29 de enero de 2022

TROPEL 2 del 29.01.2022.

 

Cómo se pagará la deuda

FMI: en qué consiste el acuerdo

Tanto el Gobierno como el organismo anunciaron el entendimiento. El ministro Martín Guzmán brindó detalles sobre plazos y formas, metas fiscales, monetarias y de divisas. Se viene la discusión en el Congreso Nacional y en el Directorio del FMI.

Por Javier Lewkowicz
Martín Guzmán brindó una conferencia de prensa junto a Juan Manzur.. Imagen: NA

El Gobierno alcanzó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar el préstamo stand-by tomado en 2018 por la administración de Juntos por el Cambio. Así lo comunicó este viernes el presidente, Alberto Fernández, en la apertura de los mercados, y confirmó el propio organismo internacional en un comunicado emitido por el staff técnico. A su vez, el ministro de Economía, Martín Guzmán, junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, ofrecieron detalles de lo consensuado

Cómo es el acuerdo con el FMI

A grandes rasgos, el acuerdo consiste en un esquema de desembolsos durante los próximos dos años y medio atados a las revisiones de una serie de metas. Luego de los primeros cuatro años comienza la etapa de devolución de los fondos hasta completar los diez años. Las metas tienen un capítulo fiscal, monetario y de acumulación de divisas. A diferencia de otras experiencias, no hay exigencias sobre viejas "reformas estructurales" en el sistema previsional o laboral ni tampoco privatización de empresas públicas. 

Prácticamente todo el arco político y económico celebró el anuncio. Ahora se vienen varias semanas de continuidad del trabajo técnico para tratar de llegar a la previa del vencimiento de 2800 millones de dólares de mediados de marzo con el acuerdo en funcionamiento. Para ello, antes debe contar con el visto bueno tanto del Directorio Ejecutivo del FMI como del Congreso Nacional.

Crédito de facilidades extendidas

El Gobierno acordó con el Fondo un crédito de facilidades extendidas para poder afrontar el resto del megapréstamo de 44.500 millones de dólares que recibió la administración de Mauricio Macri. Esa operación tiene vencimientos por 18 mil millones de dólares este año y otros 19 mil millones de dólares en 2023, montos absolutamente impagables por el país. Para afrontar esos pagos, el FMI vuelve a prestar plata con otros plazos de devolución.

El monto del nuevo crédito sería similar al recibido por Macri pero el plazo de devolución es de diez años y se comienza a pagar en 2026. Los fondos ingresarán a medida que lleguen los vencimientos del crédito de 2018, aunque también van a incluir los últimos desembolsos de capital que pagó el Estado argentino el año pasado.

Revisión trimestral del FMI

Antes de liberar los fondos, el FMI hará una revisión trimestral de las cuentas del país para ver en qué medida se viene cumpliendo lo acordado. Se trata de una instancia que históricamente ha sido muy traumática, puesto que la estabilidad cambiaria pasa a depender de las palabras del organismo, nuevo juez de la economía local.

El período de desembolsos del acuerdo es de dos años y medio, con 10 revisiones trimestrales. A partir del año cinco, el país tiene que comenzar a hacer pagos netos. La etapa de acuerdo mutuo sobre las políticas a adoptar en principio termina a fines de 2024.

Guzmán aseguró que gracias a la devolución de los pagos realizados el año pasado, el financiamiento neto con el FMI tendrá signo positivo (y no neutral). A ello se sumará el fondeo de alrededor del 0,9 por ciento del PBI que el Gobierno espera conseguir de otros organismos internacionales.

Déficit fiscal, subsidios a la energía y recaudación

Sendero fiscal: El consenso alrededor de este punto es una reducción paulatina del rojo fiscal, que el año pasado terminó en alrededor del 3 por ciento del PBI. Ese número bajaría al 2,5 por ciento este año, al 1,9 por ciento en 2023 y 0,9 por ciento en 2024.

El ministro aclaró que ese sendero incluye un crecimiento de la obra pública y ciencia y tecnología junto a una "redirección de recursos". Algunas pistas más dio el Fondo, que dijo que "acordamos que una estrategia para reducir los subsidios a la energía de manera progresiva era fundamental para mejorar la composición del gasto público". Consultado por este tema, Guzmán dijo que no cambiaría la política de subsidios en relación a lo anunciado para este año, que se basaría en un nuevo aumento general por debajo de la inflación pero con quitas de subsidios a determinados sectores.

"Expansión moderada del gasto real y fortalecimiento de la recaudación", dijo el ministro, sin ofrecer más detalles por ahora, que serán claves porque buena parte del acuerdo se juega en cómo se lleva a cabo la reducción del déficit fiscal.

Financiamiento: Otro de los puntos fuertes del acuerdo es la trayectoria de la asistencia monetaria del Banco Central al Tesoro. Guzmán detalló que en 2021 equivalió a 3,7 puntos del PBI y que se consensuó una fuerte reducción hasta el 1 por ciento en 2022; 0,6 por ciento en 2023 y que en 2024 el Central no aporte para cubrir el bache fiscal.

La contracara de ese trayecto monetario es la ampliación de los instrumentos de financiación del Tesoro con el mercado local, algo que el Gobierno viene fortaleciendo desde el comienzo de la gestión y que ahora deberá profundizar. La financiación con el mercado local estará apuntalada por tasas de interés reales positivas, que en cambio son un problema para la inversión productiva.

Más allá del financiamiento de mercado al sector público, el acuerdo contempla una reforma del mercado local de capitales para darle más profundidad y alcance. 

Acumulación de reservas

Divisas: El Gobierno acordó un ambicioso objetivo de acumulación de reservas que comienza en los 5 mil millones de dólares para 2022. Un punto sensible porque el año pasado, con superávit comercial récord, las reservas siguieron penando. Guzmán dijo con respecto a esto que, a favor del 2022, no habrá unos 5 mil millones de vencimientos pagados al propio Fondo, como sucedió en 2021.

Regulaciones cambiarias y exportaciones

El ministro también detalló que continuará la política de regulaciones cambiarias y financieras y que se va a profundizar el estímulo a los sectores exportadores, capaces de inclinar a favor la balanza de las divisas, mayormente el sector agropecuario, minería e hidrocarburos. Guzmán descartó que vaya a haber un "salto cambiario".

Inflación y Precios Cuidados

Inflación: Guzmán ponderó que el acuerdo mantiene una mirada multicausal de la inflación, que incluye un capítulo fiscal y monetario pero también de coordinación de expectativas. En este último punto, rescató que Precios Cuidados y el resto de las herramientas de controles de precios tendrán un rol relevante en el nuevo esquema de política económica.


Ratificó que el arreglo será tratado en el Congreso

Alberto Fernández anunció un acuerdo con el FMI por la deuda: “Nos va a permitir crecer y cumplir con nuestras obligaciones”

El Presidente señaló que "sufríamos un problema y ahora tenemos una solución" al llegar a un acuerdo por el pago de los 44 mil millones de dólares de deuda que tomó Mauricio Macri. Enumeró que el entendimiento no afecta a las jubilaciones, no implica una reforma laboral ni "saltos devaluatorios" y permite avanzar con la obra pública. "No nos impone llegar a un déficit cero", remarcó.

Por Melisa Molina
"El Gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional", anunció Alberto Fernández.. Imagen: Presidencia

Luego de una intensa semana y de meses de negociaciones, el presidente Alberto Fernández anunció que "el Gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional" para poder pagar la deuda por 44 mil millones de dólares que tomó de forma irresponsable el gobierno del expresidente, Mauricio Macri. 

Si bien los detalles técnicos quedaron en manos del ministro de Economía, Martín Guzmán, el mandatario aseguró que "en comparación con otros anteriores que la Argentina firmó -y es bueno recordarlo- este acuerdo no contempla restricciones que posterguen nuestro desarrollo. No restringe, no limita ni condiciona, los derechos de nuestros jubilados que recuperamos en el año 2020. No nos obliga a una reforma laboral. Promueve nuestra inversión en obra pública. No nos impone llegar a un déficit cero. No impacta en los servicios públicos, no relega nuestro gasto social y respeta nuestros planes de inversión en ciencia y tecnología". "Además, vamos a poder acceder a nuevos financiamientos, precisamente, porque este acuerdo existe. Este entendimiento prevé sostener la recuperación económica ya iniciada", agregó.

Alberto Fernández sobre el acuerdo con el FMI

Fernández comenzó el discurso, que dio desde la Quinta de Olivos, remarcando que "gobernar es un ejercicio de responsabilidad", y apuntó que "sufríamos un problema, y ahora tenemos una solución. Teníamos una soga al cuello, una espada de Damocles, y ahora tenemos un camino que podemos recorrer. Sin acuerdo, no teníamos un horizonte de futuro. Con este acuerdo, podemos ordenar el presente y construir un futuro". Entre las características del entendimiento con el FMI, enumeró que el mismo "prevé que no habrá caída del gasto real y sí un aumento en la inversión de obra pública del Gobierno Nacional", e hizo hincapié en que "tampoco dispone saltos devaluatorios".

El Gobierno, después de idas y vueltas, finalmente decidió realizar el pago del primer vencimiento del año ante el organismo, equivalente a unos 731 millones de dólares de intereses. En un principio el pago había sido puesto en duda por el propio gobierno, lo que generó una respuesta del Fondo y, según contaron a este diario, una mejor predisposición para terminar de renegociar. De esta forma, el Poder Ejecutivo mantuvo la línea de cumplir con el pago de los vencimientos e intereses del acuerdo, que fue firmado por el gobierno de Cambiemos en 2018.

La deuda del Gobierno de Mauricio Macri

"Sin el acuerdo, las posibilidades comerciales económicas y de financiación que nuestra Nación necesita estarían seriamente limitadas", destacó Fernández. En relación a la deuda multimillonaria contraída por el gobierno de Cambiemos, el Jefe de Estado resaltó que "teníamos una deuda impagable que nos dejaba sin presente ni futuro y ahora tenemos un acuerdo razonable que nos va a permitir crecer y cumplir con nuestras obligaciones a través de nuestro crecimiento". "Este acuerdo no nos condiciona. Podremos actuar ejerciendo nuestra soberanía y llevar adelante nuestras políticas de crecimiento, desarrollo y justicia social. Es un acuerdo basado en la confianza del mundo en nuestras capacidades", aclaró luego.

A continuación, remarcó que "tenemos que crecer para poder pagar. De otro modo no era posible, y tampoco lo será". Para cerrar, Fernández resaltó que "confío en la Argentina", e invitó a "mirar hacia adelante sin olvidar el pasado". "Había un problema gravísimo y urgente y ahora tenemos una solución posible y razonable. Es tiempo de unirnos en las soluciones y no de dividirnos en los problemas", sostuvo el Presidente y al concluir destacó: "la historia juzgará quien hizo qué. Quién creo un problema y quién lo resolvió".

El acuerdo con el FMI, al Congreso

Debido a la Ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, que fue sancionada el 3 de marzo de 2021, todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el FMI, deberá pasar de forma obligatoria por el Congreso de la Nación. Sobre este tema, el mandatario dijo: "Tengo confianza en la Argentina y en las líneas generales de este acuerdo que elevaré al Congreso de la Nación para su consideración. Necesitamos que apoyen este convenio y apelo así al compromiso nacional de todos y todas".

Hasta última hora del jueves, el ministro de Economía, Martín Guzmán, estuvo reunido en el Palacio de Hacienda con el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, ultimando los detalles de lo que esta mañana anunció Fernández. El jueves también estuvieron reunidos con el Presidente en Casa de Gobierno, a lo largo de la tarde, el Canciller, Santiago Cafiero y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. 

Luego del discurso presidencial, el titular de la cartera, junto al Jefe de Gabinete, Juan Manzur, dieron detalles de lo acordado con el FMI, en una conferencia de prensa desde el Ministerio de Economía. De forma paralela, el directorio del organismo, según informó la agencia Bloomberg, mantiene una reunión virtual que tendrá el objetivo de informar sobre el estado de las negociaciones con nuestro país.

El discurso completo de Alberto Fernández


Buenos días.

Quiero anunciarles que el Gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Gobernar es un ejercicio de responsabilidad.

Sufríamos un problema, y ahora tenemos una solución.

Teníamos una soga al cuello, una espada de Damocles, y ahora tenemos un camino que podemos recorrer.

Sin acuerdo, no teníamos un horizonte de futuro.

Con este acuerdo, podemos ordenar el presente y construir un futuro.

En comparación con otros anteriores que la Argentina firmó -y es bueno recordarlo- este acuerdo no contempla restricciones que posterguen nuestro desarrollo.

No restringe, no limita ni condiciona, los derechos de nuestros jubilados que recuperamos en el año 2020.

No nos obliga a una reforma laboral.

Promueve nuestra inversión en obra pública.

No nos impone llegar a un déficit cero.

No impacta en los servicios públicos, no relega nuestro gasto social y respeta nuestros planes de inversión en ciencia y tecnología.

Además, vamos a poder acceder a nuevos financiamientos, precisamente, porque este acuerdo existe.

Este entendimiento prevé sostener la recuperación económica ya iniciada.

Prevé que no habrá caída del gasto real y sí un aumento en la inversión de obra pública del Gobierno Nacional.

Tampoco dispone saltos devaluatorios.

Sin el acuerdo, las posibilidades comerciales económicas y de financiación que nuestra Nación necesita estarían seriamente limitadas.

Este acuerdo no nos condiciona. Podremos actuar ejerciendo nuestra soberanía y llevar adelante nuestras políticas de crecimiento, desarrollo y justicia social.

Es un acuerdo basado en la confianza del mundo en nuestras capacidades.

Tenemos que crecer para poder pagar. De otro modo no era posible, y tampoco lo será.

Teníamos una deuda impagable que nos dejaba sin presente ni futuro y ahora tenemos un acuerdo razonable que nos va a permitir crecer y cumplir con nuestras obligaciones a través de nuestro crecimiento.

Tengo fe en la Argentina.

Se que somos capaces de levantarnos y salir adelante.

Confío en el dinamismo de nuestras empresas, la fortaleza de nuestra industria, el compromiso de quienes trabajan, la valía de nuestras científicas y científicos, el talento de nuestros emprendedores, la enorme capacidad de nuestras pymes y en los sueños de nuestros jóvenes.

Creo en la Argentina.

Debemos crecer y debemos honrar nuestras obligaciones al mismo tiempo que hacemos una Argentina más justa, con más desarrollo, con mejor infraestructura. Seguiremos, también, la senda de ordenar las cuentas públicas sin condicionar nuestras políticas de justicia social.

Tengo confianza en la Argentina y en las líneas generales de este acuerdo que elevaré al Congreso de la Nación para su consideración. Necesitamos que apoyen este convenio y apelo así al compromiso nacional de todos y todas.

Hay futuro porque estamos afianzando este presente.

La historia juzgará quien hizo qué.

Quién creo un problema y quién lo resolvió.

Los invito a mirar hacia adelante sin olvidar el pasado.

Había un problema gravísimo y urgente y ahora tenemos una solución posible y razonable. Es tiempo de unirnos en las soluciones y no de dividirnos en los problemas.

Confío en la Argentina, confío en los argentinos y argentinas.

Gracias por su atención, buenos días. 


Los principales referentes del oficialismo apoyan la renegociación de la deuda

Las miradas del FdT sobre el acuerdo con el Fondo

Si bien todavía no se conoce la opinión de Cristina Kirchner, ya hay dirigentes del kirchnerismo, como Wado de Pedro y Axel Kicillof, que mostraron su respaldo al arreglo con el FMI.

Por Melisa Molina
Los principales referentes del FdT: Máximo Kirchner, Sergio Massa, Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Axel Kicillof.

El anuncio del acuerdo con el FMI por parte del presidente, Alberto Fernández, y del ministro de Economía, Martín Guzmán, fue respaldado por diversos sectores de la política, del sindicalismo, por gobernadores de todos los espacios, y por representantes del sector empresario. Sin embargo faltó en la jornada un pronunciamiento clave: el de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que el viernes por la tarde se encontraba volviendo de Honduras. Existen versiones que afirman que desde esa pata del Frente no estaban al tanto de la letra chica del acuerdo y que por eso no hicieron declaraciones a lo largo del día. A última hora del viernes, sin embargo, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, descomprimió la tensión hacia el interior del espacio con una publicación en redes sociales en la que, luego de subrayar la responsabilidad del expresidente Mauricio Macri, indicó que "el Presidente anunció hoy que el FMI refinanciará esos vencimientos, lo que evitará una verdadera catástrofe en lo inmediato. Esperamos que la oposición colabore y se haga cargo del desastre que dejó a su paso". Desde el albertismo mantienen la línea de que se llegó al "mejor acuerdo posible", postura que comparten en el massismo y que no tardó en manifestar el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

Promediada la conferencia de prensa, cuando el ministro Guzmán, luego de explicar los puntos centrales del entendimiento al que se llegó con el Fondo, realizó una serie de agradecimientos. Primero al Presidente y luego a la vicepresidenta, Cristina Kirchner, a quien describió como "dueña de una fuerza única que ha sido de mucho valor para lo que se ha logrado". Ante la pregunta acerca de si había hablado con CFK sobre el cierre del nuevo acuerdo, Guzmán respondió: "nosotros enviaremos el programa al Congreso de la Nación y tanto la Cámara de Diputados como de Senadores definirán su apoyo o sus decisiones en relación a lo que nosotros estamos presentando". Este diario confirmó hace unos días que antes de partir hacia Honduras --donde viajó para la asunción de la presidenta Xiomara Castro-- la vicepresidenta mantuvo varias conversaciones tanto con el Presidente como con Guzmán. 

En la previa del acuerdo algunos sectores de La Cámpora evaluaban si existía o no la posibilidad de no llegar a un entendimiento con el Fondo. En discusiones internas se temía una injerencia desmedida del organismo con las visitas trimestrales y otras cuestiones que detalló Guzmán en la reunión con gobernadores, y que ellos consideraban que podían derivar en un ajuste. Sin embargo, también opinaban que desde el oficialismo no habían sido capaces de generar una conciencia social suficiente como para permitir afrontar un posible no pago de la deuda. Consideraban que el Gobierno no tenía margen para hacerlo, menos en el escenario político posterior a la derrota que sufrió en las elecciones de medio término. 

Si bien lo que primó fue el hermetismo durante todo el día por parte del kirchnerismo, hubo algunas excepciones, como el ministro del Interior Eduardo "Wado" de Pedro, que temprano retuiteó el mensaje del Presidente y la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, que escribió en sus redes que celebraba el acuerdo porque permitirá "el crecimiento y continuar la reactivación económica". Horas después, la líder provincial agregó que "nuestro pueblo merece que la justicia investigue la deuda contraída a sus espaldas. El FMI debe responsabilizarse del daño que genera violando su propia normativa", y etiquetó al Presidente. Este es un reclamo de vastos sectores que se referencian con la pata kirchnerista del espacio. Desde el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, antes del pronunciamiento de Kicillof, también había acompañado el acuerdo el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, quien resaltó que "el principio de acuerdo con el FMI le permite a la Argentina cumplir sus obligaciones y defender el crecimiento, el desarrollo y el futuro".

Massa fue otra de las personas que recibió un agradecimiento especial por parte del ministro Guzmán en su discurso. El ministro resaltó que el presidente de la Cámara baja "ha estado muy activo ayudando muchísimo sobre todo en esta recta final que son los momentos más críticos y delicados tanto en el plano nacional como internacional". Luego del mensaje oficial, Massa escribió que "el acuerdo con el FMI es una muy buena noticia para el país. Frente al problema de la deuda heredada se brinda una solución que genera confianza". La portavoz, Gabriela Cerruti opinó sobre el silencio de algunos sectores del FdT y dijo que: "Escuchamos a mucha gente de la coalición pronunciarse. Algunos van a estar más entusiasmados y otros menos, pero todos somos parte de un gobierno que tiene la responsabilidad de gobernar". 

Los sectores sindicalistas de la alianza también se expresaron. La CGT lanzó un comunicado en apoyo al acuerdo y, desde la CTA, el secretario general, Hugo Yasky opinó en diálogo con Página12 que "vamos a evitar caer en pronunciamientos que tengan un tono triunfalista porque no hay nada para festejar ni aplaudir". Sin embargo, reconoció que "es positivo que se subraye que no habrá reformas laborales ni previsionales". Yasky añadió que "ellos (por el FMI) discutirán las metas, nosotros tenemos que discutir como llegamos a esas metas. Si todo se deja llevar por la inercia de los hechos, lo que siempre pasó es que pagaron los sectores populares, por más cláusulas que pongamos. Para evitar eso hay que discutir la redistribución de la riqueza para que, esta vez, el costo del acuerdo, que tanto reclamaban los sectores del poder económico y financiero, lo paguen ellos, que son los que se beneficiaron con el negociado de la deuda".


Señales de apoyo desde el oficialismo y desde la oposición

Las repercusiones del acuerdo con el FMI

"No impone ni condiciona", celebró Sergio Massa. Otros dirigentes del oficialismo respaldaron el arreglo. Gerardo Morales y Facundo Manes se anotaron entre los opositores que reconocieron la importancia del entendimiento.


Sergio Massa fue el primero en pronunciar su respaldo al acuerdo con el FMI. Imagen: NA

Tras los anuncios del acuerdo alcanzado por el gobierno nacional con el Fondo Internacional, las declaraciones de apoyo hacia el entendimiento no tardaron en llegar.

El primero en pronunciarse fue el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien celebró: "Tenemos un acuerdo que no impone ni condiciona". "Es una muy buena noticia para el país. El acuerdo genera confianza, dentro y fuera del país. La deuda, como estaba, era un problema. El acuerdo es una solución", afirmó luego del anuncio presidencial.

Desde el entorno de Massa dijeron que el funcionario siguió de cerca las negociaciones y participó de todas las reuniones de trabajo para lograr el entendimiento. "Defendimos la reactivación económica. Con este acuerdo, vamos a poder seguir el camino de la recuperación y el crecimiento", aseguró el presidente de Diputados, quien pidió “responsabilidad y patriotismo" a la oposición para que el acuerdo consiga más “sustentabilidad” con respecto a la “deuda heredada”.

En un mensaje grabado en la residencia de Olivos, el presidente Alberto Fernández anunció los entendimientos alcanzados entre Argentina y el FMI y ratificó que el acuerdo “pasará por el Congreso”. El mandatario adelantó que el acuerdo "no contempla restricciones que posterguen nuestro desarrollo” tampoco obliga una reforma laboral ni impone un déficit cero. 

La diputada nacional Victoria Tolosa Paz destacó que el acuerdo alcanzado por el Gobierno le "permite avanzar y seguir creciendo" al país. "El presidente Alberto Fernández acaba de compartir una excelente noticia para el país. El acuerdo con el FMI nos permite avanzar y seguir creciendo, y vislumbra la posibilidad de un futuro próspero para todos y todas", escribió la legisladora en su cuenta de Twitter.

En ese sentido, Tolosa Paz agregó que "después de una larga negociación", se llegó a un acuerdo que "no impone ni condiciona" y que significa "una solución a un grave problema" que genera confianza "dentro y fuera de la Argentina".

"El default era darle la espalda al mundo. Pudimos defender nuestras prioridades, que son la reactivación económica, el desarrollo productivo, la educación y la justicia social", subrayó.

“Es el primer acuerdo con el FMI sin ajuste”

El subsecretario de Políticas de Integración del Ministerio de Desarrollo Social y jefe del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, destacó por su parte que el acuerdo alcanzado "es el primer acuerdo con el FMI donde no habrá ajuste para mantener el crecimiento de Argentina".

"El acuerdo es muy auspicioso para la Argentina", dijo el dirigente social, en declaraciones a radio 10. El funcionario contó que habló con el presidente quien le aseguró, tal como dijo en su discurso, que no habrá imposiciones del fondo en cuanto a jubilaciones y políticas sociales.

"No hay ninguna restricción a ninguna de las políticas sociales ni de las políticas sanitarias en el acuerdo con el Fondo Monetario. No hay reforma laboral ni reforma del sistema jubilatorio y tampoco hay una restricción del crecimiento porque se mantienen las mismas pautas del presupuesto", remarcó.

Daniel Menéndez, diputado del Frente de Todos y referente de la organización Barrios de Pie, también celebró que el acuerdo se haya alcanzado sin ajuste social. "Saludamos la firmeza de este gobierno para lograr un acuerdo con el FMI que no contempla restricciones que posterguen nuestro desarrollo y así dar continuidad a la recuperación de la Argentina", señaló.

Potenciar políticas sociales

También se hicieron sentir las adhesiones de los gobernadores. Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja, expresó "todo su apoyo" al presidente Alberto Fernández por la renegociación de la deuda que "permitirá potenciar las políticas sociales inclusivas que garantizan la justicia social".

"Este acuerdo permitirá potenciar las políticas sociales inclusivas que garantizan la justicia social y no tendrá cambio de fórmula previsional, ni flexibilización laboral ni despidos estatales", escribió el gobernador en su cuenta de Twitter. En ese sentido, Quintela afirmó que "es inminente" el acuerdo con el FMI y que en el mismo se "prevé una baja del déficit, preserva los derechos de las y los jubilados" y que también contemplará "más gastos en la obra pública".

También Osvaldo Jaldo, gobernador de Tucumán, destacó el anuncio de Alberto Fernández. “El Presidente cumplió con la palabra empeñada. Decía que hay que honrar los compromisos y las deudas y Argentina va en ese camino”, dijo y subrayó que “lo importante es que se ha llegado sin un costo social dentro de la Argentina. Sin ajuste para los jubilados y sin devaluación que perjudique el ingreso de los argentinos”. Jaldo dijo estar "muy contento no solo porque Argentina cumple y honra las deudas", sino también porque "vamos a seguir gozando de ese financiamiento de todos los organismos internacionales que nos permiten realizar obras de infraestructura a lo largo y ancho del país, fundamentalmente en la provincia de Tucumán”, remarcó.

El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, también sumó su apoyó por "el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI)", al que calificó de "razonable". "Es un acuerdo razonable que nos obliga a cumplir con nuestras obligaciones, pero no se relega el crecimiento de la Argentina", señaló el gobernador desde su cuenta de Twitter.

Melella destacó que "permitirá sostener la recuperación económica iniciada" y garantizará que los argentinos, seguimos ejerciendo nuestra soberanía manteniendo las políticas de crecimiento, desarrollo y justicia social". "Incluso no se verán afectados los planes de inversión en ciencia y tecnología, sin reforma laboral", remarcó el gobernador.


La herencia maldita

Cómo se creó la trampa de Macri y el FMI y qué hizo el Gobierno para empezar a desarmarla

Los que dilapidaron, y fugaron, el crédito de 45 mil millones de dólares que les dio el FMI para su campaña electoral, ahora fingen horror porque no se le otorgó al Fondo todo lo que pedía y ellos hubieran cedido "en 5 minutos". El juego que empieza tras el acuerdo

Por Luis Bruschtein
Mauricio Macri con la ex titular del FMI Christine Lagarde.

Es un acuerdo con metas, lo que implica el monitoreo del Fondo mientras se cumplen. Pero ese monitoreo hubiera existido de cualquier forma mientras se le debiera un peso. Y, por supuesto, nunca se trató de arreglar el acuerdo anterior, sino de uno nuevo en mejores condiciones. Así funciona el sistema. Quedó en discusión si el default generaba un costo menor que el programa de pagos que se acordó, un debate enredado porque nadie podía decir a ciencia cierta el costo de las represalias. El enfoque se centra ahora en el margen que dejarán las metas que se fijaron, las que, aunque no se habló de ajuste, serán las que garanticen o no la posibilidad de crecimiento con inclusión. Cualquier resultado hubiera significado un alto costo porque el crédito pergeñado por los expresidentes Mauricio Macri y Donald Trump buscaba ese daño.

Como la mafia de Chicago de los años 20 que vendía protección y prestaba en condiciones usurarias para dominar bajo amenaza a los comerciantes y las empresas, el objetivo del crédito del FMI fue frenar el dólar antes de las elecciones para impedir que ganara el populismo o, en caso de que ganara, para tenerlo acogotado.

Macri y Trump, los mafiosos de la película

Los mafiosos de esta película fueron Macri y Trump, con Christine Lagarde y David Lipton como actores de reparto. La justicia debería castigar de manera ejemplar este megadelito que puso en riesgo a millones de personas con un préstamo exorbitante que transgredió las leyes argentinas y los reglamentos del Fondo.

Las opciones que se planteaban como alternativa a la negociación, implicaban el default. Porque el préstamo funciona como las boletas del servicio de gas. Si uno deja de pagar cuando cobran de más, cortan el servicio. Hay que pagar, ir a discutir y después recibir la compensación o no. Pero no se puede dejar de pagar la boleta, aunque se considere injusta, si no se quiere perder el gas.

No pagar y denunciar la deuda en tribunales locales o internacionales implicaba el default. Era una salida posible. Para algunos, este gobierno no tenía financiamiento internacional desde el primer día que asumió. O sea que el default hubiera formalizado una situación preexistente con casi ningún costo adicional. Para otros, la falta de financiamiento hubiera afectado también a la actividad privada, lo que hubiera implicado cierre y salida de empresas provocando una caída brusca en el PBI.

Es cierto también que es una sociedad que acaba de darle mayoría en las elecciones legislativas a la fuerza política que es responsable de la agonía que atraviesa. Y también es cierto que mientras se desarrollaba el último tramo de esta negociación donde estaba en juego la suerte de millones de argentinos, la mayoría de ellos estaba viendo el partido de la selección sin darle tanta importancia o sin saber que su suerte estaba en juego en la otra disputa.

Los soportes mediáticos del acuerdo entre Macri y el FMI

Los que estuvieron pendientes por el suspenso que tuvo esta instancia de la puja entre el gobierno y el Fondo fueron los medios hegemónicos, cómplices del acuerdo nefasto que firmó Macri. Hasta el mismo candidato a reemplazarlo en la derecha, Horacio Rodríguez Larreta trató de capitalizar la demora y difundió un video donde se horrorizaba por la incertidumbre de la tardanza. Y su adversaria en la interna partidaria, Patricia Bullrich, calificó de tortuga al ministro de Hacienda, Martín Guzmán, por la demora del acuerdo.

Esperaban el fracaso para dejar en evidencia al gobierno, como si no hubieran sido ellos los responsables de haber llevado a la economía del país a una de las situaciones más desastrosas de su historia. A una parte de la sociedad no le importa que lluevan sapos y culebras con tal que le vaya mal al gobierno.

Durante todo el desarrollo de la negociación, estos medios informaban como si fueran voceros del Fondo y explicaban desde ese punto de vista las exigencias que se planteaban. Sus argumentaciones naturalizan las intenciones del organismo financiero de controlar la capacidad del país para pagar lo que ellos prestaron. Los opinadores y economistas ortodoxos que se expresan a través de los medios hegemónicos naturalizan que el Fondo censure el gasto público y exija que en poco tiempo desaparezca el déficit o que no se emita.

La negociación con el FMI, entre lo "normal" y lo necesario

Lo normal es que ni siquiera haya negociación. El Fondo establece el programa que debe cumplir el país asistido. En este caso hubo una fuerte negociación por los dos lados. Pero los que tomaron esa deuda criminal, explicaban la lógica de las exigencias de ajuste neoliberal que planteó el Fondo.

Los medios explicaron la preocupación del gobierno de que le restringieran el gasto en 2003 porque es un año electoral. Decían que al peronismo le preocupa la reducción del gasto en medio de una campaña electoral. Es increíble que lo dijeran con sorna los opinadores macristas y la misma fuerza política que quemó los 45 mil millones de dólares para apuntalar la campaña de Macri y que provocó esta renegociación donde lo más que se puede aspirar es lo menos malo.

Gastaron dinero público que ahora hay que pagar, en la campaña más cara de la historia y ahora quienes la protagonizaron o respaldaron se horrorizan por la discusión del gobierno actual con relación a la reducción del déficit en los próximos años. “Tiene que ver con las elecciones”, es la explicación crítica de los responsables de un desastre que, para sostener la candidatura de Macri, tiraron a la basura un préstamo monumental.

Los tipos hicieron el gasto y aumentaron sus fortunas ya que incluso muchos de los que se beneficiaron de esa operación han sido empresarios que respaldan al macrismo. Los tipos hacen el gasto con dinero público y sacan doble provecho del negocio, pero la fama se la lleva el peronismo, que no es la virgen María, pero comparado con ellos es un bebé de pecho.

¿"El mejor acuerdo posible"?

Es un ejemplo de cultura hegemónica. Igual que la campaña que lanzó el macrismo sobre la tardanza del gobierno para llegar a un acuerdo. Ellos generan la crisis y después instalan como más importante el tiempo que tarda el peronismo en solucionarla.

“Se llegó al mejor acuerdo que se podía llegar” dijo el ministro Guzmán cuando anunció el resultado de las negociaciones con el Fondo. El anuncio abrirá un debate seguramente porque tiene un costo. Para el macrismo se trata de un triunfo de las exigencias del Fondo.

Para el exviceministro de Economía, Emmanuel Alvarez Agis, “el acuerdo sorprende por lo bueno”, en el sentido que indicaron tanto Alberto Fernández, como Guzmán, que no incluye reformas estructurales como las que siempre exige el FMI, como flexibilización laboral o reforma previsional y que “permite el impulso de la obra pública, sin ajuste”.

Para otros, los puntos sobre reducción del déficit pueden implicar ajuste, al igual que los referidos a la emisión. Después de una larga y tensa negociación, con mucho suspenso al final, las dos partes cedieron en sus posiciones de máxima. Para el historial del FMI, no incluir exigencias explícitas de reformas económicas ortodoxas, este acuerdo marca un hito diferente. Pero no se trata de un examen oral o escrito sino de un acuerdo base que permita diseñar un programa económico de crecimiento con inclusión. Si el acuerdo fue bueno o malo –siempre en el contexto que dejó Macri, de lo menos malo-- lo juzgará la calidad de vida que logren los argentinos. La medición de la pobreza y la desocupación darán su veredicto antes que los técnicos y opinadores.



"Nosotros hubiésemos tardado cinco minutos en hacer un mejor acuerdo"

FMI: Juntos por el Cambio no definió su postura, pero por las dudas salió a criticar

La mesa nacional de la coalición realizó un encuentro de emergencia y decidió que esperará a leer la "letra chica" para definir la posición que adoptará en el Congreso. En redes sociales, los dirigentes cuestionaron al Gobierno por no haber cerrado el acuerdo antes.

Por Werner Pertot
La Mesa Nacional de Juntos por el Cambio decidió esperar la letra chica.

En el día del acuerdo con el FMI, no hubo un solo dirigente de Juntos por el Cambio (JxC) que se hiciera cargo del origen de la deuda. Sí, en cambio, unos cuantos criticaron los modos del Gobierno y hasta alardearon con que podrían haber logrado un acuerdo mejor (una afirmación osada para un Gobierno que terminó con una crisis económica de magnitud). Tras el anuncio oficial, la mesa nacional de JxC tuvo una reunión de emergencia y sacaron un comunicado escueto en el que dicen que recién se pronunciarán sobre el acuerdo cuando lean la letra chica. Fue patear la definición para más adelante. Por su parte, los dirigentes de Avanza Libertad fustigaron el entendimiento y pidieron un plan de ajuste.

Una vez que concluyeron los mensajes del presidente Alberto Fernández y de su ministro de Economía, Martín Guzman (con el que finalmente nunca se reunieron desde la oposición), la mesa nacional de Juntos por el Cambio tuvo un zoom de emergencia para deliberar qué decir al respecto del anuncio de un acuerdo con el FMI, que le prestó 44 mil millones de pesos durante el gobierno de Mauricio Macri a la Argentina, dinero que el expresidente reconoció que se fugó. 

"Decidimos salir con algo cortito y contundente, ¿para qué decir más", sostuvo ante este diario uno de los asistentes al encuentro, en el que se mostraron conformes con que la Argentina no entrara en la postergación de los pagos, pero no mostraron la voluntad de apoyar el acuerdo en el Congreso hasta no ver la letra chica. El comunicado es corto, casi un tweet. "Juntos por el Cambio considera positivo este primer entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que evita así un costoso default", sostuvo. "Es un primer paso para no seguir sembrando incertidumbre en la sociedad", afirmaron, en un breve texto en el que no hicieron alusión alguna a la responsabilidad de originar esa deuda (Macri, de hecho, estuvo presente en la reunión, así como su exministro de Hacienda Hernán Lacunza, el diputado Luciano Laspina y el economista Eduardo Levi Yeyati, quienes detallaron su mirada del acuerdo a los dirigentes).

Luego, patearon el apoyo o no del acuerdo para más adelante: "Aguardaremos la continuidad de las negociaciones que deriven en detalles de un acuerdo definitivo, que luego será evaluado en el Congreso, tal como establece la ley que todos hemos aprobado".

Por fuera de la comunicación institucional, hubo todo tipo de críticas y hasta canchereos, como el que hizo la mano derecha de Patricia Bullrich, Gerardo "Jerry" Milman.

"Hace dos años, nosotros hubiésemos tardado cinco minutos en hacer un mejor acuerdo. El gobierno hizo sufrir innecesariamente a la Argentina todo este tiempo. La pregunta es: Y el kirchnerismo, ¿Dónde está ahora?", se preguntó el diputado. La frase de Milman se suma a otras como las de Macri, quien dijo que el problema de la inflación también lo resolvía en cinco minutos (53,8 por ciento en su último año de Gobierno, la mayor en 28 años).  

Desde el radicalismo, el titular del interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado  Alfredo Cornejo consideró que "todo lo que lleve a acordar con los organismos internacionales es una buena noticia. Se podría haber evitado un año de angustia pero la obsesión por el relato del kirchnerismo nos perjudicó a todos. Ahora tenemos que ver la letra chica del acuerdo".

Por su parte, el ministro de Gobierno porteño, Jorge Macri, advirtió que "el presidente debe llegar a un acuerdo con la sociedad argentina para que todos sientan que hay porvenir, seguridad física y jurídica, y que el esfuerzo vale la pena. Debe generar confianza para que nadie se quiera ir y muchos quieran volver. Eso no se logra en cadena nacional".

En tanto, el radical Facundo Manes destacó que “es una buena noticia que después de dos largos años estemos llegando a la recta final de las negociaciones con el FMI. El siglo XXI exige cooperación, multilateralidad y visión de futuro a los Estados”.

Más ajuste

También opinaron sobre el acuerdo los defensores a ultranza del mercado de Avanza Libertad. "Lo poco serio del anuncio y el acuerdo con el FMI queda patente en el propio comunicado del FMI. Al principio dice ´El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas han llegado a entendimientos...'. Pero sobre el final dice: ´El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas continuarán su trabajo en las próximas semanas para llegar a un acuerdo a nivel del personal técnico.' Pónganse de acuerdo FMI boys! ¿Hay o falta todavía para que se pongan de acuerdo con Argentina?", se preguntó José Luis Espert, quien se mostró preocupado por que exista algún tipo de suba de impuestos.

Avanza Libertad salió con un comunicado oficial, que reclamó más ajuste del acordado con el FMI: "No vamos a acompañar esta porquería de acuerdo con el FMI porque representa el modelo del fracaso argentino donde la Casta Política nunca ajusta y siempre terminan destruyendo al sector privado. Esta vez el ajuste LO TIENE QUE PAGAR LA POLÍTICA".

Javier Milei, en tanto, manifestó su rechazo al acuerdo: "El anuncio de programa de Guzmán está en perfecta línea con la defensa de la casta política. Pretenden que el despelote central de Argentina, el déficit fiscal, se arregle vía crecimiento para que no tenga que haber ajuste en la política ni siquiera en términos reales. TODO DICHO". Es decir, a Milei el ajuste acordado le supo a poco.



Convocará a una movilización para repudiar el pago de la deuda

El Frente de Izquierda anticipó que votará en contra del acuerdo con el FMI

Myriam Bregman afirmó que el entendimiento significa "legitimar la estafa macrista”. Romina Del Plá lo calificó como un "pacto colonial".

Dirigentes del Frente de Izquierda Unidad anticiparon que no acompañarán el acuerdo con el FMI en el Congreso e informaron que preparan una gran movilización para repudiar el "pago de la deuda" y "el ajuste". 

“Los diputados del FIT no vamos a votar este pacto colonial. El desembolso trimestral para pagar sus propias cuotas según control de las pautas por las misiones del Fondo nos transforma en un país acogotado al borde permanente del default, un chantaje para ajustar”, expresó la diputada Romina Del Plá. Por su parte, la legisladora Myriam Bregman afirmó que el entendimiento con el Fondo Monetario significa "legitimar la estafa macrista”. "Total, esa fiesta la vamos a pagar nosotros, los trabajadores, con ajuste (el que niegan) y con más miseria (la que no pueden negar)”, afirmó el diputado jujeño Alejandro Vilca.

A través de su cuenta de Twitter, Nicolás Del Caño se manifestó en el mismo sentido: “El acuerdo con el FMI es nueva deuda para pagar la estafa macrista a costa de profundizar la dependencia del país con 40% de pobreza, salarios y jubilaciones mínimas de indigencia, precarización laboral, inflación. Hay que enfrentar en las calles el cogobierno con el FMI”.


El Gobierno prefirió esta salida al default

Los motivos para elegir el mal menor del acuerdo con el FMI

La virtud distintiva del arreglo es que Argentina no se compromete a reformas jubilatorias ni laborales, ni tampoco a achicar el gasto social. La deuda que dejó Macri es injusta e impagable y sigue ahí. No se adoptó una solución óptima sino la menos peor.

Por Mario Wainfeld
Presidente Alberto Fernández y ministro Martín Guzmán.

Esta columna se tipea minutos después del discurso del presidente Alberto Fernández y de la presentación del ministro de Economía, Martín Guzmán (que se extendió algo más de media hora) seguida de una conferencia de prensa breve y punzante. Ambos extrovirtieron satisfacción y alivio. Los dos se basaron en textos preescritos. Transmitieron confianza, AF se permitió repetir el estribillo de Palito Ortega “Yo tengo fe”. El Gobierno prefirió esta salida al default que ninguno de los dos mencionó por su nombre. Guzmán sí lo caracterizó como “un salto a la incertidumbre”, contraponiéndolo a la previsibilidad del programa acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Quedan pendientes puntos suspensivos, Memorándums a pactar, lo que en jerga se apoda “letra chica”.

Con esas salvedades, añadamos que esta nota antecede a una más extensa que se publicará el domingo en la edición de papel y en la web de este diario. Constituye una primera mirada.

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El bastión de la postura oficial es que lo pactado incluye metas (objetivos) pero no políticas concretas (instrumentos). He ahí la circunstancia crucial que distingue a este acuerdo de otros anteriores. Argentina no se compromete a reformas jubilatorias, laborales, achicamiento del gasto social, corte de la recuperación económica, restricción de la actividad productiva, despidos de empleados públicos, privatizaciones y una carrada de espantosos etcéteras. Ese es el núcleo de su optimismo, que se exhibió alto. Y, coincidimos. la virtud distintiva de los anuncios.

Lo que no se dijo y gravita es que las metas impuestas son pesadas y que será peliagudo honrarlas “solo” creciendo y mejorando la asignación del gasto. Y que al final del camino persiste la deuda de 44.000 millones de dólares, pateada para adelante.

Dejamos a los colegas calificados de este diario el detalle, los leeremos con atención en estas horas. Pero, por dar un ejemplo entre varios, bajar el déficit fiscal de 3 por ciento del PBI en 2021 a 0,9 por ciento en 2024 no será fácil, en cualquier escenario.

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Se habilita la suba del gasto social “moderadamente”. Habrá que cuantificar en la cancha el alcance del adverbio de por sí restrictivo. En una columna anterior, narramos que el objetivo de Economía para cerrar con el FMI era crecimiento del PBI acollarado con aumentos del gasto social algo menores. No es igual, intuimos, que lo insinuado por la palabra “moderadamente” en un papel suscripto con el FMI.

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El Gobierno confía en que el crecimiento del PBI -- que el FMI revisó “a más” esta semana-- superará el 3 por ciento este año. “Al fin y al cabo es el arrastre estadístico del largo 10 por ciento del año pasado”. El crecimiento del consumo popular y la obra pública serían los motores. Con default, argumentó Guzmán, hubiera sido imposible conseguir desembolsos de otros organismos internacionales de crédito que el ministro ahora estima viables, hasta deslizó porcentuales. Se volcarían sobre todo a obra pública, porque el gasto social estricto, en líneas generales se cubre con recursos del Tesoro (lo reseñaremos mejor mañana, si cabe). Uno de los karmas del default, subrayan sus críticos, es la pérdida de financiamiento externo para el sector público y el privado.

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A título de opinión, volviendo sobre material escrito por este cronista. Aún si se pudiera repetir el desempeño de 2021, con cifras menores de crecimiento, mejoradas por no pagar divisas al Fondo, quedarían deudas impagas del programa oficial. Deuda interna, simplifiquemos.

La inversión social tiene que incrementarse y, machacamos, modificarse cualitativamente. Políticas novedosas, de distribución de ingresos atentas a las carencias de la clase trabajadora. Es abrumadora la cantidad de argentinos que no consiguen llegar a fin de mes, colectivo que abarca a trabajadores registrados o no, con o sin conchabo, de clase media inclusive para abajo.

La otra deuda es la inflación, aludida por Guzmán. Con esos niveles es imposible redistribuir el ingreso o conseguir que la mayor parte de los ingresos fijos superen a las subas de precios.

Sin novedades en inflación, sin creatividad ni guita en políticas sociales el oficialismo no conseguirá cumplir con sus promesas y objetivos con los argentinos, no ya con el Fondo.

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AF y Guzmán no ahondaron en los estrechos, ínfimos, márgenes de decisión que disponían. Este Gobierno, pandemia y deuda mediante, vivió en el contexto del mal menor. Ni el default ni este acuerdo podían ser maravillas, apenas respuestas a un legado espantoso que Guzmán describió con tono tan drástico como sereno (apenas se le marcaba el nerviosismo). La deuda es injusta e impagable, no se adoptó una solución óptima sino la menos peor.

La Argentina no es un país poderoso, el oficialismo viene de perder las elecciones de medio término, Su táctica desde, redondeemos, enero del año pasado fue demostrar que estaba en condiciones de crecer, bajar el déficit, generar saldos de reservas. El coyuntural (apodémoslo) “modelo 2021” era el “sendero”. En la Rosada y en Economía calculan que se tiene oxígeno para perseverar en ese rumbo.

Las alusiones presidenciales a la remoción de la espada de Damocles o de la “tragedia” tienen el sello voluntarista de su retórica. Cuando amanezcamos mañana o el mes próximo, la deuda y la espada seguirán allí.

aunque el FMI no impuso condicionalidades de política económica no flexibilizó las revisiones trimestrales como requisito previo para los desembolsos. Dichas visitas pueden ser un calvario, lo fueron para gestiones anteriores.

¿Habrá un nuevo paradigma del Fondo? Cuesta creerlo, se verá. El oficialismo confió en que el cambio de autoridades, la personalidad de su titular Kristalina Georgieva y la pandemia, alumbrarían un organismo más transigente. No se notó en las pulseadas de estos días, no parece que haya habido concesiones respecto de las sobretasas.

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“¿Cuántas veces cubrió en veinte años circunstancias como ésta?” inquiría un cuadro del oficialismo a este escriba, ironizando apenitas. Demasiadas… Las renegociaciones con el FMI constituyen una endemia.

El default, volvamos, era leído por el Gobierno como una circunstancia sin precedentes abierta a desenlaces catastróficos en un país del tamaño de la Argentina y con volumen record de deuda. Y una de sus secuelas más típicas, las corridas financieras, los ataques devaluacionistas de “los mercados“ (se subrayan las comillas) que se llevaron puesto a más de un gobierno o lo dejaron groggy. Ese porvenir inminente, tal vez inexorable, es el que AF y Guzmán imaginan haber conjurado o cuanto menos mitigado. O diferido, quién le dice.

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Se avecina, ya se despliega, una polémica sobre contra factuales. El oficial es que el default traería un ataque feroz contra el peso, las reservas, pérdida de créditos internacionales, un parate en la actividad productiva que requiere insumos importados. Sus críticos alegarán que todo eso advendrá a la primera revisión con bochazo del FMI o a la segunda.

El Gobierno -que siempre prometió hacer algo parecido a lo que firmará (en la pre pandemia, pasado remoto)- transita el alivio de haber cerrado la negociación, confía en que el crecimiento seguirá.

Estas historias continuarán. Este cronista vuelve mañana con lecturas del debate, de las previsibles diatribas de la oposición, de cómo procesa el oficialismo las novedades. Ampliaremos, como escribe Crónica.


El Congreso deberá aprobar el acuerdo alcanzado con el FMI

Se viene un largo y caliente debate

Se espera que a fines de febrero llegue el proyecto. En el FdT hay sectores en desacuerdo y planean abstenerse en la votación. En JxC, responsables del endeudamiento, adelantan el apoyo. La izquierda lo rechaza.

Por Maria Cafferata
El Congreso será el escenario de largos debates por el acuerdo con el FMI.. Imagen: Leandro Teysseire

Anunciado el acuerdo con el FMI para refinanciar el endeudamiento millonario de la gestión macrista, la pelota pasó ahora al Congreso de la Nación. Luego de días febriles de negociaciones a contrarreloj, el presidente Alberto Fernández hizo finalmente el anuncio y abrió la puerta para la siguiente etapa: lograr que el acuerdo sea aprobado en ambas cámaras con el mayor respaldo político posible. En Juntos Por el Cambio, la primera reacción fue señalar como "positivo" que el gobierno nacional hubiera eludido un default. Si bien las autoridades de la coalición opositora pidieron aguardar hasta conocer la "letra chica", varios referentes (especialmente del radicalismo) fueron anticipando su respaldo a lo largo del día. En el Frente de Todos, mientras tanto, hay mayor incertidumbre. Si bien la gran mayoría salió a respaldar el anuncio presidencial, un grupo de diputades que representan a los movimientos sociales manifestaron su rechazo a pagarle al Fondo. Las conversaciones, sin embargo, recién comienzan y se espera que para finales de febrero el proyecto comience a ser debatido en el Parlamento.

"Tengo confianza en la Argentina y en las líneas generales de este acuerdo que elevaré al Congreso de la Nación para su consideración. Necesitamos que apoyen este convenio y apelo así al compromiso nacional de todos y todas", sostuvo el presidente Alberto Fernández desde Olivos al anunciar el nuevo acuerdo con el FMI. Hace un año, la Cámara de Diputados sancionó la ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, que establece que todos los futuros acuerdos con organismos internacionales deben ser aprobados sí o sí por el Congreso. Esta ley, que fue impulsada por el oficialismo con el objetivo de evitar otra crisis de deuda como la que generó el préstamo de 44 mil millones de dólares, será puesta en práctica por primera vez, justamente, para refinanciar la deuda que tomó el macrismo.

El primer paso será transcribir la letra del acuerdo a un proyecto de ley que se presentará en el Congreso. Según explicó Martín Guzmán, aún falta terminar de definir con el staff del Fondo los detalles del memorándum de entendimiento que, a su vez, deberá ser aprobado por el board del organismo multilateral. "Eso va a llevar varias semanas", advirtió el ministro de Economía. El gobierno, sin embargo, espera poder aprobar el proyecto antes del 21 de marzo (fecha en la que el país tendría que pagar un nuevo vencimiento de casi 3 mil millones de dólares). Si bien aún no se ha definido la cámara de origen, en Diputados el oficialismo tiene la expectativa de poder comenzar a tratarlo en febrero durante las sesiones extraordinarias. "El temario es un punto de partida y el gobierno puede ampliarlo en cualquier momento", vienen advirtiendo desde el FdT hace ya varios días, anticipando un futuro acuerdo. La posibilidad de trabajarlo en comisión a fines de febrero dependerá, en última instancia, de si el Ministerio de Economía logra terminar el proyecto en las próximas dos semanas.

Tablero de posiciones

A lo largo del viernes, diferentes legisladores del oficialismo y la oposición fueron manifestando su respaldo. "El acuerdo con el FMI es una muy buena noticia para el país. Frente al problema de la deuda heredada se brinda una solución que genera confianza. Pudimos defender nuestra prioridad que es la reactivación económica, lo que permite seguir el camino de recuperación y crecimiento", destacó el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien fue reconocido por Guzmán (junto a la vicepresidenta Cristina Fernández) por su "apoyo" en las negociaciones. "El Gobierno heredó una situación de endeudamiento insostenible e inviable. En ese marco, el acuerdo con el FMI puede considerarse aceptable. Desde luego que no hay nada para festejar, excepto que se explicita un camino para comenzar a salir del atolladero en que nos metió el Gobierno de Cambiemos", declaró, en una línea similar, el diputado Carlos Heller. Si bien ninguna de las figuras del FdT estaba de ánimo para celebrar un acuerdo con el Fondo, se respiraba alivio en una parte del oficialismo.

Internamente, sin embargo, el Frente de Todos presenta fisuras. El Frente Patria Grande, por ejemplo, presentó un comunicado titulado "La deuda sigue siendo con el pueblo" en el que rechazaban el acuerdo con el FMI. La organización, que forma parte del FdT, cuenta con tres diputades --Federico Fagioli, Itai Hagman y Natalia Zaracho-- que, en principio, tienen planeado abstenerse en la votación. Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva, también representantes de organizaciones sociales, sostuvieron una postura similar.

El Frente de Izquierda y los Trabajadores, por su parte, anunció su firme rechazo. "Se acaba de legitimar la estafa del gobierno macrista", denunció la diputada Myriam Bregman, que cuenta con otres tres compañeres de bloque. En la vereda de enfrente, y por motivos muy diferentes, el liberal de extrema derecha José Luis Espert también se pronunció en contra, aunque en su caso porque consideraba que el ajuste no era lo suficientemente grande. 

Juntos Por el Cambio, mientras tanto, emitió un comunicado en el que consideraba "positivo" el entendimiento con el Fondo Monetario, pero que había que esperar a conocer los "detalles definitivos" del acuerdo. Si bien hubo críticas insólitas por la demora en llegar a un acuerdo, predominó un apoyo implícito. Incluso de figuras como Patricia Bullrich o Mauricio Macri (que firmaron el comunicado).

Por otro lado, representantes de varias fuerzas provinciales, como el Partido Socialista o Córdoba Federal, también manifestaron su apoyo y compromiso a "no obstaculizar el debate". En el caso de los cordobeses que responden a Juan Schiaretti, estos se abstendrán en la votación, pero el resto de quienes integran el interbloque Federal aún están debatiendo qué hacer. 


Un comunicado del staff técnico

El FMI informó el acuerdo

 Imagen: AFP


El FMI comunicó que "el personal técnico y las autoridades argentinas han llegado a entendimientos sobre políticas clave como parte de sus discusiones en curso sobre un programa respaldado por el Fondo". Julie Kozack, directora adjunta del Departamento del Hemisferio Occidental, y Luis Cubeddu, jefe de misión para Argentina, informaron que "el sendero de consolidación fiscal formará un ancla de política clave del programa. Permitiría aumentar el gasto en infraestructura y ciencia y tecnología y protegería programas sociales focalizados. Acordamos que una estrategia para reducir los subsidios a la energía de manera progresiva será fundamental para mejorar la composición del gasto público". 

El Fondo también mencionó que “hemos llegado a un entendimiento sobre el marco para la implementación de la política monetaria como parte de un enfoque múltiple para enfrentar la alta y persistente inflación. Este marco tiene como objetivo asegurar tasas de interés reales positivas para respaldar el financiamiento interno y fortalecer la estabilidad". 

"También hemos acordado que el apoyo financiero adicional de los socios Internacionales de Argentina ayudaría a reforzar la resiliencia externa del país y sus esfuerzos para asegurar un crecimiento más inclusivo y sostenible. El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas continuaran su trabajo en las próximas semanas para llegar a un acuerdo a nivel del personal técnico. El acuerdo final estaría sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI", cierra el comunicado.

Fuente:Pagina12

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