas de este país. En ese momento una porción de los habitantes teníamos una preocupación más que, visto lo que fueron aquellos días, solo la puede entender quien tiene una relación intensa con el fútbol: Racing desarrollaba una campaña que por primera vez lo ponía ante la posibilidad de ser campeón en 35 años. En ese universo tan singular los hinchas no estaban sólo sacudidos por Argentina o por lo que pasaba con sus ahorros o sus empleos; tenían un espacio no menor para rogar que el campeonato terminara con Racing campeón. De alguna manera eso explica lo que el fútbol suscita en mucha gente. Muchas veces me preguntaron qué paralelismo posible hay entre la pertenencia popular y el espacio de expresividad popular que es el fútbol, y todo lo que no olvidaremos del 19 y 20 de diciembre del 2001. Eso sigue teniendo la necesidad de ser indagado en el campo de las ciencias sociales con todo el rigor que implica. No tengo respuestas exactas, tengo curiosidad. Sí me parece que el cruce más potente es esto, cómo en medio de todo lo que era este país y de todo lo que este país dejaba de ser, el fútbol latía en algún lugar como un lugar donde encontrarse con expectativas, sueños y frustraciones pero que se parecieran en alguna dimensión a la vida no rota que sentía mucha gente en ese tiempo”.

Julián Borgo –  Economista (UBA / UNLP).

“Las consecuencias más relevantes del 2001 fueron el aumento de la pobreza, la desigualdad y la crisis de empleo que siguió en los años venideros, además del elevado endeudamiento en que quedó Argentina, que tuvo que reestructurar su deuda en 2005 y luego en 2010. Nos deja enseñanzas y aprendizajes importantes como la relevancia de la estructura de la seguridad social para contener y aliviar la situación de la población más vulnerable en contextos de crisis”.

Pablo Viñas, ex secretario general de gráficos de AGR Clarín, abogado laboralista y militante de Política Obrera.

“Trabajaba en AGR, y si bien militaba en el Partido Obrero -hoy en Política Obrera- en ese momento no podía hablar abiertamente de mi militancia para evitar el despido por parte de la empresa. Las jornadas del 19 y 20 fueron impactantes. En la Plaza te ponía la piel de gallina ver las columnas avanzando nutriéndose de la gente se iba sumando. Recuerdo el cantito: ‘Qué boludo, qué boludo, el Estado de Sitio se lo meten en el culo’. Días después escuché ‘El pueblo unido’ de Quilapayún y se me cayeron unos lagrimones. Cuando renunció De la Rúa el festejo popular fue muy grande y fue la primera vez que las masas voltean a un gobierno anti obrero pero que había sido elegido mediante el voto. Ahora, 20 años después, la generación ha cambiado, pero para una juventud que conoce al ‘Argentinazo’ como referencia histórica es una experiencia que queda en la conciencia”.

María Claudia «la Negra» Albornoz . Referenta de La Poderosa, barrio Chalet, Provincia de Santa Fe.

“El 2001 vivía en la misma casa que ahora, donde nací. En mi barrio muchas vecinas cocinaban para quienes no tenían nada. Había hambre y nada alcanzaba. La situación de desesperación por no saber qué iba a pasar era permanente y sobre todo porque venían las Fiestas. Pensarse en una mesa sin nada para compartir es algo que atormenta todavía mucho a las barriadas empobrecidas. En Santa Fe teníamos la policía de Reutemann, que había hecho recorte sobre recorte. Y sabíamos que era represiva, tenía literalmente dentro de su gabinete a un represor. En Rosario lamentamos 8 compañeros y compañeras muertos. Entre ellos Pocho Lepratti, con un tiro de bala de plomo de la policía de Reutemann asesinado mientras pedía que dejen de reprimir. A 20 años del estallido aprendimos a organizarnos, resistir, luchar y hacer reclamos por el sector más empobrecido del país que viene siendo postergado hace mucho tiempo. Hoy la organización es otra, somos sobrevivientes de ese 2001 y tenemos la convicción de saber que siempre la economía popular nos salvó. Hoy son las cooperativas. Cuando nos tiran por la cara que somos planeros nosotros decimos: ‘Si, planeamos todo el tiempo cómo sobrevivir’. Y desde aquel 2001 no paramos de resistir”.

(Nota realizada en el marco del Taller de Redacción de Tiempo).


Organizaciones piqueteras y de izquierda conmemoraron el 20 de diciembre

La Unidad Piquetera liderada por el Polo Obrero y Barrios de Pie marchó contra el ajuste y por la ruptura con el FMI.

20/12/2021

La Unidad Piquetera tomó la delantera y convocó a organizaciones sindicales, sociales y partidos de izquierda a construir una movilización a la Plaza de Mayo para conmemorar las dos décadas de la rebelión popular que puso fin al gobierno de Fernando De la Rúa en diciembre de 2001.

El sector de organizaciones sociales que no se encuentra alineado con el gobierno liderado por el Polo Obrero y Barrios de Pie y que reúne además unas treinta organizaciones sociales combativas sumó la adhesión de los partidos de izquierda y sindicatos agrupados en el Plenario del Sindicalismo Combativo

Ya desde la noche del domingo 19 realizaron una vigilia con acampe donde se realizaron charlas, debates y proyecciones y desde bien temprano a la mañana del lunes se comenzaron a reunir para ingresar a la Plaza de Mayo entrado el medio día.

Tal como había ocurrido hace poco más de una semana, la Plaza de Mayo fue ocupada enteramente por organizaciones que no responden al gobierno y que reclaman la ruptura de relaciones con el FMI.

El documento que leyeron desde el palco ubicado frente a la Casa Rosada y al que tuvo acceso Tiempo Argentino asegura que «la rebelión popular de diciembre de 2001 abrió una nueva situación política en el país, cuyas consecuencias no lograron ser disipadas del todo por las clases dominantes hasta la actualidad”. Es que, puntualizan, “diciembre de 2001 puso de relieve una fractura en las clases dominantes, una crisis económica aguda y un pueblo que ya no soporta seguir viviendo como hasta entonces”.

En el documento las organizaciones apuntan contra todos los gobiernos que se sucedieron en estas dos décadas: “la reconfiguración de Néstor Kirchner estuvo determinada por ese viraje de la clase capitalista y la necesidad de hacer frente a un pueblo levantado. El kirchnerismo vino a rescatar al régimen político de la crisis, no fue una expresión de la rebelión popular. Para lograrlo aplicó una serie de políticas concesivas y una cooptación del movimiento popular”.

Además, continúan señalando que, “el gobierno de Macri procedió a un endeudamiento enorme con un préstamo del FMI que fue inicialmente de 57 mil millones de dólares para hacerle frente a la fuga de capitales. Para esto el gobierno de Macri aplicó un ajuste brutal con tarifazos que superaron el 1000%. Para contener las consecuencias de este ajuste, el macrismo recurrió fuertemente a la represión y a los pactos con el PJ y especialmente, con la burocracia sindical y organizaciones sociales que realizaron un pacto con la Ministra Stanley”.        

Por eso, destacan que “los que nos movilizamos reivindicamos su vigencia en el marco de un pacto con el FMI que traerá más ajuste, miseria, pobreza y desocupación y nos plantea la más amplia unidad para enfrentar al gobierno ajustador y al sometimiento del país al pago de la ilegal e ilegítima deuda externa, que negocia en estos días el gobierno con el FMI”.

Del mismo modo señalan que “formamos parte de los pueblos de Latinoamérica que se rebelan ante los ajustes, como el de Chile, Ecuador o Colombia, la rebelión popular del 2001 esta presente hoy por la gravísima situación social y porque está presente la organización piquetera y popular que ha tomado las calles y no las va a dejar”.

Por último ratificaron su posición de rechazar el pago y todo acuerdo con el FMI: “la deuda no solo es impagable, sino que constituye una inmensa estafa, que ahora el gobierno del Frente de Todos pretende que sigamos pagando a costa de que nuestro pueblo soporte niveles históricos de pobreza e indigencia. Se termina así convalidando la enorme fuga de capitales que Macri acaba de reconocer, endeudando al país”.

Una vez concluida la lectura del documento las organizaciones convocantes se retiraron de la Plaza de Mayo para dar lugar al ingreso de nuevas columnas que se dieron cita en una convocatoria con un perfil más conciliador encabezada por el Movimiento Evita y la CCC.

Fuente:TiempoArgentino

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